Hoy, 4 de febrero, es el Día Mundial del Cáncer, que celebran conjuntamente la Organización Mundial de la Salud y el Centro Internacional Contra el Cáncer. El año 2022 han elegido el lema (que se mantendrá hasta 2024): “Por unos cuidados más justos” (“Closing the care gap”, en el inglés original).
En mi Comentario del 4 de febrero del año pasado, precisaba que “he tenido ayer mismo mi premio particular para que la celebración tenga sentido especial para mí. Me fue comunicado el resultado del último TAC (siglas de Tomografía Axial Computarizada). Una de mis dos metástasis ha vencido las barreras del tratamiento y ha vuelto a crecer. Tengo, como se dice en el argot convencional de médicos y pacientes, “muy mal pronóstico”, para indicar que carezco de posibilidades de supervivencia a corto plazo en el actual conocimiento de la ciencia”.
Pues bien: el 3 de febrero de 2023, la Dra. Teresa Alonso me adelantaba los resultados del TAC que se me hizo el domingo. El tratamiento que Enfortumab Vedotin no ha conseguido detener el crecimiento de las adenopatías vesicales y parece que, en un nuevo salto tumoral, tengo ahora afectado el hígado.
He releído lo que escribí hace un año y encuentro que puedo repetir aquí mi Comentario de entonces.
“No quiero entrar en más detalles, no por reserva personal ni inexistente pudor (más abajo en este Comentario incluyo una selección de los artículos que dediqué al cáncer, a la investigación oncológica y a las carencias que subsisten en la detección y tratamiento de esa grave enfermedad, cuya realidad se ha superpuesto a muchas dolencias mortales, que antes eran diagnosticadas con otros nombres y que hoy se sabe que son tumores).
Me voy a detener hoy en glosar el lema elegido por los impulsores de esta falsa celebración, pues es evidente que no se celebra una enfermedad cuya extensión progresa continuamente y por la que, aunque ha habido indudables avances, todavía fallecen anualmente en el mundo miles de personas. Casi diez millones en 2020, con el doble de pacientes diagnosticados de algún tumor en el mismo período. En España, ha habido 109.706 defunciones por cáncer en 2020 (dato del Instituto Nacional de Estadística), en una lista encabezada por los tumores de pulmón y sistema respiratorio, colon y páncreas. Se cumple la mágica proporción de que en ese año se diagnosticaron el doble de casos en relación con el número de fallecidos.
El lema de este año es una necesidad, una obligación, un reto. Sin embargo, no podemos ser optimistas. No se cumplirá, porque no hay voluntad, ni información, ni capacidades económicas y técnicas. Según el lugar del mundo y el tipo de tumor (eso, si se detecta), varían dramáticamente las posibilidades de obtener un tratamiento adecuado que prolongue la vida, consiga -si es posible- la cronificación del tumor o proporcione los cuidados paliativos que hagan más llevadero -al paciente y a sus allegados- el tránsito por la enfermedad hasta la muerte.
Tampoco en España podemos decir que no necesitamos que se reflexione y avance por conseguir unos cuidados más justos según las Comunidades Autonómas y los Hospitales en ellas. Es decir, empleando la traducción directa del lema en inglés, más ajustada al propósito que debe primar, a saber, eliminar las diferencias que existen en los tratamientos del cáncer según países, medios hospitalarios y niveles económicos.
- Como objetivo global prioritario: hay que superar la situación de que los Estados más pobres ofrecen menos opciones de detección y tratamiento
- Según la disponibilidad económica de los pacientes en un mismo país: los ricos tienen más posibilidades de supervivencia, al poder acceder a tratamientos más caros y más avanzados
- Según el centro médico o el equipo oncológico que los trate, dentro de un mismo país. No todos los hospitales está igualmente equipados, no todos los facultativos tienen la misma información, experiencia, dedicación. No en todos los sitios se dispone de los fármacos y tratamientos más avanzados.
Buen día, mi cáncer. No te tengo miedo y sé que no estoy solo para tratar de vencerte. Te ha salido desde hace un año un hermano gemelo, que también crece en mí y que es aún más peligroso, porque no se conoce aún cómo tratarlo, es decir, cómo vencerlo o cronificarlo.
Queridos pacientes de cáncer. Os deseo de corazón que la investigación de los tumores avance a gran velocidad y que los hallazgos lleguen a todos y, por tanto, que no tengamos que lamentar tanto dolor, tanta angustia por su causa. Somos conscientes de que hacen falta muchos más recursos, más investigación, aún mejores capacidades. Se ha avanzado, desde luego, pero en esta carrera, el enemigo a batir corre que se las pela.
Nota. Si el lector escribe la palabra “cáncer” en el apartado de búsqueda, aparecerán varios de los Comentarios que dediqué a este tema desde que mantengo vivo este blog. Hace ya casi quince años. Estos que figuran a continuación son una pequeña muestra.
CONVIVIR CON EL CÁNCER – Al socaire (angelmanuelarias.com)