Al socaire

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Discurso de Navidad de Pablo Iglesias

2 diciembre, 2019 By amarias Dejar un comentario

Pablo Iglesias, feliz madre de familia con tres hijos  en edad de guardería infantil y actual co-líder de Unidas-Podemos, ha pronosticado, en una entrevista difundida hace unos días que los españoles y españolas podrán disfrutar de la cena de Navidad con un gobierno progresista.

La referencia a la cena de Navidad nos conduce, en nuestra memoria histórica, a las tan emotivas como plúmbeas palabras de todos los jefes de Estado que hemos tenido en nuestro país, tanto en democracia como en dictadura, desde que el aparato de televisión ocupa un lugar prominente en la librería de los hogares.

Al referirse a la disponibilidad de un gobierno progresista, supongo que el sociólogo Pablo, profesor ad honorem de la Facultad de Politología madrileña, estaba utilizando la petición de principio de que, para entonces, la culminación de la hoy postulante coalición de PSOE y Unidas Podemos con las separatistas de ERC habría llegado a buen término, y que esa amalgama de intereses variopintos debería ser admitida, por el artículo dos, como obligada posición de progreso para el país, en detrimento de cualquier otra alternativa.

Para llegar a tal amagüesto (empleando mi lengua vernácula, el bable), los independentistas catalanes deberán abstenerse en la votación correspondiente en el Congreso de Diputados, ayudando con ello a la doble investidura como Presidente de Gobierno del candidato Pedro Sánchez y. como vicepresidente, de la candidata Pablo Iglesias.

No parece que las cosas estén rodando adecuadamente para conseguir tal fin, debido a las pretensiones estrambóticas del partido independentista que, aunque para Unidas-Podemos resultan perfectamente asumibles, significarían la segura extinción del partido socialista de España.

Un  equipo de investigación ha encontrado entre la basura orgánica de la sede Unidas-Podemos, entre mezclado con varias botellas vacías de champán francés y papel de envolver jamón cinco jotas, un borrador de un posible discurso de Navidad del vicepresidente in péctore, que, por su indudable interés, y con todas las reservas del caso, se ha dado a la difusión en internet, convirtiéndose en viral.

“Queridas conciudadanas:

Pedro y yo hemos decidido que sea yo quien me dirija a vosotras, en esta fecha histórica en la que las familias de camaradas os reunís para disfrutar del besugo al horno, o el capón relleno, junto al turrón de guirlache, los langostinos, las gulas y la abuela.

Estamos viviendo momentos históricos, por fin. Como primer paso hacia la República, el gobierno de España (nombre provisional, que está en revisión, por sus connotaciones fascistas) ha prohibido a Felipe la lectura del mensaje que la llamada casa real tenía dispuesto. Sin embargo, en prueba del talante democrático de este Gobierno, quienes tengan curiosidad por leerlo, deberán dar su nombre, dirección y DNI a la Dirección General de Seguridad, y podrán pasar a recoger una fotocopia del mismo en unas semanas.

Pedro y yo estamos muy satisfechos porque el acuerdo con las compañeras de ERC haya llegado a buen término. Se puede ya considerar un hecho la segregación de Catalunya del Estado español, y desde este Gobierno nos comprometemos a mantener lazos de igualdad y diálogo permanente con ella. La independencia de Catalunya se hará, por supuesto, siguiendo la Constitución y, en lo que no esté previsto, nos atendremos a los principios generales del Derecho internacional venezolano. Ya se ha producido, como es sabido, la amnistía de las políticas presas, con completa indemnización por los daños causados a ellas y a sus familias, y les hemos trasladado las disculpas oficiales por el trato recibido por estos patriotas. Está programado para el día 6 de enero, que en el futuro será celebrado como la fiesta de los Segadores Catalanes, la convocatoria de un referéndum que permitirá que las catalanas voten. con segura unanimidad, la merecida independencia que la opresión de los gobiernos fascistas españoles desde el siglo XVIII les han estado obstaculizando.

El Molt Honorable camarada Puigdemont, al que saludamos desde aquí, y que está siguiendo esta transmisión en el Palau, ha llegado ayer en avión oficial desde su exilio en Bruselas, capital de la Unión Federal Europea,  para hacerse cargo de los fondos de la nueva República catalana. Su ministro de Exteriores, el camarada Rufián,ha firmado ya pre-acuerdos de colaboración con Escocia, Yugoslavia, Venezuela, Libia, Cuba, Nicaragua y Ecuador, además de con la futura república española, que está en trámite de reconocimiento internacional.

Aún no nos es posible adelantar los aspectos fundamentales del programa conjunto de Unidas-Podemos y prácticamente ya el extinto PSOE, puedo garantizar que será el más idóneo, adecuado y factible, y que estará adaptado a la realidad multifuncional de nuestro país multinacional y será, como no podía ser de otra manera,  generador de empleo, riqueza y bienestar por derecho propio, es decir, porque sí.

Pedro, desde su posición provisional de Presidente de gobierno, hasta que yo mismo asuma definitivamente esa función pública, se encargará de cumplir, generando, si hiciera falta, los recursos financieros, con los procedimientos imaginativos que se nos vayan ocurriendo.

También debo daros otra buena noticia. En el País Vasco se realizarán consultas vinculantes para incorporar en un plazo máximo de dos meses a Navarra, como paso previo a la independencia tptañ de Euskalerría, que se regirá por los criterios que decida el gobierno legítimo, obviamente separatista, de esta nación histórica.

Todas las demás naciones, nacionalidades, pueblos y caseríos de España podrán acogerse a su derecho a la independencia, celebrando en cada caso, como paso previo democrático, un referéndum vinculante, que será válido siempre que lo manifieste, por cualquiera de los medios válidos en el derecho consuetudinario (incluida la colocación de un alfombrilla de Ikea con la indicación de república independiente de su casa) una mayoría de su población. Para el cómputo de las mayorías válidas, se tendrá en cuenta que podrán variar entre el cinco y el cuarenta por ciento de su censo, admitiéndose, excepcionalmente, duplicaciones y difuntos.

Toda esta diversidad de naciones, nacionalidades y países, que conforman la rica diversidad del Estado federal español, será organizada mediante fórmulas estrictamente anárquicas, para garantizar que todos tengan garantizada la libre expresión de su ámbito circunvital.

Aún tenemos que precisar la manera de aumentar los ingresos del Estado, porque antes debemos concretar la dotación imprescindible para lograr el sostenimiento pleno de los sueldos y prebendas de la estructura orgánica y funcional de los, por lo menos,  treinta ministerios de nueva creación, y que garantizarán que todas las compañeras que tengan deseos de ser ministra puedan ver cumplidos sus legítimos deseos. Entre los ministerios de nueva creación se cuentan algunos tan imprescindibles como el de Revisión Histórica, Educación para la Uniformidad, Agnosticismo como Terapia Ocupacional y Solidaridad con los Estados fallidos.

Puedo adelantar que, aunque el Partido Socialista (actualmente en descomposición, como sabéis) todavía opone resistencias a la medida, se incautarán mediante decreto-ley las propiedades y fondos de todas aquellas empresas y personas que no hayan donado voluntariamente sus bienes a la causa nacional patriótica.

El salario mínimo mensual pasará a ser con carácter inmediato de tres mil euros, se instaurará a partir del próximo mes una renta universal vitalicia de mil quinientos euros para todos los jóvenes que demuestren no tener intención de estudiar ni trabajar (los llamados ninis);  y los pensionistas, que podrán serlo a partir de los cuarenta y cinco años, verán duplicadas sus prestaciones, con derecho a doble ración de fármacos y régimen de visitas a los consultorios de la seguridad social, en donde se habilitarán clubes de mayores.

Debido al carácter sectario de las Universidades técnicas, economía, derecho y filosofía, provisionalmente, se suspenderán las clases hasta la revisión completa de los programas.

La relación de estas medidas se publicará en el Boletín Oficial tan pronto sea posible, pues está siendo redactado a marchas forzadas por un equipo de profesionales extranjeros (dirigidos por el camarada Monedero), de máxima cualificación acreditada mediante diplomas emitidos por universidades virtuales.
De momento, os comunico que el día de Navidad, o sea, mañana, pasará a ser día laborable, pero en compensación, la jornada laboral será de veinte días a la semana y se declaran fiestas nacionales todos los primeros viernes de mes.

Nos proponemos impulsar la investigación, para lo que se obligará a todo el personal de investigación perteneciente a los centros oficiales y a las empresas multinacionales, a mantener un departamento de i más d más i más i que garantizará un mínimo de tres patentes mensuales por cada diez investigadores, incluidos becarios, gerentes y personal subalterno. Se estimará como patente la copia traducida a cualquiera de las lenguas y dialectos del país, de cualquier invento de origen norteamericano, chino o coreano.

Apoyamos con toda simpatía los movimientos separatistas y las manifestaciones ideológicas en todo el mundo, como prueba del profundo respeto tanto a la libertad individual como a la colectiva. Como  muestra de este compromiso, que no distingue entre religiones ni ideologías, las compañeras de Unidas Podemos, con la camarada Irene Montero a la cabeza, llevarán burka durante dos meses, a partir del próximo Ramadán.

Estamos analizando nacionalizar todos los Bancos, aunque reconozco que un sector del partido cree que sería mejor suprimir el dinero y volver al trueque, como medida de igualdad menos discriminatoria. En todo caso, lo que ya es seguro que se nombrarán presidentas y consejeras a miembras del Partido Unidas-Podemos, elegidas al azar.

(aquí termina el documento al que hemos tenido acceso)


Y no me olvido, no, de aconsejar la compra del libro de Sonetos desde el Hospital. Por 13 euros os lo envío a vuestra casa, dedicado, y habréis contribuido con 5 euros a la lucha contra el cáncer.

Compra el libro “Sonetos desde el hospital”

Agradecería también que los que lo habéis adquirido ya (del orden de 700 amigos) expresárais con algún comentario, lo que os ha parecido.

Gracias.

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Vergüenzas: cabras, crisis y desconciertos (y 2)

20 octubre, 2019 By amarias Dejar un comentario

Quisiera creer que todo este jaleo, el maldito quilombo que nos cerca la tranquilidad como una boa, y nos atufa con su hedor, es/fuera una pesadilla. Pero no lo es, quiá. La realidad nos muestra su cara más fea, sus tentáculos de hidra, su cabeza de medusa vociferante y zafia y parece estar dispuesta a permanecer entre nosotros sin cambiar de pelaje durante un largo tiempo. Porque no sabemos cómo librarnos de ella, quitarle la piel de algas inmundas, sacarla de sus casillas para lanzarla al foso del olvido.

Han confluido múltiples factores negativos y su reunión ha conformado en nuestra vida de ciudadanos medios, anónimos y contentos con vagar del molino a la noria y de la noria al molino lo que se ha dado en llamar una tormenta perfecta. Solo que esta no nos ha traído el agua, ni se prodiga en tormentas, ni se desparrama en inundaciones y torrenteras que causan derrumbes, cosechas perdidas y hasta muertos.

Esta no estaba anunciada y, por tanto, si hubiéramos podido estarlo, no estábamos preparados para protegernos de sus efectos.

Como base de todo, sucedía que nos encontrábamos en un prolongado período electoral, una subespecie de calma chicha inconsciente, personajes a la búsqueda de autor (Oh, Pirandello), digo, de un líder y un equipo que pareciera suficiente capaz de sacarnos de la crisis económica, social y política, que se nos agarraba a los pies de la economía y la sociedad con la pegajosidad de un barro de ciénaga o se nos escurría con la viscosidad de la lamprea.

Sin otra idea para cambiar de escenario que convocar nuevas elecciones, el gobierno en funciones de Pedro Sánchez y todos los líderes políticos en funciones que hubieran tenido algo que decir, se embarcaron en la aporía de que un repetido debate con los mismos argumentos nos cansaría a muchos votantes y revolvería el cotarro de los resultados. Dudando si esta no-medida sería suficiente para mejorar escaños, el jefe de gobierno y sus asesores pensaron que sería buen momento para cambiar de sitio la momia de Franco, desviando así la atención del personal de cualesquiera otros asuntos más importantes y, desde luego, más urgentes.

Se aplicaba el viejo principio que relata a la perfección el viejo cuento judío de meter la cabra en la casa para que, al sacarla luego, los que soportaron la presión y el tufo en la habitación exigua, se sintieron aliviados y agradecidos a quien vino a liberarlos

Pero al abrir la puerta, nos dimos cuenta de que se habían incorporado al recinto real, o se encontraban ya allí sin ganas de salir, otras muchas cabras y que eran todas más fuertes, de cocear más grave, y de mayor molestia.

La dura pelea contra de la Desunión europea contra el Brexit duro está provocando atroces fisuras en el ya deteriorado edificio donde hace décadas anidaron las cigüeñas de la colaboración a tope de quienes históricamente habían ventilado sus diferencias a porrazos. El árbitro de la paz se convirtió en instigador de infamias. Porque el imperialismo que hoy representa Trump y su equipo de águilas rapaces, ha dicho basta a sostener de rositas la amalgama de intereses europeos.

Por ello, enzarzado en una guerra comercial que se sabe perderán con el poderío creciente de China y los productores de la Asia cada vez más despierta, el lobby norteamericano a recurrido a la cabra de imponer aranceles a productos europeos con el propósito confeso de proteger a su industria aeronáutica del dumping de Airbus. Cada vez más necesitados de víctimas, el amigo USA ha encontrado en el débil moflete de los productos andaluces (olivas, jamón, queso,…) la fórmula de castigo ideal, porque si se pudiera interpretar que han confundido churras con merinas, lo que han sabido es dar en la cresta al chico del pelotón, para que tomen nota los gallitos de cabeza.

¿Qué otras cabras hay? La actitud de China rechina aún más, debiendo estar muy cegato quien no ve cómo los fuertes tentáculos del gigante asiático se aprietan, implacables, sobre la economía mundial, con base en un potencial tecnológico que se ayudó a generar desde occidente creyendo que se contentarían con ser clientes y no productores de lo que se les enseñó a hacer, incluso a hacer mejor y más barato.

Ah, pero junto a tantas y tan poderosas cabras, se ha incorporado la resurrección de una cabra muy especial, que nos toca muy de cerca, porque está metida hasta las ingles en nuestra idiosincrasia de ponerlo todo en solfa aunque nos conduzca al propio desastre. Hablo, claro, del fenómeno independentista catalán, la marea que se ha convertido, al mal parecer, en incontrolable con los mimbres y cartas que tenemos, y que, aunque se nos diga para despertar algo de consuelo que solo representa a la mitad de los habitantes de esa región, se ha revelado capaz de mantener a raya al estado de Derecho y, lo que me resulta en verdad imposible de asimilar, a las propias fuerzas del orden.

Me hago algunas preguntas sobre la naturaleza de esta última cabra: ¿Por qué se está siendo tan tolerante con los revolucionarios catalanes? ¿Es que hay temor institucional a utilizar todo el poder disuasorio del (supongo, claro) moderno y eficiente instrumental de la policía y la guardia civil, capaz de someter en pocas horas a esos grupos rebeldes (de orden de dos mil personas, se nos dice), despejando su naturaleza de “incontrolados” y “anónimos”?

Parece que hay alguna intención de que la excelente preparación de nuestras fuerzas del orden aparezca como doblegada ante unos cuantos antisistema y su caterva seguidora de mozalbetes indocumentados. No se si es culpa de la indecisión o inexperiencia de Grande-Marlaska o de la voluntad de ser condescendientes con el desorden hasta que las aguas vuelvan a su cauce por sí misma. Pero si se tiene/ha tenido el temor de que una actuación firme de los garantes del orden por ley contra los insurrectos que están causando tales daños y muestran tanta agresividad como todos hemos visto contra bienes públicos y los propios agentes, provoque un crecimiento de los desmanes, en mi opinión, se está equivocado. Los pacíficos somos, en cualquier circunstancia, la inmensa mayoría. Y los que asaltan, hieren, queman, roban, matan, son la hez y la disidencia de cualquier oportunidad de diálogo.

El presidente de la Generalitat, Torra, ha reflejado de forma suficientemente diáfana de qué lado se encuentra. El instiga la cabra del desorden ciudadano, con sus soflamas de meliflua catadura. Porque nada me hará cambiar, aunque no reconozca a Catalunya, que la inmensa población de Cataluña es pacífica, es solidaria con el resto de España y es leal a la Constitución y a las leyes.

—

La foto corresponde al interior de la puerta de uno de los servicios higiénicos de un Hospital de Madrid, decorado -no se calcular en cuánto tiempo- por ociosos que parecen desear comunicar su vacío intelectual, su cortedad expositiva.

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Cataluña en pie de guerra…pacífica (1)

19 octubre, 2019 By amarias Dejar un comentario

Imposible no dedicar unas palabras a la grave situación que está viviendo Cataluña. Se trata, sin duda, de una movilización de esa región contra el Estado, que tiene su presunta justificación inmediata en la publicación de la Sentencia condenando a los políticos que lideraron el movimiento secesionista de la región catalana, y que apoyaron esa actuación ilegal con malversación de dineros públicos.

¿Tiene explicación la organización de una revuelta popular contra la actuación reglada -apreciar en juicio justo (y con total publicidad, presuntos hechos delictivos- de uno de los estamentos del Estado de Derecho?

No, no la tiene, ni la puede tener. España es uno de los países con mayor libertad y amplitud en el uso de facultades y derechos, y su legislación garantista ha servido de modelo (y envidia) a otros. Pero el hecho es incuestionable: desde que se conoció el fallo de la Sentencia (hago esta matización en lugar de referirme a la Sentencia en su totalidad, que califico personalmente como dotada de una formulación jurídica impecable y con sesgo marcadamente benevolente hacia los condenados), Cataluña se ha visto envuelta en una tensión social de extrema gravedad.

Reventó la caldera en donde bullía el caldo de despropósitos secesionistas que venía siendo alimentada, inconsciente o conscientemente, desde hace ya cuarenta años (inventos y falsificación de la Historia, elevación del catalán a lengua suprema, enseñanza polarizada hacia el odio contra el resto de España, confusión e ignorancia respecto a valores y solidaridad, baja calidad de liderazgos, etc.).

Solo fue necesario encender varias mechas que estaban preparadas por expertos artificieros de desorden. Para provocar demoliciones y graves desperfectos solo es preciso situar pocos explosivos en lugares adecuados. Grupos de individuos que tapaban sus rostros y que actuaban organizados, duchos en provocar tumultos y daños, se enfrentaron a las fuerzas del orden -tal vez cogidas a desmano, tal vez poco preparadas para el envite, puede que sorprendidas por la extrema violencia-, y consiguieron captar la atención de las cámaras y de la prensa en general. Hay heridos graves, una secuela de duras confrontaciones sin sentido, decenas de declaraciones tibias, calenturientas o simplemente desafortunadas, nervios rotos, gritos ácidos, y, en suma, con los restos del caldo, se sigue cultivando en una nueva marmita el crecimiento de los odios, las disensiones ácidas, los alegatos violentos, los desencuentros dañinos, y se hace insoportable el cúmulo de incomprensiones recíprocas sepultadas bajo la imposibilidad de llegar, no ya a un acuerdo, incluso a la calma, en meses o años.

La escalada de tensión, plagada de incidentes intolerables contra los mossos de esquadra, la policía nacional y la guardia civil, debe ser calificada sin ambages con apoyada por el engaño evidente de estar realizándose una “manifestación pacífica” por parte del gobierno de la Generalitat (del President Torra, en particular), ignorando la realidad de los hechos y persistiendo en el anclaje de la emoción inaudita en un mundo paralelo inexplicable y, por la misma esencia de sus planteamientos, insoportable para todos.

La actuación de las fuerzas del orden ha de ser calificada como ejemplar, asumiendo riesgos personales muy altos en el encuentro con revoltosos que no ahorraron violencia: lanzaban piedras, adoquines, barreras e incluso dispusieron de cócteles Molotov;  utilizaron palos y porras, iban encapuchados y quemaron contenedores y coches -¡incluso de la policía!-. Se creó máxima confusión para extremar la sensación de caos.

Repito hasta la saciedad: Por encima de esas actuaciones, tutelando el despropósito independentista convertido ahora en revuelta contra el orden institucional, destaca la equívoca actuación de Torra -defendiendo con la boca pequeña la manifestación pacífica contra la Sentencia, y alentando al mismo tiempo la insurrección contra el Estado (“España, antidemocrática, holgazana y fascista es injusta con el sosegado y laborioso pueblo catalán” es el leitmotif” de su catecismo revoltoso)

Contrasta la situación en Cataluña, incomprensible para la inmensa mayoría de los españoles, incluidos, claro, los catalanes de paz y orden, con el despliegue de afectos y adhesión que la Monarquía -la Jefatura del Estado como símbolo de la unidad de España- ha despertado en Asturias, con ocasión de la entrega de los Premios Princesa de Asturias. El Rey Felipe VI no se refirió en su discurso durante la ceremonia a la grave situación en Cataluña, seguramente para no empañar con recriminaciones ni lamentos la puesta de largo como heredera de la Corona de Leonor, su hija mayor.

No hacía falta la referencia explícita. En la capital asturiana y en toda la España que vio en directo la retransmisión desde el teatro Campoamor de Oviedo pudo valorarse la profunda diferencia entre los dos ambientes: el del afecto pacífico y leal hacia la Constitución, representada por el Monarca, los Ministros y autoridades que asistieron al acto de entrega de los Premios Nobel españoles, y el de la sorpresa, el hastío y la condena hacia las manifestaciones antisociales, revolucionarias, desleales, de esas facciones de impresentables -antisistema, terroristas callejeros-  que conducen a una multitud de catalanes (no dudo que de buena fe, pero engañada por la mala fe de otros), a su destrucción como país, a la derrota de la tranquilidad, disposición a la solidaridad y buena fe que fue atribuida desde hace décadas a la sociedad catalana.


El ave de la foto es una hembra de colirrojo tizón (Phoenicurus ochuros), más pálida de plumaje que el macho, aunque también tiene la distintiva cola rojiza. Son pájaros fundamentalmente insectívoros, y bastante abundantes en nuestras latitudes, no siendo infrecuente verlos sobre las crestas de los tejados o encaramados a muretes y salientes- Al amanecer, en las áreas urbanas, este túrdido madrugador suele ofrecer su característica silueta recortada contra el cielo, moviendo la cola arriba y abajo de manera peculiar y emitiendo un breve canto prácticamente monosilábico.

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Asturias por la independencia

20 mayo, 2019 By amarias Dejar un comentario

 

La prudencia verbal y la obediencia debida que siguen siendo virtud y límite infranqueable de las Fuerzas Armadas, incluida la Guardia Civil, no facilita al ciudadano pulsar la calentura temperamental de los mandos de quienes, según la Constitución aún vigente tienen que defender la unidad española, ahuyentando enemigos externos peo también interiores.

Por eso, en tiempos de mudanza como los actuales, los analistas políticos y el periodismo sagaz se dedican a desmenuzar las pocas ocasiones que se les presentan de atisbar entre rendijas el caldo de los cuarteles. El general de la Guardia Civil, con mando en la Región militar de Cataluña, Pedro Garrido, al recordar el mandato constitucional apuntando a responsabilidades del cuerpo para defender a la Patria común de enemigos de la paz y el orden, ha levantado especulaciones gratuitas sobre ruidos de sables que son, en verdad, más bien jaleo de panderetas desde el lado de quienes, por no saberse manejar ni con la ley ni con la palabra, querrían que todo se arreglase con un par de mandobles.

Tuve ocasión, llevado por un agradable acontecimiento familiar, de moverme varios días entre lazos amarillos, esteladas y carteles de propaganda de prófugos y encausados que invitan a recuperar la libertad y democracia perdidas por la Cataluña de los cuentos de patrañas sobre lo mal que la viene tratando el resto de España.

He comprobado que en las familias y grupos sociales en los que se sabe que hay discrepantes sobre la modelo que ha partido por la mitad el seny y el espíritu tradicionalmente práctico de los catalanes, no se habla de política y allí donde hay unanimidad se calientan los motores de la disensión.

Nada se conseguirá con el diálogo (imposible cuando dos grupos tienen la razón que no van a ceder al contrario). La sentencia de los responsables del Procés, obviamente condenatoria a pesar de los esfuerzos por presentar dos realidades contrapuestas por parte de los testigos, según sean hayan sido propuestos por las defensas o el Estado, sólo servirá para provocar algunos tumultos hasta que el Gobierno acceda a indultar a los cabezas ejecutoras del levantamiento civil.

Como pacifico, posibilista y pragmático, opino que a Cataluña debe ofrecérsele la separación del resto de España, con una votación seria, reglada, responsable y reconocida por el resto de España.

Ojalá que pierda el independentismo. Pero si una mayoría significativa, libre, se convence de que es beneficioso para fer futur andarse sin cobijo, adelante. Como asturiano, me parece que será beneficioso. Seguramente, también para otras muchas regiones a las que los árboles del jaleo catalán impiden crecer como merecen.

Al igual que la salida del Reino Unido de la Unión Europea se presenta como beneficiosa para España, que subirá un peldaño en la Federación y conseguirá que se le haga más caso.

 

 

 

 

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Conjeturas (2)

17 marzo, 2019 By amarias 1 comentario

El independentismo catalán ha elegido un sábado de marzo de 2019, (el 16) para fletar unos cuantos autobuses hasta Madrid. No son muchos para lo que podría haber sido. La capital del Reino está hermosa en este falso comienzo de primavera, y merece la pena aprovechar unos días de asueto para acercarse desde provincias a disfrutar del ambiente de tolerancia, cosmopolitismo, cultura y simpatía que expele esta villa, capaz de codearse con otras grandes capitales del mundo sin mover una pestaña.

Viene la expedición turística catalana, -además de para hacer compras, pasear por la calma, visitar tal vez algún museo y comer un buen cocido-, para armar ruido, y contraponer presión sobre la sombra alargada hacia el trullo de los cabecillas no fugados del fallido procés. El opaco  presidente de la Generalitat, (Joa)quim Torra, títere del escapado Puigdemont, se ha aupado a la cabeza de esta expedición turístico-recreativa, para espetar al resto de los españoles que España debe escuchar a Cataluña, preguntarse qué hizo mal (aquélla), y respetar su deseo de libertad y justicia (de ésta).

La conjetura catalana es falsa como la falsa moneda, va a contrapié de la solidaridad necesaria para escapar de las tormentas, resulta ajena al hecho histórico español y al modelo europeo, y es perjudicial para todosuy, pero más para las ilusos que se han creído que siendo cabeza de ratón podrán defenderse mejor de las garras leoninas del capitalismo voraz.

Cierto que a esa conjetura solo puedo oponer otra, que es que a la mayoría de los encausados por el intento de sedición y/o rebeldía se les impondrán penas de cárcel. Esta presunción no tiene que ver con mi firme creencia, que comparto con la inmensa mayoría de españoles, de que los catalanes forman parte de España, y que están y estamos todos mucho mejor juntos que a la greña. Radica en mi convicción de que las leyes deben respetarse y que quienes inviten a violarlas desde las instituciones, no importa si estando convencidos o sufriendo alucinaciones, incluso aunque pretendan defender la voluntad de un par de millones de ciudadanos, merecen respeto pero no un trato de favor.

Los hechos ya no son presuntos, sino ciertos, aunque los matices puedan ayudar a valorar la gravedad de las intenciones y discriminar las culpas. Pero ni el sentimiento de lástima que llega a sobrecoger al verdugo sirve para justificar que le tiemble la mano, ni la compasión como espectador implica apoyar la indulgencia, porque el Estado de derecho no es distinto para unos y otros.

Así que, después de un juicio que valore la gravedad de sus actos, los cabecillas de la insurrección habrán de pasar unos años en la trena, que les rediman, ya que no reparando el daño ni posiblemente arrepintiéndose ni rehabilitándose, al sufrir la pena de la privación de libertad.

Permita el lector que me zambulla en otra conjetura. No hace tantos días, poco antes de este desfile anticonstitucional, y poco después de la ocupación de las calles del centro de Madrid por los taxistas que reclamaban que se ahogase la libertad de contratación de los vehículos de ocupación concertada (VOC) con una ley mordaza ad hoc, el 8 de marzo de 2019, miles de mujeres y algunos hombres se manifestaban en la capital y en muchas ciudades del Reino, reclamando la plena igualdad del antes considerado sexo débil, pidiendo también, como es costumbre para todo grupo vociferante, libertad y justicia y, ya en deriva, en ciertos sectores, esgrimiendo carteles y gritando eslóganes de pelaje entre chusco y deplorable.

Tengo la conjetura de que las manifestaciones, al menos la de Madrid, estaban organizadas en sus elementos básicos por personas que saben bien cómo movilizar a las masas. Se prendieron mechas en distintos puntos del bosque de los ideales feministas y así se consiguió que ardieran muchas más hectáreas. Solo que, para mí al menos, se perdió gran parte del sentido reivindicativo leal y serio, difuminándolo en una fiesta más bien grotesca.

Dentro de mi conjetura, quiero suponer que algunas relevantes integrantes de la manifestación de Madrid participaron en ella, confundidas, es decir, confusas. En la primera línea del frente de exhibientes, había miembros del Gobierno socialista (y la esposa del presidente de Gobierno), que no se limitaron a llevar una pancarta y avanzar en silencio.

Contagiadas por el ardor multitudinario y víctimas propiciatoria de la organización revoltosa, saltaron y botaron sin sentido, y dejaron que sus voces se confundieran con insultos, eslóganes y soflamas tabernarios.  Dijeron algunas de esas figuras del Gobierno que actuaban en el ejercicio del derecho a la expresión individual.  Solo que, desde mi conjetura, se convirtieron también en portavoces de aullidos que nada tienen que ver con la igualdad, el feminismo y el derecho a no ser discriminadas por haber nacido sin pene, aún disponiendo, por evidencias crecientes, en general, de una superior inteligencia de los portadores naturales de ese adminículo de poco uso.

Tengo, en fin, una conjetura que extraigo de tamaño batiburrillo de ideologías, creencias e intereses: arriesgamos avanzar por el camino de lo peor, creyendo ir por la senda de querer estar mejor.

El independentismo nos empobrece y genera barreras económicas y sociales que nos hunden en la miseria de la no recuperación; encrespa y abre barreras de incomprensión y hasta de odio entre quienes deberían poner los hombros unos junto a otros y los cerebros y las manos a empujar los mismos carros.

El feminismo vociferante y pre-bélico no ayuda a avanzar en la consecución de esa igualdad, justa, legítima y, además, beneficiosa para todo el colectivo humano. Ni siquiera sirve para acelerar el ritmo porque, como bien sabemos los que peinamos canas (muchos de ellos en la generación de las yajus, los ya jubilados), ha alcanzado velocidad de crucero en las últimas décadas, abriendo y derivando barreras.

Hemos ido juntos, hombres y mujeres, en esos avances. Cierto que queda camino por hacer pero los varones no somos, sin más, el enemigo. Quiero creer, también, que la mayoría de las mujeres saben valorar que, con limitaciones del modelo y circunstancias, la mayoría más significativa nos hemos colocado al lado de nuestras compañeras, desde el respeto, el afecto y la comprensión, apoyándolas en su justa carrera, no solo con aplausos, sino eliminando rémoras cuando estaba en nuestra mano.


El ave que vuela en el limpio horizonte castellano es un juvenil de golondrina común (hirundo rústica). Cuando los niños de entonces estudiábamos Ciencias Naturales en el bachillerato, la golondrina era uno de los animales que, elegidos como ejemplo de su categoría (en este caso, las aves) nos enseñaban a distinguir entre morfologías, aparatos digestivos, músculos o huesos.  La golondrina común es de todas las aves voladoras con l< cola ahorquillada, la única que tiene manchas blancas en la cola y una garganta de color naranja con anillo ocular oscuro.

Bécquer poetizó a las oscuras golondrinas, aunque esas aves, tan conocidas, solo parecen oscuras vistas desde arriba. Vistas desde el suelo, es característico elemento diferenciador de la familia de las Hirundinidae, la cola: Ligeramente amilanada en el avión zapador (y collar marrón), redonda con manchas blancas, en el avión roquero, con largas pestañas (más cortas en el joven) en la golondrina común y en la dáurica (ésta, con dorso y obispillo naranja y zona ventral completamente negra) y, en fin, el avión común, con cola negra amilanada, obispillo y zona ventral blancos y tenue collar gris.

 

 

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Que Melquíades Alvarez no calle

4 febrero, 2019 By amarias Dejar un comentario

Hay, en España, algunas calles Melquíades Alvarez.

La calle de Oviedo discurre oblicua a la de Uría, como prolongación de la de Independencia hasta la de Covadonga. Es, por tanto, una travesía céntrica, relativamente corta, con poca densidad comercial:su enclave más relevante es la iglesia de San Juan el Real, que levanta su silueta historicista en una plazoleta en donde se congregan ovetenses y foráneos, con la frecuencia que determinan los ritmos vitales, para celebrar bodas y entierros.

Gijón tiene una calle Melquíades Alvarez, por supuesto. Es más larga que la de Oviedo, y va desde la de la Trinidad hasta la de Ventura Alvarez. Madrid, después de décadas de olvido, aprobó en 2017, por iniciativa de Ciudadanos, sustituir la dedicada al también asturiano, el general colungués Juan Vigón, por la advocación al político gijonés.

Melquíades Alvarez no merece el silencio. Su voz, que fue inspiradora de una parte notable de la Constitución de 1978, mantiene la vigencia que proporciona la sensatez, el equilibrio, el respeto a las ideas de otro si no coinciden con las nuestras, pero están expresadas sin la vehemencia que ofusca la razón, atendiendo a la enseñanza que proporciona la Historia y el conocimiento.

Tengo el libro que recoge los Discursos parlamentarios de Melquíades Alvarez, editado en 2008 por empeño de su biznieto Manuel Alvarez-Buylla. Son 820 páginas en las que se puede recorrer, y disfrutar, aprendiendo, del itinerario ideológico y su brillante expresión dialéctica. Melquíades Alvarez fue, en su tiempo, un orador admirado y envidiado y en el anodino discurrir dialéctico de nuestros actuales Parlamentos y foros, se debe recordar como un gigante de la oratoria y de la mayéutica.

A Melquíades Alvarez lo mataron en circunstancias vergonzosas y aún no del todo aclaradas (es decir: no se aclararán nunca) al principio de la guerra incivil, en agosto de 1936, en una saca de la Cárcel Modelo de Madrid, en donde había sido confinado por el gobierno “para protegerlo”.

Podía escribir muchas cosas desde la admiración que profeso a este brillante político reformista, convencido republicano -pero respetuoso con la monarquía parlamentaria-, centrista con visión a izquierda y derecha, moderado pero no inmovilista, abogado, en fin, de gran prestigio y jurisconsulto de excepción.

Tengo anotadas múltiples citas tomadas de sus discursos y, sobre todo, he leído y leo con fruición sus alegatos, sus exposiciones y réplicas. También, la de sus opositores. Expresados con altura discursiva, emoción y fuerza expresiva, los argumentos e ideas que desarrollaban aquellos parlamentarios de principios del siglo XX, combinaban una exquisita educación con  formación técnica y amplia cultura. Encomiables.

En momentos convulsos para el país (¿cuándo no los ha habido?), en sucesivas y elocuentes intervenciones entre los años 1903 a 1936, Melquíades Alvarez no ahorró ocasiones de expresar, desde varias responsabilidades parlamentarias -bien como portavoz ocasional de la bancada minoritaria, como fundador del partido reformista, como jefe de la oposición y, ya próximos a la debacle, como Presidente de la Cámara- muy sensatas opiniones sobre los numerosos asuntos que afectaban a la vida pública.

Sus orígenes modestos, las dificultades provocadas por el nepotismo de otros, las enfermedades, los cambios de gobierno  y las tensiones nacionales e internacionales (la monarquía de Alfonso XIII, la dictadura de Primo de Rivera, la República, la primera guerra mundial), así como el pesado pesimismo institucional de la época, impregnadas del pesimismo por la pérdida de Cuba y colonias, revueltas sociales y malestar en los cuarteles, no parecían capaces de hacer mella en su empuje vitalista, intelectual y, por encima de partidismos, honesto.

Permita el lector un ejemplo de su fino talante, con notas de clara atemporalidad. Antes de intervenir en el debate sobre los “Sucesos ocurridos en Barcelona con ocasión de un banquete regionalista” (27 de noviembre de 1905), se había expresado con estas palabras: “Hace tiempo que rindo fervoroso culto al silencio, porque me he convencido que es inútil abusar de la palabra, y porque, además, en esta Cámara, que es la representación más alta del país, se desnaturalizan en fuerza de digresiones todos los debates y caen al poco tiempo en la esterilidad más absoluta.” (1)

Quiero suponer que algunos de nuestros parlamentarios actuales tienen el libro con los discursos parlamentarios de Melquíades Alvarez. Sería conveniente que lo tuvieran todos. Y, desde luego, es imprescindible que lo lean.

—-

(1) Los “sucesos catalanes” que propiciaron el debate de aquellos días tuvieron su origen en la publicación, en la revista satírica ¡Cu-Cut!,  de ideología próxima a la Lliga Regionalista de Cambó y Prat de la Riba, de una viñeta antimilitarista de Joan Junceda.

La Lliga había celebrado un banquete el día 25 de noviembre de 1905 para celebrar su triunfo en las elecciones municipales, y la revista publicó una caricatura obra de Junceda en la que se veían dialogando a un civil y a un militar, éste vestido de húsar: ” -¿Qué se celebra aquí que hay tanta gente?, preguntaba el uniformado; -El Banquete de la Victoria, contestaba el otro; -¿De la victoria? Ah, vaya, serán paisanos.”

En el contexto del momento, se reflejaba la crítica humorística a la pérdida de confianza de la sociedad civil en el Ejército, después de la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas y los descalabros africanos. Como reacción impulsiva, varios militares descontentos irrumpieron en la sede de la revista, provocando graves destrozos. El hecho, que dio aún más alas a la posición separatista catalana, demostró la debilidad de la Restauración alfonsina, provocó la dimisión del jefe de gobierno Mortero Ríos y, como colofón legislativo, supuso la aprobación de la llamada Ley de Jurisdicciones, por la que todos los delitos que afectasen a la patria y al ejército pasaban a ser entendidos por la justicia militar.

La prudencia y objetividad de Melquíades Alvarez se manifestó en la discusión parlamentaria, cuando replicó a los catalanistas, republicanos como él, que utilizaron los sucesos para exacerbar sus intenciones separatistas.

Sus expresiones tienen un halo de proféticas. “El regionalismo catalán (…), como una especie de pequeña nacionalidad dentro de otra mayor, con su poder soberano y autónomo, con sus Cámaras, con leyes propias, (…) me parece incompatible en absoluto con los grandes ideales de la vida moderna, (,,,) Es un ideal mezquino de la época del desaliento (,,,) contraria a todas esas  corrientes de la moderna política mundial, que exige para su desenvolvimiento la formación de grandes núcleos orgánicos (…)”

 

—

 

 

 

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Diciembre de 2018

17 diciembre, 2018 By amarias 1 comentario

La decisión del presidente de Gobierno Pedro Sánchez de realizar el último Consejo de Ministros del año 2019 en Barcelona ha concitado inevitable revuelo.

La tensión separatista, mantenida por un gobierno de la Generalitat bailando tanto con la ilegalidad constitucional como con la ausencia de respeto institucional, supone que este hecho, que debiera ser tenido como normal, y hasta como un honor o una deferencia con la administración regional y su población, es visto como una provocación por los independentistas y como una situación de máximo riesgo por los constitucionalistas y, en especial, por el gobierno de España.

La combinación del temor oficial español y del rechazo catalanista, llevado a nivel de la calle, implica la presunción de que el 21 de diciembre habrá manifestaciones a favor y en contra, algaradas, vuelco de contenedores y autos, rotura de escaparates, lanzamiento de piedras e impedimentos contra las fuerzas del orden, cargas policiales, golpes, heridos y, tal vez, algún herido grave y, ojalá no, muertos.

Hace tiempo que no entiendo nada de lo que pasa en la sala de calderas de Cataluña y, como tiendo al realismo pesimista, cuando contemplo estupefacto que no se corrigen los desvíos -no, desde luego, con promesas de diálogo, líneas rojas, declaraciones incendiarias de unos y de amagar y no dar de otros- tiendo a imaginar que el problema catalán va a acabar mal.

En realidad, ya ha acabado mal. Tenemos a varios políticos de Catalunya en la cárcel, ciertamente por sus ideas, pero sospechosos, con poco margen para su defensa legal, de haber insuflado y alimentado  ánimos de revolución, desde sus pedestales mediáticos, al pueblo llano.

Tenemos un gobierno del Estado en una precaria posición minoritaria, en funambulismo persistente. Tenemos, por tener, un aumento de los simpatizante de las posiciones identificadas, desde el poder ocasional y los comentaristas de estos pagos, como extrema derecha (Vox), opción emergente que recoge ideas al gusto de las “gentes  de orden” (mezcladas con otras aberrantes o inasumibles desde la decencia social). Es verdad que el programa del partido que ha desequilibrado Andalucía mezcla churras con merinas, pero…¿no han caminado todos los partidos que juegan a la política en España por sendas del confusionismo programático?

Estaremos atentos al comportamiento de quienes quieren manifestar algo el día 21 en Barcelona.

Yo estaré, desde luego, con los que deseamos expresar que sólo desde la calma se puede avanzar sin trompicones. El derecho a expresarse no tiene que ver con el ejercicio de la violencia. Estamos en una democracia (negarlo es, no solo falso, sino una provocación intolerable) y hay que respetar las leyes y, por encima de todas, la Constitución, que es Norma Suprema.

Con los que quebrantan las reglas de juego, y se mantienen en su infracción, no se dialoga. Porque demuestran con ello que no quieren dialogar, sino jaleo, enfadarnos, hacernos de menos o ridiculizarnos a los que, mientras les exigimos que cumplan lo pactado, les recordamos que, si quieren cambios sustanciales (como es el caso separatista), midan sus fuerzas como  hacen los demócratas, -votando todos y consiguiendo la mayoría suficiente entre todos y no solo entre los que les apetezca.

Si se quiere cambiar a una nueva Constitución y modificar algunas reglas sustanciales de la convivencia pacífica que estamos disfrutando, ese es el camino. Otros, significarían debilitar a los que se acerquen a la mesa que los secesionistas tienen dispuesta, para entrar en la farsa de un diálogo imposible, por ilegal e ilegítimo.


Foto secuencial de otras que tengo ya publicadas, esta garza acababa de atrapar una buena pieza y había comenzado la ceremonia compleja de colocarla en la dirección adecuada para engullirla de un solo bocado, lo que le estaba llevando varios minutos y, de pronto, le cayó al río.

Me sorprendió ver cómo el ardeido agarraba una rama y, con ella en el pico, comenzó a darle golpes al pez, para aturdirlo más.  Cuando estimó que el lucio-perca estaba suficientemente atontado para no complicar más la deglución, el depredador volvió a cogerlo con su largo pico y terminó sin más problemas la operación, retirándose con un par de densos aleteos a un lugar más tranquilo para digerirlo.

 

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Hoy no te reconozco, Cataluña (Soneto 20 de Irse de fiesta)

5 septiembre, 2018 By amarias 4 comentarios

Hoy no te reconozco, Cataluña,
secuestrado tu encanto por la gente
que grita libertad y al tiempo empuña
banderas que desprecian al de enfrente.

No entiendo sobre qué bases acuña
la mitad de tu pueblo un indecente
desprecio a lo español, que fue la cuña
que te sirvió de apoyo e hizo de puente,

cálida piel de toro sin pezuña
que siempre tuvo aprecio muy patente
por cuanto conseguiste de  ventaja.

No deberá ignorar aquél que intente
romper insolidario la baraja
que no es buen catalán el que disiente

con todo cuanto su opinión no encaja,
porque un leal español es consecuente
cumpliendo lo pactado. Y no se raja.

5 de septiembre 2018

(del Libro de sonetos, Irse de fiesta, soneto 20, @angelmanuel arias)

—

 

 

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Malos tiempos para la mesura

12 mayo, 2018 By amarias 5 comentarios

Siempre pensé que me había tocado vivir en una época interesante, pero la terca realidad parece dispuesta a demostrarnos lo contrario. Con una mayoría de españoles nacidos después de la guerra incivil, y aún conscientes de que las heridas que produce haberse matado entre hermanos y vecinos supurarán siempre, tuvimos la ventana de oportunidad de una democracia que nos acercó a la visión de libertades y tolerancia como ningún otro ciudadano del mundo hubiera soñado.

Tuvimos mucha suerte, pues los avances sociales alumbrados por los inexpertos dirigentes de un reconstruido partido socialista no quedaron en agua de borrajas, sino que sirvieron de plataforma de continuidad para un equipo que caracterizamos como de derechas (calificación que, por otras latitudes, allí donde todo el país está escorado hacia el puro capitalismo, se les hubiera discutido). Estábamos haciéndolo distinto, y nos parecía que muy bien. Los aplausos, el recelo envidioso, el expectante vaticinio de nuestro descalabro -en su caso- de quienes nos habían menospreciado hasta entonces nos calentaban el cogote.

Pero todo empezó a deteriorarse sin que aún podamos entender las razones verdaderas, ni los mejores historiadores nos lo han conseguido explicar aún. No hay una clara línea divisoria entre los errores cometidos por los partidos de gobierno, que marcaron una inestabilidad agudizada por la mala gestión de las crisis: guerra de Irak, ley de extranjería, burbuja inmobiliaria, crecimiento de la población activa, incongruencias en la planificación de los recursos hídricos, posiciones estrafalarias en política internacional, corrupción, nacionalismos resurgentes, etc.

Los españoles aprendimos de pronto que los nuevos políticos nos mentían. No estábamos en una dictadura, desde luego, pero las cosas se aproximaban peligrosamente a una anarquía en la que los que estaban arriba miraban demasiado por sus intereses particulares. Y, cuando sucede algo así, todo el que puede atiende preferentemente por sus intereses particulares y los de sus allegados, allí donde se percibe el descontrol.

No pretendo realizar un repaso a la reciente historia de nuestro país, pero no puedo por menos que poner de relieve que, en lo que se refiere a este concreto momento, nos pesan demasiado las malas noticias y, aún peor, el desencanto de sospechar que no podemos fiarnos los unos de los otros.

El mayor problema actual (12 de mayo de 2018) es, sin duda, Cataluña, que está siendo guiada hacia su propio desastre y, por tanto, empuja el de una gran parte de la economía de todo el país que aún llamamos España. Los que conducen el timón, con la apariencia del respaldo mayoritario de los votantes de una democracia que ya sabemos que se ha corrompido, están poseídos del enajenamiento de su pretensión de entrar en la Historia, desde la involución más rancia, recuperando la independencia del capitalismo regional, el aislacionismo tan egoísta como cutre, la insolidaridad. Vuelta, pues, al pasado de las tensiones, los desencuentros, las batallas dialécticas y, puede ser, físicas.

No le veo solución a este problema, porque no se puede negociar con enajenados, iluminados, visionarios que se jactan de estar enviados por los dioses para avanzar haca una tierra prometida que no existe más que en su imaginación.

Desde luego, la judicialización del tema es un error, pero no cabía otra opción. La cuestión es que la aplicación del Derecho tiene muy mala vuelta atrás, e iniciado el pulso con los levantiscos por esa vía, solo cabe el aplicar la parafernalia penal, hasta el final. Hasta que se sofoque el incendio. La resistencia empecinada de los que apoyan a los secesionistas, de no conseguirse que ceda, provocará muertos. Es un milagro que no los haya habido aún, y solo lo puedo achacar a la disciplina y aguante de las fuerzas del orden.

Me gustaría poder escribir que los verdaderos problemas económicos y sociales del país (los que nos afectan a todos y a no a minorías incalificables) están siendo tratados en los foros políticos. No es evidentemente así, y lo atribuyo a una falta de capacidad intelectual y pragmática muy importante. Me resulta descorazonador que el partido de gobierno nos mienta tan descaradamente. El tufo de las prebendas repartidas, de los títulos académicos falseados, de las empresas con resultados amañados, del lenguaje de superioridad y de la falta de sensibilidad social ahoga.

Me parece también increíble que no pueda concretarse una alternativa de renovación que nos cure del desgobierno y la ausencia de diálogo. No creo que el PSOE en solitario la constituya, por supuesto, atenazado por su propia corrupción e ineficacia. Me parece que el complejo artificial construido entre los machos y hembras alfa de Podemos y la ingenua colaboración del equipillo que navega con los restos de Izquierda Unida, nos ha decepcionado ya suficientemente como para no concederle credibilidad absoluta y, sobre todo, la capacidad de conocimiento del mundo real, que nos evitaría caer en un desastre o una debacle sin precedentes.

En este contexto, que la prensa y los otros partidos se vuelquen contra Ciudadanos y sus representantes, se me antoja un síntoma más de lo miserable del momento. A sus dirigentes se debe lo más sensato de lo que estamos escuchando. Sí, son gente de derechas, es decir, de orden, de sensatez. No nos llevarán a una revolución, sin duda. Pero necesitamos calma, mucha calma para restañar las heridas del guirigay al que nos condujo, pardiez, nuestro permanente complejo de no querer trabajar juntos, de querer ser el gallo de la quintana, el que se lleva el santo y la peana.

En fin, entiendo que estamos abocados a un gobierno de concertación, de revisión de postulados, de encaje de las intenciones de cada sección, sin pretender la imposición a los demás de lo que solo representa una valoración desde una minoría.


Unas agujas colinegras (limosa limosa) se disputan un bocado apetitoso (en otras fotos de la secuencia pude detectar que se trataba de un cangrejo), con el transfondo indolente de una polla de agua. En los marjales herbosos de Doñana, en marzo de 2018, cuando los bandos de primavera de estas limícolas son numerosos, ya en los inicios del período de cría, que se convierten en espectáculo ruidoso.

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Sin hegemón

27 marzo, 2018 By amarias Dejar un comentario

La detención del expresident de la Generalitat Carles Puigdemont en Alemania, poniendo punto y seguido a una escalada de agravios al Estado de derecho del que se convirtió, por voluntad propia, en portavoz principal, no significa el final de la historieta.

No lo va a ser, como lo demuestra la excelente disposición de unos cuantos miles de catalanes, entremezclados con revoltosos profesionales y descerebrados de ocasión, para bloquear autopistas, congregarse ante la delegación del Gobierno central para pedir a gritos Democracia o libertad para los presos políticos, o incluso, aplaudir las amenazas de agresión al juez del Tribunal Supremo que instruye las causas por la rebelión independentista.

No lo va a ser, porque el movimiento secesionista catalán no solamente carece de lógica social y económica, además de ser anticonstitucional y, por tanto, ilegítimo, sino que le falta un hegemón, un líder capaz de negociar con los opositores, al mismo tiempo que con el carisma de representar sin fisuras a sus partidarios.

La carencia es recíproca, en realidad. Del lado de quienes se han concentrado en defender, con argumentos de infalible peso, el Estado de Derecho y la unidad de España, falta también un hegemón. No disponemos de un caudillo capaz de ilusionarnos, no porque no estemos convencidos de que la verdad (¡ay, la verdad!) está de nuestro lado, porque en esta ocasión somos “los buenos”, sino porque los cabecillas a los que tenemos la obligación jurídica de seguir, tienen una apariencia de cochambre que nos contagia y debilita. Los argumentos, podríamos decir, son buenos, pero expuestos por las bocas enfangadas de la miseria mental de sus ponentes, resultan deplorables.

En este lado del campo dialéctico, tenemos un presidente de Gobierno hábil en el escapismo del centro de las batallas y torpe en la expresión verbal; la presidenta de la Comunidad madrileña, que disponía de un porte atractivo frente a su inmediata antecesora, resulta que quiso tener un título académico sin pasar por los exámenes reglamentarios, y la han pillado (parece ser que por denuncia pública de sus correligionarios); hay [email protected] que no se sabe en defensa de qué o dónde actúan y [email protected] que estarían mejor [email protected]

No se acaba ahí la cosa, pues de hegemones se trata en este Comentario. Las dos alcaldesas de las ciudades principales, han convertido la gestión municipal en la versión de un guirigay en el que su función más visible, y lamento escribirlo, consiste en ocultar sus contradicciones y las discrepancias entre los miembros de su gobierno.

¿Y en los partidos políticos? Entre machos y hembras alfa o beta llevamos perdidos toda esta legislatura y aventuro que alguna más de las que vienen. ¿Es tan difícil decir claramente que la secesión catalana es inviable, pero que sus reivindicaciones tienen entidad para ser analizadas con serenidad y la solución que encontremos nos puede ayudar a todos? ¿Es imposible -¡Señor!- volcar la atención de los agentes sociales hacia lo que más debe preocuparnos, que es el mantenimiento de los servicios asistenciales, la elevación de los niveles educativos, y la generación de empleo y riqueza, que implica acercar al debate constructivo a las grandes empresas, pero también ayudar a que no se pierdan los impulsos emprendedores de los que tienen buenas ideas?

¿Es tan difícil reconocer, para sacar la cuestión del debate, que tenemos una jefatura del Estado muy, pero que muy homologable internacionalmente, y que es la mejor alternativa a cualquier propuesta republicana del momento?

Necesitamos hegemones, no mamones.

…

Los gorriones que picoteaban este pasado domingo sobre este margen terrero del Parque madrileño de la Dehesa de la Villa, son representantes de la especie gorriones molineros (passer montanus), distinguible del gorrión común -con el que el no avezado en los entresijos de la ornitología se confunde- por la mancha negra de la mejilla, contrastando fuertemente con el blanco puro de la cabeza. Es algo más pequeño, menos confiado y, aunque también gregario, parece como algo más elegante.

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