Amigo. 1. Destinatario del afecto que se siente en la adolescencia por el coetáneo con el que se intercambian objetos de poco valor, como cromos de futbolistas o galanes de cine, según los sexos. 2. Nombre con el que se designa a la pareja con la que se tienen relaciones sexuales sin encontrarse legalmente casados. 3. Forma enfática de dirigirse a cualquier desconocido para encabezar los escritos comerciales o la propaganda electoral por quien ocupa un cargo público.
Caca. 1. Expresión seca del infante incontinente para advertir que acaba de ensuciar el vestido impoluto con el que se le acaba de preparar para salir de paseo. 2. Mierda de perro abandonada por su dueño en la acera, que, al mantenerse siempre fresca, resulta muy difícil de quitar del zapato con la que se la ha pisado. 3. Manera genérica de expresar a un educando infantil que algo no se hace o no se come, y que le sirve de indicativo u orientación para que lo repita.
Guerra. 1. Catarsis periódica de la Humanidad por la que se pone fin a la estrategia de coexistencia pacífica, para empezar un nuevo ciclo de lo mismo. 2. Modalidad de colaboración perversa entre las oligarquías, con la intención de generar actividad económica de reconstrucción de las infraestructuras y, de paso, reducir el paro juvenil. 3. Cuando la conflagración destructiva recibe posteriormente el calificativo de mundial, se hace referencia a que los responsables de haber organizado los combates, satisfechos por el cumplimiento de los objetivos principales, por los que han acordado el reparto de los recursos y tierras de los países no beligerantes, han firmado públicamente un Tratado de Paz definitivo que, por supuesto, no tienen la menor intención de cumplir.
Bombón. 1. Mujer joven, perteneciente al espectáculo mundano, que muestra de forma desvergonzada todos o casi todos sus carnales encantos en el reportaje por el que ha cobrado una cantidad respetable. 2. Golosina que se ofrece al final de una comida de negocios en el restaurante y que se convierte en una masa pegajosa en el bolsillo del pantalón de quien lo recoge, si se le olvida entregarlo de inmediato a la subalterna con la que se flirtea.
Chocolate. 1. Hasta hace escasos años, en que se generalizó la cocaína, material de consistencia pétrea que, mezclado con drogas más adictivas y algo más baratas, llamadas alcohol y tabaco, servía para confeccionar unos cómicos cigarrillos que eran utilizados como pretexto en las reuniones sociales para fingir que se estaba colocado y poder expresar insolencias o estupideces que causaban gran incomodo a los que no tenían esa excusa. 2. Sobrealimento inventado por los indios americanos, que, con la evolución tecnológica, se fabrica hoy solo a base de grasa vegetal y harina de pescado en agua, a la que se añade un porcentaje variable de cacao y colorantes, para distinguir entre las variedades con leche, puro, extra, negro y extrafino.
Pringado. 1. Torpe que solo sabe hacer su trabajo, sin capacidad para las relaciones públicas. 2. Persona a la que alcanza de refilón la marea de corrupción principal, por recibir una pequeña participación en una coima, y a la que se juzgará con todo rigor con fines de catarsis colectiva, liberando con su culpabilidad a los actores más beneficiados.
Grano. 1. Protuberancia con pus y sangre que siempre aparece donde menos se la espera, siendo sus asentamientos preferidos, la cara o el culo. 2. Alimento para el ganado, que se utiliza por los humanos como componente de casi todas las dietas infalibles de adelgazamiento provisional .
Pasión. 1. Lo que siente un currante al que no le han explicado para qué sirve su trabajo. 2. Arrebato del ánimo que ofusca totalmente el entendimiento de una persona y que ilumina de forma meridiana el horizonte de la que lo percibe, y que, por ello, suele menospreciarlo.
Comisión. 1. Porcentaje de una venta, que recibe alguien por haber facilitado un negocio entre dos entidades, cuyos máximos responsables se conocían con anterioridad, y del que debe entregarse la mayor parte a uno de éstos, o a ambos. 2. En política, dinero con el que el adjudicatario de una obra servicio públicos, recompensa a la autoridad o a su representante, por haber reconocido que su precio y calidad eran los mejores en una licitación. 3. Grupo de personas designadas a dedo para hacer creíble una decisión de interés peculiar.
Escándalo. 1. Tipo de escote con el que las mujeres enseñan toda su carne hasta el ombligo. 2. Apelación muy versátil del lenguaje periodístico de batalla, pues puede aplicarse tanto a la tela que falta en una falda que permite ver la ropa interior de quien la porta, como a la pierna y muslo que dejan al descubierto. 2. Manera eufemística de referirse a cualquier noticia que ocupa la atención, y que está destinada a ser olvidada en el mismo instante en que se conozca otra de igual o superior magnitud, lo que sucede indefectiblemente.