Disgusto. Cosecha infalible del que siembra expectativas.
Normal. 1. Comportamiento de quien no tiene imaginación ni agallas para hacer otra cosa. 2. En una situación cualquiera, resultado que se espera cuando no se dispone de información suficiente sobre las verdaderas opciones. 3. Función estadística que refleja que si se repite muchas veces un suceso, manteniendo la situación de contorno invariable, la mayor parte de los resultados son anormales.
Herramienta. 1. Objeto que sirve para manipular sobre otro, al que deforma con mayor velocidad que el deterioro que él mismo sufre. 2. En informática, programa del que se utilizan solamente un par de cosas, para las que es posible que no haya sido específicamente ideado.
Visita. 1. Persona o grupo de personas que irrumpen en casa ajena con la intención de ser invitados a merendar o cenar a cambio de un paquetito de pastas rancias. 2. Manera hipotéticamente tranquilizadora con la que un familiar anuncia que nos la va a hacer, ocultando su intención de hacernos mucho más, permaneciendo varios días con nosotros. 3. Entrada específica de un ciudadano anónimo en un museo o establecimiento abierto al público, que debe realizarse en horas concretas y previo pago, para distinguirla de las que incursiones que realizan quienes detentan otras categorías sociales, que se acompañan, según los sitios, de cánticos, cóctel o conferencias, y son, en cualquier caso, gratuitas.
Poesía. 1. Conjunto de palabras agrupadas por un exaltado en un momento de arrebato, que ha sido provocado por un estimulante, no necesariamente sicotrópico, al que el autor concede un significado especial, no correspondido. 2. Soneto o composición de estructura parecida, rareza literaria, porque su resultado no guarda relación con el tiempo que es necesario emplear para escribirlo. 3. Sensación agradable percibida por quien tiene los ojos abiertos a los encantos de la naturaleza, y que es tenida por síntoma de debilidad, y que es aconsejable, por ello, disimular.
Comedor. 1. Lugar de asistencia social en el que se sirven platos templados de garbanzos o lentejas a quienes no disponen de medios para que se les ofrezca un lugar de trabajo remunerado. 2. Lugar de la casa en el que se ve la televisión.
Mejillas. También llamadas mofletes o carrilleras, carne muy apreciada del rostro de algunos animales –siendo más sabrosas las de cerdo que las de vaca -, que en los seres humanos conserva su sensibilidad, enrojeciendo, mientras se tenga vergüenza.
Manual. 1. Librito que se vende junto a un aparato de complicado manejo, que puede resultar imprescindible leer después de haber intentado hacerlo funcionar en vano, que se haya escrito en decenas de idiomas, traducidos del chino por un estudiante políglota, y que, si bien rara vezo sirve para resolver las dudas planteadas, dispone de una relación de establecimientos previstos para dar asistencia técnica, de los que no cabe descartar que las señas de alguno sean correctas. 2. Procedimiento alternativo para accionar un equipo automático, que ha de ser preferido por tener menores opciones de estropearse.
Pendiente. 1. Adorno, típicamente circular, que se introducía en sendos agujeros realizados en las orejas de las niñas al nacer, para distinguirlas sexualmente sin necesidad de desnudarlas. 2. Adorno de utilización asexuada, que evidencia la pertenencia a cualquier grupo o colectividad de ideario confuso, e incluso de ninguno, que se coloca en cualquier parte del cuerpo, con el objeto de llamar la atención sobre la infección cutánea que ha producido, y que suele combinarse con tatuajes realizados por la pareja o un amigo en una noche de juerga.
Casco. 1. En una ciudad con monumentos y ruinas, lugar en donde los coches aparcan sobre las aceras o en los lugares previstos para tránsito peatonal. 2. Protección utilizada por los motoristas, que, cubriendo la cabeza por completo, deja expuestos los demás órganos susceptibles de ser donados en caso de accidente mortal, y que encuentra su uso más exótico para ocultar el rostro de un presunto delincuente perfectamente identificado, cuando acude a declarar a una sede judicial. 3. Receptáculo que contuvo bebidas, y que se debe depositar entregar en el contenedor azul para su destrucción, y que, cuando no existía concienciación ambiental, se reutilizaba.
Conversación. 1. Monólogo en el que una persona cuenta sus propias desventuras a otra, que, consciente de que carecen para ella de interés, las escucha sin intervenir más que con monosílabos que disimulan que está pensando en otra cosa. 2. Intento reiteradamente fallido en el que un padre intenta dar a su hijo consejos que estima pertinentes, y que se recuerda con nostalgia como una lástima, después de fallecido aquél.
Tos. 1. Manifestación de existencia emitida por un fumador cada mañana, al levantarse. 2. Incorporación a una obra orquestal por parte de alguien que carece de oído alguno para este arte. 3. Si es nerviosa, intento de aclarar la garganta cuando no se sabe qué decir, y convendría saberlo.
Bruja. 1. Mujer malvada, que vive en los cuentos de hadas y que se fabula tiene cierto parecido sicológico con la mamá política. 2. Persona que pretende tener facultades especiales, por lo que adivina lo que nos ha sucedido, si le damos la oportunidad de conocerlo previamente.
Labios. 1. Repliegues, a modo de bordes carnosos a la entrada de la boca, que en la mujer se encuentran, sorprendentemente, duplicados en una otra parte, que sea salva. 2. Zona erótica secundaria, en el que, poéticamente, se pretende ubicadas sensaciones sexuales de mayor interés.
Nombre. 1. Apelativo escogido por el padre o padrino para una inocente criatura, que marcará, no solo su carácter, sino el mote o diminutivo que recibirá al crecer. 2. Atribución de una expresión corta para llamar a un animal de compañía que, si se pronuncia en su presencia a la hora de su comida, fingirá que lo entiende.
Apellido. 1. Resto histórico de la designación de un clan familiar, con sorprendentes escasas variantes, sin otro valor actual que convencer a la mayoría de los ciudadanos que, por carecer de ancestros destacables, dependen solo de su capacidad y su trabajo. 2. En los libros de heráldica, registro de importantes, útil para detectar orígenes de patrimonios.
Silencio. 1. Espacio entre dos ruidos, que se antoja prolongado e incluso intenso si nos paramos a pensar en él. 2. Como toque de corneta, aviso nocturno utilizado en los cuarteles, para indicar que los oficiales y los soldados autorizados pueden salir de parranda al pueblo cercano. 3. Voz inútil con la que los padres desesperados intentan expresar a sus infantes que a ellos les ha llegado la hora de dormir.