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A Rafa Ceballos, ingeniero de montes, mago, amigo del alma, compañero;
me acaban de decir que acaba de fallecer por el maldito coronavirus.
No nos valió tu magia, compañero
y te nos llevó la muerte, confiado,
con tus mazos de cartas y el sombrero
a hacer malabarismos a su lado.
Dejaste marcado a otros el sendero
y entregaste tu fe con gran cuidado
en hacerlo todo bien sin ningún pero,
dando a cada problema lo indicado.
Fuiste, por vocación, un hombre entero,
sabio, tu ejemplo fue feliz contagio;
y para quien navegó siempre ligero
tu escapada será solo un presagio
y reaparecerás como te quiero,
salvándonos a todos del naufragio.
1 de abril de 2020 (@angelmanuelarias, Sonetos desde la crisis)
Siempre recordaré sus trucos divertidos,, pero más su sonrisa cercana.
Me animó cuando lo necesité.
DEP.