La ausencia, absoluta, de un debate abierto, serio, cualificado, acerca de lo que significa económica y técnicamente ser empresario, y -aún con mayor medida, de los riesgos, necesidad de estímulos y apoyos institucionales y sociales que implica-, ha introducido incertidumbres y riesgos innecesarios en el escenario de la creación de empleo.
Hemos pasado en España -en menos de cuarenta años- desde abominar del empresario, como explotador y acaparador de plusvalías, a difundir la creencia, absolutamente falsaria, de que cualquiera sirve para serlo. En una réplica reciente en sede parlamentaria, el exótico diputado Gabriel Rufián (de Esquerra Republicana), minimizando el impacto de la crisis independentista catalana, por la que se estaba produciendo un cambio importante de sede social a otras regiones de España de empresas cuyos consejos de administración estaban en desacuerdo, vino a decir que “no le preocupaba, porque la inmensa mayoría de empresas catalanas estaban creadas por autónomos”, por lo que, no resultaba significativa esa marcha.
Qué error, qué inmenso error. El tejido económico, que mezcla aspectos industriales y comerciales, se construye con una base sólida en la que, contrariamente a lo que puede creerse comúnmente, la pirámide está invertida. Son necesarias empresas suficientemente grandes en la cúspide, para que, como una tela de araña hacia abajo, se rellenen huecos de producción y servicios que vengan en apoyo, complementen o sirvan, generando múltiples enlaces que garantizarán su supervivencia. La gran mayoría de las pymes de una estructura industrial no surgen de la nada, y no construyen la base del edificio, sino que se apoyan en la generación de necesidades, actividad y empleo subordinado que se ha generado desde la cumbre, colgadas de ella.
En España tenemos ejemplos bien conocidos, en los que la existencia de una o varias grandes empresas actuó de impulso al desarrollo local, regional, e incluso nacional. Es el caso de Ensidesa en Asturias, la minería del plomo en Linares o, en la actualidad, la explotación de la faja pirítica en Andalucía. ¿Cómo negar la importancia del sector conservero en el área de Vigo, de la industria del automóvil en Zaragoza, o de la exportación coordinada de cítricos, frutas y legumbres en Almería, o Lérida?.
Cataluña debe su bienestar fundamental a las grandes empresas como Gas Natural, Seat, Endesa, Nissan, Lidl, Volkswagen, FCC, Nestlé, Corporación Guisasola, … cuyos centros de producción y administrativos generan una estructura de empleo, que, por la vía de salarios y, por tanto, del consumo, se mueve por la región como una corriente salutífera.
Tampoco cuestiono que el impulso emprendedor de algunas familias catalanas y mallorquinas (sobre todo, a principios del siglo XX y finales del XIX) haya conseguido hacerse con una parte de las oportunidades industriales, actuando, en general, de forma concertada con los poderes políticos, y que su visión oportunista de entonces mantenga huella y poder en la España actual. Solo que las circunstancias, necesidades y forma de abordar los ritmos y veleidades del mercado han cambiado.
Cuestión distinta es, sin duda, centrándonos en el momento actual es la generación de nuevas actividades por particulares, que descansa fundamentalmente en dos actitudes, que no me atrevería, sin más, a llamar genuinamente empresariales, aunque sí son legítimamente, emprendimientos.
Por una parte, están aquellos que, llevados generalmente por la necesidad, más que por la inspiración del negocio, abren una peluquería, un bar, una mercería, una tienda de alimentación, …Se trata de una situación en la que, como medida de autoempleo (a veces, coordinando pequeñas aportaciones económicas de varias personas) se genera una actividad que da servicio inmediato a terceros, para cubrir primeras necesidades: alimentación, ocio básico, cuidado personal… En estos casos, la competencia de las grandes superficies y, en tiempos recientes, de las franquicias que acercan el negocio al cliente, haciendo que los riesgos los asuma en buena medida el concesionario, forman parte de un paisaje en le que no son infrecuentes los fiascos y, a la postre, la pérdida de la inversión o del patrimonio de los avalistas.
Por otra parte, en el mismo campo de las iniciativas personales se encuentran aquellos que, llevados generalmente por el conocimiento específico, (principalmente en nuevas tecnologías y, típicamente, las de comunicaciones o informáticas), se deciden a crear una empresa, inicialmente de pequeño tamaño y con mínimos recursos, con la que se animan a ofrecer la solución más eficaz, más rápida, más barata, para necesidades de segundo orden, que, hasta entonces, vienen cubiertas por empresas de tamaño grande o pequeño (en general), por medios que pasan a ser considerados tradicionales. Las cifras que registran la evolución de esos negocios ponen de manifiesto que solo una de cada diez alcanzan la mayoría de edad, y las nueve restantes se quedan en el camino…con la pérdida de la inversión y de las ganas de meterse en siguientes aventuras, ya que en España se penaliza definitivamente al emprendedor particular fracasado.
(continuará)
Incluyo la fotografía de un rascón (rallus aquaticus), ave escurridiza de los carrizales y cañaverales de Eurasia y norte de Africa, que se deja ver muy difícilmente. Tiene un conspicuo pico rojo, y cuando se aventura a salir en busca de alimento fuera del tupido marco protector de cañas, lo hace corriendo como si la empujara el diablo, para volver de inmediato a su refugio en la espesura de cañizos de ribera. Este ejemplar del grupo llamado gruiforme (que incluye grullas y rascones) lo detecté en Menorca, en la albufera des Grau. Visto y no visto.
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Nota de última hora: Oriol Junqueras, (vicepresidente de Catalunya) Joaquim Forn (ex consejero de Interior de la Generalitat). Oriol Junqueras, los Jordi (Sánchez y Cuixart) permanecerán en prisión provisional, por decisión del día de hoy, 4 de diciembre, día de Santa Bárbara, del Juez de Instrucción del Tribunal Supremo, Pablo Llanera. Los demás encarcelados por el Procès, cuando abonen los cien mil euros en que cifra la responsabilidad individual, eludirán la prisión provisional. Las decisiones son recurribles, y se valorarán siempre que cambien las circunstancias, ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.
Magnífica y ponderada decisión del representante judicial, cuyos efectos sobre la tensión que se vive en Catalunya, por parte de los partidarios del independentismo y sus detractores, es fácil de prever. Más de lo mismo.