Cesta. 1. Cada uno de los dos conjuntos formados por una tabla colocada a gran altura sobre el suelo, un aro metálico y una red troncocónica abierta, utilizados en un curioso juego de pelota en el que, en su versión oficial, participan dos equipos formados por gigantes, y en el que el vencedor se decide en el último minuto; en la versión reducida, se utilizan solo una tabla y su aro, y los jugadores deben tratar de introducir la pelota en este último, atacando o defendiendo según quien tenga el control de la bola. 2. Ingenioso producto artesanal, hecho de mimbre o esparto, que fabricaban gitanos trashumantes con cañizos de ribera, utilizado por las aldeanas para transportar legumbres al mercado comarcal y que en la actualidad sirve para decorar las paredes de la segunda vivienda. 3. Recipiente imaginario que se lleva a cuestas, también llamado coleto, en el que se va acumulando lo que se tercia. Véase, segunda vivienda.
Culo. 1. Parte exclusiva del cuerpo de la mujer, dividida de forma natural en dos porciones redondas con eje de simetría, cuya observación, tanto si está vestido como desnudo, permite a muchos varones hacerse una idea de la razón por la que merece la pena vivir, lo que no impide ser causa de desazones al consolidarse como inalcanzable. 2. Parte del cuerpo del hombre que yacía ignorado bajo los pantalones y que ha alcanzado cierto prestigio gracias al cambio de costumbres, siendo cuestión de gustos, no en todos los ambientes tolerados, referirse a él con admiración.
Pintura. 1. Manifestación de creatividad muy del gusto de las hembras casaderas y casadas, que consiste en embadurnarse la cara y, sobre todo, los labios, con los más variados potingues destinados a detener el deterioro del rostro y resaltar ojos y labios, y cuyo único efecto comprobado es la eventual excitación de la líbido de su pareja ocasional, lo que conduce a repartir entre ambos el producto. 2. Lienzo o tabla en los que se ha depositado algún material colorante, frecuente en los museos, y que normalmente es una copia de un original que se ha perdido o se mantiene en una caja fuerte; en las viviendas particulares, se acostumbra a nombrar así a una lámina decorativa, que convenientemente enmarcada, da un toque hortera a las paredes. 3. Especialidad profesional que, sola o combinada con otras, consiste en mejorar el estado de las paredes de la casa, dejando en situación deplorable el resto de la misma.
Cáncer. 1. Signo del Zodíaco bajo cuya influencia nacieron los concebidos al iniciar los fríos del otoño en el hemisferio norte, y que, en sus tiempos, se creía que los portadores eran imaginativos y creativos, hasta que se puso en evidencia que los demás tampoco lo eran. 2. Enfermedad causada por la intrínseca debilidad individual de los seres vivos, y que, cuando se detecta a tiempo, se ha descubierto que es el principal causante de la muerte de los seres humanos.
Terrorista. 1. Enajenado mental que sufre el espejismo de creer que su convicción le da algún derecho para matar a otros, cuando solo le capacita para inmolarse en solitario. 2. De manera figurada, dícese de quien irrumpe en una conversación pacífica y la convierte en discusión acalorada; la política, la religión y la crítica a la familia de la pareja, son las armas que utilizan.
Papelera. 1. Parte del mobiliario urbano, situada en cualquier sitio donde se tenga la casi completa seguridad de que no será utilizada, y que, en caso de que su ubicación no haya sido elegida con ese criterio, servirá para arrojar en ella todo tipo de basura, excepto papeles, sirviendo también su posición como indicador de que en el suelo de sus alrededores se podrán arrojar cualquier tipo de desechos, excepto muebles desvencijados, ruedas de coche y televisores inservibles, cuyo sitio designado son los solares abandonados. 2. En los despachos profesionales, recipiente metálico que se ubica bajo la mesa, en donde las limpiadoras descubren los secretos de alcoba del titular.
Perro. Animal con inteligencia superior a la humana que, en el transcurso de la evolución de las especies, tomó la decisión de vivir toda su vida como pensionista, adaptando su tamaño y aspecto al humano del que se convertirá en parásito afectivo; de entre los animales conocidos, solo el gato y la araña le superan en inteligencia.
Saliva. Secreción con cierto poder bactericida que, sobre todo, se utiliza como vehículo para intercambiar enfermedades con la pareja, los animales domésticos y los niños del vecino.
Sobrio. 1. Expresión usada por el borracho para caracterizarse a sí mismo, ante el policía que le insta a soplar en el alcoholímetro, antes de argumentar que la bebida no le causa efecto alguno. 2. Todo aquel que, por educación, solo muestra el alcance de su verdadero apetito a solas.
Sobrina. 1. Antes, barragana o mujer que atendía la casa y necesidades personales de un principal, incluso eclesiástico. 2. Forma de denominar al ligue ocasional cuando nos encontramos con un vecino en la escalera.
Sobrino. En solteros y casados sin hijos, familiar, hijo de hermanos o primos, con el que se tiene relación especial cuando envía la tarjeta de invitación a su boda, y, ya póstumamente, en la sucesión hereditaria del tío que la causó.
Toalla. 1. Cada uno de los trapos que se encuentran en hoteles y pensiones en un colgador del cuarto de baño y cuya calidad es indicativa de la del establecimiento. 2. En el ámbito familiar, dependiendo de su tamaño, elemento de paño de colorines que se utiliza para cubrir las desnudeces, llamando así la atención, cuando se cambia la ropa interior por el traje de baño –y viceversa- en la playa, o bien, cualquiera de las múltiples piezas de tela bastante absorbente, variando de tamaño normal al de quasi-microscópico, que se compran en cada viaje a Portugal y que ocupan demasiado lugar en los armarios. 3. En sentido figurado, lo que se tira cuando ya no hay razón para seguir haciendo el ridículo.
Tierra. Planeta minúsculo que se consideraba el centro del mundo hasta que se descubrió que este se encuentra muy desplazado de donde nos encontramos.
Patera. 1. Vehículo con precaria aptitud para la navegación e incluso la flotabilidad, de formas y tipos de tracción muy variados, utilizado en trayectos cortos y siempre con sobrecarga para facilitar la localización y rescate de náufragos y ahogados; es el método de transporte marítimo preferido por los jóvenes indígenas de los pueblos paupérrimos del centro de África, emigrantes vocacionales.
(continuará)