Plaza.-1. Lugar en donde se hacían en España y en otros países de su mismo entorno, espectáculos culturales de maltrato a hombres y animales, que incluían la incineración y la perforación del cuerpo con hierros, y que aún gozan de cierta aceptación. 2. Sitio típico en el que se pueden comprar hortalizas, huevos y frutas, a precios ligeramente superiores al de los supermercados, con la ventaja de no tener fecha de caducidad. 3. Zona céntrica de una ciudad en la que se concentran las manifestaciones de protesta; son famosas las de la Puerta del Sol y la Grand Place de Bruselas.
Cenizas. 1. Lo que se cae del puro encendido sobre la pechera del fumador, haciendo agujeros característicos. 2. Restos de un difunto cuyo titular ha ordenado ser incinerado, con el deseo, no siempre cumplido, de que sean dispersos en el mar o bajo un árbol concreto. 3. Mujeres a las que en su círculo de enemistades se atribuye, sin fundamento alguno, que traen mala suerte porque pronostican lo que debe ocurrir indefectiblemente.
Opción.1. Cada una de las maneras de presentar un mismo resultado, para que alguien elija lo que le parezca más adecuado a su ignorancia del tema. 2. Forma de pagar una hipoteca que se está seguro de poder cumplir cuando se escucha al vendedor del bien, mueble o inmueble, y que, cuando se demuestra inviable con el tiempo, nunca falta quien nos explique nuestro error.
Arroz. 1. Gramínea que fue muy apreciada en China y que actualmente es venerada en Occidente como base para unos canapés cubiertos con algas, cuya comestibilidad depende en gran medida de la salsa que se acompaña. 2. Junto al azafrán, el principal constituyente de la paella valenciana, plato que tiene tantas maneras de elaborarse como cocineros. 3. De forma figurada, dícese que se pasa cuando se ha perdido una oportunidad que nunca se ha tenido.
Cocido. 1. Asunto de interés que se trata entre pocas personas, con el propósito de beneficiarse de lo que amañan o cuecen. 2. Cualquier plato que lleve garbanzos, siendo muy popular en Madrid, el que se hace con bacalao y espinacas -que se llama desarme, en memoria de no se sabe bien qué- y, en el resto del España, el madrileño, que lleva siempre lo que haya más a mano.
Misa. 1. Ejercicio gimnástico destinado a la tercera edad con un programa muy rígido, dirigido por un monitor experimentado. 2. En la expresión “no saber de la misa la media”, se indica que alguien no tiene ni puta idea de algo, de forma más elegante.
Voto. 1. Expresión individual por la que una parte de la población manifiesta periódicamente su ingenuidad en que lo que nos sucede tenga algún remedio. 2. Papel doblado en blanco, o con nombres reales o imaginarios, que se recoge en una urna o un sombrero, y que se destina típicamente para elegir a quien ocupará un cargo honorífico, previo a su recuento; es también característico que todo candidato escriba su propio nombre.
Socialismo. 1. Invento genial para contentar provisionalmente a la población descontenta, haciéndola creer que participa en la modificación de un panorama inmutable. 2. Doctrina en constante mutación, muy dependiente de los intereses y capacidad de su grupo dirigente para captar la situación de la mayoría, a la que siempre se acaba decepcionando.
Liberal. 1. En los Estados Unidos, tipo que cree que hay que dejar que cada cual desarrolle su iniciativa, porque eso beneficiará al conjunto. 2. En Europa, y especialmente en España, persona reputada de reaccionaria por socialistas, comunistas y ácratas, a la que se atribuye la creencia en que la libertad de mercado es la única manera de sacar de la pobreza a los que no tienen otra iniciativa que trabajar por cuenta ajena.
Eminencia. 1. Obispo, catedrático, o persona que alardea de poseer una cultura superior, y que está convencido de que no se equivoca nunca, habiendo convencido a otros de esa cualidad fantasiosa, por lo que le hacen la pelota. 2. Autoridad provisional en un tema, hasta que se descubre que lo que argumentaba era falso, pero que ha permitido avanzar a la ciencia hasta el siguiente error.
(continuará)
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