Al socaire

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Para sueño de gozos, hago un jardín (Poema)

17 septiembre, 2022 By amarias Deja un comentario

Para sueño de gozos, hago un jardín
o un bosque con musgo en las entrañas.
Vendrá una mano a guiarme o me proteja
y pondré, si es el jardín, un banco
con frutos, flores, música y guirnaldas.

Si fuera tiempo de bosque, será la soledad
la fuerza que me empuje mças adentro,
a un silencio que no podrá romper
ni el chillido del grajo, el crujir de una rama
o la voz del buhonero
anunciando que recoge enseres rotos
y aparatos que ya no sirven al destino.

En la ciudad donde no crecen los geranios,
al llegar la noche, vencido del cansancio,
enciendo las luces del jardín o del bosque,
y me entrego confiado a esa mano tan blanca
que viene a salvarme de las anotaciones de desastre,
penetrando sin miedo a recibir el menor daño
en el túnel de fantasías y líquenes
donde habitan los duendes del perdón
y del olvido.

(26 de dic de 2021, “Volver a casa cuando tú no estás”, @angelmanuelarias)

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Volver a casa cuando tú no estás (Poema)

15 septiembre, 2022 By amarias Deja un comentario

Volver a casa cuando tú no estás
requiere el esfuerzo
de subir las escaleras
sin la ilusión de encontrarse tu abrazo,
demorar el momento en que la llave
encuentre sentido a la cerradura
y luego, una vez que la puerta
haya entregado su cerrazón a mis ansias,
advertir que el silencio
lo ha ocupado todo,
ha llenado de sinrazón el porqué de los muebles
se ha llevado el placer de mi cama,
y ese olor a humedad y a polvo desterrado
hunde su miseria en el poco deseo
que aun resiste
para encontrar un motivo,
algún vestigio olvidado o perdido,
que me recuerde
que éste es nuestro hogar,
que, aunque no me acompañes.
tendremos más mañanas.

5 sept 2022,

(del libro: “Volver a casa cuando tú no estás” @angelmanuelarias)

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Homenaje a la poesía china

19 agosto, 2022 By amarias 1 comentario

Como he comentado en otras entradas de este blog, llevo algún tiempo (¡años!) estudiando chino. No me atrevo a realizar traducciones complejas (ni mucho menos), pero quiero incorporar aquí la traducción de las últimas estrofas de un poema muy bello, escrito por Li Yu, el último emperador de la dinastía Tang del Sur. Escribió este poema cuando estaba cautivo y desterrado, poco antes de morir, hace más de mil años.

Según me dicen, todos los niños chinos se lo saben de memoria. Yo, que soy un anciano español, también me lo he aprendido. (Para curiosos: las estrofas que me he permitido traducir libremente empiezan así: wú yán dú shäng Xilóu…)

En silencio y solo,
subo a la fortaleza de lo desconocido,
mientras la luna me parece una guadaña
y la montaña más alta, un profundo lugar
que me separa de mi otoño feliz.

Corto sin romper,
ordeno mientras todo se enreda;
me despido de lo que amo con melancolía
y siento algo especial:
un sabor amargo en el corazón.

La foto con la que acompaño estos hermosos versos, traducidos para hacerlos míos, corresponde al momento para mí (y para todos los asistentes) en el que Enol, hijo y nieto de unos entrañables amigos, leía uno de mis Sonetos desde el Hospital. Fue en Gijón, hace ya tres años.

 

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Tendría que existir el sitio (Poema)

4 agosto, 2022 By amarias Deja un comentario

Hace tiempo que no publico poemas en este blog. Lo hago hoy, porque quiero animarme a volver a escribir poesía. Dicen que no son tiempos para la poesía. Mucho menos lo serían para la guerra.

Tendría que existir el sitio
en donde se fueron
los amigos de infancia para toda la vida,
las mujeres amadas con locura
que desaparecieron por la puerta de atrás,
los proyectos inaplazables sin falta
que fracasaron en la urgencia.

En ese lugar ajeno a la memoria,
sin relación con la verdadera vivencia
que tuvo su oportunidad en los otros,
encontraría las mejores explicaciones
que nadie reivindicó.

Puede que encontrara respuesta
a la paliza que tres mozalbetes
de un curso avanzado
me dieron hasta romperme la nariz,
o al comportamiento del tipo
que me quitó la insignia republicana
que perteneció a mi abuelo,
desgarrando la solapa
de mi chaqueta infantil,
o al paso alborotado,
con trote de odio, rencor o violencia
que jamás suscité,
de cuantos gozaron haciéndome daño,
sin conocerme,
sin saber ni quién era,
sin atender a razones,
solo por utilizar mi presencia
para expresar su negligente desprecio
a cualquiera.

Cómo agradecer
a cuantos me sanaron las heridas
con afectos, perdones y ruegos
y qué sentimiento me une
a ti, que has soportado el andamiaje
con el que pretendí llegar tan alto
como fuera imposible.

3 dic 2020

@angelmanuelarias (Poema 27 de “La adversidad debiera haberme hecho fuerte”)

Publicado en: Personal, Poesía

Reseña intima de unas jornadas especiales

13 mayo, 2022 By amarias 1 comentario

Invitado por la decana del Colegio de Ingenieros de Minas de Canarias, la siempre eficaz y atenta Miryam Machado, tuve ocasión de ofrecer una presentación de mi libro “Convivir con el cáncer. Instrucciones de uso” en Tenerife, aderezado con la lectura de algunos poemas de “Sonetos desde el Hospital”, que escribí hace ya tres años.

Me acompañó en el viaje a Santa Cruz de Tenerife, mi esposa, y lo agradecí especialmente. En el vuelo de ida, tuve una bajada de tensión y, aunque no llegué a perder el conocimiento, pasé por un momento desagradable. Solo habían transcurrido dos días desde mi última sesión de quimio y el incidente no deja de ser un aviso de que, en mi situación clínica, debo estar atento a las vicisitudes que me presenta la naturaleza.

El 26 de abril, ya bien acomodados en el Hotel Silken Atlantida (excelente, por atención y servicios), nuestra anfitriona nos preparó, en su casa, una recepción inolvidable.

Myriam había invitado a varias amigas que leerían mis Sonetos al día siguiente, a las que yo no conocía con anterioridad. Habían dispuesto hasta entonces solo de fotocopias del libro y, cada una, tenía seleccionados dos poemas. En el transcurso de la velada, con el sol canario ofreciendo sus últimos rayos desde la estupenda terraza de los anfitriones (Miryam y su marido, Oscar), me regalaron los oídos y apuraron los latidos de mi corazón, leyendo en primicia, los Sonetos elegidos. Lo hicieron con entonación y sentimiento difícil de encontrar cuando se pone alta voz a los poemas ajenos.

Myriam Hodgson, Nancy Negro, Elena Martín y Aguasanta Navarrete, entre jamón, quesos, tortillas preparadas por Miryam (Machado) con su toque especial y otras delicatesen, regadas con vino Campillo, que elevó su modestia a insuperable en tan buen ambiente y compañía, sirvieron de estímulo para hilvanar una conversación amena, irrepetible, en la que me sentí -obviamente, sin serlo ni de lejos- principe de las letras. Todas ellas son magníficas profesionales en lo suyo, y lo que las reunía allí, además de la obvia amistad con Myriam y Oscar, era su generosidad.

Estaban también en la reunión, además de mi esposa María Jesús, y de Esperanza, la hermana de Miryam, Pachi, el marido de Elena, y Miguel Angel Guisado, el esposo de Myriam Hodgson. Todos contribuyeron sin reparo y con una espontaneidad que solo se alcanza en momentos y situaciones mágicas, a generar un espacio de simpatía excepcional. Hablamos de poesía, de metafísica y teología, de amigos comunes, de sicología y hasta de cómo hablar en público.

Con tales antecedentes y la propaganda que Miryam y sus amigos habían hecho, el acto del día siguiente fue un éxito. El marco, el Casino de Santa Cruz, incomparable. Hubo dos lectores más, que no habían podido acudir el día anterior al ensayo que fue generador para los recién llegados a la isla de amistades que se presentan como inquebrantables. El magistrado asturiano Juan Moreno-Luque, con una voz para enmarcar (y músico notable), leyó dos poemas fuera de programa. Antonio Fumero, ingeniero de Telecomunicaciones y amigo admirable, fue el único invitado por mí a la lectura; vino desde el otro extremo de la isla con Julieta, la madre de sus preciosos mellizos.

Y si no llené el aforo, la culpa hay que atribuirse a la competencia -siempre dura- del Real Madrid, que jugaba a esa horaun partido crucial para la estabilidad del país. Hubo, también, algunos despistes con el lugar o la hora y faltaron unos pocos comprometidos con causas mayores, que no les dejaron cumplir con su voluntad de estar presentes. Había unas ochenta personas en la sala, que ya son bastantes. La atención prestada a las lecturas de los improvisados juglares y a mi conferencia, fue impactante. Qué voces, qué emoción transmitida. Pocas veces con anterioridad me sentí tan a gusto, noté de forma así de intensa la sintonía con el público asistente.

Los 20 libros que aún me quedaban de los Sonetos que llevé a Santa Cruz se quedaron en la isla y si hubiera tenido más, más me pidieran.  Varios asistentes me comentaron espontáneamente su vinculación directa o indirecta con el cáncer y me agradecieron el tratamiento que dí al tema, tenido por tabú en muchos círculos.

Para terminar, quiero agradecer especialmente dos presencias de colegas de minas: la de Diego Vega La Roche, a quien acompañó su esposa Virginia, y la de Manuel Rubias Tejadas. Y no puedo menos de poner de relieve el apoyo prestado al acto desde Sevilla,  a Felipe Lobo y Daniel Fernández de la Mela, de la Junta Directiva del Colegio de Minas del Sur. Fue un acto atípico para una organización minera, sin duda, pero los ingenieros, en tanto que humanos, compartimos lo esencial. Como decía Terencio: Nada de lo humano me es ajeno.

Publicado en: mineria, Personal, Poesía Etiquetado como: Aguasanta Navarrete, angel manuel arias, Antonio Fumero, Casino de Santa Cruz de Tenerife, Daniel Fernández de la Mela, Diego Vega La Roche, Elena Martín, Felipe Lobo, Juan Moreno-Luque, Manuel Rubias Tejadas, Miguel Angel Guisado, Miryam Machado, Myriam Hodgson, Nancy Negro, Oscar García, Sonetos desde el Hospital

Conferencia y recital en Santa Cruz de Tenerife

25 abril, 2022 By amarias Deja un comentario

Mañana, 26 de abril de 2022, en el marco incomparable del Casino de Santa Cruz de Tenerife recitarán algunos Sonetos de mi libro Sonetos desde el Hospital varios amigos residentes en esta querida ciudad. También comentaré algunos aspectos de mi libro Convivir con el cáncer. Instrucciones de uso

Si estáis en Santa Cruz, queréis disfrutar de un momento poético, distinto y divertido, os invito a acompañarnos,

Difundidlo también entre vuestros conocidos y amigos.

Presentación del libro SONETOS DESDE EL HOSPITAL  y CONFERENCIA de ANGEL MANUEL ARIAS

SANTA CRUZ DE TENERIFE – 26 DE ABRIL DE 2022

En el Salón de Actos del Casino. A las 19h30min

 

Intervinientes: Duración de la intervención
Miryam Machado Alique Presentación del autor, moderadora del acto 6 minutos
Ángel Arias: Propósito del libro. Ideas sobre cómo Convivir con el cáncer. Mensaje para Pacientes 8 minutos
* Myriam Hodgson, Canaria. Siempre colaborando en ayudar a los demás.

 Recita: 1- A solas, desnudo y harto dolorido.

13- Si pones al mal tiempo buena cara.

5 minutos
Mency Negro Pamplonica, deportista, fisioterapeuta. Trabajó desde su creación en la unidad de linfedema del Hospital Universitario de la Candelaria

 Recita 46–  Si me siento tranquilo es en la cama

106- Párate y tómate un tiempo peregrino.                                                                                                            

6 minutos
Ángel Arias. Convivir con el cáncer. Mensaje para Acompañantes 8 minutos
Antonio Fumero, ingeniero de telecomunicaciones.

 Recita 28- para encender pasión basta un instante

39- A aquellos que ingresamos por urgencias.

5 minutos
Elena Martín Rojas, Chicharrera de adopción tras 32 años en Tenerife, Muy vinculada a Asturias por su infancia y familia.

 Recita 70– Como nos falta paz, hacemos la guerra.

90- No soy hombre de ciudad, que soy de aldea.                                                                                              

5 minutos
Aguasanta Navarrete Extremeña que lleva viviendo en Tenerife 36 años. Siente de forma cercana el dolor de amigos y familiares que están pasando la enfermedad.

 Recita 23- El mejor poema de amor, atardecer

33- Olvido, no te lleves los momentos                                                                                                           

5 minutos
Ángel Arias Convivir con el cáncer. Mensaje para Facultativos. 8 minutos
* Juan Ignacio Moreno-Luque Asturiano, enamorado de Canarias y solidario con los que sufren la enfermedad,

 Recita 2 poemas del Blog: 27- Quédate un poco más.

43- Es el tiempo de amor

5 minutos
Cierre, agradecimientos y Coloquio.

 

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La sombra de Emilio Alarcos es alargada

22 abril, 2022 By amarias 1 comentario

Mañana, día del Libro, se cierran las Jornadas Científico-Humanistas en Homenaje a Emilio Alarcos Llorach, cundo se cumplen los cien años de su nacimiento. La “Semana Magna del Centenario”, organizada por la Cátedra que lleva el nombre del filólogo, se ha desarrollado con el lema: “Bajo el signo poliédrico del filólogo y maestro” y han contado con el patrocinio de la Universidad de Oviedo y la participación de decenas de alarquianos, entre alumnos, admiradores y seguidores de las enseñanzas de quien fue el introductor, aplicador y difusor del estructuralismo en España.

He sido alumno -reconozco que nada brillante- de Emilio Alarcos, en tiempos en los que tenía por ayudante a  Josefina Martínez Alvarez, que había sido su alumna y con la que se casaría unos años más tarde, y hoy directora de la Catedra Emilio Alarcos. Yo, con la carrera de Ingeniero de Minas recién terminada, era profesor de Algebra en la Escuela Técnica y me había inscrito (tenía matrícula gratuita, por mi condición académica) en Filosofía y Letras… por amor.

No tenía mucho tiempo libre. Debía compaginar mi trabajo en Ensidesa con mis horarios de clase como docente, pero gracias a esa fórmula, pude estar más tiempo con mi futura esposa y asistir a algunas lecciones.

La Facultad de Filosofía de Oviedo tenía entonces una altura académica sin rival. Emilio Alarcos, Gustavo Bueno,  Vidal Peña, Carlos Cid, entre otros muchos, fueron a la vez artífices, cómplices y sufridores del ambiente especial que se generó en aquel reducto singular, en donde se estaban gestando y puliendo personalidades como Amelia Valcarcel, Francisco García Pérez, María Luisa Alvarez de Toledo, Gustavo Bueno hijo, …, por citar solo a algunos de nuestros amigos de entonces.

Pasó el tiempo, y las vidas de Emilio Alarcos y Josefina Martínez tuvieron un entronque especial con las de mi padre, Angel Arias y su segunda mujer, María Isabel, que era prima de Josefina. Esa circunstancia facilitó muchas vivencias comunes para ambas parejas, y los varones se hicieron muy amigos. Mi padre y Emilio tenían la misma edad, una afición y curiosidad por casi todo, en especial por la música, disponían de una inteligencia privilegiada, adobada con espíritu crítico y  socarronería.

En cierto modo, además, las formaciones universitarias de los cuatro se complementaban: dos brillantes químicos y dos estudiosos de la creación literaria.

Esa amistad tuvo también reflejo especial en que mi padre fue el padrino de Confirmación de Miguel Alarcos Martínez, hijo de Emilio y Josefina. La personalidad emergente de aquel niño debió calar hondo en el selecto criterio de mi padre, porque mi hijo Miguel, recuerda que, cuando llamaba a su abuelo, éste (puede que por hacerle de rabiar), algún día le preguntó: “¿Qué Miguel? ¿Miguel Alarcos?”

A poco de fallecer mi padre, Emilio y Josefina estuvieron en mi casa de Madrid. Fue un momento muy grato para todos. Yo tenía varios libros de Alarcos en casa, tomé aquel en el que había analizado la poesía de Blas de Otero, y le pedí que me lo dedicase. Sin dudar, escribió en la primera página: “A Angel Arias II, en el misterio de la amistad heredada de su padre”.

No tardó mucho tiempo en irse también Emilio Alarcos. Junto a una carta de condolencia a Josefina, envié un poema a Miguel Alarcos. Pasó aún más tiempo.

Cuando presenté mi libro de poemas Sonetos desde el Hospital, le pedí a Miguel Alarcos que hiciera la presentación en la librería Cervantes y, si le apetecía, un análisis del poemario. Miguel me demostró un afecto y una altura intelectual que me dejó desarmado y…encantado. Hizo el análisis de algunos de mis poemas (“como lo hubiera hecho mi padre”, me indicó), puso música a varios, y hasta escribió un acrónimo con mi nombre (que era el de mi padre) lleno de sugerencias y cariño.

Fue el comienzo de una amistad especial. Que perdura, se intensifica y se complementa con más y más detalles y anécdotas con el paso del tiempo. En el misterio de la amistad heredado de nuestros padres.

En el afecto a Josefina, una mujer llena de sensibilidad e iniciativas.

La enfermedad me impidió asistir al homenaje a la memoria de Emilio Alarcos. Hoy, en el Día de la Tierra, envío mi afecto a esa familia con la que me unen tantos recuerdos, mejores palabras. La música, la poesía y la magia de lo imperecedero.

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Día mundial de la poesía

21 marzo, 2022 By amarias Deja un comentario

El 21 de marzo se celebra el Día Mundial de la Poesía y, como poeta y lector de poemas, no puedo menos que festejar esta efemérides con unos versos. Es un Soneto, dedicado a la Primavera e incluido en mi libro Sonetos desde el Hospital.

El pasado viernes, en el Centro asturiano de Oviedo se anticipó esta celebración, impulsada allí por el polifacético Graciano García, que sigue empeñado en hacer de mi ciudad natal la Capital Mundial de la Poesía. Ni más ni menos. Varios ilustres asturianos leyeron poemas de sus autores predilectos. Hubo también algún poeta invitado que leyó, por supuesto, los suyos. Margarita Collado, hasta hace poco vicepresidenta de la AECC, con un denso currículum de servicio a Asturias, leyó algunos de mis Sonetos. No pude estar en ese acto -tampoco fui oficialmente invitado-, pero mi afecto y mi devoción estaban por alli.

A la Primavera

Rota la reclusión tras tensa espera
surge al fin, orgullosa de su alarde,
alargando la luz, la primavera.
Despierto del letargo, el campo arde

convirtiendo en verdor la sementera.
Por ganas de vivir, será la tarde
triunfo del placer y, aunque se esmera
invierno en que respeto se le guarde,

florecerán cerezos, será la era
de nuevo el vergel que amamos tanto
y en la rama del naranjo más somera

harán mirlos su nido, y con su canto
contagiarán de alegría zalamera
el ánimo triunfal que me levanto.

(@angelmanuelarias, Sonetos desde el Hospital, 2019)

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Poetas contra la losa

18 enero, 2022 By amarias Deja un comentario

Tomo prestada la sonoridad del título de uno de los libros del asturiano Carlos Bousoño (“Las monedas contra la losa”), para referirme, sin la menor intención didáctica, más bien confesional, a mis ideas sobre la poesía y los poetas.

Aunque tengo escritos miles de poemas, nadie me ha certificado como poeta. No me consta que exista un Centro mundialmente acreditado y respetado sin reticencias que emita esa titulación con alcance universal. Algunos catedráticos de Literatura se han empeñado en escribir poemas. pienso que en su determinación por acercar a su sardina de competencias profesionales esta incalificable forma literaria. Por cierto, siempre en mi modesta opinión, casi todos son o han sido muy malos poetas, en el sentido de ser capaces de transmitir sentimiento con sus elucubraciones formales.

Mi biblioteca contiene algunos cientos de ejemplares de realizaciones poéticas. En los anaqueles pueden encontrarse nombres de casi todos los autores españoles que la tradición reconoce como eximios poetas.  Son aún mayores en número los volúmenes de poesía que he sacado de las bibliotecas públicas de los sitios a donde me llevó mi periplo profesional y viajero y mi curiosidad por el tema me hace aparecer como seducido por cualquier opúsculo, folleto, revistilla o separata en donde atisbe o sospeche que pueda anidar en él algo de poesía.

Incluso me interesó desde muy pronto el misterio de las palabras y allá deben andar decenas de páginas en las que recogía, como piedras preciosas, frases y vocablos en los que creía encontrar el misterio de la poesía, la sugerencia de una voz. Nadie podría argumentar en mi contra que carezco de formación poética, entendiendo por tal la que se adquiere de los libros. Emilio Alarcos, Pedro Caravia, José María Cachero, entre otros dioses menores, fueron mis maestros.

Tengo pues, suficiente bagaje para considerarme buen lector y aceptable crítico de poesía. En esta línea de supuesta autoalabanza, recojo también que me gusta leer poemas en las varias lenguas que, más o menos, chapurreo.

Considerarse poeta es otra categoría. Por ello, nunca hago alarde de esta condición. Incluso, esa advocación se me presenta como una carga afectiva, una responsabildad. Poner en palabras sentimientos, despertar la atención del ánimo de otros, es un oficio misterioso, inconsciente, rebelde como un potro que no se deja domar ni montar, aunque no se puede ignorar su belleza.

Desde hace muchas décadas, me interesan las traducciones de los poemas rimados. Si el traductor ha querido conservar vestigios de la rima en el nuevo idioma, el resultado es un fracaso. La búsqueda de una nueva sonoridad o musicalidad adultera el sentido y hace que se pierda el misterio de lo poético. Los poemas no admiten traducción, porque han de recogerse interiormente, esto es, sentirse, en lengua, con el énfasis y tono musical con el que fueron concebidos, haciéndolos suyos el lector.

No se publica actualmente mucha poesía, pero no tengo dudas de que se escriben muchos poemas, de mayor o menor calidad sentimental y, siempre en mi opinión quizá insensata, malos en general. Como no considero que la poesía sea literatura, estimo que hay que juzgarlos por lo que son capaces de transmitir y es ahí donde fallan.

Es interesante para un futuro autor, sobre todo si es joven, haber leído mucha poesía, muchas obras de muchos poetas. Eso le ayudará a encontrar su propia voz. Sin embargo, no le servirá para ser poeta. Esa cualidad se lleva dentro y aflora muy temprano. Es un gen abstracto, misterioso, que no depende de la educación, de los estudios, sino exclisivamente de la forma de confrontación personal con las vivencias. Una historia poética, una trayectoria regida por la poesía, es un itinerario personal en el que el viajero va asumiendo, venciendo o resultando derrotado por ellas, las acechanzas de la vida. Todos los poemas gravitan en relación con tres grandes temas, incluso los llamados épicos. Hablarán de amor y desamor, de la enfermedad y el sentimiento trágico que nos confronta con la premonición de la muerte propia y la realidad de la de quienes hemos querido; y, si se desea agrupar en un falso totum revolutum los restantes poemas, se descubrirá un tercer tema: la soledad, el descubrimiento de lo nuevo, la plasmación de la sorpresa.

Escribir poesía para los demás supone haber mantenido una existencia ya rica en matices, disponer de una trayectoria personal, asimilada, sentida, sufrida. Los poemas no se recogen de un árbol, como frutas maduras que se ofrezcan al paseante. Desconfío de los jóvenes poetas que son presentados como revelación sorprendente. Aunque hayan sabido ocasionalmente plasmar con brillantez sentimientos por algo de lo vivido, sostener esa línea de creatividad se suele revelar como imposible.

Nota adicional.- Las páginas que el Diario El Mundo agrupa el domingo, 16 de enero de 2022, bajo el título aberrante de El Culturista, incluyen una entrevista a Mario (García) Obrero, un alevín de poeta que ha sido premiado con el Poesía Loewe Joven de 2020 por su libro Peachtree City (cuyo título toma de la ciudad norteamericana con ese nombre al que viajó en 2019 con la intención de realizar el primer curso de bachilllerato, y en la que, dice, no encontró ningún melocotonero).

La larga entrevista deja claro que Mario se encuentra bien surtido de lecturas de una selección de buenos poetas. No conozco de Obrero más que el librito premiado, de 78 páginas, que pertenece más bien al género de lo narrativo que a la expresión de lo sentimental que me parece vinculado genuinamente con la poesía. Su dependencia creativa de Walt Whitman  y el García Lorca de “Poeta en Nueva York” me parece evidente y lógica. La que proviene de su madre, la poeta Susana Obrero, es más sutil y, en alguno de los poemas, tan patente, que podrían haber sido escritos por ella.

Me ha gustado el libro, pero le encuentro un serio problema. No anima a la reelectura, sino al consumo. Con cualquier novela, incluso aunque nos haya hecho pasar un buen momento, es difícil que encontremos el tiempo y las ganas para leerla otra vez. Ese hándicap no pertenece genuinamente a la poesía. El verso es material de otra categoría; tiene vocación atemporal; es eterno, porque apela a los sentimientos que definen lo hunano. Los buenos poemas que nos han impresionado pueden releerse una y otra vez, estrujarles el sentido hasta que los hacemos nuestros: como una herida, un gozo o una esperanza encajada en nuestra propia existencia.

 

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Terminar y empezar el año con poesía

31 diciembre, 2021 By amarias Deja un comentario

Feliz 2022, amigos. Y quiero celebrar este final de año 2021 (no ha sido pródigo en buenas noticias, desde luego) y unirme a los deseos de un más dichoso 2022, con algunos poemas de mi libro “Amar sin tener gozo” (la mayoría, escritos de 2017 a 2018). El dibujo que acompaña esta entrada es la portada de mi relato “El vecino imprevisto”, escrito en 1998,

5

Tómatelo con calma,
me aconsejó la cariátide sobre
su pedestal de fantasías.

Le había contado que temía
tanto a las noches de espantos
como a los amaneceres sin poesía.

Salí al parque entre rododendros
y peonías
y, siendo tiempo de narcisos,
recogí suficiente color
para confeccionarte una guirnalda.

4.01.17

9

Del amar, laureles, golpes y aledaños,
traje.

En cada singladura, fueron contratiempos,
fraudes y alardes quienes
compartieron viaje.

Cuando en las noches frías quiero templar
relente y soledad
con restos de cordura,
hago recuento de hazañas, invento glorias,
ahogo penas en vino,
tratando de dejar indemne
de daños,
la impostura
y, antes que el furor pasado
me destroce,
salvo del naufragio la inocencia
que hallé alguna vez, perdida,
entre las sábanas del goce.

13.01.17

22

Buscando la palabra exacta, amor,
encontré muchas veces, ventana, emociones y trampas
que no lo parecían; sin dudar, interés, curiosidad,
y algunas que estaban, ocasión, beso, pasión, inteligencia y razón,
cubiertas de sentido. Vino luego traición, a pesar y lo siento.

Entre sórdida materia, nuevo goce, placer, interesado,
siempre, demasiado escaso. Miré más hondo
y junto a escaso, cubierto y a prueba de errores , confuso y compungido,
sobraba demasiado.

En un yacimiento de palabras, sorprendido,
enfado, injusto, cansancio y repetido;
lejos, todavía, volver a empezar, merecerá la pena.

Te consulto y me respondes
amor eterno, siempre, mejor y todavía.

Te quiero, y tienes razón, volver y empezar
suenan mejor.

Solo que eterno resulta una quimera,
Y, como al principio, amor tiene adheridos
desafíos, dudas, oportunidades y atavíos.

23.01.17

26

No tengas tanto miedo,
me dijiste, para tranquilizarme.

¿Tanto?

Puede que haya calculado
mal.

Quítame lo que sobra
con un beso.

Déjame lo imprescindible
para sobrevivir.

23.01.17

27

El objetivo era felicidad,
pero nos quedamos a medio camino,
es decir, con las ganas.

Teníamos el firme propósito
de pasárnoslo bien
y se nos fue a atragantar
el último pedazo.

Habíamos planeado
un viaje por todos los anhelos,
una marcha triunfal
sobre las ocasiones sin cumplir
y, cuando nos dimos cuenta,
las mejores intenciones
se habían ido al garete.

(garete: RAE: 2. Palabra que se utiliza en la expresión marinera
al garete, que indica que una embarcación va sin gobierno,
llevada por el viento o la corriente.

25.01.17

56

“Termina lo tuyo”,
me dices a menudo,
mientras trajinas
confeccionando las tareas
que nos dan de comer;
hablas de lo que hay,
con hijos, nueras y nietas;
repartes simpatía y consejos
con amigos, parientes
y curiosos.

Aún te queda tiempo
para ir al gimnasio,
atender a devociones
que yo no puedo compartir,
experimentar ajenas emociones
en el teatro, en la conversación
o en el cine.

Tus días completos
hacen aún más vacío
el día eterno
que yo no logro terminar.

12.02.17

57

Esta tarde, cuando estaba
a punto de terminar el paseo
que el estado actual de la ciencia
me tiene prescrito,
apareció tu mensaje
y fue una buena noticia.

No decías te quiero
ni recuerdo de ti
más que un rostro ensimismado
entre cientos de alumnos
en una clase repleta
de aburrimiento y testosterona,
pero esas palabras
“He aprendido muchísimo”-
me llenaron la vuelta a casa
de energía, nostalgias
y vicios.

12.02.17

60 bis

Busqué un motivo sano: la alegría
con la que tú y yo construimos un mundo
cuando jóvenes. Vinieron otras después:
los hijos que me pusiste entre los brazos
que hicimos crecer, el doctorado en pericias
que nos hizo soñar; torres más altas
que sirvieron de ejemplo hasta que
las vimos caer sin el apoyo
que les prestaba nuestra inocente mirada.

Por la puerta abierta entraron cosas
que no estaban invitadas: muertes, decepciones,
serias dudas. Se nos enturbiaron las risas
y forjamos un rictus de tristeza.

No las pudimos echar, y como en la casa
había siempre algo que hacer, preocupaciones,
les dejamos instalarse convencidos
de que marcharían cuando hallaran otros acomodos,
y aquí están, ocupando.

Rev. nov 2011. v. 2006

12.02.17

69

Esa mano
es mi fuerza, el consuelo
que me aferro
cuando siento lo débil
que es el templo dorado
en el que prometo refugio
falseando
que en el interior
tan oscuro se marchitan las flores
ante peanas sin dioses.

Esa mano
es tu mano
y por tus dedos me fluye
una tranquila nostalgia,
la serenidad que preciso
para penetrar el misterio
de un altar pletórico de voces,
animado de millones de manos
que se alargan, tocando las nuestras,
y me acercan la tuya a mi frente
borrándolo todo y llevándome
a un sueño sin límites
en que nada me importa
salvo tenerte a mi lado.

13.02.17

61

Defino la belleza esta vez
como un caballo desbocado
a punto de precipitarse
contra la pared.

Tus muslos abiertos
me permiten
entregarme a la fantasía
de una apuesta segura, provisto
de una entrada infantil,
para participar como mozo de cuerda,
espectador en la pista de fieras
donde tú haces de domadora, trapecista,
maestro de ceremonias y atracción principal,
hasta que me estrello en alocada carrera
sin llegar a entender, persiguiendo sin rumbo
el misterio que ocultas, enseñando lo justo,
tras el muro de tu hermosura.

12.02.17

(@angelmanuelarias, “Amar sin tener gozo”, 2018)

Publicado en: Actualidad, Personal, Poesía Etiquetado como: angel manuel arias, feliz año 2022, poemas de amor, poesía. amor

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