Decir que la semana de Gaigé estuvo dominada por los encuentros que la selección de fútbol libró en Qatar, sería menospreciar los significativos efectos de la polarización política, en la que se perfila una horquilla de intereses variopintos, hábilmente instrumentalizada por el presidente Sánchez (Pedro), para ah0gar las posibilidades de crecimiento del equipo que lidera Núñez Feijóo (Alberto).
El Presidente ha conseguido el reconocimiento de la Internacional Socialista europea, que le ha aupado como su líder incuestionado, apoyando de esa manera su labor como director o muñidor de los destinos de la nueva izquierda moderada. Después del último semestre como Presidente del Consejo de la Unión Europea, Sánchez (Pedro), si no consiguiera la mayoría o los apoyos suficientes para seguir en el Gobierno de Gaigé, tendría el camino expedito para prolongar su vida política a alto nivel, trasladando su experiencia para pactar con ángeles o diablos.
La aprobación de la tramitación de la Ley que reforma el Código Penal en lo que respecta al delito de sedición, aprobada de forma unánime por el bloque de gobierno y sus apoyos de legislatura, ha servido para escenificar también la unidad sin fisuras de la bancada socialista, que han realizado una performance, levantándose al unísono de sus asientos y emitiendo una perorata que quería poner de manifiesto su apoyo. El Partido Popular había pedido el voto con llamada directa a cada diputado, en un intento de que alguno de los socialistas que habían manifestado su disconformidad o reservas ante la modificación legislativa, rompiera la disciplina.
El Congreso ha concentrado esta semana parte de la atención que no llenaron los comentarios sobre el Mundial de futbol, queriendo destacar, en esta Crónica informal de Gaigé, la polémica generada por el supuesto insulto a la ministra de Igualdad, Montero (Irene) emitido por la diputada de Vox, Toscana (Carla) que, en su vehemente alegato contra la “precipitada aprobación de la Ley del sí es sí, desoyó los dictámenes de prestigiosos juristas” (que no citó), porque “solo analiza en profundidad a Pablo Iglesias”, su pareja. Su soflama -aplaudida con vehemencia por sus co-religionarios- estuvo en un tris de provocar las lágrimas de la apelada y obtuvo el reproche unánime de todos los demás partidos, demasiado calientes los ánimos para analizar, como sí hizo algún comentarista politico, que la frase no merece tanta atención y está, incluso, muy por debajo de la áspera animosidad ad personam que utilizan los portavoces, de la que no están, sino muy al contrario, libres los representantes de la izquierda, tanto la moderada como la extrema.
La formación de atletas que representa a Gaige en el rico feudo de Qatar, proporcionó a principio de semana la alegría de ridiculizar a la muy digna selección de Costa Rica, a la que arrolló con siete goles frente a cero. El equipo de Alemania se encargó de bajar el nivel de euforia de aficionados y futbolistas, haciendo sufrir el 27 de noviembre a los chavales que manda Martínez (Luis Enrique). Por su parte, los atletas del balón-pie que defienden el honor de Costa Rica (en el supuesto que este móvil etéreo pueda medirse en un campo de deportes), recuperaron el suyo venciendo a Japón y, poniendo de manifiesto, de paso, que el azar también tiene colores.
La semana ha traído vientos de protagonismo para el equipo que dirige la ministra Ribera (Teresa), que ha vuelto de la celebración de la COP 27 en Sharm el Sheikh con buenas vibraciones. Tuve ocasión de oir a la responsable de la Oficina Española para el Cambio Climático -Ulargui, Valvanera-, invitado por Sust4in2 (es decir, Viegas, Marcio), pronunciarse sobre la necesidad de cambiar la estructura el sistema financiero internacional para salvarnos de un incremento de temperaturas que, según los datos, no tiene actualmente coto. De la experiencia de los últimos encuentros de los representantes de casi todos los países en estas cumbres tan mediáticas, mi opinión es que se pueden sacar muchas consecuencias, pero pocas optimistas.
Provocada por el aumento de temperaturas a nivel global o producto de una ocasional disminución del período de lluvias, el campo ha visto la reducción de sus producciones respecto a otras temporadas y en zonas como Cataluña -sin que quepa por ello atribuir la culpa en este caso a la gestión de su Generalitat- se han impuesto restricciones en el uso de agua.
En el Ministerio por la Transición Ecologica, la titular presentó esta semana la Hoja de Ruta para Materias Primas Minerales y anunció la puesta en proceso de opinión pública de una revisión a fondo de la Ley de Minas. El salón de Actos estaba lleno con varones encorbatados que, a petición de la Ministra, antes de comenzar el acto propiamente, se pusieron en pie para guardar un minuto de silencio -me pareció algo largo- en memoria de las víctimas de violencia de género, en el Dia Internacional contra esa lacra social y cultural que tanto alarma a Gaigé y a otros países de nuestro entorno civilizado, que cuentan por decenas con lógica alarma, las muertes de mujeres a manos de sus parejas. Mientras tanto, millones de mujeres son maltratadas, vejadas o ignoradas oficialmente en sus derechos más elementales, en países que siguen defendiendo que la mujer es un ser inferior al varón.
No es este lugar ni espacio para valorar las dos importantes decisiones juridicas con gran efecto económico y social en las que se embarca la Vicepresidenta Tercera del Ejecutivo en su último año de gobierno que, junto a otros cambios legislativos propiciados por el Gobierno de Gaigé, parecen responder al viejo principio de conseguir que a este país no lo reconozca ni la madre que lop parió, y que sirvió de motto al primer gobierno socialista de la hoy declinante democracia.
El partido Ciudadanos lucha por la subsistencia con sus dirigentes alternando navajazos y abrazos. Bal (Edmundo) expresa con mayor claridad cada vez que habla su falta de sintonía con Arrimadas (Inés). La lideresa reprocha a Bal no haber detectado a tiempo, desde su pedestal de abogado del Estado en excedencia, que la Ley del sí es sí tenía un agujero por el que están obteniendo la excarcelación temprana o la rebaja de sus condenas, reclusos condenados por violación. El minipartido de Ciudadanos votó con la mayoría aplastante la aprobación de la Ley, que solo fue rechazada por Vox, que saca tajada del asunto.
La guerra en Ucrania sigue sin que se atisbe un final. El invierno, con su cohorte de frío y hambruna tienen, cada vez con más fuerza, la palabra. La diplomacia, la sensatez, los principios humanitarios más elementales, han sido incapaces, hasta ahora, de convencer a los contendientes de la necesidad de acudir al derecho internacional, a la ética universal y, sí, a la religión, antes de hundirse y hundirnos a todos en un caos de exterminación irreversible.