start-up: (léase estartáp) Alevín empresarial, nacido en territorio hostil, cruce artificial entre las nuevas tecnologías y la inocencia de lo que es el mercado, que se alimenta de ilusión y cantidades ingentes de trabajo, y que rara vez alcanza la edad adulta, pues su delicada carne es muy apreciada por un gran número de depredadores, siendo también objeto de persecución por ciertos adultos con deseos infantiles de grandeza, que se fotografían con ellos y los dejan morir de inanición, después de haberlos mostrado públicamente como trofeo. Véase: nuevas tecnologías, pymes, subvenciones.
coyuntura: 1. Situación desesperada para la mayoría, que, cuando se presenta, no tiene más solución que salirse de ella. 2. Dado el carácter dual del término, para unos pocos, oportunidad de salirse con los méritos y producto del trabajo de los demás. Véase: oportunidad, crisis, debacle.
Soborno. Piropo o cualquier otro material fungible, como pastillas de chicle, que se entrega a un funcionario para que agilice los trámites de cambio domiciliario; dícese también de los sobres con dinero que las constructoras y empresas de servicios -en particular- deben emplear como peaje a los intermediarios para conseguir, en limpia concurrencia pública, un contrato. Véase: piropo, contrato, concurso público
teléfono móvil: 1. Cada uno de los aparatos inservibles que se amontonan en los cajones de oficinas y viviendas, y que sirvieron para aumentar la tarifa telefónica hasta límites de usura. 2. Artilugio que se lleva en el bolsillo trasero del pantalón (los varones) o se deja olvidado en casa (las mujeres), y que sirve, básicamente, para sacar fotografías. Véase: iphon, ipad, cacharro, nuevas tecnologías.
batería: 1. Perteneciente a una banda musical que tiene buen oído, pero no sabe tocar ningún instrumento. 2. Elemento que sirve para la carga de alguno de los diferentes aparatos que conforman o conformaron nuestro nivel de vida, aunque no sabemos ya a cuál pertenecía, salvo que siga conectado a él, en cuyo caso es posible que sea la principal fuente de su mal funcionamiento. Véase: pila, recarga, litio.
economista: 1. Meteorólogo que predice, con técnicas de adivinación que no consigue jamás explicar a los demás (incluídos los que se dedican al mismo oficio) las razones por las que las cosas no suceden jamás como han previsto, pero han sucedido exactamente como dijeron que habían predicho. 2. Dice de sí mismo quien alardea de poseer una carrera universitaria que le capacita para llevar la gestión de un grupo empresarial, hasta que entra en suspensión de pagos o quiebra técnica. 3. Persona que, poseyendo la carrera universitaria de Licenciado en Empresariales, Economía u otras ciencias afines, pasa la mayor parte de su tiempo de trabajo (cuando tiene éste) poniendo números en varias columnas de un programa Excell y haciendo informes que nadie leerá, porque no los entienden; en casos extremos, puede verse obligado a despedir a sus compañeros de trabajo, en la búsqueda de la rentabilidad, proceso que terminará con la pérdida del suyo propio. Véase: macroeconomía, microeconomía, ciencia infusa.
(continuará)