Este año, como todos los años desde hace casi una década, tenía preparado un borrador del discurso de Navidad del Rey y me disponía a publicarlo en este blog, ya que consideraba muy poco probable que los ideólogos del Gobierno de turno y de la Casa Real me pidieran ideas que pudieran poner algo de salsa picante a los anodinos guiones que debe leer el Monarca, ya se llame Juan Carlos o Felipe.
De pronto, caí en la cuenta de que lo verdadera interesante era preparar un discurso para el Rey en el exilio, Juan Carlos. He aquí mi propuesta:
Españoles:
Agradezco la oportunidad que me ofrece la cadena de televisión Al Yazeera para grabar esta alocución, que será difundida el día 24 de diciembre a las nueve de la mañana, hora española.
Tampoco estaré este año con la familia, porque, la verdad sea dicha, no quiero meterme en más líos. Creo que tuve una genial idea al marcharme de España en agosto de 2020. Los que estéis interesados de verdad en saber cómo me encuentro, os diré que estoy mucho mejor que si me hubiera quedado ahí. La voluntad de despellejamiento de mi persona, que se ha apoyado desde muchas instancias, dispuestas a sacar tajada de mi augusta persona, queda muy amortiguada cuando se ve desde un palacio de Abu Dabi que, como supongo sabéis, es la capital de los Paises Arabes Unidos.
Mi amigo el jeque Jalifa bin Zayed Al Nahayan ha ordenado que se me dispense toda la atención propia de un jefe de Estado y debo reconocer que me trata como se trataría a un padre, aunque tiene ya 73 años, o sea, que es más bien un hermano. No quiero daros envidia, pero no me falta de nada. Cualquier capricho me lo colman inmediatamente, y les hace felices. La renta de este pais es de más de un millón de dólares por habitante y no saben cómo gastar la pasta. Fijaros que, comparada con los 27.000 de España, si no me confundí con la calculadora del móvil, es 50 veces superior.
No estoy desconectado de lo que pasa en España, al contrario, tal vez esté más informado que nunca, porque no tengo los filtros y las reservas que se me ponían cuando era Rey en activo. Tenemos un chat familiar restringido, con las infantas y Felipe, en el que también hemos incluído a Sofía, y otro más amplio, en el que también están Leticia, Iñaky y las nenas. Tengo otro grupo de whastapp con el que jugamos todas las semanas a hacer varias quinielas, en el que están Florentino (no el payaso, el otro), Rafa (el campeón), Felipe y Mariano -que mira que ahora se llevan bien estos dos, son casi como Pili y Mili, pero en serio y algo más mayores- y,claro, está Amancio, que ahora tiene mucho tiempo libre. Querían participar muchos otros, pero lo hemos cerrado, porque hay por ahí mucho easy rider, que se apunta solo para cotillear y no abre boca. Además, ya acertamos cinco veces los catorce.
Pienso que fue un error el haber abdicado sin haberme reservado todos los privilegios y, en concreto, el de la inmunidad. La verdad, no pensé en que habría gente que estaba esperando con la escopeta cargada. Lo de los independentistas catalanes no tiene nombre. Si me hubiera preguntado Felipe, pero es que hay cosas de las que no me habla, parece secuestrado, le hubiera aconsejado que no mandara a la niña a estudiar al Reino Unido. Mejor hubiera venido aquí, que tienen una Universidad de fábula, con los mejores profesores del mundo y, además, hablan inglés de ese que todo el mundo entiende (menos los ingleses, claro). Incluso, podría haberla mandado a la Pompeu Fabra, que tiene buen nivel y saldría más bararata. Además, para lo que sirven los títulos…
A veces tengo pesadillas y debo salir a dar una vuelta. Tengo que ser precavido porque aquí la gente es muy amable y, como el pobre soy yo, si me descuido, volvería a casa cargado de sus regalos, que consideran limosnas, que me meten en los bolsillos sin darme cuenta o me tiran al pasar. Uno, al que no conocía de nada, solo porque se enteró por la televisión que me habían quitado la asignación real, me quiso regalar un talón por doscientos cincuenta mil euros, otros dejan en la esplanada del palacio, junto al portalón de servicio, coches de alta gama con vales de gasolina para diez años, caballos árabes educados en Bristol o pases permanentes para la danza del vientre ejecutada por huríes…
Yo no acepto nada. Bastante problema me dio el regalo del padre del actual jeque, que estaba empeñado en pagarme la misma comisión que a los demás que negociaron no me acuerdo qué contratos importantes . Yo fui inflexible. Dáselo a Corina o a cualquiera de las chicas de tu harén, pero no me comprometas, que todas estas cosas acaban saliendo a la luz.
Por cierto, me acuerdo mucho de los Pujol y de los Ferrusola. Los tengo presentes en mis oraciones, hasta ahora sin resultado. Parece que tienen a los que dominan el cotarro en Cataluña bien cogidos por salva sean sus partes y están esperando a que les diagnostiquen a todos demencia senil. Esa era una solución que me propuesieron para acabar con lo mío, pero por mis Borbones que eso no va a suceder conmigo. Yo me moriré, si no hay otro remedio, libre, con un par, estén las demandas mal o bien puestas. Por cierto, si algún día tengo que pedir indemnización por todos los perjuicios que se me han causado, económicos y de pérdida de imagen, va a arder Troya. He nombrado heredero de cualquier dinero que pudiera corresponderse, a Iñayi. Ese sí que es leal hasta la médula.
En fin, esto puede interpretarse como un desahogo y no me importa. Tal vez sea así.
Quería dar un mensaje final a Felipe. Déjalo ya, no hagas el ridículo, hijo. ¿No ves que no te quieren? ¡El Monarca mejor preparado en toda la historia de la Cristiandad! Quién vio y quién ve a esa Jefatura de Estado. Yo llamé cantamañanas a Chavez y al Lucero del Alba. Me felicitaba por mi santo hasta el presidente de Estados Unidos. Cuando hacía una cena en Palacio, todos los principales perdían el culo para estar allí; en los besamanos, se peleaban por aparecer conmigo desde Santiago (no Abascal, el otro, aunque…bueno, tampoco me parece mal éste) hasta Ernesto (el de Carolina, la del principado).
¡Iba yo a consentir que si me desplazaba a Barcelona no apareciesen ahí, para rendirme pleitesía, el President, el alcalde de la ciudad condal y los de Gerona y Tarragona! ¿Cómo se puede consentir que un ministro de tres al cuarto, que no sabe ni coger bien el tenedor de postre, se niegue a acudir a una recepción a la que fue invitado?
Españoles, que os vaya bien, lo que veo, desde mi retiro dorado, cada vez más difícil. Se que estáis preocupados por la quinta o la sexta ola del coronavirus, por el paro, por el secesionismo, por los fondos europeos que no llegan, porque las constructoras no consiguen contratos como antes…Esa tormenta pasará, sin duda. Os doy un consejo: recuperad la capacidad de divertiros. A veces, pongo la televisión de España y los programas los encuentro cada vez más aburridos.
Os dejo. Me voy a cazar un par de elefantes que el jeque trajo la semana pasada de Africa y los tiene instalados en un parque temático en la parte occidental de la isla. Para los más sensibles, no los matamos. Les disparamos con balines adormecedores. Aquí ya no hay sitio en palacio para colocar las cabezas de animales en extinción.
(música, algo parecido a un himno, mezcla del himno nacional español (con la letra de Pemán), la quinta sinfonía de Bethoven, la marsellesa y pajaritos por aquí.)