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Vivir intenso el yo es cruel condena
siendo argollas de una misma esencia,
al que disparidad resulta ajena
y fácil sustituto encuentra ausencia.
Concedo por costumbre, preferencia
a rechazar cireneos a mi pena:
aunque débil eslabón de la cadena
confío en mantener la resistencia.
Joven que hoy exhibes insolencia,
mañana tendrás por única faena
suturarte desgarros de existencia.
Serás anciano en una residencia
y tomarás con la sopa de la cena
las pastillas que alivien de presencia.
9 de junio de 2020
(@angelmanuelarias, sonetos desde la crisis)
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