Al socaire

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Archivo de noviembre 2021

Elogio de la intolerancia

29 noviembre, 2021 By amarias 2 comentarios

No pretendo poner el énfasis en la necesidad general de ser intolerate. Al contrario, como pacífico, mi actitud general es de tolerancia; prefieron no verme involucrado en disputas sin sentido. Por ello, no comprendo en lo más mínimo a esos individuos que se dicen defensores a ultranza de los colores de un club deportivo y llevan su enajenación al terreno de enzarzarse a porrazos con los partidarios de otro equipo, al que ven como contrario.

Una vez establecido el marco general de invocación y fidelidad a la tolerancia como principio general, quisiera meterme en la harina de las conscuencias de la excesiva tolerancia, que lleva a aquél al que se la dispensamos, sin estar obligados a ello, a creer que tiene la razón, que le asiste el derecho para auparse sobre el nuestro.

En el tema de las vacunas para superar la pandemia, encuentro un ejemplo claro de tolerancia excesiva. Cierto que ni los expertos oficiales ni las autoridades han ayudado mucho establecer un régimen de confianza respecto a la manera de combatir el virus, pero, en este momento, se ha aclarado de forma científica y con suficiente respaldo que las vacunas ayudan de manera decisiva a defendernos individual y colectivamente y que la mascarilla es una forma de protección, elemental, pero segura, para evitar contagios.

Por consiguiente, no entiendo la tolerancia para aquellos que no se vacunan ni se ponen la mascarilla, porque “no se fían”. Deben implantarse de inmediato medidas claras de restricción de espacios públicos para esos negacionistas que, amparándose en nuestra tolerancia, aumentan nuestro peligro de ser contagiados. (Ah, y por supuesto, no entiendo por qué no se están enviando masivamente dosis a los países menos desarrollados para que vacunen a su población. Hemos oído miles de veces que el virus no admite fronteras, ¿a qué se espera, pues, desde los países más ricos, o también hay negacionistas en la cúpula del poder mundial?)

Voy con otro ejemplo de tolerancia excesiva, siempre en mi opinión, claro está. El debate político en el hemiciclo (me refiero al Congreso, ya que ignoro si en el Senado existe algún debate) se concentra en poner en prueba la capacidad de tolerancia del pueblo llano, hurtándonos la discusión y acuerdo en aspectos cruciales para nuestra convivencia y nuestra economía y distrayéndonos en otros. que no sería admisible plantear, como presión para llegar a acuerdos de gobernanza.

No es tolerable el planteamiento sobre el desmembramiento de España. No hay ninguna razón ni histórica, ni cultural, ni linguística, para abrir ese debate en el Congreso y mucho menos, para convertirlo en fundamento para la toma de decisiones políticas. No hay más frontera entre determinadas regiones y el resto del país, que las propias de la conveniencia administrativa general. Todas las regiones forman parte de la unidad indisoluble de España.

Tampoco hay que tolerar la falta de respeto por algunos de los que ostentan cargos públicos, pagados con el dinero de todos, para insultar o vejar a la Monarquía, que es la forma de Estado legítima, el símbolo de esa unidad. Algunos parecen estar persuadidos de que, cuando se pretende hacer a un lado a Felipe VI, solo se dirigen contra él. No, van contra todos. Porque hemos elegido mayoritariamente, con aplastante mayoría, tener como forma de Estado la Monarquía.

No necesito disculparme, porque ya he dicho muchas veces, en este foro y en otros, que entiendo que la República es la forma teóricamente mejor de conformar la autoridad máxima de un Estado. Pero no encuentro que, para este momento de España, sea la mejor. Seguro que todos podemos encontrar razones, sin que sea necesario explicitarlas. En ese contexto pragmático, quien encarne la figura de Jefe de Estado, desprovisto de poderes reales más allá del simbolismo y cuestiones de puro refrendo, es lo de menos. Y si lo está haciendo bien -muy bien, diría yo- pasa a se parte de “lo de más2.

Hay muchos otros temas en los que nos podemos estar mostrando demasiado tolerantes. Basten éstos. Por eso, desde mi pequeño atril, permítaseme el elogio de la intolerancia. Porque hay actitudes, posturas y movimientos que no deberían ser tolerados. Para no convertirnos en cómplices del desaguisado.

 

Publicado en: Actualidad, Sociedad Etiquetado como: Constitución, covid, felipe VI, forma de Estado, independentismo, Monarquía, negacionista, regiones, República, tolerancia, vacuna, virus

Los futuros perdidos y el futuro que espera

26 noviembre, 2021 By amarias 2 comentarios

Hace algo más de un mes (octubre de 2021), Eduardo Madina y Borja Sémper, como resultado de una larga conversación con Lourdes Pérez, han situado en el convulso mercado de opinión español un libro singular, titulado “Todos los futuros perdidos (conversaciones sobre el final de ETA)”.

Vengo siguiendo con decreciente interés y en la medida en que mis ocupaciones profesionales y oncológicas me lo permiten, las intervenciones de Madina y Sémper en el espacio “La ínsula”, los viernes, en la emisora Onda Cero que dirige Alsina. Me parece que aportan una visión fresca y lúcida sobre el deterioro de la política española actual, aunque su tono conciliador y sus críticas al estilo de caballero gentilhombre, resultan demasiado discordantes con el girigay falto de elegancia y altura intelectual de nuestros representantes en el hemiciclo. Por eso, me han llevado hacia la sensación de cansancio a fuerza de oírles. La situación se encamina hacia la batalla campal y el Gobierno sanchista y sus palmeros están pidiendo a gritos una oposición de rompe y rasga, que les convenza de que la inmensa mayoría de los españoles no están/estamos dispuestos a seguir aplaudiendo, ni manteniendo el silencio, ante su manejo grandilocuente y suicida.

El libro es un testimonio de alto voltaje. Su título refleja un pesimismo alarmante, viniendo de dos jóvenes -en plena madurez- que tienen la edad de mis hijos. En verdad, el ejemplar que tengo en mis manos está dedicado por Eduardo Madina a mi hijo Miguel, quien me consta que tiene una relación de amistad y bastantes dosis de recíproca complicidad con los autores.

No puedo decir que me leí el libro de un tirón, porque su estructura no se presta a ello y, además, mi curiosidad me llevó a consumir en primer lugar alguno de sus capítulos más llamativos.

Comencé a leer el libro por el Capítulo 5, “Llega el dia. La conciencia de ser un superviviente”. Primero, se cuenta la amenaza de muerte comprobada que pendía sobre Borja Sémper; luego, con más detalle y tintes especialmente emotivos, el atentado contra Eduardo Madina, en el que perdió su pierna izquierda.

Me daría cuenta después, al repasarlo con método, que la factura del relato pretende trazar el testimonio de dos vidas paralelas, cada una convergiendo desde una hipotética divergencia política y con el tremendo trasfondo de una sociedad, la vasca, con una capacidad probada para la enajenación colectiva. No es fácil, en este momento, discernir quién está a la derecha y quién a la izquierda del espectro político, aunque Borja se define como liberal y Eduardo como socialdemócrata y, como ratificación de ese sesgo, el uno milita (o, por lo menos, ha militado) en el Partido Popular y el otro en el Partido Socialista, en el que llegó a postularse contra Pedro Sánchez, y perdió. En este momento, no se dedican a la política, aunque…la hacen, al juzgarla.

Es muy emocionante leer que sería mucho más interesante conocer las razones por las que, tipos maduros, -de cuarenta o cincuenta años (como los autores ahora)- organizaron  el entramado de ETA,  que pretender analizar los móviles de los que colocaban bombas y asesinaban a bocajarro, jovenzuelos descerebrados que obedecían instrucciones sin plantearse porqués.

Me gustaría admitir que ETA está derrotada, y que “los niños y niñas de España deben crecer sabiendo que” lo está (pág. 209). También quisiera creer que el fantasma de una guerra civil -pocos pueblos han decidido a lo largo de la Historia, dirimir sus diferencias matándose entre sí- ha desaparecido. Pero, cuando atiendo a lo que se expresa en la Cámara de Diputados y fuera de ella, por individuos que se dicen representantes del pueblo y que tienen la obligación de atender a intereses generales, y advierto su incapacidad para encontrar el punto de acuerdo en la negociación y el pacto, y su gozo por la descalificación y el aspaviento, removiendo ascuas de un pasado que no conocieron en primera persona o que lo protagonizaron en mala hora, no puedo menos de lamentar que muchos hombres y mujeres jóvenes, pero ya en plena madurez, como Borja y Eduardo, puedan pensar y tengan serias razones para creerlo, que “todos los futuros están perdidos”.

Coño, no. Vuestro presente, la experiencia acumulada, la sensatez manifiesta, ha de conducirnos a un futuro mejor. Tenéis, junto a los mejores de vuestra generación, la capacidad, el empuje y el discurso para ser los timoneles. No nos dejéis en la estacada. Los mayores, hemos podido llegar hasta aquí (la paz, la democracia, una España unida con vibrantes realizaciones, con un lugar de privilegio en el mundo) superando muchos obstáculos para dejarnos abrazar por el pesimismo o la tristeza. Debemos empujar fuera del estrado a los que solo saben hablar desde el odio, la ignorancia, la falsedad y el menosprecio a la inteligencia.  Son un estorbo, una lacra remanente.

Publicado en: Actualidad, Política, Sociedad Etiquetado como: Borja Sémper, Eduardo Madina, ETA, Lourdes Pérez, Partido Popular, partido socialista, terrorista, Todos los futuros perdidos

Bimenes existe

26 noviembre, 2021 By amarias Deja un comentario

Bimenes es un pequeño municipio asturiano (solo tiene 36 km2 de superficie), muy cercano a Oviedo -a unos 30 km- – Ha vivido épocas de prosperidad con la minería del carbón y ahora camina, como la mayor parte de Asturias, en la senda segura de la decadencia. Tiene 1681 habitantes censados, cuando llegó a tener a mediados del siglo pasado, el triple. Su capital es Martimporra, aunque no estoy seguro si la despoblación no habrá convertido a ese lugar en un vestigio ruinoso del pasado.

A los nacidos en Bimenes se les llama yerbatos (que significa hierbajo, en asturiano), porque los que trabajaban extrayendo carbón llegaban al tajo con hierbas en la vestimenta y la boina, ya que se veían obligados a practicar el pluriempleo: debían atender al ganado cuando volvian a casa. En Melendreros, una aldea de Bimenes, nació uno de mis bisabuelos, Vicente Carrio, que fue emigrante a la Habana y uno de los personajes reales que incorporé a mi creación literaria “Con Vencidos”, una novela de 400 páginas que está esperando su publicacion.

Bimenes mereció aparecer en la portada de la edicición de El Mundo, el sábado, 20 de noviembre, porque su población volvió a confirmar su voluntad de declarar cooficial el asturianu. Esto motivó la publicación de una entrevista con el alcalde Aitor García Corte, del partido Asturianista, en el que expone sus razones, aunque he leído después -en un foro bablista- que ha expresado que está plagada de errores,y que contiene mala intención.

Aunque no tengo a la vista el periódico -está reciclado y no encuentro la reseña en internet-, recuerdo que el alcalde se refirió, enrtre otras cosas, al derecho de utilizar la lengua propia para reclamar ventajas de Madrid, tal como hacen los catalanes y los vascos desde sus gobiernos autonómicos. Si fuera por esa sola idea, me parece estupendo y legítimo: argumentar que se es diferente, que existe una nacionalidad propia, y utilizarla para reclamar atención, ayudas, subvenciones, en igualdad con otras regiones de España, aunque, en opinión que no estoy dispuesto a discutir, porque me siento profundamente asturiano, con mejores razones históricas.

Asturias es una pequeña región llena de cabezas pensantes, con una concentración de intelectualidad y esfuerzos que para sí quisieran muchas otras regiones, incluídas Cataluña y el País Vasco. Pero tiene un grave problema: no ha sido capaz de expresar unidad y , para mayor inri, tiene también en su naturaleza el orgullo de no saber ser pedigüeña. Ha tenido en su territorio dos grandes monstruos, de propiedad pública,  generados para solventar las necesidades en producción estratégica para toda España: la energía y laminados (me refiero, obviamente, a la siderúrgica Ensidesa y a la empresa creada en torno a la extracción del carbón, que aglutinó en Hunosa a varias explotaciones privadas en dificultades económicas). Su existencia generó otros monstruos más pequeños, que se han ido cayendo sin alternativa en la medida en que la  tecnología adquiría nuevos rumbos y las empresas públicas que los sustentaban se adelgazaron hasta límites insospechables y dejaron de comprar.

Que se sepa: el pequeño municipio de Bimenes tiene como hijos suyos a varios españoles ilustres. Es una demostración más de que Asturias es grande por sus hijos, aunque marginada y utilizada, según convenga, por los políticos de otras regiones. Uno de los yerbatos ilustres es Salvador Gutiérrez Ordóñez -otro coetáneo estricto mío, nacido también en 1948- es académico de la Real Academia Española (sillón “S”), eminente filólogo, alumno predilecto de Emilio Alarcos en la Universidad de Oviedo, en la que también dió él mismo clases. Salvador no cree en la necesidad de imponer la cooficialidad del bable (vaya detalle nimio), pero seguro que, aunque no se le ha preguntado, desearía que Asturias tuviera un puesto de relevancia en el desgraciado debate sobre las autonomías.

 

 

Publicado en: Actualidad, Personal Etiquetado como: Aitor García Corte, alcalde, angel manuel arias, Asturias, Bimenes, Cataluña, Con Vencidos, Ensidesa, españa, Hunosa, marginación, País Vasco, Real Academia Española, regiones, Salvador Gutiérrez Ordóñez, unidad, Vicente Carrio

Dar visibilidad a los técnicos

24 noviembre, 2021 By amarias Deja un comentario

No creo que nadie tenga dudas de que las profesiones más visibles, con mayor proyección pública, son los futbolistas y los políticos. No todos, por supuesto, pero de ambos colectivos surgen, periódicamente, representantes que acaparan el interés o la curiosidad de la mayoría ciudadana.

El fútbol, por encima de otros deportes -al menos en nuestras latitudes- cumple una función importante, como sustituto del circo de la Roma clásica. No hay leones ni gladiadores, aunque la disputa por el balón de los jóvenes en calzoncillos alimenta tensiones y emociones en los graderíos. Pocos aficionados a ese deporte -de los que lo practican desde las gradas- admitirán que disfrutan igual del espectáculo cuando el equipo de sus devociones (o una figura de las muy destacadas por su habilidad haciendo filigranas) no está en el campo de disputa.

La política debiera moverse en otro escenario, pues las decisiones que tomen los políticos que hemos aupado a los centros de poder -en unas elecciones en donde nuestra capacidad, como ciudadano libre, está muy reducida-, nos afectan y, en algunos sectores, de manera decisiva. Sin embargo, la deriva hacia la vulgaridad de varios de los políticos más relevantes que ocupan el centro de la gestión de la polis, me lleva a admitir que los políticos se han unido a los futbolistas, cómicos y otros personajes del divertimento, para formar parte del mismo espectáculo.

Es, por supuesto, una situación gravísima, porque está dejando huecos terribles en la eficaz gestión de los problemas. Por fortuna, a pesar de la falta de calidad profesional, de conocimientos teóricos y prácticos de demasiados de nuestros políticos y su terrible sectarismo sin orientación real hacia la resolución de conflictos y a la potenciación de la capacidad global para afrontar el futuro con mejores opciones que las que están utilizando en el presente, existen otros profesionales que cuidan el engranaje.

Hace un par de días, en uno de los foros, siempre interesantes, del Instituto de Ingeniería de España, en el coloquio de una Jornada sobre Geoestrategia, se tuvieron unas palabras elogiosas para la actuación de los militares y los sanitarios en la confrontación contra la pandemia vírica, a la que se enfrentaron, con grave riesgo personal -al menos, al principio-, por el desconocimiento que existía -y me temo, en parte, subsiste- sobre la naturaleza del enemigo. La Unidad Militar de Emergencias (UME), junto a otras unidades militares y de policía, y, desde luego, los médicos y asistentes sanitarios, fueron designados como héroes en esos días de desconcierto.

Tirando de ese hilo, los asistentes reconocieron que también los transportistas, los proveedores de víveres y otras mercancías de primera necesidad, deberían figurar, por derecho propio, en el elenco de profesiones que estuvieron a la altura del problema, ayudando a resolverlo.

Atribuyo a Antonio Colino, Presidente de la Real Academia de Ingeniería, la observación de que los ingenieros también estuvieron en primera línea. Porque la concepción y mantenimiento de todos los instrumentos médicos precisan de la intervención de ingenieros; la logística para la óptima distribución de las vacunas en todo el territorio, supuso el trabajo de ingenieros; el diseño de los conductos de ventilación y fluidos en los hospitales, implica análisis técnico; etc. Solos o en colaboración con otras profesiones, la batalla contra el virus también colocó en primer lugar, aunque menos visibles, a los ingenieros.

Los ingenieros de minas estuvimos y estamos, también (y sobre todo) en primera línea. Porque la extracción de productos de la tierra (en minas y canteras con cuidadoso cumplimiento de la legislación ambiental y, muchas veces, yendo más allá que la prescripción legal), su elaboración posterior -en siderurgia, metalurgia, electrolisis, etc.-, la aportación de la energía necesaria -en centrales nucleares, de carbón, de ciclo combinado, aerogeneradores, placas fotosolares, centrales fotovoltaicas, etc-, la gestión de agua y residuos, la investigación aplicada en materiales de nueva concepción  tecnológica (cerámicos, de alta resistencia, derivados del grafeno, etc.), son campos en los que trabajamos los ingenieros de minas.

Son solo ejemplos, que abarcarían también, directamente, de haber querido ser exhaustivo, el ámbito sanitario, pues tenemos colegas integrados en equipos multidisciplinares, como ingenieros informáticos, biotecnólogos, ingenieros de mantenimiento, especialistas en materiales, etc..

Se necesita dar visibilidad a los técnicos, porque la creciente ignorancia que se está implantando en nuestra sociedad hedonista y frágil, ignora de dónde procede el bienestar del que disfruta. Se atribuye a un Ministro o Ministra de este Gobierno -no quiero ayudar a identificar al autor-, esta frase penosa: “Esta sociedad ha oído ya durante demasiado tiempo a los ingenieros. Hay que escuchar a otros colectivos”.

La falta de información de la realidad de las cosas ha cedido un primer lugar mediático a los que señalan el agujero y no lo que se extrae de él. El bienestar, aviso a los falsos ecologistas, trae consigo un cierto sacrificio momentáneo del paisaje.

Los ingenieros de minas -que, queda dicho, no solo nos dedicamos a la minería- somos responsables tanto de la óptima explotación de los recursos como de la restauración (rectius, rehabilitación) en lo posible, del espacio que haya podido ser afectado. La minería no solo significa trabajo y riqueza cuando actúa como brazo extractor, sino que ha demostrado que puede generar, cuando el recurso ya fue extraído, zonas de excepcional valor paisajístico y de ocio.

Dése visibilidad a los técnicos. Nuestra sociedad los necesita más que nunca.

Publicado en: Ambiente, Ingeniería, mineria Etiquetado como: ambiente, Antonio Colino, circo, ecologistas, fútbol, geoestrategia, ingenieros, ingenieros de minas, Instituto de Ingeniería de España, minería, política, Real Academia de Ingeniería, rehabilitación, restauración, técnicos, visibilidad

Señales desde el futuro

18 noviembre, 2021 By amarias 1 comentario

El ciego avance de la cuarta revolución -industrial, tecnológica, social-  está llevando a la sociedad humana, si un milagro de entendimiento global no lo remedia, hacia la masiva destrucción de la especie de homínidos que se llamó homo sapiens.(Se  cumple el aforismo: “stupidus dicentes se esse sapientes, stulti facti sunt”.)

Los síntomas apuntan que la destrucción provendrá del eficaz empleo de la inmensa capacidad armamentística, con los más variados y sofisticados equipos (drones, misiles, taques, buques, aviones dotados con máximo poder de destrucción).

Pero antes de que se produzca esa desgracia, que vendrá a confirmar que nuestra especie lleva en sí misma la capacidad de exterminio, tendrá lugar la división tricotómica de la sociedad global que abarcará múltiples aspectos, desde el intelectual al moral y, por supuesto, el tecnológico y económico.

Desde hace décadas se viene produciendo -últimamente de manera acelerada- el cambio del liderazgo mundial, en el que el papel que venían desempeñando, sin rivales, los Estados Unidos de Norteamérica, desde la segunda guerra mundial, ha pasado a contar con un émulo de musculatura creciente, China, que se benefició de manera muy efectiva de la apertura económica que se llamó la globalización de los mercados.

Los poco eficientes presidentes estadounidenses (el último con visión global y relevancia política real fue Bill Clinton), se han empeñado en mantener inútiles guerras de distracción de su declinante supremacía y, ya cuando todo estaba perdido, se han concentrado en el refugio del “América first”, es decir, la autarquía en unos productos y la defensa arancelaria en otros.

No debemos dejar sin mencionar, en este rápido repaso de geopolítica para párvulos, que la Unión Europea, empeñada en ejercer un liderazgo moral -sobre todo, en lo ambiental y, en menor medida, en lo social, acuciada por las crecientes invasiones “pacíficas” de los migrantes de los países limítrofes- ha ido perdiendo capacidad negociadora. Ha visto también, para confirmar el dramatismo de la situación, que su supremacía tecnológica ha servido para que en el Oriente -desde China a India y Pakistán, pero sin olvidar a Japón- se estén produciendo, con tecnologías que en inicio fueron suyas, pero ejecutadas hoy con mano de obra mucho más barata, los bienes que sus ciudadanos se empeñan en comprar para agotar sus necesidades de consumo (desde automóviles a chupetes tecnológicos -móviles, cámaras fotográficas, ordenadores, etc.)

La tricotomía a la que me refiero, de manera enfática, es la división social cada vez más evidente entre:

1) el grupo selecto de tecnólogos, científicos e investigadores de primer nivel, junto con gestores y comerciales de mayor rango, trabajando para las grandes empresas multinacionales (farmacéuticas, de energía, agua, producción de microchips, materiales especiales (grafeno, aleaciones ligeras, cerámicas de alta resistencia, etc.) y en los centros universitarios y de desarrollo punteros; a ellos se deberá añadir el grupo de sanitarios altamente cualificados;

2) la masa de  trabajadores con cualificaciones intermedias (universitarias, de formación profesional, de artesanías diversas), en número creciente y con cualificaciones cada vez peores, así como la gran oferta de personal para servicios (camareros, empleados en hostelería, atención doméstica y a enfermos), así como actores, empleados en centros de diversión, etc., compitiendo duramente por la creciente oferta de mano de obra y con salarios cada vez menores y

3) el gran contingente de desempleados crónicos, jubilados, clases pasivas de todo tipo, enfermos dependientes del auxilio social, migrantes y refugiados, etc.

El 17 de noviembre de 2021 he tenido ocasión de asistir, en directo, a la presentación del libro “España, a ciencia cierta”. Tuvo lugar en el auditorio de la Fundación Rafael del Pino. Después de un breve bosquejo sobre la intención del libro y de los resultados de la investigación (el estudio que lo cobija detecta diez tecnologías con mayor capacidad impulsora para España), el eficiente y laureado director de la Fundación, Vicente J. Montes Gan realizó dirigió un coloquio “amistoso” con sus autores, Javier García Martínez, Sonia A. Contera e Iñaki Berenguer.

No abrigo ninguna duda de que los diez sectores tecnológicos con desarrollo expuestos en el libro son, todos ellos, líneas magníficas de futuro actual e, incluso, del pasado más floreciente que apunta a hacer más eficiente ese futuro: la telemedicina y la nanomedicina, la realidad mixta (virtual y aumentada), los sensores provistos de chips para detectar enfermedades sin necesidad de desplazamiento al centro médico, la agricultura de precisión, la masiva aplicación de las matemáticas a la economía (con énfasis sobre el tratamiento de los big data), la cadena de valor del hidrógeno (su producción y uso generalizado), la supercomputación (en la que España, según dijeron los propios intervinientes, es ya una potencia mundial), etc. Quien quiera conocer los detalles, que compre el libro.

Me quiero detener, sin embargo, en comentar, con mis propias palabras, algunas de las frases que creo más relevantes del interesante coloquio.

  • Frustración de los científicos y tecnólogos españoles. Sonia (Contera) enfatizó, y varias veces, sobre la falta de identidad científica propia para España. Nuestro país no supo recuperar la identidad científica que poseía, y que se perdió con la guerra civil. No solo éso: existen muchos movimientos en el mundo anticientífico. Existen buenos científicos y técnicos españoles trabajando en prestigiosos centros académicos (y empresas) extranjeras, pero no tienen el acicate para trabajar en nuestro país, porque falta el ambiente, la atmósfera adecuada. Los autores del libro estuvieron de acuerdo que el científico no trabaja por dinero (al menos, hay que puntualizar, supongo, cuando ya ha tenido un razonable éxito económico y tiene un puesto de trabajo fijo), sino por la “satisfacción”.
  • No existen caminos claros para la comercialización de la ciencia, que es clave para el desarrollo tecnológico. Iñaki (Berenguer) diferenció entre “hacer ciencia” y “comercializarla”, que sería una habilidad diferente. En ese segundo aspecto, los investigadores y científicos españoles no son tan relevantes. Nos falta incluso, el impulso para el primer paso: que no se pongan trabas burocráticas, administrativas (y añado yo, incluso endógenas, surgidas de envidias en los propios centros de investigación y docencia).
  • La Universidad es, o debe ser, el gran polo de innovación y ciencia. Así sucede en los países más desarrollados. No es el caso de España, carencia dramática que debería corregirse de inmediato (la concreción del articulado es mío).
  • La identidad científica no se regala. Debe crearla el propio investigador, sin ayuda de nadie (o de muy pocos). Sonia puso el ejemplo de su personal periplo en Boston. “¿Española y mujer?” Nadie me ayudó; lo que ha llegado a ser lo consiguió por su propia dedicación y esfuerzo.
  • Asia va a dominar la ciencia del siglo XXI. Le ayuda, también, el sentimiento religioso del pueblo, el confucionismo, que favorece la visión colectiva, el apoyo recíproco en vías de un beneficio común. España es un país fragmentado, sin identidad como país. Esa situación constituye un grave perjuicio para el desarrollo tecnológico. Los distintos actores hablan lenguajes distintos.
  • La ciencia no crea desigualdad por ella misma, sino por el uso que se hace de ella. Falta liderazgo científico en España.
  • Es importante la diversidad en todos los órdenes, no solo de género. Eliminar la reacción, que es anticiencia y favorecer los equipos multidisciplinares, el trabajo en equipo, la selección de los mejores, estimulándolos y creando plataformas adecuadas de desarrollo y comunicación técnica y científica.
  • Hay que alinear objetivos e incentivos. Javier (García Martínez) es partidario de esa concordancia, aunque Iñaki y Sonia subrayaron que en sus centros no se habían identificado ni los objetivos ni los incentivos y ello no fue hándicap para el desarrollo ejemplar de la investigación.
  • España dispone de un clima excelente que debiera servir de atractivo para que los investigadores pasaran un tiempo en centros españoles. “El invierno es muy duro en Boston”, señaló Iñaki. Debería analizarse con seriedad la eliminación de trabas administrativas para facilitar la doble residencia, suprimiendo o aliviando cargas fiscales a científicos españoles residentes en el extranjero.

Publicado en: Actualidad, Economía, Investigación, Sociedad, Tecnologías Etiquetado como: Fundación Rafael del Pino, Iñaki Berenguer, Javier García Martínez, Sonia A. Contera, Tecnologías para impulsar España, Vicente J. Montes Gan

Tiempos exclusivos y excluyentes

15 noviembre, 2021 By amarias 1 comentario

Le estamos dando demasiada importancia a los políticos y no la tienen. No nos sirven para casi nada, y han demostrado hasta la saciedad que forman un grupo excluyente, bastante zafio y muy poco ocurrente. La prensa -sobre todo la escrita-, que está herida de muerte, se empeña en convertir a esa pobre gente en personajes de ficción, restregándonos sus vulgaridades y miserias, distrayéndonos del tema importante: para qué sirve el dinero que les pagamos, de qué forma se dedican a resolver nuestros problemas y no a inventarnos otros, trasladándonos, incluso, los suyos.

Pongo algunos ejemplos, para los que anden más despistados.

¿Nos afecta para algo quién será el Presidente del Partido Popular en Madrid  o las opiniones que puedan tener unos de otros de los cabecillas de esa facción ideológica? ¿No será mejor obtener información sobre si ese partido con supuesta vocación de Gobierno, tiene un programa actualizado y se declara dispuesto a cumplirlo, en el caso hipotético de que ganara las próximas elecciones generales?

¿Qué efecto -a escala nacional e internacional- tiene la desgraciada circunstancia de que el Presidente de Gobierno actúe cada vez con mayor frecuencia como Secretario del Partido Socialista que como jefe del Ejecutivo? ¿Se está analizando la pérdida de relevancia internacional de España? ¿Qué tipo de interlocución tenemos con el Gobierno de Estados Unidos de Norteamérica? (por no hablar de otros Estados y países con poder creciente)

¿Qué hacen la mayoría de los actuales ministros de Gobierno en sus respectivos cometidos como máximos responsables de la Administración pública en sus respectivas carteras? ¿Podemos sacar alguna consecuencia del tremendo fraude que ha sido la irrupción de Podemos en el panorama electoral? ¿El parecido lamentable a una política bananera, donde parejas legales o de amantes, ocupan carteras ministeriales, secretarías de Estado o Direcciones generales, afecta a la eficacia del trabajo desempeñado por estos servidores del Estado?

¿Tienen consecuencias prácticas sobre las actuaciones oficiales o regladas, los conocimientos, más que sus tendencias sexuales, afectos y desafectos entre ellos, de los miembros de los poderes fácticos del Estado, ya sean del poder judicial, del ejecutivo o de los diferentes centros de decisión que pagamos con nuestros impuestos ?

¿Tiene el Gobierno alguna opción de detener la escalada de precios y controlar el precio de la energía, incluido el gas, ante un invierno que será crudo? ¿Por qué no funciona como debería el Estado de las Autonomías, falto de voluntad de corregir la vergüenza constante que supone el desequilibrio entre regiones? ¿A dónde se pretende que llegue la desafección de Cataluña y el País Vasco?

¿Por qué no se está apoyando la investigación y la ciencia con dineros y no solo con huecas palabras? ¿Se está haciendo algo para conseguir que la asistencia sanitaria sea, al menos, similar, en todas las regiones? ¿Se han analizado las diferencias brutales de calidad de los egresados universitarios, en relación con los centros en donde obtengan sus títulos?

Estos tiempos que nos ha tocado vivir, y en los que proliferan las voces que hablan de la necesidad de utilizar un lenguaje inclusivo, de incorporar a todo el mundo en términos de igualdad formal, se han desvelado, en la dura realidad, como excluyentes para la inmensa mayoría. Aunque resulten exclusivos para algunos. Basta ver cómo quienes nos debían dirigir han mejorado su nivel de vida, a costa de nuestra intranquilidad.


Nota: La foto corresponde a un juvenil de curruca capirotada

Publicado en: Actualidad, Política Etiquetado como: comportamiento excluyente, lenguaje inclusivo, tiempos exclusivos

Concursante Ayuso

10 noviembre, 2021 By amarias Deja un comentario

El 9 de noviembre de 2021, la presidenta de la Comunidad de Madrid, en el programa de entretenimiento El Hormiguero respondiendo a preguntas del conductor Pablo Motos y de dos hormigas animadas, tuvo una actuación estelar, bien preparada y orquestada para dar sensación de frescura y originalidad.

Isabel Díaz Ayuso había sido maquillada para presentar un aspecto más propio de modelos de pasarela o una dama del espectáculo; labios pintados de rojo carmesí, ojos primorosamente ribeteados de negro. Al principio, parecía que estaba excesivamente decorada, pero a los pocos minutos, los televidentes que acudimos a la promesa de espectáculo (¡dos millones  y medio!) atisbamos la razón. No se trataba de exponer ideas, sino derrochar simpatía y atractivo sensual.

Ayuso está participando, aunque lo niegue -o, quizá, por eso mismo- en un concurso en el que compite con Pablo Casado, un soso. Si el alcalde de Madrid, Almeida, tuviera más gancho físico, quizá podría hablarse de un tercero en liza. Pero no ha que olvidar que el ganador del concurso debe enfrentarse en la final a Pedro Sánchez, un guapo aburrido y capaz de utilizar como un maestro de esgrima el arma social más letal: la mentira, las medias verdades, el engaño. (Ayuso: “Te mira y sabes que te está mintiendo”)

Hemos conocido ahora que, al menos, para eminentes cabezas jurídicas, si los políticos en ejercicio de su poder nos engañan, la culpa no está en ellos, sino en nosotros. La situación coincide en el tiempo con la posición expresada por la fiscalía de la Audiencia Provincial de Barcelona, preludio de una sentencia absolutoria, por la que no ve culpa alguna en el comportamiento de la vidente Pepita Vilallonga y dos colaboradores que, presuntamente, se habrían aprovechado del estado de vulnerabilidad de un mujer con depresión, porque “nadie obligó a la afectada a creerse que el tratamiento esotérico funcionaría”.

Ayuso demostró fehacientemente que tiene un oído musical propio para exhibiciones circenses: adivinó -incluso tras oir solo un par de acordes o golpes de percusión- el título e intérprete de todas las pruebas de identificación de canciones españolas populares en los ochenta.

Las preguntas del entrevistador incidieron en los chismorreos sobre tensiones internas en el Partido Popular, detalles sobre la vida privada de la presidenta comunitaria, solicitud de opiniones sobre el presidente de Gobierno y otras personas, guardándose, ya al final del programa, la pregunta bomba: por qué el PP y Vox tumbaron la comisión de investigación por las muertes por coronavirus en las residencias de Madrid. La respuesta no debía estar preparada, porque me resultó una justificación incoherente: los fallecidos fueron más en Madrid porque es una ciudad grande y ninguno murió sin tener al lado una mano amiga, ya fuera de un sanitario o un militar o, a los efectos prácticos, alguien que pasara por allí.

La concursante Ayuso obtuvo la aclamación unánime de los asistentes en directo al plató del programa y, aunque las redes sociales han sacado también algunas lenguas viperinas que envenenan cuanto provenga de la oposición al Gobierno frankestein, la mayoría de los comentarios están siendo elogiosos.

Isabel Díaz Ayuso for President. No han quedado dudas, después de verla volar por el escenario de El Hormiguero con sus potentes alas, que aunque el debate parece estar centrado en su justa reivindicación de dirigir la estructura de la regional madrileña, está en verdad definiéndose como idónea candidata a presidenta del Gobierno de España, con paso firme y frescura innegable, quitándole el sitio, con empujón de las masas enardecidas de la derecha, tanto civilizada como la montuna, a Pablo Casado, soseras incapaz de perder la compostura, que no logra desprenderse de la sensación de faltarle agilidad o ingenio para convencer incluso a un partidario.

Publicado en: Actualidad, Política Etiquetado como: El Hormiguero, Isabel Díaz Ayuso, Pablo Casado, Pablo Motos, Pedro Sánchez

Colores de orina

9 noviembre, 2021 By amarias Deja un comentario

Mi padre utilizaba con cierta frecuencia esta frase, cuando el cariz que tomaba un tema se enrarecía: “No me gusta nada el color de la orina del enfermo”. Vaya en su recuerdo y en beneficio de la mejora del conocimiento general, esta enumeración, seria a pesar de la apariencia chusca, sobre los posibles orígenes del color de la orina.

Valga para empezar, recordar que el color de una orina normal varía desde el amarillo ligero al dorado. Todo depende de la hidratación y de la ingesta de fluidos, en ausencia de diuréticos.

La hematuria (sangre en la orina) es la causa más común por la que la orina adquiere un color rojizo, lo que puede identificarse sin error cuando se visualizan los eritrocitos (glóbulos rojos) al microscopio. Las razones de esa incorporación de la sangre a líquido excretado son variadas, desde una infección, al cáncer, a enfermedades renales o incluso a la contaminación por el flujo menstrual. El diagnóstico clínico es, por tanto, imprescindible, aunque existen algunos orígenes del color rojo en la orina que no son, en absoluto alarmantes. El delicioso níscalo es una de ellas, pues tiene un látex rojizo que tiñe el líquido expulsado; también hay que atribuir a ese cambio del color a la ingesta de una gran cantidad de remolachas, zanahorias o ruibarbos. El envenenamiento por mercurio o plomo cuenta también entre las razones del cambio de color del líquido, junto con algunos desórdenes hemolíticos peculiares, como la hematuria del corredor o la del militar, tras una dura marcha. Algunos fármacos también pueden ser culpables del color rojo (la fenazopiridina, en especial -un analgésico local del tracto urinario-)

La orina puede tomar color azul o verde después de una inyección de azul de metileno o índigo,  o la ingesta de cantidades importantes de esos colorantes. El color verde puede aparecer como resultado de la combinación con el color amarillo del urocromo (pigmento asociado con exceso en la toma de agua o diuréticos) . Comer espárragos en cantidad o regaliz negro también conducen a ese efecto. Las drogas que contienen fenoles pueden ser metabolizadas de manera que conducen a la coloración verdosa, así como algunos medicamentos (como la prometacina -antihistamínico-, o la metoclopramida -usado, entre otros casos, para tratar la migraña). La infección del tracto urinario con pseudomonas también puede producir color verde, así como la presencia de fístulas en el tracto urinario que puedan facilitar el paso de las bilis a la orina.

La orina puede aparecer marrón por la ingesta de habas y áloe, de entre las numerosas causas que provocan esta coloración. Sedimentos de heces, cuando se diluyen en orina, puede dar esa apariencia. Algunas enfermedades renales también causan color marrón en el líquido excretado, siendo clásica en la terminología clínica como consecuencia de la necrosis tubular aguda (orina de aspecto marrón barroso). En la deshidratación severa la orina puede aparecer marrón, por lo que la sola ingesta de fluidos cambia el color a normal. También puede provenir el color marrón de la orina de antibióticos como el metronidazol -antiparasitario- o la nitrofurantoína -antibacteriano enérgico-. Una de las causas serias del color marrón es la presencia de cantidades altas de bilirrubina, que se hace evidente con la ictericia, el color amarillo de la piel

La orina puede adquirir turbidez blancuzca (albinuria) debido a la presencia de cristales minerales, como precipitados de calcio o fosfato, que le da aspecto lechoso . También la infección por hongos puede resultar en sedimentos blancos, así como la infección por bacterias (piuria), y en la tuberculosis del tracto urinario. El drenaje linfático en el tracto urinario (chyluria) también es otra fuente de color banco, La apariencia de orina blanca obliga a un diagnóstico clínico completo,

La orina aparece negra, dependiendo de la concentración de las causas que provocan el color rojo o marrón.  Una causa rara es el melanoma metastásico, cuando los melanocitos se implantan en el tracto y la melanina se clarifica en los riñones. El uso de laxantes derivados de hojas de senna y el sorbitol, utilizado como edulcorante natural, también pueden dar a la orina apariencia muy oscura. E envenenamiento con fenol o cobre, así como la ingesta de iodina, también pueden estar implicados, junto a un relajante muscular (metocarbamil). La alcaptonuria, una condición genética, también puede provocar el ennegrecimiento cuando se expone al aire la orina, debido al proceso de descomposición de la tirosina (aminoácido no esencial). La porfiria (enfermedad aguda hepática) también vuelve negra la orina cuando se expone a la luz solar.

Nota adicional.- Es evidente que este Comentario no tiene que ver con connotaciones políticas, análisis técnico o relación con el derecho. Tiene relación con mi afición a conocer más sobre el cuerpo humano, sus enfermedades y diagnósticos, sobre todo, en aquellos aspectos que me parecen más comunes. Como tengo escritos miles de artículos en este blog, supongo que se me disculpará esta digresión.

Pero si el lector amigo quiere sacar alguna punta política a este anómalo Comentario, le sugiero que elija entre estas coloraciones del enfermo político la que le parezca más atinada.

La orina aparece roja, por la contaminación con la mala sangre, también interpretable como mala uva, de algunos personajes que creen estar a la izquierda del espectro ideológico, cuando en realidad, vician el ambiente con declaraciones y comentarios intempestivos.

La orina se torna marrón, enmerdecida, es decir, contaminada por la mierda de los ventiladores de todo tipo de porquería, cuya intención podría ser, única o principalmente, ensuciar cualquier institución o actividad porque a ellos les venga en gana, a saber con qué oscuros intereses.

Por momentos, aparecen notas de azul, que provienen de otras épocas que creíamos ya olvidadas, pero que a algunos personajes les sirven para recuperar los frascos ya pasados de colonias nostálgicas, hoy putrescentes por el paso inexorablemente del tiempo, el mejor conocimiento de la Historia y las ganas de pasar página de una vez de todo lo que no sirve más que para emponzoñar.

Hay veces en que la ingesta masiva de mala leche, hace que el residuo sea albiblanco, con olor nauseabundo, adulterando el color y olor más deseables para la acción política sana, resultado de un equilibrio en los análisis, la ponderación en los resultados y el conocimiento serio del porqué de las cosas, sin contaminación con ideas preconcebidas, deseos inconfesables (pero patentes) y, en fin, las ganas de sacar partido a la ignorancia y la desidia con la que se alimenta, de forma regular, al pueblo llano.

Publicado en: Medicina Etiquetado como: albinuria, color amarillo, color marrón, color rojo, hematuria, ictericia, iodina, níscalo, orina, senna, sorbitol

Pido perdón por haber nacido varón

9 noviembre, 2021 By amarias Deja un comentario

El actual Gobierno de España, preocupado hasta la obsesión por encontrar motivos de distracción que nos desvíen de los principales problemas del país, ha sometido, a propuesta del Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, al visado simbólico de Felipe VI, el Real Decreto  918/2021 del 19 de octubre  (publicado en el BOE el 2o siguiente) por el que se nombra Embajadora en Misión Especial para la Política Exterior Feminista a María Jesús Conde Zabala.

No es la primera vez que, para justificar una actuación gubernamental, el Ejecutivo echa mano del argumento de que “con esta decisión, España se sitúa en consonancia con los países más avanzados”. Se trata de una obsesión que adquiere ribetes de esquizofrenia colectiva, puesto que, cuanto más nos separamos en lo fundamental de los Estados de cabeza, más uso encuentran esos argumentos de alineación con ellos en los detalles intrascendentes.

Porque si lo que “se pretende hacer de las cuestiones de igualdad de genero domésticas y globales un objetivo central de los gobiernos”, en la terminología oscura que adquirió relevancia en círculos del fetichismo feminista cuando en 2014 la ministra sueca Margot Wallströn, empleó el mismo por primera vez, la aplicación práctica de ese desiderátum resulta imposible. Porque, por ejemplo: ¿Se va a boicotear la relación con los países árabes y, en general, con todos los regímenes en donde se margina a la mujer de manera harto evidente? ¿A dónde se pretende llegar, en el ámbito propio, en el impulso discriminatorio frente al varón, no solo a las mujeres, sino a cualquiera que milite, por devoción o por naturaleza, en alguna de las múltiples opciones de explorar la sexualidad?

¿Habrá que pedir perdón por haber nacido varón?

Una gran mayoría de los españoles, nacidos en las dos o tres décadas primeras de la postguerra, hemos tenido la magnífica oportunidad de poder decidir en temas sustanciales, a veces a nivel incluso individual, porque así lo permitió la libertad que, a veces peldaño a peldaño, conseguimos implementar. Hemos podido así elegir entre religión, incredulidad y agnosticismo, fascismo decadente o democracia ilusionada, populismo obrerista y respeto al empresario eficaz. Dejó de ser elitista la enseñanza universitaria, se potenció hasta hacerlo modelo mundial la sanidad pública, implantamos la tolerancia como forma de vivir,

Si hay algo de lo que podemos sentirnos especialmente orgullosos, hombres y mujeres, es en haber impulsado nuestra sociedad hacia la igualdad de oportunidades, independiente del sexo. Contribuyeron a ello, de manera decisiva, las mujeres, por supuesto -demostrando, sin el menor problema, cuando se le abrieron las puertas a la opción de demostrar sus cualidades, su capacidad comparable a la del varón en los ámbitos intelectuales-, pero el mérito de acceder, desde la posición inicial dominante, a que se abrieran esas puertas, hay que concedérselo a los varones.

No es una construcción estúpida, ni pretende ser machista ni ignorante. La prueba de que la revolución que significa en una sociedad la instauración de la igualdad efectiva de sexos la tenemos, expuesta a diario y de forma sangrante, en las sociedades islámicas, No son las mujeres de esos países, claro, menos inteligentes que  los varones. Pero no se les da la oportunidad de formarse, se las restringe en sus libertades de manera brutal, se las convence con argumentos falsarios -desde la religión hasta la ley- de que son seres inferiores. Y no es la presión de las mujeres la que consigue romper el círculo vicioso, sino la ostentación de poder que realizan los varones, actuando como opresores de la libertad de las mujeres.

Yo no voy a pedir perdón por haber nacido varón. Estoy muy orgulloso, como muchos otros, especialmente de los que ya somos ancianos, de haber entendido que la mayor felicidad consistía en compartir el espacio con nuestras mujeres, Y, codo a codo con ellas, haber contribuido, facilitando la mejor formación a nuestros hijos, con sacrificio a menudo de espacios de nuestro bienestar, con estímulo, tolerancia y apoyo, según fuera el caso, a que las mujeres fueran ocupando, de manera natural y legítima, sitio de igualdad con los varones.


Casi invisible por su pequeñez y mimetismo, en las ramas extremas de un tejo, un reyezuelo listado (regulus ignicapilla), que se puede distinguir del “sencillo” (regulus regulus) por la lista ocular negra. Se alimenta de insectos y, en menor medida, de los últimos frutos que han resistido a la voracidad de los túrdidos. Foto tomada a principios de noviembre de 2021, en el occidente de Asturias.

Publicado en: Actualidad, Mujer Etiquetado como: embajadora de la femineidad, felipe VI, igualdad hombres y mujeres, Margot Wallströn, María Jesús Conde Zabala, Ministro de Exteriores, mujer, politica exterior feminista

De gira poética por Asturias

8 noviembre, 2021 By amarias 4 comentarios

Fue todo algo improvisado, pues pretendí aprovechar mis desplazamientos desde Madrid, para participar en dos actos cuya programación me venía impuesta -el día 15 de octubre en Zamora y el 29 en Oviedo- y cumplir con el compromiso de presentar mi libro de Sonetos desde el Hospital en Avilés, que se había visto impedido por la pandemia de la COVID 19, y que tenía fijado, con el apoyo de Armando Arias (presidente de la Asociación Cultural La Serrana) y Joaquín de la Buelga (La Caravana del Verso) para el día 28 de octubre.

Entre medias, tenía que volver a Madrid para recibir el día 25 la sesión correspondiente al tratamiento oncológico que me han pautado y asistir el 26 a una reunión de trabajo.

Se me ocurrió que podría ser una buena ocasión para presentar mi intención de publicar un libro que recogiera todos mis poemas, y hacerlo en mi ciudad natal. Con la ligereza, rayana en la desfachatez, de los que vivimos fuera, que nos hace pretender que las puertas de donde provenimos estarán siempre abiertas para acogernos,  pedí a María José Iglesias (gerente del Club de Prensa de Asturias) que me dijera si me podía conceder un espacio en el codiciado Salón de Actos de la Nueva España. Resultó imposible. Oviedo estaba, justo en esas fechas, orientado a los fastos por la entrega de los Premios Princesa de Asturias y proliferaban actos por doquier.

Tuve suerte. El siempre atento Joaquín de la Buelga, me advirtió de la posibilidad de hacer la presentación en la Biblioteca Pública Pérez de Ayala, en el Fontán, el lunes, 18 de octubre y me gestionó con los responsables de su Salón de Actos los permisos pertinentes.  Como resultado, contando con la presentación del gran periodista Carlos Rodríguez y la colaboración como lectores de mis poemas de muy buenos amigos, cogidos prácticamente a lazo (Sara Murias, Ana Arguelles, Margarita Collado, Juan Secades, Carlos Ibarguren, Joaquín de la Buelga, Tachi Oviedo y Miguel Alarcos) celebré la comunicación de la primicia, con casi todas las plazas de la sala ocupadas. No fue mi poder de convocatoria el que obró el milagro, ya que no hubo mayor difusión del acto -salvo la entrevista matinal de José Miguel Echéver, de la Voz de Asturias- sino el buen hacer de familia y conocidos a los que invité directamente.

Venía yo de haber conmemorado, el 15 de octubre, en MontelaReina (Zamora), la terminación, hacía 51 años, del segundo campamento de milicias. Los cuarenta compañeros de entonces hicimos la obligada visita a las abandonadas instalaciones y, luego, nos fuimos a comer al restaurante El Castillo, un complejo hotelero que subsiste, seguramente, a base de alimentar las nostalgias cuarteleras. Invitamos al delegado del Ministerio de Defensa en Zamora, coronel González Martín, que, junto al que fue teniente de uno de los campamentos, hoy coronel retirado, Magín Alvarez, fueron la presidencia militar de la comida. El alcalde de Toro, Tomás del Bien, nos acompañó en la visita al Campamento y disculpó su ausencia en el yantar, por ineludibles obligaciones.

La organización, presidida por Antonio Fernández Peña, me concedió el privilegio de pronunciar unas palabras, que improvisé, pasando por alto que llevaba unos folios preparados, que no me pareció adecuado leer.

De vuelta desde Madrid, cumplí con el compromiso de presentar mi libro Sonetos desde el Hospital en la villa del Adelantado el 28 de octubre. Joaquín de la Buelga leyó siete sonetos, con acompañamiento musical, y la emoción que pone a todas las cosas. Hubo un coloquio, moderado por Armando Arias, que sirvió para aclarar algunos aspectos de mi actividad como  poeta enfermo de cáncer (que me precio en distinguir de la opción enfermo de cáncer que escribe versos, con la que estoy lejos de identificarme).

Al día siguiente, en la Escuela de Minas y Materiales de Oviedo, con la presencia del director actual, Javier Iglesias y del anterior, Francisco Blanco, celebramos el 50 aniversario de haber terminado la carrera, en donde tuve también ocasión de pronunciar unas palabras que igualmente improvisé. Javier Iglesias preparó un magnífico parlamento y mi compañero José Carrasco nos obsequió con varios libros, editados por él, sobre el estado de la metalurgia y la minería en el siglo XV, incluida una brújula magnética primorosamente reproducida.

Mi periplo por Asturias terminó en Oviedo, el día 3 de noviembre en el salón de Actos del Club de Prensa asturiano (La Nueva España), en la que la presidente saliente de la AECC de Asturias (Margarita Fuente) y su vicepresidenta (Margarita Collado) presentaron los resultados de ocho años de trabajo al frente de la Asociación que da servicio y apoyo a los pacientes oncológicos asturianos. Me cupo el honor de ser invitado para dar una conferencia sobre “Convivir con un cáncer, instrucciones de uso”. Era un resumen de mi libro con ese título, en donde recojo consejos para pacientes, familiares y personal facultativo.

Esperaba una asistencia masiva al acto de Oviedo y, para mi sorpresa, a la convocatoria solo acudieron miembros de mi familia y varios amigos íntimos. Porque no hubo publicidad en prensa y, al parecer, los 14.000 socios de la AECC asturiana tenían tentaciones más fuertes que escuchar lo que podía decirles la directiva saliente.

En resumen, unas jornadas intensas, que me han cansado físicamente -no estoy para muchos trotes- y me han dejado un agradable sabor de misión cumplida.

Publicado en: Actualidad, Cáncer, Personal, Poesía Etiquetado como: AECC, Ana Arguelles, angel arias, Antonio Fernández Peña, Armando Arias, Asociación Cultural, Carlos Ibarguren, Carlos Rodríguez, Club de Prensa de Asturias, convivir con un cáncer, Joaquín de la Buelga, José Miguel Echéver, Juan Secades, La Serrana, Magín Alvarez, Margarita Collado, Margarita Fuente, Miguel Alarcos, Montalereina, Salón de Actos, Sara Murias, Sonetos desde el Hospital, Tachi Oviedo

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