El 21 de marzo se celebra el Día Mundial de la Poesía y, como poeta y lector de poemas, no puedo menos que festejar esta efemérides con unos versos. Es un Soneto, dedicado a la Primavera e incluido en mi libro Sonetos desde el Hospital.
El pasado viernes, en el Centro asturiano de Oviedo se anticipó esta celebración, impulsada allí por el polifacético Graciano García, que sigue empeñado en hacer de mi ciudad natal la Capital Mundial de la Poesía. Ni más ni menos. Varios ilustres asturianos leyeron poemas de sus autores predilectos. Hubo también algún poeta invitado que leyó, por supuesto, los suyos. Margarita Collado, hasta hace poco vicepresidenta de la AECC, con un denso currículum de servicio a Asturias, leyó algunos de mis Sonetos. No pude estar en ese acto -tampoco fui oficialmente invitado-, pero mi afecto y mi devoción estaban por alli.
A la Primavera
Rota la reclusión tras tensa espera
surge al fin, orgullosa de su alarde,
alargando la luz, la primavera.
Despierto del letargo, el campo arde
convirtiendo en verdor la sementera.
Por ganas de vivir, será la tarde
triunfo del placer y, aunque se esmera
invierno en que respeto se le guarde,
florecerán cerezos, será la era
de nuevo el vergel que amamos tanto
y en la rama del naranjo más somera
harán mirlos su nido, y con su canto
contagiarán de alegría zalamera
el ánimo triunfal que me levanto.
(@angelmanuelarias, Sonetos desde el Hospital, 2019)