Al socaire

Blog personal de Angel Arias. La mayor parte de los contenidos son [email protected], aunque los dibujos, poemas y relatos tienen el [email protected] del autor

  • Inicio
  • Sobre mí

Copyright © 2023

Usted está aquí: Inicio / Cuentos y otras creaciones literarias / Cuento de verano: El escritor inédito y la lectora empedernida

Cuento de verano: El escritor inédito y la lectora empedernida

19 septiembre, 2013 By amarias2013 Deja un comentario

Erase una vez un escritor inédito. Se trataba de un autor prolífico, pero no había publicado nada. Las causas eran varias. Objetivas (no tenía dinero para convertirse en editor de sus creaciones, detestaba presentarse a los concursos literarios, convencido de que no eran ecuánimes) y subjetivas (su inseguridad de que lo que mucho que escribía mereciera la pena).

Si el lector tiene claro el concepto de “lo que merece la pena”, debo felicitarle por ello. En otro caso, le aconsejo que acuda a los libros especializados en autoayuda. Lo pertinente para este cuento es que, como resultado de estas razones y otras circunstancias, el escritor había empezado a descuidarse, y desde hacía algún tiempo no terminaba sus historias.

Definía el grueso del guión, perfilaba a los personajes, suscitaba desde los primeros párrafos el interés por las situaciones que iba a contar, pero el proyecto se detenía de repente, al cabo de unas páginas, y ya no continuaba. En su mundo imaginado, se acumulaban criaturas literarias incompletamente conformadas, relatos apasionantes o, por lo menos, sugerentes, cuyo final nadie podía jactarse de conocer, porque no había sido escrito. Ni siquiera su autor, que, a la postre, acababa olvidándolas. Se habían perdido desde los primeros pasos que van desde la imaginación al papel.

En realidad, el escritor inédito, que nunca había dado a leer a nadie sus obras, era escritor solo para él mismo. Estaba lo que había escrito, no ya inédito, sino jamás leído.

Coetánea del escritor vacilante, vivía su existencia una lectora empedernida. Le gustaba tanto leer, que no podía evitar detener su vista sobre cualquier escrito que cayera en sus manos. Se había leído, a pesar de ser de edad no muy avanzada, miles de novelas, cuentos, relatos y poemas, aunque debe matizarse que no se interesaba por diarios, revistas y periódicos, esto es, por las noticias supuestamente verdaderas.

-Creo que la mayoría de lo que publican los periódicos, son también noticias inventadas o falseadas -parece que dijo una vez a su única amiga, funcionaria de carrera-. Pero, en general, están peor contadas y no quiero romperme la cabeza tratando descubrir qué hay de cierto en ellas. Quiero estar segura de que lo que leo es realmente imaginado.

El escritor vacilante y la lectora empedernida no se conocían.

Un día del verano del año que nos ocupa, la lectora empedernida sacó de la Biblioteca Pública de la tierra de Valgamediós, tres de los pocos libros que le quedaban por leer de las copiosas existencias de esa dependencia. Los había leído todos de cabo a rabo, como consecuencia de su dedicación convulsiva, aunque apenas un uno por ciento le había parecido interesante.

Los títulos de los tres libros no vienen al caso, pero sí lo que contenía uno de ellos.

Al avanzar en su lectura, la lectora empedernida descubrió, entre las páginas, un papel doblado, manuscrito, que inmediatamente identificó como un poema. No le pareció exactamente bellísimo (tenía un criterio de valoración muy estricto), pero sí escrito con pulcritud y, como todo lo que aparece por casualidad a nuestro alcance, le intrigó.

“Solo entre la soledad, torno impreciso/ a la desolada razón de mi carencia:/ aunque el tiempo me sobra, soy remiso/ a acabar cuanto empiezo, sin paciencia./De sobrarme algo, sobra resistencia/a dejarme arrebatar por la pasión,/ y no pudiendo a amor estar sujeto, la ocasión,/que a otros sirve para olvidar ausencia/de un querer mejor, aventa tosco desconsuelo./No hay para mí perdón, ligado al duelo,/y atado a lo fugaz, de un mal corro parejo:/es el descuido amargo con que dejo/ las cosas que más quiero, caer el suelo/y que, entre desprecios, burlas o recelo/recojo, rotas, mirándome al espejo.”

¿Quién habría escrito aquella nota, aparentemente olvidada en un libro ajeno? La lectora supo pronto que no le sería posible descubrirlo. Preguntó al bibliotecario si podía decirle quiénes habían tenido en sus manos aquel libro de la nota, y recibió como respuesta que era imposible de todo punto, no ya porque no estaban autorizados a proporcionar ninguna lista, sino porque se trataba de uno de los títulos más solicitados.

Dejar una nota en el mismo libro, con sus señas, mostrando interés en saber más del autor, le parecía infantil.

Por supuesto, el escritor inédito no había sido el autor del poema. El nunca terminaba cuanto iniciaba, y aquellos versos, aunque flojos, estaban resueltos. Por otra parte, escribir poesía no era precisamente lo que más le encandilaba.

Por lo dicho, la lectora empedernida nunca conoció a la persona que había olvidado (o tal vez colocado adrede) aquel papel en un libro tan demandado.

Nadie, hasta donde yo estoy enterado, lo llegó a saber. Y, ahora que lo pienso, la lectora empedernida y el escritor vacilante hubieran podido vivir una tierna historia de amor.

FIN

Comparte este artículo:

Compartir en Twitter Compartir en Facebook Compartir en LinkedIn Compartir en Email Compartir en WhatsApp

Publicado en: Cuentos y otras creaciones literarias Etiquetado como: angel arias, biblioteca, cuentos de verano, empedernida, escritor, inédito, lectora, obra literaria, poema, publicar, soneto de amor, vacilante

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Entradas recientes

  • Cuentos para Preadolescentes (12)
  • Cuentos para preadolescentes (11)
  • Cuentos para preadolescentes (10)
  • Cuentos para Preadolescentes (9)
  • Cuentos para preadolescentes (7 y 8)
  • Por unos cuidados más justos
  • Quincuagésima Segunda (y última) Crónica desde Gaigé
  • Quincuagésima primera Crónica desde el País de Gaigé
  • Cuentos para Preadolescentes (6)
  • Cuentos para preadolescentes (5)
  • Cuentos para preadolescentes (4)
  • Cuentos para Preadolescentes (3)
  • Quincuagésima Crónica desde el País de Gaigé
  • Cuentos para preadolescentes (2)
  • Cuentos para preadolescentes

Categorías

  • Actualidad
  • Administraciones públcias
  • Administraciones públicas
  • Ambiente
  • Arte
  • Asturias
  • Aves
  • Cáncer
  • Cartas filípicas
  • Cataluña
  • China
  • Cuentos y otras creaciones literarias
  • Cultura
  • Defensa
  • Deporte
  • Derecho
  • Dibujos y pinturas
  • Diccionario desvergonzado
  • Economía
  • Educación
  • Ejército
  • Empleo
  • Empresa
  • Energía
  • España
  • Europa
  • Filosofía
  • Fisica
  • Geología
  • Guerra en Ucrania
  • Industria
  • Ingeniería
  • Internacional
  • Investigación
  • Linkweak
  • Literatura
  • Madrid
  • Medicina
  • mineria
  • Monarquía
  • Mujer
  • País de Gaigé
  • Personal
  • Poesía
  • Política
  • Religión
  • Restauración
  • Rusia
  • Sanidad
  • Seguridad
  • Sin categoría
  • Sindicatos
  • Sociedad
  • Tecnologías
  • Transporte
  • Turismo
  • Ucrania
  • Uncategorized
  • Universidad
  • Urbanismo
  • Venezuela

Archivos

  • marzo 2023 (1)
  • febrero 2023 (5)
  • enero 2023 (12)
  • diciembre 2022 (6)
  • noviembre 2022 (8)
  • octubre 2022 (8)
  • septiembre 2022 (6)
  • agosto 2022 (7)
  • julio 2022 (10)
  • junio 2022 (14)
  • mayo 2022 (10)
  • abril 2022 (15)
  • marzo 2022 (27)
  • febrero 2022 (15)
  • enero 2022 (7)
  • diciembre 2021 (13)
  • noviembre 2021 (12)
  • octubre 2021 (5)
  • septiembre 2021 (4)
  • agosto 2021 (6)
  • julio 2021 (7)
  • junio 2021 (6)
  • mayo 2021 (13)
  • abril 2021 (8)
  • marzo 2021 (11)
  • febrero 2021 (6)
  • enero 2021 (6)
  • diciembre 2020 (17)
  • noviembre 2020 (9)
  • octubre 2020 (5)
  • septiembre 2020 (5)
  • agosto 2020 (6)
  • julio 2020 (8)
  • junio 2020 (15)
  • mayo 2020 (26)
  • abril 2020 (35)
  • marzo 2020 (31)
  • febrero 2020 (9)
  • enero 2020 (3)
  • diciembre 2019 (11)
  • noviembre 2019 (8)
  • octubre 2019 (7)
  • septiembre 2019 (8)
  • agosto 2019 (4)
  • julio 2019 (9)
  • junio 2019 (6)
  • mayo 2019 (9)
  • abril 2019 (8)
  • marzo 2019 (11)
  • febrero 2019 (8)
  • enero 2019 (7)
  • diciembre 2018 (8)
  • noviembre 2018 (6)
  • octubre 2018 (5)
  • septiembre 2018 (2)
  • agosto 2018 (3)
  • julio 2018 (5)
  • junio 2018 (9)
  • mayo 2018 (4)
  • abril 2018 (2)
  • marzo 2018 (8)
  • febrero 2018 (5)
  • enero 2018 (10)
  • diciembre 2017 (14)
  • noviembre 2017 (4)
  • octubre 2017 (12)
  • septiembre 2017 (10)
  • agosto 2017 (5)
  • julio 2017 (7)
  • junio 2017 (8)
  • mayo 2017 (11)
  • abril 2017 (3)
  • marzo 2017 (12)
  • febrero 2017 (13)
  • enero 2017 (12)
  • diciembre 2016 (14)
  • noviembre 2016 (8)
  • octubre 2016 (11)
  • septiembre 2016 (3)
  • agosto 2016 (5)
  • julio 2016 (5)
  • junio 2016 (10)
  • mayo 2016 (7)
  • abril 2016 (13)
  • marzo 2016 (25)
  • febrero 2016 (13)
  • enero 2016 (12)
  • diciembre 2015 (15)
  • noviembre 2015 (5)
  • octubre 2015 (5)
  • septiembre 2015 (12)
  • agosto 2015 (1)
  • julio 2015 (6)
  • junio 2015 (9)
  • mayo 2015 (16)
  • abril 2015 (14)
  • marzo 2015 (16)
  • febrero 2015 (10)
  • enero 2015 (16)
  • diciembre 2014 (24)
  • noviembre 2014 (6)
  • octubre 2014 (14)
  • septiembre 2014 (15)
  • agosto 2014 (7)
  • julio 2014 (28)
  • junio 2014 (23)
  • mayo 2014 (27)
  • abril 2014 (28)
  • marzo 2014 (21)
  • febrero 2014 (20)
  • enero 2014 (22)
  • diciembre 2013 (20)
  • noviembre 2013 (24)
  • octubre 2013 (29)
  • septiembre 2013 (28)
  • agosto 2013 (3)
  • julio 2013 (36)
  • junio 2013 (35)
  • mayo 2013 (28)
  • abril 2013 (32)
  • marzo 2013 (30)
  • febrero 2013 (28)
  • enero 2013 (35)
  • diciembre 2012 (3)
marzo 2023
L M X J V S D
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031  
« Feb