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La pesadilla se muerde la cola
y enrosca sin dejar resquicio alguno;
a veces con sopor y a veces sola
y duele en el momento inoportuno.
Se levanta conmigo al desayuno
y a cada instante mi quietud asola:
con rumor y tibiezas de consuno
me llena de zozobras la perola.
Terca, de sus casillas calma saca
y toda explicación la vuelve trola.
Así paso las noches con resaca
y los días ocultando la pistola.
Temo acabar pendiente de la hamaca
o agarrado borracho a una farola.
4 de abril de 2020
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Para no sucumbir al desconcierto
en vez de tener miedo, lo correcto
es salir con lo puesto a campo abierto
y tomar el camino más directo.
Sembrar tranquilidades en el huerto
y atecharse (1) del viento, circunspecto;
si agarrara el dolor, hacerse el muerto
sin delatar que tienes buen aspecto.<
Con tanto sabio, me hallo tan perdido
que, en cada información, sesgo detecto.
Ahora dicen que el virus ha salido
del lugar donde instruyen al respecto.
Y si no hay quinto malo, persuadido
de que esto seguirá, ya espero un sexto.
(1) atecharse, resguardarse, ponerse bajo techo (en asturiano).
Puede sustituirse “y atecharse” por “guarecerse”.
4 de abril de 2020
@angelmanuelarias, Sonetos desde la crisi