Alfonso Monge Ureña, geofísico costaricense residente desde hace años en Colombia, con un dilatado currículum a sus espaldas, pronunció el 15 de noviembre de 2022 una conferencia bajo el titulo de Ecominería, en el marco de las sesiones técnico-divulgativas que viene propiciando el Club Español de Medio Ambiente.
El tema central versó sobre la Ecominería y su regulación, del que el Dr. Monge aportó experiencias personales y una propuesta de estrategia para su certificación que presento en el Colombia Gold Symposium.
La ecominería podría definirse como : “La exploración y explotación de los recursos mineros de forma racional, con buenas prácticas ecológicas, con el objetivo de dar valor social y ambiental a las comunidades”.
Fueron muchas las ideas que el conferenciante destiló durante su intervención y, como vengo haciendo con otros casos en los que asistí a reuniones o conferencias que me parecieron de especial interés, voy a recoger aquí algunas. No es éste, pues, un resumen ni una reseña del acto, sino una selección, realizada bajo mi estricta responsabilidad, de las frases o conceptos que me llamaron la atención.
La primera idea expresada es que los yacimientos minerales por descubrir necesitan un mayor esfuerzo económico y técnico (“una lupa muy grande”, en la gráfica analogía con la que reforzó Monge su llamada de atención sobre el tema)
La minería es un negocio y, como tal, precisa de recursos económicos, humanos y tecnológicos que han de ponerse en conexión reflexivamente. Fue interesante la comparación de dos modelos de explotación de recursos: el ecoturismo de CostaRica y el extractivista de Colombia. Ambos están alejados del modelo económico sostenible, pero durante la pandemia quedó patente que el modelo extractivista es más resiliente: en Colombia no hubo necesidad de desempleo, en tanto que en Costa Rica fue necesario pedir ayuda a organismos internacionales.
El modelo extractivo es objeto de crítica, debido principalmente a enclaves mineros informales, que contribuyeron crear mala imagen, pero también a accidentes graves, desplome de balsas de contención y malas prácticas. Incluso en los distritos mineros, la Brújula Minera -presentada por Arteaga y Asociados- solo un 60-65% percibe a la minería como “favorable”.
El potencial mineralógico de Colombia es excepcional. “Colombia tiene la riqueza en el subsuelo y la pobreza en el suelo”. Existen tres ambientes metalogénicos sin parangón mundial: a) el escudo guayanés, con las rocas más antiguas del planeta; b) los pórfidos cupríferos de la Cordillera Occidental andina, del Eoceno-Mioceno y c) la corteza oceánica – terrenos alóctonos al oeste de la Falla de San Jerónimo.
El conferenciante, con su grupo de trabajo, inauguraron en 2005 una Feria Internacional con el objetivo de conseguir financiación para nuevos emprendimientos mineros. Había entonces en Colombia 5 empresas trasnacionales, que pasaron a ser en diez años, 45, casi todas registradas en Toronto, consiguiéndose 1.500 Mill de $ para exploración en la Bolsa de Valores, identificándose 50 millones de bolsas de oro que a 1.800 dólares/bolsa suponían un neto de 50.000 mill. de dólares, la tercera parte de la deuda externa de Colombia.
La intención de poner en valor la riqueza mineral, y hacerlo de manera ordenada y eficiente, con un ejemplo, animó a poner en marcha un proyecto piloto en Antioquia, siguiendo un plan maestro con tres ejes: 1) analizar las mejoras prácticas ambientales y sociales, en un concepto de gestión integral; 2) creación de un centro de información y documentación ambiental y social y 3) generar una hoja de ruta para financiar la inversión.
Durante la ejecución se evidenció que el principal desafío era la gestión del agua, lo que generó un manual de diseño específico. En paralelo, también se creó otro manual para orientar el cierre y abandono ordenado de minas, y se realizó el inventario de pasivos ambientales mineros (algunos, convertidos en activos ambientales). Se generaron mapas de riesgos naturales, objetivos de restauración y se eligieron y publicitaron ejemplos de economía circular (Monge citó el caso en que el Mg se convirtió en un insumo para la industria de fertilizantes, a partir de los desechos de la fabricación de asbestos).
La inversión tecnológica en minería es, sin duda, un elemento clave, siendo necesario incorporar al proyecto los últimos avances en computación cuántica. Hay que tener presente que la recuperación de la inversión no se inicia hasta superar la tercera parte de la vida útil de la explotación. Para los agentes locales, el conocer -por ejemplo, tratándose de las explotaciones auríferas- cuánto recibe su comarca por onza extraída, en comparación con otras ubicaciones, es importante como elemento generador de tranquilidad y confianza.
En la visión actual de los medios de producción, apuntó Monge, en minería hay que ampliar la visión clásica de los factores de producción (tierra, capital y trabajo), incorporando la tecnología.
Fueron muchos los aspectos tratados en la conferencia, que es imposible recoger aquí. Con más tiempo, y revisando mis notas, incorporaré otros asuntos que hoy, para no hacer demasiado largo el Comentario, omito por el momento.