Madrid sigue siendo una ciudad en la que o das un conferencia o te la dan, aunque dada la inmensa proliferación de Centros, Fundaciones, Asociaciones, Jornadas y Congresos, y -en mi caso, al menos- las limitaciones de tiempo y categoría, lo más habitual es que te la den, o al menos, intenten dártela.
En cuanto puedo, acudo a escuchar a los demás, especialmente a las personas que ocupan cargos en las Administraciones públicas y grandes empresas o asociaciones de este país. Me da información de primera mano y me permite analizar talantes, intuir transfondos de las personalidades y, desde luego, si hay turno de preguntas, no desaprovecho la ocasión de intervenir. No tanto por afán de protagonismo -uno es consciente de que le quedan pocos trotes- sino por ayudar a que esa mayoría silenciosa que, por timidez y recelo individual nunca se expresa, al menos obtenga algunas respuestas fuera del guión.
El 20 de julio de 2013 el Comité de Ingeniería y Desarrollo Sostenible (CIDES) del Instituto de Ingeniería de España organizó una Jornada bajo el lema: “El Agua, efectos transversales”.
Figuraban como ponentes dos de las personas que más saben del agua en España -Rafael Fernández Rubio y Roque Gistau- y, además, Liana Ardiles, que es actualmente Directora de Agua en el Ministerio de Ambiente y Agricultura, o sea, que la que manda en el sector.
La presentación corrió a cargo de Rafael Ceballos, presidente del Comité, quien estaba previsto que moderase la mesa redonda posterior, pero que no tuvo lugar -hubo solo una pregunta, pues no queríamos correr el riesgo de quedar encerrados junto a la cápsula del tiempo-. porque la Sesión comenzó con retraso (estuvimos esperando un buen rato a la Directora, hasta que nos dimos cuenta de que solo acudiría a dar su charla). Seguro que por aquello de compensar el tiempo que nos hizo perder al principio, la intervención de Liana Ardiles, interesante y didáctica, superó ampliamente los veinte minutos previstos, a las que los demás ponentes nos ajustamos.
He escrito “nos” porque el cuarto ponente era yo, y el título de este Comentario fue el de mi charla. Tenía un subtítulo también muy ambicioso: “Estrategias, conflictos de intereses. Resultados y cuestiones pendientes”. Había preparado, como es mi estilo, una intervención llena de datos y con varias propuestas provocadoras que, rompiendo el esquema clásico, presenté como conclusiones desde el principio de mi charla.
Me sorprendió que en el Salón de Actos, a pesar del esfuerzo de difusión de la convocatoria, no hubiera más que dos decenas de personas. Eso sí, todas ellas relevantes, y todas buenos amigos.
Yo ya me he acostumbrado a que mis esfuerzos por comunicar no encuentren el eco que me desearía, pero, ¿y el interés que tiene lo que puedan decir los demás ponentes de una mesa como la del día 20 de febrero? ¿Estamos saturados? Roque es Presidente de la Asociación Española de Abastecimiento y Saneamiento, y fue Presidente del Canal de Isabel II, Comisario de la Expo de Zaragoza y un largo etcétera. Rafael es Premio Jaime Primero a la Protección del Ambiente, fue catedrático de Hidrogeología y mantiene una actividad como consejero internacional en temas hídricos que le hace aparecer como uno de nuestros mejores expertos. Liana, en fin, es la responsable de la Planificación Hídrica española y nos dió una magnífica y actual visión sobre la problemática.
Yo…Pero ¿a quién le importará todo esto? Por si acaso, en algún Comentario posterior haré un resumen de mi ponencia, e invito a visitar la web del Intituto para conocer de qué hablaron los demás.