Hoy, 4 de febrero, es el Día Mundial del Cáncer, que celebran conjuntamente la Organización Mundial de la Salud y el Centro Internacional Contra el Cáncer. Este año 2022 han elegido el lema: “Por unos cuidados más justos” (“Closing the care gap”, en el inglés original).
He tenido ayer mismo mi premio particular para que la celebración tenga sentido especial para mí. Me fue comunicado el resultado del último TAC (siglas de Tomografía Axial Computarizada). Una de mis dos metástasis ha vencido las barreras del tratamiento y ha vuelto a crecer. Tengo, como se dice en el argot convencional de médicos y pacientes, “muy mal pronóstico”, para indicar que carezco de posibilidades de supervivencia a corto plazo en el actual conocimiento de la ciencia.
No quiero entrar en más detalles, no por reserva personal ni inexistente pudor (más abajo en este Comentario incluyo una selección de los artículos que dediqué al cáncer, a la investigación oncológica y a las carencias que subsisten en la detección y tratamiento de esa grave enfermedad, cuya realidad se ha superpuesto a muchas dolencias mortales, que antes eran diagnosticadas con otros nombres y que hoy se sabe que son tumores).
Me voy a detener hoy en glosar el lema elegido por los impulsores de esta falsa celebración, pues es evidente que no se celebra una enfermedad cuya extensión progresa continuamente y por la que, aunque ha habido indudables avances, todavía fallecen anualmente en el mundo miles de personas. Casi diez millones en 2020, con el doble de pacientes diagnosticados de algún tumor en el mismo período. En España, ha habido 109.706 defunciones por cáncer en 2020 (dato del Instituo Nacional de Estadística), en una lista encabezada por los tumores de pulmón y sistema respitatorio, colon y páncreas. Se cumple la mágica proporción de que en ese año se diagnosticaron el doble de casos en relación con el número de fallecidos.
El lema de este año es una necesidad, una obligación, un reto. Sin embargo, no podemos ser optimistas. No se cumplirá, porque no hay voluntad, ni información, ni capacidades económicas y técnicas. Según el lugar del mundo y el tipo de tumor (eso, si se detecta), varían dramáticamente las posibilidades de obtener un tratamiento adecuado que prolongue la vida, consiga -si es posible- la cronificación del tumor o proporcione los cuidados paliativos que hagan más llevadero -al paciente y a sus allegados- el tránsito por la enfermedad hasta la muerte,
Tampoco en España podemos decir que no necesitamos que se reflexione y avance por conseguir unos cuidados más justos según las Comunidades Autonómas y los Hospitales en ellas. Es decir, empleando la traducción directa del lema en inglés, más ajustada al propósito que debe primar, a saber, eliminar las diferencias que existen en los tratamientos del cáncer según países, medios hospitalarios, niveles económicos.
- Como objetivo global prioritario: hay que superar la situación de que los Estados más pobres ofrecen menos opciones de detección y tratamiento
- Según la disponibilidad económica de los pacientes en un mismo país: los ricos tienen más posibilidades de supervivencia, al poder acceder a tratamientos más caros y más avanzados
- Según el centro médico o el equipo oncológico que los trate, dentro de un mismo país. No todos los hospitales está igualmente equipados, no todos los facultativos tienen la misma información, experiencia, dedicación. No en todos los sitios se dispone de los fármacos y tratamientos más avanzados.
Buen día, mi cáncer. No te tengo miedo y sé que no estoy solo para tratar de vencerte. Te ha salido desde hace un año un hermano gemelo, que también crece en mí y que es aún más peligroso, porque no se conoce aún cómo tratarlo, es decir, cómo vencerlo o cronificarlo.
Queridos pacientes de cáncer. Os deseo de corazón que la investigación de los tumores avance a gran velocidad y que los hallazgos lleguen a todos y, por tanto, que no tengamos que lamentar tanto dolor, tanta angustia por su causa. Somos conscientes de que hacen falta muchos más recursos, más investigación, aún mejores capacidades. Se ha avanzado, desde luego, pero en esta carrera, el enemigo a batir corre que se las pela.
Nota. Si el lector escribe la palabra “cáncer” en el apartado de búsqueda, aparecerán varios de los Comentarios que dediqué a este tema desde que mantengo vivo este blog. Hace ya casi quince años. Estos que figuran a continuación son una pequeña muestra.
CONVIVIR CON EL CÁNCER – Al socaire (angelmanuelarias.com)
Querido Angel, esperanza en el siguiente tratamiento. Una nueva barrera para seguir ganando la partida.
Continúa desbrozando el camino, iluminando donde las sombras. Tu fortaleza nos permite tener perspectiva y no miedo. Tu capacidad para articular de nuevo, tu visión holistica, tu mirada más allá de uno mismo, es admirable
Querida Isabel, muchas gracias por tus palabras de ánimo, tan poéticas, increíblemente hermosas. Los pacientes de cáncer metastásico sabemos -o debemos saber- valorar correctamente el alcance de nuestras esperanzas. Confío en los avances de la medicina y, concretamente, en los esfuerzos y conocimientos del equipo facultativo que me atiende, para superar mis actuales patologías, aunque no me hago desproporcionadas ilusiones en que esos tratamientos sean milagrosamente eficaces ni que, si aún no existen en el mercado, lleguen a tiempo para cronificar el avance de aquellas en mi organismo. Tengo fe también en mi resistencia síquica, si bien desconozco en qué medida e intensidad me será solicitada en el camino que, forzosamente, debo recorrer. Lo veremos. Un abrazo
Angel, “certero y centrado”, como siempre,.
Tus palabras me llevan a aquello de que los 10 mandamientos se reducen a 2, bueno más que mandamientos son deseos utópicos objetivos hoy inalcanzables :
1°.- Qué todo el mundo tenga posibilidad de acceder a una precoz detección y al más apropiado tratamiento.
2°.- Qué se dediquen muchos, muchos más medios a la investigación de esta enfermedad.
Para los que estamos “cancerados” seguro que es tarde, pero hay muchos miles a continuación que serían muy felices. Va por ellos…
Angel , gracias por compartir …te admiro.
Me sumo también a lo expuesto por Carlos y creo que se deben dedicar muchos más medios a la investigación , no entendiendo como no es un objetivo prioritario de la “ cara buena del mundo “ .
Un fuerte abrazo
Gracias, Javier. En lo que acertadamente indicas, la falta de solidaridad internacional es deplorable. La pandemia (por poner solo un ejemplo en el que las fronteras no cuentan) ha puesto de manifiesto que no solo hay que cuidar el patio propio, sino que la basura del patio ajeno acabará volviéndose contra nosotros. Un abrazo