Nos preparamos contra un enemigo
y centramos en armas nuestro esfuerzo
la clave siendo contra ti o contigo.
Pero un virus precisa otro refuerzo.
Qué equivocados estamos, amigo.
Y en la vía emprendida me retuerzo
que, sin asegurar lo que consigo,
de portavoz con este verso ejerzo.
Nuestra desgracia como tú maldigo
preguntándonos por la resistencia
del mal que junto a ti vencer persigo.
Cuido de provocar interferencia
en la confusión: me importa un higo
cuanto no valoremos en conciencia.
(22 de marzo de 2020 @angelmanuelarias, Sonetos desde la crisis)
Gracias, Ángel.