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Ecologistas de derechas, ¡uníos!

11 julio, 2019 By amarias 2 comentarios

En realidad, el título que había previsto para este Comentario era “Ecologistas de derechas, ¡uníos con los ecologistas de izquierdas!” (o al revés). La justificación de tal indicación proviene del cansancio mental que me producen las reiteradas apelaciones al sesgo ideológico de la concienciación ambiental.

Para muchos colectivos ecologistas, la consciencia del deterioro del planeta y la necesidad de defender el ambiente con medidas urgentes y drásticas, se sigue presuponiendo surgido de una mentalidad intrínsecamente de izquierdas, solidaria y reflexiva, que hay que mantener beligerante frente al ímpetu destructor y consumista de paisaje y naturaleza que estaría guiando, como fuerza ciega, hacia la devastación selectiva y al mayor empobrecimiento de los ya desfavorecidos, a los representantes genuinamente egoístas de la derecha.

No quiero ahora entrar en la discusión de esas versiones simplistas de porqué hemos llegado hasta aquí, sino reflexionar sobre el camino a seguir para salir de la zona de alto riesgo a la que la Humanidad parece abocada si no se toman medidas inmediatas.

La toma de conciencia de que el planeta Tierra avanza rápidamente hacia un deterioro fatal no debiera tener sesgo ideológico. Nos afecta a todos, independientemente del lugar del planeta donde habitemos y sin tener en consideración afinidades políticas o contexto socioeconómico. El calentamiento global no tiene fronteras, si bien conviene poner de manifiesto que una subida media de las temperaturas de la corteza terrestre de 2 grados centígrados, impondrá lugares en los que la temperatura habrá alcanzado 6 y hasta 8 grados por encima de los registros históricos.

Estar concienciado de algo es diferente de la posibilidad de tomar medidas efectivas para atajar sus efectos. Nuestra preocupación por alcanzar un bienestar cada vez mejor, vinculado a la consecución propia, y continua, de sofisticados bienes materiales, se ha convertido en una obsesión generalizada gracias a la difusión de la información y a la globalidad de las tecnologías de consumo particular.

La sociedad líquida no tiene ideología, y afecta tanto a los países que siguen modelos de gestión económica y social devotos del libre mercado como a aquellos que siguen los dictados de la economía centralizada. Es casi imposible sustraerse a la corriente general de querer disfrutar al máximo todo tipo de artilugios y sensaciones, y desear hacerlo de forma inmediata, sin respetar obsolescencias, sin que importe la procedencia o el coste de lo que satisfaría temporalmente nuestra voluntad enferma de poseer lo último, de consumir lo mejor, de gozar sin límites, en una espiral de hedonismo vinculada al descrédito demoledor de los valores éticos y la solidaridad más allá del postureo.

Escucho con frecuencia la máxima abstracta de que “debemos cambiar de paradigma”. En ausencia de una interpretación rigurosa, ello implicaría, se supone, involucrar a la Humanidad en su conjunto a un abandono masivo de los elementos a los que se atribuye el deterioro ambiental, en especial, en la producción energética.

Se esgrimen algunas piezas claves de la actuación que vienen a ser como gritos de angustia testimonial en la ciénaga climática donde domina la ausencia de unanimidad: a) abandonar en cortísimo plazo los hidrocarburos como fuente energética y acogerse a las formas de energía “limpias” (eólica, solar, geotermia, biomasa,…); b) cambiar de hoy para mañana los vehículos privados de tracción por gasoil, gasolina y derivados, al coche eléctrico con tracción por baterías, dar preferencia al transporte público, y reducir al mínimo el flujo aéreo de consumibles ; etc.

La ausencia de acuerdos para adoptar soluciones válidas para la totalidad, ha conducido la necesidad de catarsis hacia la atribución de culpabilidades injustas. En la aldea global de los despropósitos, se acusa a la minería de haber sido uno de los principales causantes del deterioro, ignorando que casi todo lo que nos rodea tiene un origen mineral. Las banderas de la ignorancia tecnológica de algunas facciones ecologistas propalan el no a las canteras o graveras, a las explotaciones subterráneas o al cielo abierto (hermosa expresión, dicho sea de paso). No, en suma, a la extracción de cualquier recurso natural en la proximidad de la vivienda de los espíritus concienciados, llámese monacita, wolframita, o gas de lutita. Váyanse lejos de aquí, es el mensaje.

La obsesión por la catarsis ecológica lleva a apoyar la recuperación formal de la limpieza de todas las aguas fluviales para salmónidos, negar la incineración de residuos (y también su almacenamiento), demonizar la afectación a cualquier paisaje y a plantar árboles sin criterio profesional en cada esquina, o a defender la existencia libre de cualquier especie animal con tamaño visible al ojo humano a la que se juzgue como amenazada.

Todas las medidas puestas sobre la mesa de las actuaciones deseadas, muchas de ellas, interesantes o ingeniosas, cuestan dinero. Muchas suponen acuerdos globales, conocimientos técnicos, mantenimiento, para no convertirse en simples despilfarros voluntaristas.

Es falso que ser ecologista, defensor ambiental, negacionista del valor de la minería, devoto ferviente de las baterías para vehículos eléctricos, etc., pueda ser compensado con ahorros de otros sectores y, en muchos casos, suplido con otras fuentes. Es falso que la conciencia ecologista generalizada genere empleo neto, como lo es que la difusión de los avances tecnológicos sirva para mejorar la distribución de la riqueza.

Por eso, debemos tomar consciencia del dilema. La concienciación ecológica no puede tener ni género, ni ideología, ni condición social; debe abarcar a grandes como a pequeños Estados, a lo particular, como a lo público. O jugamos todos, o habremos roto la baraja. Y la selección de las actuaciones más urgentes y más eficaces no puede dejarse a la improvisación ni a fantasías.

Como eso que reclamo como necesario no está sucediendo, soy escéptico respecto al futuro que espera a las nuevas generaciones. Mi escepticismo se renueva cada vez que veo una colilla, una bolsa o una caca de perro abandonada en el suelo o “adornando” alcorques; se consolida como fatal obviedad cuando descubro en cada esquina recipientes de hipotética recogida separativa mal utilizados, individuos que cambian el aceite de sus automóviles junto a ríos y riachuelos, empleados de servicios públicos y privados que llenan mi ciudad de agujeros sin la menor coordinación ni claras intenciones; se convierte en sólida convicción cuando contemplo en todo parque tecnológico, exultantes chimeneas que ventilan gases con conspicuos olores contaminantes.

Me pregunto dónde está nuestra concienciación ambiental.

Y cuando asisto, con declinante esperanza a las discusiones interminables, vacías de acuerdos eficaces, entre los representantes de los países que componen nuestra variopinta geografía, me represento la dificultad práctica de tomar una decisión colectiva, por falta de visión no ya respecto a la magnitud del problema, sino de la necesidad de poner medios y no palabras.

El panorama ambiental está contaminado de turbias intenciones, falacias, zancadillas, evaluaciones tramposas. ¿Cómo contradecir? Los países menos desarrollados esgrimen como fundamento para quemar carbón (o petróleo) sin limitaciones,  que no pueden imponérseles restricciones al uso de sus recursos energéticos y naturales, sin importantes compensaciones pues no son causantes de la crisis climática, provocada por los países que tienen el mayor bienestar económico y tecnológico.

Hace falta movilizar mucho dinero, y hacerlo bien, no poniendo parches que no servirían de nada. Por eso, concluyo con el mensaje del principio. ¡Ecologistas de todos los países, de todas las ideologías, uníos!

Pero no lo hagáis desde el voluntarismo, la falacia, el recelo o la enemistad, sino desde la verdad tecnológica, la sinceridad en los planteamientos, la evaluación de los verdaderos costes de las acciones que se adopten y cómo se van a pagar.

Suerte en el empeño. Si no lo lográis, yo no estaré seguramente aquí para ser testigo de nuestro fracaso, pero lo serán nuestros descendientes y, ciertamente, nada nos eximiría de la responsabilidad de la inacción ni de la falta de criterios para la adopción de las medidas que nos condujeron al desastre.


Identifico el ave de la fotografía, no sin dificultad, como un avión roquero (ptynoprogne rupestris), más por el hábitat -la garganta fluvial del Duratón- que por su fisionomía, aunque mantiene rasgos típicos de la especie; la cuña negruzca en la parte inferior de las alas, la cola poco bifurcada y roma (en la que, al menos en esta instantánea, no se distinguen las marcas blancas cerca de la punta) y las alas menos rígidas que los vencejos.

He dudado incluso si no se trataría de un vencejo pálido (apus pallidus), que es un acompañante habitual del avión roquero. El pálido, a su vez, es muy parecido al común, al menos, visto de lejos. No me justifico con ello en mis digresiones taxonómicas. Hasta los más expertos reconocen que la identificación de las aves en vuelo es extremadamente difícil, porque pocas veces se dan las condiciones idóneas de luz. Cuando se le tiene más cerca y, sobre todo, si vuela bajo o con una iluminación transversal, el vencejo pálido resulta, como su nombre común viene a destacar, más claro.

Por fortuna, si se tiene paciencia cerca de una charca con bordes de barro en torno a la cual revolotean aviones o golondrinas, es posible fotografiarlos de cerca, en época de cría, mientras recogen barro para sus nidos.

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Carta abierta a la Ministra Teresa Ribera

28 diciembre, 2018 By amarias 1 comentario

Querida ministra para la Transición Ecológica:

Tengo que empezar reconociendo que se me hace muy difícil entender las razones por las que se eligió ese nombre metafórico para caracterizar un Ministerio que se ocupa de temas tan sustanciales para la economía y el debate público como la Energía, el Medio Ambiente y el Cambio climático. La denominación del Ministerio parece evocar más un cuento de hadas que el impulso a actividades tan íntimamente relacionadas con la producción de bienes y servicios, la generación de empleo y riqueza y el bienestar de la ciudadanía, como son la minería, la generación de energía, o la producción industrial.

Pero…¿cómo podría poner en duda que el nombre del Ministerio es de tu pleno agrado, Ministra? Tu trayectoria curricular, brillante como pocas, te relaciona con los Desarrollos Sostenibles y los Cambios Climáticos, además de caracterizarte como experta jurista y brillante profesora. Y bien es cierto que poco importa el nombre del Ministerio si quien lo conduce tiene clara la senda por la que aplicar las competencias trasladadas al órgano administrativo.

A partir de esa experiencia personal y por lo que has traducido de tus convicciones técnicas y sociológicas, deduzco sin dificultades que la transición ecológica en la que empeñas tus capacidades ministeriales supone convertir a España en un modelo en relación con la producción limpia, el respeto total al medio ambiente y, en suma, la supresión de toda actividad contaminante. Es decir, una Arcadia con tipos meríficos, un país sin mácula en el que apetezca aún más vivir a los que puedan permitírselo, un ejemplo para la Humanidad concienciada con el amor universal, el consumo sostenible, la producción de suma cero y todas las ventajas que contrae la bendita ecología.

Si te propones que los objetivos sean ambiciosos, para conseguir que los logros reales aparezcan como detectables, a pesar de ser los fines fantasiosos, no seré yo quien critique de antemano esa opción. Si señalas la luna, no miraré el dedo.  Como estudioso de nuestra Historia, (en cierto modo, como tú: sé que te gusta tomar enseñanzas del pasado), me arriesgo a advertirte que el trazo de las grandes líneas de futuro tiene muy pocas posibilidades de permanecer visible de forma duradera en España.  Particularmente, en esta democracia asintótica que hemos destruido entre todos, la descomposición ideológica de las opciones partidarias supone la desgraciada garantía de que cada Gobierno nuevo estará ansioso de poner patas arriba lo que haya pretendido hacer el anterior.

Tendrías razón en argumentar que -gracias sean dadas- como jamás he estado dirigiendo un Ministerio y, para más inri, vengo de vuelta donde tú aún tienes amplio recorrido, la experiencia que haya acumulado en mi modesta trayectoria puede estar tan rancia como un trozo de tocino dejado durante meses a la intemperie. Dejaría el camino abierto a los más jóvenes, si no fuera porque algunos tenemos las posaderas peladas de experiencia internacional que nos vemos obligados a compartir, aunque no nos la pida nadie.

Cuidado con proponerse propósitos tan amplios y ambiciosos que, en su misma complejidad, se vayan por el agujero de la semántica. Aún resuenan en las marismas académicas las hermosas palabras del entonces presidente Rodríguez Zapatero (hoy perdido por los recovecos venezolanos) acerca de la Alianza de Civilizaciones. Era una idea tan magnífica como ingenua, es decir, irrealizable.

Como también resultó peligrosamente letal (para muchas empresas y no pocas administraciones confiadas) la estupenda concepción acerca de vivir un mundo globalizado, en el que todos los Estados pudieran compartir sus adelantos tecnológicos, sus producciones y consumos sin barreras.

Era un idílico panorama, en el que perdieron plumas, en especial, quienes pusieron la fe sin tomar precauciones. Y los que creyeron encontrar la vía para lanzarse al vacío exterior sin paracaídas (vale también la metáfora de salir al campo sin cinturón ni tirantes, creyendo que todo el monte era orégano), están lamiéndose las heridas, con pérdidas económicas insuperables.  Hoy sabemos que el gran beneficiario de esta apertura de los mercados ha sido China. Aunque circunstancialmente concentrada en aumentar su consumo interno ha conseguido establecer profundas raíces en los países menos desarrollados, incluido España.

No tengo autoridad para darte consejos, ni seguramente los admitirías. Tampoco es esa la intención de esta carta abierta que, como es obvio, no solo va destinada a ti, sino a mis colegas, conocidos y amigos y a todos aquellos que sientan la curiosidad por mis reflexiones, libres de las trabas de la responsabilidad e impregnadas de la sinceridad con la que se habla con alguien a quien se aprecia.

Recuerdo bien (y lo tengo recogido en mis notas) tus opiniones acerca del éxito de la COOP 21 de París, en la visión que dabas de la reunión allá por mayo-junio de 2016. Entonces era el momento de sacar pecho, y presentar el conato de Tratado como un aldabonazo a las conciencias, un transformador universal, que permitiría reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) para que el incremento de temperatura media del planeta no superara los 2 ºC antes de 2100 y, preferiblemente, se mantuviera por debajo de 1,5ºC.

Era un relato muy hermoso, pues se apelaba a la solidaridad de la Humanidad por primera vez en la Historia (desde la maldición bíblica de la Torre de Babel). No se iba a dejar a nadie atrás. Todos los  Estados se iban a sumar a ese gran proyecto común, unos como aportadores de medios económicos y tecnológicos y otros como receptores concienciados. Habría un sistema de vigilancia centralizado de los cumplimientos, y la transparencia multilateral garantizaría la coherencia de las medidas internacionales y el control de las cuentas rendidas.

Fue un sueño precioso. Por fin, se aceptaba que un tema transversal como el calentamiento global no podría ser resuelto a niveles de Estado individual. La contaminación, por fin, se había comprendido que no tenía fronteras geográficas. Se retomaba aquella filosofía tan carismática como ineficaz del comunicado “We the world leaders…” ¿recuerdas?.

Se habría de implantar una metodología de financiación y se involucraría a toda una amplia panoplia de agentes, públicos y privados, en el objetivo común irrenunciable, por fin. ¡Qué momento tan dulce! Aunque el presidente Obama no pudo aterrizar en París por una tempestad, Estados Unidos y China se daban la mano. Rusia estaba dispuesta a cooperar y la Unión Europea, rompiendo su tradición histórica, aparecía como paladín de la armonía mundial, campeón de las medidas restrictivas, poniéndose a la cabeza de los sacrificios en loor al control del clima que, de seguir con nuestras aficiones pirogénicas, nos calentaría en demasía. Todos se habían convencido, sin fisuras, de que las previsiones del Panel del Cambio Climático eran dogma de fe…o eso parecía.

Sabes mejor que otros lo que pasó. En apenas dos años, el panorama mundial cambió. Estados Unidos se ha convertido oficialmente en negacionista del cambio climático y defensor de la autarquía, la suya. Rusia se siente muy próximo a China, pero no tanto por sus voluntades de contaminar menos, sino en la preparación de un estadio nuclear que garantice el dominio universal o, en su alternativa, la Destrucción Total del enemigo (es decir, la Hecatombe Mundial). Específicamente, China, que juega también al pacifismo integral,  se ha impuesto como campeón mundial de la globalización, bien entendida en su caso como la garantía de penetración masiva de sus productos en todos los mercados, desde el de cercanías al de las altas tecnologías.

Mientras tanto, existe un acuerdo tácito internacional en dejar que aumenten las diferencias entre los más ricos y los más pobres, entre los adelantados tecnológicos y los consumidores (mientras puedan pagárselo). La Unión Europea también es capitana en ese aspecto.

No hace falta bola de cristal para reconocer que el objetivo de reducir la velocidad por la que el mundo se encamina hacia el sobrecalentamiento no se cumplirá. De nada valdrá que la Unión Europea -con cada vez menos músculo y menor credibilidad- se manifieste dispuesta a incrementar incluso su objetivo particular de llegar al 2050 c0n un 40% de su producción con energías renovables, subiendo la apuesta en un 15% más.

El clima seguirá empeorándose, por tanto. Hay, y habrá, más tormentas (cada vez menos tropicales), subidas del nivel del mar, inundaciones y catástrofes (cada vez menos naturales). Si hay que dedicar medios inmediatos, y remedios consistentes frente al cambio climático ya presente, deberían ser para la construcción de diques defensivos, para conseguir alejar a la población de las zonas inundables, para incrementar los sistemas de alerta y los medios de protección.

Leo en la prensa que el Ministerio que presides tiene avanzada la creación de un marco jurídico que señale las prioridades del Ministerio en una Ley de Cambio Climático y Transición Energetica (ya no Ecológica, algo se ha mejorado en la transparencia de la concreta dicción). Debía estar aprobada, según previas declaraciones tuyas a finales de 2018, pero no va a ser posible y…me alegro.

Me alegraría también de que se rebajase la intención de llegar a la descarbonización  de nuestra producción energética e industrial en 2050, y que se aliviase la meta de conseguir la pretendida reducción del 20% de los GEI (respecto a 1990) en 2030.

Me alegraría también (entiéndeme, Ministra, solo en aras de que venza lo práctico, lo realizable), si el objetivo de impulsar a las energías renovables, en detrimento de la energía nuclear y las centrales de carbón y ciclo combinado, instalando un mínimo anual de 3.000 megavatios (MW) de potencia, se aligerase hacia lo alcanzable y, sobre todo, se hiciera tras un análisis profundo y pactado entre los agentes, no impuesto desde la cúpula ni aplaudido a regañadientes, con el propósito interno de escribir los acuerdos en la barra del hielo.

¿De verdad se ha estudiado, comprobando todas las consecuencias, -técnicas, industriales, sociales, económicas, financieras- lo que implica “dar el carpetazo” a los combustibles fósiles, negar autorizaciones de investigación y explotación de hidrocarburos, abominar de la fractura hidráulica, desdeñar la producción nuclear (en la que disponemos aún de técnicos y experiencia a nivel mundial)? ¿Es tan guay confiar en que la producción con biometano y combustibles sintéticos servirá para completar el mix energético como nos quieren vender los ecologistas de manual que parecen estar entre tus mejores asesores?

Sí, estoy convencido de que habrá un Plan regional de Energía y Clima, con la condición imposible de que el gobierno de Pedro Sánchez aguante en su equilibrio inestable, negándose, agarrado a la tabla de planchar, a convocar unas elecciones anticipadas que, por supuesto, no despejarán el panorama político pero pueden significar un cambio de Gobierno y tu vuelta a la empresa privada y a las clases universitarias.

Los que te conocen, dicen que eres testaruda y en algunos círculos (no muy complacidos) se refieren a ti como “la talibana”. Querrás poner en pie lo que imaginas correcto. Solo que el reloj señala tiempos cortos para acoger el lanzamiento de proyectos demasiado ambiciosos y, si falta el consenso, el monstruo devorador de buenas voluntades se encarga sistemáticamente de volver a poner, en nuestro país, las cosas en el sitio en que se siente más cómodo: en la ineficiencia, la improvisación y el pequeño caos de todos los días.

Te pediría que no olvides, en todo caso, de ordenar que se incluyan los instrumentos financieros precisos, y unos objetivos claros que sirvan para medir la eficiencia de las medidas. No lo dejes todo en la confianza del marco legal o jurídico, por favor. Que, aunque no se lleve jamás a efecto, tenga un aspecto muy sólido. Que ese Plan, si finalmente ve la luz y aunque arriesgue morirse en el postparto, no omita la previsión de actuaciones correctoras, la presentación de un sistema de indicadores y que cuanto se relacione con la ejecución del mismo, sea controlado por un comité independiente, y con un calendario exigible.

Y, si quieres ser, como estoy seguro que deseas, honesta con los resultados, consigue que te asesoren los mejores especialistas. Los tenemos en España, lo sabes. Algunos son funcionarios. Muchos, nunca lo han sido, y ven las cosas desde el lado de la competividad descarnada. Hazlos participar a tu lado, no los pongas en tu contra.

Creo que me he extendido demasiado. Debiera haberte escrito también sobre la necesidad de impulsar la minería en España, la producción tecnológica con valor añadido, la investigación cualificada orientada al producto y no a la endogamia universitaria. Seguro que tienes información sobre lo que opina Maros Sefcovic, vicepresidente de la Comisión Europea responsable de Energía, plasmado en un artículo de obligada lectura para tecnócratas: “Raw materials: Holy grail of 21st century industrial policy”.

Me pregunto, y te pregunto, querida Ministra: ¿No podíamos organizar nuestras actuaciones políticas, en combinación con el empresariado más activo y leal, contando con técnicos independientes y capaces y, en lugar de dar pábulo a la obsesión española de ser los mejores de la carrera, situarnos al nivel de lo que corresponde a nuestra preparación y medios?

Un abrazo, Teresa. Quiero dejar constancia pública de que respeto y admiro tu coraje y, si te sirve de algo, aconsejarte calma en el transitar por la senda de la Transición Ecológica, que presiento saturada de faunos, brujos, hadas malas y encantadores de serpientes.

Te deseo que tengas un buen final en tu tarea como Ministra, coherente con el buen principio por el que entraste en esa importante labor por mejorar lo que nos conviene a todos. No se puede cambiar el mundo con reuniones en la Moncloa ni actuaciones desde el Paseo de la Castellana, pero sí dificultar que nos lo hagan más difícil quienes solo miran por sus intereses desde el otro lado de la frontera.


Un pico picapinos (dendrocopus major), macho -distinguible por la mancha roja en la parte posterior del píleo- curiosea el interior de una oquedad en uno de los árboles frente a mi domicilio en Madrid. Para los aficionados a la ornitología, no sorprenderá mi afirmación de que en un pequeño jardín urbano, y dependiendo de la época del año, pueden identificarse hasta veinte especies de paseriformes. Observarlos desde la ventana de mi despacho es una delicia, y…por momentos, arriesga convertirse en obsesión.

 

 

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Problemas de la generación energética en España

19 diciembre, 2017 By amarias Dejar un comentario

El 14 de diciembre de 2017, en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía  tuvo lugar una media Jornada sobre “Presente y futuro de la Sostenibilidad Energética”. Pude asistir a la totalidad de la misma y, aunque no estaba previsto en el Programa, se me invitó a presentar, al final de la misma. las Conclusiones de la Mesa que moderó José Luis del Valle, Presidente de LAR España.

Del Valle tuvo que ausentarse (hubo una Segunda Mesa con posterioridad, moderada por Eduardo González, subdirector de la Oficina de Cambio Climático), y fuimos Eduardo y yo los que intervinimos al final de acto. José Luis, con su habitual sentido de la responsabilidad, me entregó sus notas y yo, que había tomado las mías, incorporé mis propias impresiones,

“Mesa de la Generación Energética. Conclusiones

Domingo Asuero, de Gas Natural Fenosa, enfatizó que los vectores del cambio, junto a la descarbonización, serían la descentralización de la producción, la democratización en el uso de los recursos y el aumento de la digitalización aplicada al conjunto del proceso, aunque no podría olvidarse que el coste sería igualmente relevante. Utilizando una Tabla publicada por Lazard´s presentó como más competitivas en al actualidad (con costes menores a 50 dólares/MWH) a las energías fotovoltaica, eólica y a los ciclos combinados, si se considera el coste de producción nivelado, descontando las subvenciones. En fin, como solución a corto plazo entendió que las opciones estarían del lado de utilizar solar fotovoltaica y eólica, con el gas como respaldo (apoyado en la llamada revolución del shale gas, o gas de pizarra). A medio plazo, la necesidad de almacenamiento masivo para la gestión de los excedentes, supondría la utilización de la infraestructura ya existente de las redes. Terminó su alocución con la frase “No hay por qué preocuparse obsesivamente por el futuro, porque, nos va a arroyar en cualquier caso”.

Roberto Mariscal, de Iberdrola, defendió que la innovación era imprescindible para mejorar el momento actual, y construir el mañana. En el momento actual, ya existen modelos reales para almacenamiento masivo de energía, utilizando la hidráulica de bombeo, citando las referencias de La Muela y el Proyecto Támega. En cuanto a la producción, entendió que en España, la energía nuclear y los ciclos combinados son el soporte imprescindible para las renovables. Destaco también el incremento de las redes y contadores inteligentes, avanzando hasta su total generalización y fue, de todos los ponentes, el único que se refirió a la captura y almacenamiento de CO2, que presentó como probados tecnológicamente, aunque no su competitividad.

Antonio González, de Foro Nuclear, recordó que la potencia instalada en España en este momento que corresponde a las centrales nucleares es del 7%, aunque representan el 20 % de la producción, evitando entre 30 y 40 Milloones de Tn de Co2(año. La producción nuclear en nuestro país aporta, además, empleo de calidad y know how exportable (más de 3.000 Mill de euros/año). Denunció que sufre impuestos, tasas y gravámenes excesivos (que se aplican sobre facturación y no sobre beneficios, como podría ser lógico) y que alcanzan el 40%. Abogó porque después de 2030 se contemple su continuidad, con criterios de seguridad, o se ordene su cierre ordenado, aunque advirtió que la supresión inmediata de la producción nuclear en España supondría incrementar 30.000 MW el parque de renovables para compensar el déficit energético  otras tantas para cumplir con los objetivos ambientales

Pablo Alcaraz, de Acciona, resaltó que la energías renovables ya son competitivas y que su menor coste está siendo trasladado a las subastas, siendo el sector industrial el principal beneficiario. En las grandes empresas, la energía supone el 70% de la factura total, por encima de la media de la Unión Europea. Han deprimido el precio del pool en 2016 en 21,5 euros/MWh. Al bajar las importaciones fósiles, reducen el déficit comercial, beneficio que evaluó en 16.000 Mill. € en los 9 primeros meses de 2917. Especificó que las renovables, aunque no gestionables, son ampliamente predecibles. Terminó enfatizando que el BAU (business as usual) no es una opción para combatir el cambio climático; con la tendencia actual, en 2037 se superarán los 2ºC de incremento medio de la termperatura de la superficie terrestre.

Pedro Iglesias, de Carbunión, improvisó una defensa del recurso carbón, poniendo de manifiesto que el carbón nacional ha disminuido la producción a 2,8 Mill. Tm/año en 2017 (de ellas, 1,7, lignitos de Aragón) , pero importamos aún 17,3 Mill Tm. Los empleos bajaron desde los 6.000 en 2011 a solo 2.000 en 2016. Las importaciones proceden de países con condiciones sociales ambientales y económicas muy diferentes a España (Colombia, Rusia, Indonesia, Rep. Sudafricana). No se puede actualmente prescindir del carbón, y la reducción debe ser progresiva y ordenada. No se producirá sin altibajos: el hueco término (energía generada por la combustión) subió en 2017 un 7%.

Del interesante coloquio, en donde intervinieron varios cualificados asistentes -entre ellos, el decano del Centro, Rafael Monsalve, y el del Noroeste, Juanjo Fernández García-, quiero destacar la observación de este último poniendo de manifiesto que nuestro sistema fnciona a 50 Hz, y que para mantener estable esta frecuencia son necesarios grandes generadores eléctricos que aporten inercia al sistema. Estos generadores solo están disponibles en hidráulicas, nucleares  y turbinas de gas y carbón. La disminución o inestabilidad de la frecuencia afecta al funcionamiento de los grandes motores de las industrias.

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Ilustra o, mejor expresado, decora este Comentario, la foto de un colirrojo tizón (phoenicurus ochruros), seguramente de la subespecie aterrimus, que es la más habitual en la Península ibérica -el macho de la subespecie tiene sus plumas superiores (obispillo, manto y escapulares) oscuras, y este pajarillo parece un juvenil (ya que no una hembra, que tendría el plumaje claramente marrón), ya que carece de la mancha alar, como un panel blanco, que exhiben los adultos. El ave estaba revoloteando a la busca de insectos por la playa de Santa María del Mar, en Asturias, este verano.

 

 

 

 

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La energía en los programas de los partidos políticos que optan a gobernar España (y 3)

7 diciembre, 2015 By amarias Dejar un comentario

Isaac Alvarez se ha convertido, junto con Angel Cámara (catedrático de la Escuela de Minas y Energía de Madrid) y decano del COIMCE, en conferenciante de plantilla para abordar el tema del fracking en España, desde su defensa.

En la conferencia del día 2, Alvarez resaltó la coincidencia de los partidos de la oposición en rechazar el fracking. El PSOE propone en su programa limitar las prospecciones y C´s indica que ni siquiera merece la pena hacerlas.

Con tales antecedentes programáticos, la argumentación de mi colega -y amigo- se centró en manifestar que tales manifestaciones contrarias a esa técnica, “no tienen en cuenta ni la realidad internacional, ni las nuevas tecnologías, ni la falta de competitividad de la industria española” que se fundamenta también en el alto precio de nuestra energía. “pagamos el kW al doble que en USA”, y parecemos ignorar que “la energía es básica para generar empleo”.

En la disertación con mayor aporte de cifras de las de los intervinientes en el acto, desgranó, entre otros datos, que en USA se realizan 100.000 fracturaciones hidráulicas al año, que en el mundo hay 4 millones de pozos perforados (de ellos, 2 millones en USA y la mitad, activos, repartidos entre gas y petróleo). En Norteamérica se dispone en la actualidad de unos 200.000 pozos para extracción del gas no convencional, que producen más de 20 veces el consumo anual de gas en España.

Para Alvarez, en las propuestas anti-fracking “subyace solo electoralismo”. No concedió tampoco relevancia al peligro de los accidentes, que remitió a la falta de información sobre el verdadero estado de la técnica y a intenciones descalificadoras priori, ideológicas.

La conductora de la Jornada, Moratilla, planteó, antes de abrir el coloquio con el público, si “el coche eléctrico era una propuesta realista.

Casajús respondió de inmediato que “con la red actual, mantener un parque de coches eléctricos de cierta entidad es imposible. Habría que resolver cómo se cargan las baterías, cómo las gestionamos, sería necesario rehacer una gran parte de la REE”. Comparó la propuesta con “las sillas volantes que aparecían en las historietas de Diego Valor”. (3)

“Si cada recarga supone una hora, ¿qué red de distribución de estaciones de carga hará falta para dar servicio a 5 ó 7 coches, allí donde precise cada usuario volver a cargar su batería, con autonomía para 250 0 300 km?. Tesla propone que se cargue la batería en el domicilio, por la noche; se supone que en el aparcamiento comunitario, porque pesa demasiado para llevarla a la propia casa. Pero si la mayoría pretende cargar la batería de su auto a partir de las 9 h, podemos llegar a aumentar el consumo puntual en 20.000 Mw-hora, que habría que cubrir. (4)

En fin, con la expresión unánime del apoyo necesario a la i+d+i, y a la creación de un Ministerio de la Energía y el Medio Ambiente, se abrió el coloquio a preguntas del público. Los ponentes tuvieron, entonces que expresar su opinión sobre la autogeneración, la mejora de la eficiencia energética relacionada, en concreto, con la edificación o el almacenamiento de energía con fines reguladores. No hubo especial crispación, aunque algún asistente -como suele suceder- aprovechó para realizar su ponencia espontánea y no faltó tampoco quien echase de menos a una representación de técnicos antinucleares y antifracking o decididamente pro-energías renovables en la mesa, que juzgaba monocolor.

Fue entonces cuando Miranda aclaró que “no era pro-nuclear” y que, desde luego, era plenamente sensible hacia los problemas de seguridad y almacenamiento y tratamiento de residuos, que no habían sido tratados en el debate porque no formaban parte del planteamiento de los programas políticos, que se manifestaban, simplemente -salvo en el caso del PP- como antinucleares sin reservas. También puntualizó que “las tecnologías renovables corresponden a mundos diversos que no pueden mezclarse en un fondo común”: los ciclos de intermitencia son totalmente diferentes, y van desde un año a la aleatoriedad de “cuando sople”.

Alvarez resaltó que centrar la discusión energética en el programa español, olvidando el panorama mundial, puede convertirse en un “hablar del sexo de los ángeles, porque en 2040, las previsiones son de que el 70% de la energía primaria será de origen fósil”, aunque, desde luego, cada año, la cantidad de energía de procedencia renovable que se aporte al sistema será creciente.

Se lamentó también acerca de la “impresionante mediocridad de todos los programas: ninguno habla de la COOP21, o del cambio climático, o de la regulación por medio del almacenamiento energético”.

 

—

(3) Diego Valor era un héroe de ficción, al que sus creadores alimentaron con apasionantes historietas publicadas entre 1953 y 1958 y que los niños de la época (yo llegué a la devoción poco antes de su lamentable extinción editorial) seguíamos con fervor, a pesar de estar editadas en pésimo papel y con dibujos muy simples en blanco y negro, pero con un texto imaginativo y un contexto estimulante. Las sillas volantes eran controladas con la mente por una facción de los habitantes de Venus, los wiganes.

(4) El consumo horario de energía en España fluctúa entre los 40.000 Mw-hora a las 21 h y los 24.000 Mw-hora entre la 4 y las 6 de la madrugada.

 

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La energía en los programas políticos de los partidos que optan a gobernar España (2)

7 diciembre, 2015 By amarias Dejar un comentario

Cuando la directora de la sesión dio la palabra a Manuel Lozano, asignándole una pregunta genérica, éste comenzó reconociendo la dificultad de analizar técnicamente los asuntos políticos y que ninguno de los programas le convencía plenamente: en el caso del PSOE, porque “era un copia y pega” de otros documentos anteriores; en cuanto al del PP, “porque no decía nada”; el de C’s, porque “aunque incluye propuestas como impulsar y primar la i+d sobre las subvenciones” -asunto al que se confesó “muy sensible”, omite otras o no las concreta; y, en fin, en lo que respecta a Podemos, porque entremezcla “propuestas muy sensatas” con otras imposibles.

Lozano recordó que  el programa nuclear español fue ideado e impulsado estando Abril Martorell en el gobierno, y resultó ser un producto de la democracia, en tanto que en la actualidad “estar en contra de las centrales nucleares” se ha convertido en una opción defendida por los partidos de la izquierda en España.  Se preguntaba por ello, si “ser antinuclear ha de asociarse a ser de izquierdas”, y, aunque no explicitó su propia respuesta, en el auditorio se entendió, mayoritariamente, que, desde luego que no.

El conferenciante, que se reconoció favorable a que se descarbonice el sistema energético, lamentó que ninguno de los partidos precisara sus estrategias para conseguirlo, obviando, con ello, que “el recurso a la energía nuclear es inevitable”. Una estrategia inteligente debería afrontar el desarrollo de la energía nuclear que va a experimentar el planeta: Rusia e India tienen tecnología de bastante nivel; China, capacidad de desarrollo. Pero, además, Estados Unidos “jamás dejará que la tecnología de vanguardia del Torio la señale otro país”, por lo que recuperará y mantendrá la posición predominante de la IV generación de centrales nucleares.

España debiera avanzar en su programa energético confluyendo con la política europea, que no queda señalada por posiciones puntuales. Alemania no va a perder el conocimiento que posee de la energía nuclear y que le está proporcionando sustanciales beneficios en la exportación y un ámbito de control. (1). La energía nuclear seguirá siendo una tecnología propia de la UE, que no puede perderse. Y si se considera como ejemplar la decisión de Dinamarca de prohibir la energía nuclear, debería tenerse presente que parte de la energía que consume Copenhague, proviene de las centrales nucleares de Suecia, con instalaciones nucleares a menos de 20 km de la poblada capital danesa.

Respecto a la pretensión de clausurar el ATC (acróstico por Almacén Temporal Centralizado) lo calificó el catedrático sevillano de “brindis al sol”. Si hubiera estado vinculado a la propuesta simultánea de “reducir a vidrio todos los residuos de alta radioactividad” -indicó, de manera coloquial, puntualizándola después-, es decir, reprocesar todo el combustible nuclear en Francia” y recoger aquí el de BT, quizá pudiera admitirse la coherencia de la propuesta, cuyo coste económico sería, desde luego, muy alto (2); pero pretender asociar “nuclear, no” con descarbonización es un error mayúsculo; significa, justamente, apoyar lo contrario de la actuación imprescindible en este momento: equivale a defender: “petróleo, gas y carbón, sí”.

(continuará)

 

—–

(1) Esto no lo expresó así Lozano, pero lo interpreto con mis propias palabras.

(2) Como referencia de costes, Lozano indicó que si bien se objeta que la central de Oikiluoko (Finlandia), que no estará en funcionamiento hasta 2018, habrá costado más del doble de los 3.000 mil. de euros presupuestados (hace más de diez años), es mucho menos de lo que en un solo año (2013) las energías alternativas recibieron en España. Según información que he consultado en internet, el coste de la central se aproxima a los 9.000 Mill. de euros, y es cierto que las energías verdes fueron apoyadas en nuestro país con más de 50.000 Mill de euros entre 2005-2013, y que las subvenciones de este último año alcanzaron los 13.000 Mill. €.

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La energía en los programas políticos de los partidos que optan a gobernar España (1)

5 diciembre, 2015 By amarias Dejar un comentario

La infatigable Yolanda Moratilla hizo de presentadora y entrevistadora de tres expertos en temas energéticos, que analizaron, el 2 de diciembre de 2015, y en un acto público en el seno del IIE, la parte energética de los programas de los cuatro partidos con más opciones de participar en el futuro Gobierno de España, en la combinación que resulte de las elecciones del próximo día 20: PP, PSOE, C’s (Ciudadanos) y Podemos.

Quienes hicieron tanto el trabajo previo como la presentación de las conclusiones, además de la catedrática de la Universidad Pontificia, fueron Isaac Alvarez (compañero de la ingeniería minera, directivo emérito de Repsol), Manuel Lozano (catedrático de Física Nuclear en Sevilla) y Victoriano Casajús (ex Director General de REE, presidente de Lysys Real).

Moratilla dilapidó aparentemente la parte misteriosa que pudiera tener el acto, al resumir, apoyándose en un par de transparencias,  los programas energéticos de los partidos, en los que se habían señalado con puntos rojos las propuestas técnicamente  irrealizables, y de amarillo, las inconsistencias detectadas en el propio programa electoral.

“Nucleares y fracking, no; renovables a tope”, era -concretó- el mensaje común de los tres partidos opositores, que, en el caso de Podemos, presentaba una curiosa singularidad: apoyaba el alcanzar el 100% de empleo de energía renovable en la Administración pública (realizable, aunque caro), y clausurar el ATC, además de cerrar de inmediato todas las centrales nucleares (elucubración patafísica, aunque el adjetivo lo pone este cronista por su cuenta) .

Pero advirtió también, que, si el menos dañado por los puntos rojos era el programa propuesto por el PP, lo era más por omisión de propuestas en temas que pudieran resultar conflictivos, quizá por la idea subyacente de que, siendo el actual partido de gobierno, lo que inferirá el elector es que habrá de mantenerse en la misma línea.

A preguntas concretas de la conductora del acto, los invitados fueron desarrollando sus comentarios críticos a los programas. Posteriormente, se admitieron intervenciones y comentarios desde el público, que resultaron en algún caso, polémicos, más por el tono que por el contenido. Lo que no hubo, y lo lamento, fue una propuesta técnica alternativa de lo que podría ser un programa energético óptimo. Al final de esta reseña realizo un esfuerzo petulante en esa dirección..

Casajús, que fue, quizá, el más comprometido en la rotundidad de los análisis, expresó que sería técnicamente imposible, desde el punto de vista de la seguridad de todo el sistema, introducir un porcentaje de energía renovable tal que se comprometiera la sincronicidad.

En lo esencial, se expresó así (aunque utilizo el entrecomillado, transcribo desde mis notas manuscritas).

“Por supuesto, las energías renovables son valiosas en múltiples órdenes y lo serán cada vez más. Pero su incorporación masiva en nuestro actual sistema eléctrico es inviable. Esto es así, porque el sistema de distribución de electricidad es síncrono, -de frecuencia constante-, y ante cualquier variación externa, tiende a autoregularse para mantener su sincronismo.  La incorporación de producciones asíncronas modifica el sistema, que las máquinas instaladas no son siempre capaces de compensar. La situación se convierte en especialmente grave cuando se compromete la falta de periodicidad y la predictibilidad de la generación eléctrica, al superar ese límite por la introducción masiva de energía eólica y solar, que, por su esencia, son asíncronas y, por tanto, perturbadoras de la estabilidad.

“La teoría electromagnética de Maxwell y Cía -explicó el actual presidente de Lyxys Real, para justificar su aseveración- no fue desarrollada a partir de la observación de la realidad, sino en base a experimentos de laboratorio, que sirvieron para concebir los actuales sistemas de suministro. Necesitamos en ellos, mantener la inercia y la capacidad generadora. Para conservar la inercia, son necesarias máquinas rodantes -turbinas, grupos diesel, máquinas de vapor, ciclos combinados, máquinas hidráulicas, etc.- , y si se introducen excesivos elementos que no satisfacen las condiciones de inercia, una parte del sistema, intentan corregir ese desequilibrio y si no fueran capaces de lograrlo, se provocará su desconexión automática”.

Y Casajús prosiguió, extendiéndose en la idea:

“Por su parte, las centrales nucleares son sistemas que proporcionan mucha capacidad de inercia para compensación; la central hidráulica es el elemento ideal -la tubería que comunica los rodetes tiene una reserva de energía importante-. Por el contrario, las centrales solares son sistemas estáticos puros… y, no podemos ignorar que las centrales termosolares no son más que centrales de gas… que se apoyan en el sol para conseguir la fuente de energía primaria.

“Si, en nuestro mix actual, cerráramos de golpe todas las centrales nucleares, el sistema español solo podría admitir un 40 a 50% de generadores asíncronos. Ni siquiera las centrales de ciclo combinado pueden estabilizar el sistema cuando cae la tensión y, por tanto, se altera la frecuencia: el compresor de cabecera baja la velocidad y se queda parado durante un intervalo; ya ha se ha dado ya el caso de un “blackout” (apagón total) cuando el subsistema de generación solo se disponía de centrales de ciclo combinado para alternar con aerogeneradores.”

Con esta concluyente aseveración, la promesa del PSOE de alcanzar el 70% de incorporación de energías renovables, la calificó, por tanto, de irrealizable, al menos, en un horizonte de una o dos décadas.

(continuará)

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De blunt to smart city, una guía para dummies (9)

21 mayo, 2015 By amarias Dejar un comentario

Uno de los aspectos más atractivos de movilización de recursos pasivos en una ciudad para conducirla hacia el objetivo de hacer de ella una Smart city, es el análisis de las posibilidades de mejora de la eficiencia energética global de la misma.

Para ello, es imprescindible, en primer lugar, obtener el mapa de las necesidades energéticas, y cómo se resuelven en la actualidad. Los consumos de energía (eléctrica, pero también bajo la forma de combustibles de todo tipo) constituye un punto de partida. ¿Cuánto absorbe el conjunto de la ciudad -viviendas, edificios públicos, empresas, instalaciones de abastecimiento de agua y depuración, transporte público y privado, etc.-? ¿Cómo se proporciona, a través de qué fuentes? ¿Cuánto cuesta?

Habrá que avanzar, ante la escasez de datos concretos de los que inicialmente se disponga, por aproximaciones sucesivas, estimando el consumo total, a base de índices y datos muestrales, tomados de la realidad como significativos para una evaluación de partida.

¿Cuánto cuesta esta masa de recursos energéticos al conjunto de la ciudad? ¿Qué capacidad de autoabastecimiento posee? De los datos y estimaciones del consumo, y del tipo de energía empleado para satisfacerla, se deducirá una  cifra que permitirá dotar de contenido económico a esa simulación con la que se iniciará el análisis de las actuaciones más convenientes.

Existen ya algunos proyectos y propuestas en curso, que pueden tomarse como referencia. Ya he citado en otros momentos de este trabajo, las actuaciones que están llevando a cabo la municipalidad de Viena, o la de Hamburgo, que figuran entre las más activas.

En este sentido, y aunque se encuentra en su fase inicial, es obligado referirse a la iniciativa de la ciudad de Madrid, que ha propiciado la constitución de una Asociación, Madrid Subterra, en la que participa, junto al Ayuntamiento, un grupo de empresas, Colegios Profesionales y Universidades, y  cuyo objetivo es estimular el aprovechamiento de la energía del subsuelo y la utilización de las múltiples formas de energía producida en los procesos que tienen lugar en la ciudad, y que actualmente se despilfarran, no pocas veces, por ignorancia de su valor. Tengo el honor de encontrarme entre los miembros de su Junta directiva, como representante del Colegio de Ingenieros de Minas del Centro de España

En la ciudad de Viena, se está llevando a cabo el Proyecto ” Optimización de la energía producida a partir de lodos de las depuradoras de aguas residuales”,  que se ha impuesto como objetivo que en 2020 sea autosuficiente. Las depuradoras son uno de los mayores consumidores de energía en las ciudades, habiéndose estimado que un 1% del consumo total se realiza en estas instalaciones.  Conseguir que esta energía provenga de fuentes renovables (solar, geotérmica, y de los propios lodos), así como reducir el consumo con base en una revisión crítica de todas las etapas, es algo a lo que una ciudad inteligente no puede renunciar.

La municipalidad de Hamburgo, por su parte, se ha propuesto generar un sistema integrado en el que se analice la reducción del consumo de energía de todas las instalaciones que se encuentran en la ciudad, y que en la actualidad funcionan de forma independiente. La idea central es que una asociación de consumidores energéticos resulta más eficiente que si cada uno de ellos actúa de manera aislada, y se apela a conceptos como flexibilidad y gestión integrada de valles y puntas de producción y consumo, todo dentro de una red que se plantea como objetivos la disminución del consumo, la oferta de los excedentes puntuales, y la incorporación de formas de producción ambientalmente más saludables, más económicas, y con mayor autonomía.

Me parece imprescindible resaltar que este concepto de actuación común debe encuadrarse en la revisión de las disposiciones legales o reglamentarias que permitan la integración de las instalaciones consumidoras, pertenecientes a empresas e instituciones públicas, para cumplir con los objetivos deseados. Por ejemplo, debe apoyarse la posibilidad de los intercambios energéticos dentro de la asociación de productores-consumidores de la ciudad, y la eventual venta al sistema general de la energía sobrante, y todo ello, sin que resulte afectada la estabilidad y disponibilidad del suministro de energía al resto de la ciudad o la red eléctrica general.

Por supuesto, esta propuesta y otras análogas exigen un análisis profundo de las condiciones técnicas que garanticen que no se interfiera negativamente en la regulación del mercado energético, obligando a desarrollar, por tanto, medidas de control, incorporación de estrictos parámetros de calidad, previsión de almacenaje de energía sobrante y accesibilidad o conectividad a la red general, además de atender a la negociación de las condiciones económicas que regirán el suministro y oferta del recurso.

(continuará)

 

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Sobra energía, falta fuerza (y 8)

25 noviembre, 2013 By amarias2013 Dejar un comentario

(Termino con este Comentario la reseña informal del Congreso sobre la Energía como recurso económico celebrado en Sevilla en noviembre de 2013)

Jiménez Beltrán, en su intervención, se refirió a la divergencia de precios de gas natural en Estados Unidos respecto a Europa (5 veces superior) o Asia (8 veces). Desigualdades como ésta afectan sustancialmente a las posibilidades de acceso a la energía; estimó en 2.600 millones de personas el número de las que no tienen en sus casas cocina o calefacción.

Para Jiménez Beltrán, la estrategia de un país que depende de las importaciones, a la hora de planificar sus fuentes energéticas, debería orientarse con preferencia “a firmar contratos con países pequeños, con poca población”: es mejor contar como suministrador con países como Qatar o Noruega que Irán o Inglaterra, que tienen problemas para autoabastecerse (“no dan abasto”, fue su concreta dicción).

El territorio español está “perforado pero no explorado”. La previsión técnica es que, para que una cuenca se considere explorada, deben haberse realizado 5 sondeos por cada 1.000 km2; en España (con más de 500.000 km2) se habrán perforado unos 600 pozos, lo que da idea del escaso conocimiento del subsuelo profundo. (Ramón Romero ha realizado el gráfico de la proporción relativa de sondeos en España). “No hemos hecho los deberes en los hidrocarburos convencionales”

Jiménez Beltrán puso de manifiesto que el consumo actual de gas natural en el mundo se encuentra en el entorno de 70/75 Mill barriles equivalentes/día (1 barril igual a 165 l)

¿Dónde perforar preferentemente?. El conferenciante recordó que “si hay petróleo en un yacimiento es porque hay roca madre”, y el shale gas aparecerá también donde hay o ha habido petróleo. Los países del Middle East no participan en la corriente actual que vuelca su interés sobre este recurso, porque tienen aún importantes reservas de petróleo.

Desde los años sesenta del pasado siglo se está perforando en Andalucía, habiéndose descubierto los primeros yacimientos de gas en los ochenta: “son porosos y permeables, por lo que no se necesita fracturación hidráulica. Solo se recupera un 15 a un 20% del gas, salvo en el de Casablanca, de tipo water drying, en el que se alcanza el 60%.”

La producción española es mínima: “lo que producimos de gas nos lo consumimos en un día; y el petróleo que extraemos, con dos. Solo 240 millones de barriles se han producido desde el origen, fundamentalmente en Casablanca. La factura en hidrocarburos es similar a la de ingresos por turismo (un 4,5% del pib)”

Las propuestas de Jiménez Beltrán se acumularon al final de su intervención: “El potencial mayor lo tiene España en Canarias, con 1.900 mill de barriles. Pero a los que quieren invertir, en este país les ponemos piedras en el camino: Repsol lleva diez años en discusiones para que le dejen perforar”. “La formación de los funcionarios debe atenderse: conocen la minería, pero no el sector de hidrocarburos. ¿Por qué no hacer como en Inglaterra, en donde se ha creado la figura de civil server, con 2 años de intercambio con las empresas privadas, en donde se forman” “Pongámonos las pilas. Mientras aquí nos demoramos en las decisiones, Marruecos está haciendo perforaciones cerca de Canarias”

Soy perfectamente consciente que dejo sin comentar ponencias que fueron tanto o más interesantes que las expuestas. Las glosaré otro día. Pero me reclaman otras tareas.

FIN

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Sobra energía, falta fuerza (6)

18 noviembre, 2013 By amarias2013 Dejar un comentario

(Continúo en este post con mis Comentarios -a partir de su reseña- al Congreso sobre La Energía que se celebró en Sevilla los días 14 y 15 de noviembre de 2013)

En su rápido repaso hacia las distintas opciones energéticas, se refirió el ministro Soria también al autoconsumo, al que indicó merecedor de un “apoyo total, aunque quien decida engancharse a la red debe pagar la financiación de las infraestructuras, para que no se convierta en un free rider”.

Con tantas opciones excedentarias de suministro de energía para la producción eléctrica, la cuestión de la gestión de la demanda eléctrica es un elemento crucial, cuyo análisis abordó en una ponencia de este Congreso, Alberto Carbajo, hasta hace un año Director de Operaciones de la REE y hoy consultor independiente.

Como algún otro ponente, no descuidó en su intervención la cuestión global, con más de 1.400 millones de personas en la actualidad, sin acceso a la electricidad en el mundo. “La energía es una fuente de incertidumbres”, y el “modelo energético global está en crisis”, siendo necesario en España realizar la planificación desde una perspectiva propia de un modelo de transición.

En un país que, respecto a otros de la Unión Europea, “presenta un peor comportamiento de la intensidad energética, una mayor dependencia exterior, un crecimiento en las emisiones con efecto invernadero más altas, una delicada situación económico-financiera y un empeoramiento de la competitividad industrial, afectado por el crecimiento de los precios energéticos”, los “retos del sistema se concentran en ciertos requerimientos técnicos” (que Carbajo definió, sintéticamente, como “huecos de tensión, control de la tensión y corrientes de cortocircuito”, asociados a la “variabilidad del recursos primario, que obligan a estudiar las interconexiones, la mejora en la gestión de la demanda y el adecuado funcionamiento del CECRE (Centro de Control del Régimen Especial)”(2)

La prioridad concedida a la integración de las renovables, que han canalizado una gran inversión (atraída por las subvenciones), ha provocado -expresó gráficamente Carbajo- “que no nos quepan en el sistema, y se tiene que tirar a veces sin consumirla, lo que en una situación de déficit tarifario es un contrasentido”. Tenemos, corroboró con Soria, “un mix equilibrado, pero no voluntario, ya que es la suma de sucesivos errores; no está mal para una instantánea, pero revela sus problemas cuando se considera en perspectiva”.

“Para cerrar la demanda, cuando no hay producción de renovables, es decir, para cubrir el “hueco térmico”, precisamos de los ciclos combinados y el carbón”, y hemos estado “cerrando los ojos ante la caída de la demanda, que empezó ya en 2008”. Por eso, para Carbajo, en opinión que comparto, “debemos analizar la punta de la demanda, que es el driver. Y en 2010, para una necesidad de cubrir 300 h correspondientes a la mayor demanda, hemos tenido a disposición 4.700 Mw”. Un evidente exceso, producto de la mala planificación.

Para paliar o resolver esta situación de desequilibrio, el objetivo de reducir las puntas de consumo con una mejor gestión de la demanda, apunta a analizar en profundidad estas opciones, que Carbajo enumeró sintéticamente: concienciación de los consumidores para estimular el ahorro, discriminación horaria y llenado de los valles (no solamente con el bombeo, sino estimulando el aprovechamiento de la tarifa nocturna). “Se ha perdido la cultura del ahorro, y hacen falta señales claras de precio”.

La interrumpibilidad, enfocada a favorecer la reordenación de sus consumos para industrias y empresas de más de 5 Mw, (un 50% de su consumo anual en período 6, horas valle) a cambio de determinadas prestaciones (regulada actualmente por la Orden IET 2013 de 31 de octubre), admite tres tipos de interrumpibilidad: instantánea, con preaviso de 15 min o con un preaviso mínimo de 2 h.

En su intervención, Carbajo comentó que no se había producido un debate que estimaba necesario, y que, por su ausencia, había propiciado errores en el apoyo a las renovables. “Se han concedido primas sin tener en cuenta ni la evolución de los costes, ni los cupos de potencia, y se han cedido las competencias de autorización a las CCAA” (con lo que se ha renunciado a la visión global). Aún peor, “no existió correlación entre la potencia autorizada de las EERR (energías renovables) y la potencia técnica de respaldo”.

A la falta de transparencia en los costes, se une la decisión, cuanto menos discutible, de que “el consumidor eléctrico asuma los costes totales, cuando debería ser más adecuado que los asumiera el energético” y tampoco resulta para Carbajo adecuada que “se utilice el bono del Estado como referencia para la rentabilidad, cuando debería haberse usado el WACC” (3). Tampoco el término “eficiente y bien gestionada”, que figura en la nueva Ley “está acuñado”, generando vías para la inseguridad jurídica y la controversia. Esta inseguridad se complica aún más, cuando se habla de “una rentabilidad media del 7,5%, lo que implica que los que han conseguido mayores rendimientos por su eficacia, verán disminuida su rentabilidad efectiva”.

La reforma, pues, según fue puesto de manifiesto en los corrillos mientras tomábamos el café. “está bien intencionada, pero es incompleta y carece de visión a largo plazo”. No puede olvidarse que “seguridad de suministro es un concepto superado por el de costes en la red”.

(continuará)

—-
(2) El Centro de Control del Régimen Especial, CECRE, fue creado por Red Eléctrica de España (REE) en 2007 con el objetivo de integrar la mayor cantidad de energías renovables en la red, siendo su mayor éxito la incorporación el 8 de noviembre de 2009 de 251.543 MWh de producción eólica (el 44,9% de la demanda eléctrica)

(3) Weighted Average Cost of Capital, es decir, coste medio ponderado del capital invertido, que tiene en cuenta la tasa de interés a la que se aplican, tanto los recursos propios como los ajenos, incluidas las subvenciones.

Archivado en:Energía Etiquetado con:Alberto Carbajo, autoconsumo, CECRE, colegio de minas del sur, energía, hueco térmico, incertidumbres, ingeniero de minas, planificación, REE, Sevilla, Soria, subvenciones, valle, WACC

Sobra energía, falta fuerza (5)

18 noviembre, 2013 By amarias2013 Dejar un comentario

(continuación de los anteriores)

Las debilidades el sistema energético español que el Ministro Soria puso de manifiesto se concretan en los precios y en el déficit tarifario. Reconoció que tanto para el consumidor doméstico como para el industrial, están por encima de la media europea, y entre los valores más altos absolutos (solo superados por Malta, Chipre y, en el caso de los industriales, también por Italia).

Si la previsión de incremento de la demanda eléctrica para el período 2006-2013, en paralelo a la evolución económica estimada, debería haber sido del 24-25%, la realidad es que ésta última solo aumentó en el período el 1,7%, permaneciendo estancada -o con un ligero decrecimiento- la demanda eléctrica.

El modelo ideado por la Ley 15/2013, al que acompañarán 7 R.D, pretende conseguir el equilibrio entre ingresos y costes. Desaparecen las primas para las renovables, sustituidas por un sistema de incentivos a la inversión; sin embargo, Soria indicó que el Gobierno “mantiene una apuesta clara por las renovables”. “A partir de unos costes estándar, se entiende un rendimiento razonable el de 7% (valor del bono español más 300 puntos básicos).

No se refirió el Ministro concretamente al efecto invernadero y al incremento de las temperaturas imputable a la actividad antropogénica, pero sí lo harían algunos ponentes. José Luis del Valle, apelando al último Informe del Panel Intergubernamental para estudio del Cambio Climático, recordaría que si no se implantan nuevas políticas, el incremento de temperatura en el año 2050 sería de 5,3ºC, y que es necesario considerar los costes nivelados de las opciones energéticas, y no los costes absolutos.

La idea de del Valle merece una atención especial, porque hace referencia al factor de utilización, es decir, al número de horas/año de uso real de una instalación. Se planteó la cuestión (cuya respuesta dejó al criterio de cada uno) de “si nos podríamos permitir invertir en eólica”.

En el caso de las eólicas terrestres, las 2.000/2.500 h/año de utilización promedio contrastan -expuso- con las 4.500 h/año de algunas zonas norteamericanas. La utilización de los aerogeneradores offshore estaría a niveles de las 1.000 h/año, con un coste de 80 €/Mwh (frente a los 42 €/Mwh de la solar fotovoltaica). Por eso, cree que la eólica va a seguir necesitando subvenciones hasta el 2020, momento a partir del cual las ayudas se concentrarán en las eólicas marinas.

Por mi parte -aunque no tuve ocasión de expresarlo en este Congreso, al menos en público- vengo indicando que es absolutamente imprescindible que, desde el Gobierno se asuma de una vez una visión global y se ponga sobre la mesa de la opinión pública toda la información disponible sobre capacidades, rendimientos, potencialidades y costes. Si el sector de producción eléctrica funcionara con un solo criterio, podríamos resolver el problema de contorno de manera bastante más económica.

En definitiva, si se trata de cumplir con las directrices de la Unión Europea, (tener un 20% de energía renovable para el 2020, en concreto), deberíamos satisfacerlas con el menor coste posible, porque lo fundamental es garantizar la competitividad de nuestras empresas. Por ello, incluso cabría considerar en el cuadro de opciones tener que pagar una penalización por incumplimiento: no tenemos por qué ser los abanderados de un objetivo romántico, globalmente insuficiente y perjudicial para nuestra economía.

Y, si tenemos tan alto excedente de capacidad, deberíamos confeccionar el mix instantáneo/diario considerando como preferentes para entrar en el sistema, las instalaciones de coste inferior -¡atención, considerando costes marginales, no medios!-, con las siguientes condiciones de contorno: garantizar una producción mínima acumulada por instalación, planificar las paradas de mantenimiento de forma conjunta, imponiendo un máximo a la subvención por grupo empresarial, analizando las consecuencias de mantener en hibernación o al ralentí las instalaciones de menor eficacia económica o de sostenimiento técnico más costoso…

(continuará)

Archivado en:Energía, Ingeniería Etiquetado con:cambio climático, congreso, consumo, energía, eólica, factor de utilización, Ingeniería de minas, José Luis del Valle, Ley 15/2012, panel intergubernamental, Sevilla, Soria

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