La minería ibérica recibe nuevos impulsos que podrían rescatarla de su atonía, y vienen, por supuesto, del lado de la economía, pero también de la demanda social de empleo estable.
Esas dos fuerzas tradicionales tienen un opositor, de cuño reciente, en los defensores de la naturaleza impoluta, un grupo heterogéneo, pero muy vociferante, que agrupa a ecologistas bien intencionados, catastrofistas desinformados y revoltosos de profesión, además de otras categorías tecnoculturales cuya exacta precisión me llevaría demasiado espacio y, a la larga, considero de poco interés para desarrollar este Comentario.
El 30 de octubre de 2014, el Colegio de Ingenieros de Minas del Sur de España y la Ordem dos Engenheiros de Portugal, celebraron en Sevilla un Seminario de Minería bajo el título “Iniciativas para la innovación en materias primas de la faja pirítica ibérica (FPI). Tuvo lugar en el precioso marco del edificio del consulado de Portugal en la ciudad, parte principal del pabellón que erigió este país en la Exposición Internacional de 1929, y del que constituye un residuo encantador.
La serie de conferencias, a cuyo desarrollo asistí con máximo interés, abarcó diferentes aspectos de la actual situación de la FPI, aunque, evidentemente, en lo que se presentó como un primer encuentro al que han de seguir otros, tuvo que limitarse a trazar un bosquejo de la amplia problemática.
Tengo que recoger, ante todo, que la labor del moderador del Seminario, el colega y amigo Javier Targhetta, consejero delegado de Atlantic Copper, fue magnífica, tanto en la ponencia inicial, el estricto control que sostuvo del cumplimiento del horario y de las intervenciones (rara avis por estos predios) y, como colofón, en su intento conseguido de impulsar el debate-coloquio al final de las sesiones, al que pude contribuir modestamente.
Tengo a la vista un enjundioso libro (¡mil páginas!) que rescaté hace años, salvándolo de un injusto reciclado, y que se titula “Piritas de Huelva. Su historia, minería y aprovechamiento”. Fue escrito en 1963 por Isidro Pinedo Vara, ingeniero de minas, director que fue de la División Minera de “Piritas españolas S.A.” Me ha proporcionado horas de agradable lectura técnica y, en particular, lo traigo ahora aquí a colación por sus capítulos Sexto “Minas de sulfuro inactivas y Séptimo “Producciones y reservas de piritas”, aunque no oculto que el que tengo más subrayado es el “Apéndice. Breve descripción de la minería no pirítica”, por la relación de mi familia con la explotación de algunos de los criaderos de manganeso.
Justifico con ello, a posteriori, el sentido de mi intervención en el Congreso. ¿Por qué no se unifica el disperso banco de datos, con informaciones de diversa naturaleza, de las explotaciones habidas y actuales de la faja pirítica, volcándolo sobre un modelo tridimensional, que permita poner en máximo valor la explotación de ese fenómeno único de la geomorfología?.
No tuve respuesta, de momento. Queda, por tanto, el sabor amargo de una realidad en la que han proliferado, desde remota antigüedad, los picoteos sobre los depósitos y mineralizaciones, generando centenares de emprendimientos independientes a lo largo de la historia, y que han tenido, por su naturaleza fundamentalmente especulativa, una vida relativamente corta, condicionada por las evoluciones mundiales del precio de los metales, con intereses que poco tienen que ver con las necesidades y objetivos de las comarcas de la Faixa Piritosa Ibérica.
Enhorabuena a los organizadores, que personifico en Felipe Lobo y Carlos Caxaria y felicito de manera especial a Fernando Tornos , investigador del CSIC, que protagonizó, desde mi peculiar criterio, la intervención más original y atractiva del Seminario, ilustrándonos con fluidez e inteligencia provocadora sobre “El futuro de la investigación geológica en la faja pirítica”.