(Este es el séptimo comentario con el mismo título, en el que prosigo con la glosa del interesante Congreso celebrado en Sevilla los días 14 y 15 de noviembre de 2013, organizado por el Colegio de Ingenieros de Minas de Sur, cuyo decano actual es Felipe Lobo)
El ministro Soria terminó su intervención dibujando un panorama de “señales favorables”: “hace un año la prima de riesgo estaba en 600 puntos básicos y hoy se encuentra en 235”, “hay luz verde para que España salga del marco de las condiciones del Memorándum de Entendimiento” (se refería, por supuesto, al que marcó las del rescate financiero), “vuelven las inversiones a España”, aumenta la actividad “no solo en automoción, también en alimentación, consultoría, etc.”
Esgrimió Soria un argumento novedoso (al menos para quien este escribe) “en economía las tendencias son más importantes a veces que los indicadores”, “concluyendo que 2014 será el año de la recuperación.”
Como ya expresé, la alocución inaugural del alto mandatario sería después comentada por otros intervinientes, y también en las pausas para café o en los brunch que se sirvieron. Todas las ponencias revistieron de un alto interés, y no solo técnico, pues permitieron dibujar un panorama muy completo de la situación energética española. Sin embargo, no me corresponde hacer de relator de ese brillante Congreso, y voy a resumir en la felicitación a Felipe Lobo y al equipo responsable de la Comisión de Energía en el Colegio del Sur, la impresión duradera que nos produjo a todos los que tuvimos ocasión de asistir a todo él.
Consciente de no hacer justicia a las ponencias que no reseño en estas notas, quería comentar, para cerrar esta serie, solamente dos intervenciones más.
Mariano Jiménez Beltrán, representó bien el papel del técnico con amplia experiencia que, en su calidad actual de consultor, navega por las decisiones ajenas (y aquellas en las que intervino anteriormente) con soltura. Habló sobre las “energías no convencionales” y empezó ya destruyendo la pertinencia del nombre: “se conocen desde siempre”. Había sido, por cierto, presentado por el moderador de su sesión, como “hombre con superpoderes”, ya que había sido acusado de haber causado un terremoto de escala 3,6 Richter en Torreperogil (Jaén) sin haber iniciado ninguna perforación, denuncia que fue, evidentemente, archivada, cuando se comprobó que solo había tomado unas muestras para gravimetría con el equipo de análisis que transportaba en su coche.
“Desde los sesenta -dijo Jiménez Beltrán- se lleva perforando en Andalucía; en los ochenta se descubrieron los primeros yacimientos de gas, que son porosos y, por tanto, permeables, por lo que no se necesita fracturación hidráulica.” Fue optimista al valorar el futuro y los avances: “Los ciclos combinados volverán a tener su oportunidad. No podemos olvidar que hace quince años nos faltaba de todo”, y se preguntó por qué no se ha pasado del uso del petróleo al del gas natural, que, a nivel energético, es la mitad de caro. “Debiera apoyarse su uso generalizado en los vehículos, no solo en algunos autobuses públicos”, puso como ejemplo.
Jiménez Beltrán recordó que el fuel fósil cuenta con importantes subsidios a nivel global. El Informe publicado a primeros de este año por el IMF imputa a la zona MENA (acrónimo por Middle East y North Africa) el 50 % de los subsidios a la energía, habiendo gastado sus gobiernos 235 mil millones, un 22% de los ingresos. En Oriente Medio, los subsidios acapararon el 34% de ese total. (4)
(continuará)
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4) Una recomendación al lector interesado. Léase el último Informe del IMF sobre el tema. El IMF califica este gasto de dispendio, ya que drena recursos sin servir de ayuda para mejorar la pobreza, estimulando el consumo energético y apoyando la creación de industrias intensivas en capital, reduciendo los inventivos a las energías renovables.
A nivel global, los productos petroleros atrajeron el 54% de las ayudas, 285 mil millones de dólares, seguidos por los subsidios al combustible fósil, que se reflejaron en una bajada de precio de la electricidad de 131 mil mil. $, según otro informe fundamental, que maneja cifras similares y extrae demoledoras conclusiones sobre el objetivo y consecuencias de estas decisiones gubernamentales de los países de la zona, el de la IEA.