Finalmente, reconociendo la incapacidad de su gobierno para sacar adelante la legislatura, -presupuestos y proyectos- el ya ex Presidente de gobierno Pedro Sánchez ha anunciado la convocatoria de elecciones para el 28 de abril de 2019.
Se reabre así un período de afirmación y toma de posiciones cosmológicas por parte de los candidatos a ocupar el sillón presidencial, previa la consecución de una escueta mayoría de votos y la adopción de un pacto parcialmente contra su natura que le permita una mínima estabilidad parlamentaria.
Muy difícil todo y oscuro en sus resultados finales para el votante, que verá que su intención se adultera en el camino de las negociaciones para sacar tajada de gobierno.
¿Cómo puede ser? La deriva de la incompetencia para dirigir sin estridencias y con serena fortaleza y pragmatismo, los temas sustanciales de nuestro país nos ha conducido a una polarización inaceptable en las posturas, a una tensión verbal y a una ausencia de sintonía entre muchos líderes políticos que, cuanto menos, cabe calificar de lamentable.
Y se agudizará. Aunque la crispación mitinera, las soflamas dedicadas a partidarios, no tienen nada que ver con las propuestas de gobierno factibles y, aún menos, con las que se adoptarán, caso de resultar encajados en la coalición de Gobierno.
Resultado de las elecciones: traición para el votante singular, que no sabrá las consecuencias que se derivarán de su voto.
Los media, siempre en su obsesión de hacer política por su cuenta, exageran la existencia de tres barreras para el futuro entendimiento, cuando se deban pactar alianzas luego de de las votaciones de abril: la existente entre los bloques denunciados por las respectivas oposiciones como “derecha” (Ciudadanos, PP y Vox) e “izquierda” (PSOE y Unidos Podemos); la de constitucionalistas (los citados, menos Vox) y los secesionistas catalanes (PdeCat y CUP) -los secesionistas vascos, se salvan, de momento, pertrechados tras un insolidario Estatuto-; menos justificable me parece la barrera derivada de la ausencia de sintonía personal entre algunos de los llamados a protagonizar las negociaciones para el futuro entendimiento.
Hice referencia en el título de este Comentario a Sonámbulos. Despierten, ya, nuestros políticos y extiendan la serenidad sobre la cancha donde nos veremos los votantes. Recupérese el centro y el centro izquierda. Todo lo demás, no tiene ahora su tiempo ni nos merecerá la pena.