Si los reyes fueran corredores de relevos, escribiría que el 19 de junio de 2014, Felipe VI recogió el testigo de Juan Carlos I (o, quizá, a la manera de los Papas, simplemente Juan Carlos, como lo es ese Francisco que está dispuesto a revolucionar la Iglesia Católica, volviéndola del revés).
Las Monarquías europeas se han hecho todas parlamentarias, o constitucionales, en una deriva desde la concepción mística que las colocaba entre la divinidad y sus súbditos, pasando por monarcas absolutistas -pocos han sido despóticos- y algún que otro enajenado circunstancial. Hoy día, ser Rey, Majestad o Monarca, aquí en la tierra como en la antes pérfida Albión, tiene más de símbolo que otra cosa, con poderes tan restringidos por las Constituciones que, en la práctica, cabe decir que reinar no tiene nada que ver con gobernar.
Felipe VI es un rey bien preparado, que, como las abejas reinas de las colmenas, ha sido alimentado para ser el mejor. Reúne una combinación prácticamente insuperable de presencia física, exquisita educación, poliglotismo, conocimiento de personajes y personas, y una amplia cultura general y política.
Si le faltara algo, puede contar con muchos de los mejores en una disciplina para asesorarle, incluso anónimamente. Su rostro es conocido aquí y allá. Y su figura, representación y talante, son respetados y hasta venerados por muchos más de los que puedan pretender cualesquiera de los presidentes y cabezas de lista de nuestras variopintas nacionalidades, partidos o grupúsculos asentados en territorio español.
Como republicano posibilista, y como ciudadano respetuoso con la Constitución y con las leyes, como experimentado analista de lo que pasa en este país y en otros, e incluso de lo que nos pasa a gentes como yo, y mucho mejores que yo, creo que Felipe VI es la mejor opción para España.
Lo demás, son elucubraciones y los que las elaboran, si piensan de veras en hacerlas verosímiles, insensatos.
¡Viva Felipe VI! ¡Viva la República! ¡Viva la Corona! ¡Viva España!
Ángel, me has leído el pensamiento. No lo sabía, pero al leerte ” se me ha explicitado el pensamiento”. Muy claro, coherente y conciso. Creo que te felicito. Saludos
Gracias, Teresa. La felicitación es bienvenida. Mi facultad, hasta ahora desconocida, de conseguir explicitar pensamientos de personas inteligentes y con excepcional capacidad de verbalización, como lo eres tú, me proporciona adicional orgullo. Saludos desde la congruencia pragmática.
Creo que somos muchos los que desde diferentes posiciones políticas, coincidimos en que es la mejor opción, y que . por el bien de todos, hay que apoyarle para que desarrolle sus funciones con dignidad.
No parece sensato empeñarnos en abrirnos nuevos problemas gratuitamente.
Julio, la capacidad de los españoles para generar problemas que no saben cómo resolver, y obviar la solución de los que admiten respuestas inmediatas, es proverbial. Valoro, como bien sabes, la sensatez de la que siempre haces uso. Ojalá seamos muchos los que sabemos transigir en beneficio de la oportunidad de lo que es viable, más razonable, y, en casos como éste, más rentable social y políticamente. Un saludo desde la posición de entender que el bien común supone, sin renunciar a los principios, aceptar lo mejor mientras lo que vemos como óptimo adquiere madurez, consolidación y circunstancia.
buenas noches,
de acuerdo con tu artículo.
saludos.
Luis, sé que eres persona muy ocupada. Que termines el día leyendo mis opiniones o comentarios, me parece un estupendo regalo a la amistad que nos tenemos. Saludos desde la claridad de un nuevo día.
Perfecto, como siempre. Has colado algo pero igual que me pasa con Savater, no me importa.
Marisa, ¿te refieres a Fernando Savater, el reputado filósofo? La filosofía, como tú sabes muy bien, es ciencia de hipótesis. Si estuviéramos de acuerdo en todo, dejaríamos de ser tú y yo para convertirnos en algo ininteligible. Me intriga algo el no llegar a conocer en qué crees que te colé algo, pero dejémoslo así. Yo me imaginaré una posibilidad, y tú mantendrás toda tu creencia. Así se avanza. Así se comparte lo que nos une para construir más sólidamente lo que, aunque no nos separe, nos individualiza. Gracias por atribuirme perfección en donde solo hay tanteos.
Como me alegra que estés de acuerdo conmigo. Pienso incluso que Dª Leticia es la mejor opción como Reina consorte
María Jesús, celebro tu alegría cuando me vislumbras de acuerdo contigo, en llegar a una conclusión por mi parte que coincide con tu premisa mayor. Supongo que habrás notado -puesto que no tengo la menor duda de tu perspicacia- que mi razonamiento tiene trampa. Estoy de acuerdo en apoyar la Monarquía, siendo republicano, porque, en este momento, la veo como la opción mejor de las posibles, ya que la República, conceptualmente superior (por su obvia mayor base democrática), no tiene igual desarrollo pragmático. Lo de Da. Letizia (con zeta, que no quiero que nadie se enfade), es para otra ocasión, y otro debate, si no te importa.
Como me alegra que estes de acuerdo conmigo,