actitud.-1. Comportamiento, que se entiende justificado, que no es entendido como tal por parte de quien recibe sus consecuencias. 2. Tendencia a ver las cosas desagradables por el lado que no perjudica a quien las analiza. 3. Conducta de un sujeto que espera obtener algo a cambio, y que no tiene efecto alguno.
berrido.-1. Grito tribal lanzado por un energúmeno que merecería un severo reproche. 2. Expresión del cordero y algunos animales presuntamente racionales, cuando han perdido la fuente de alimento o protección.
castración.-1. Pérdida de la capacidad de procrear, mediante extirpación voluntaria o forzosa, de lo órganos reproductores. 2. Dificultad para razonar, que se presenta en ciertos individuos cuando no atienden a más razones que las suyas. 3. Operación delicada, realizada en el Renacimiento sobre algunos sujetos del sexo masculino, para proporcionar placer acústico en degenerados.
contubernio.- 1. Manejo político por el que se pretende engañar a la mayoría silenciosa, lo que casi siempre se consigue sin mayor esfuerzo. 2. Reunión de delincuentes de cuello blanco para amañar lo precios del mercado.
paliza.- 1. Pieza oratoria por quienes no tienen respeto a los demás, por la que se da rienda suelta a un ego enfermizo. 2. Golpes reiterados a una persona, proporcionados con la intención de tomarse la justicia por medios propios, a la que nunca asiste razón, ni ética ni jurídica.
verga.- 1. Nombre con el que los varones designan a su propio órgano sexual, pretendiendo que con ello el oyente ocasional -generalmente, una mujer- la crea de tamaño descomunal, lo que, por supuesto, no es del caso. 2. En catalán, en donde no se aprecia la distinción entre la b y la v, denominación de una población que pasa por ser la cuna del catalanismo. 3. Palabra con la que, en los pésimos chascarrillos que se cuentan en la sobremesa por parte de individuos que se creen graciosos, se designa al apéndice viril, y al que se atribuyen hazañas y poderes ridículos.
(continuará)