Al socaire

Blog personal de Angel Arias. La mayor parte de los contenidos son copy@left, aunque los dibujos, poemas y relatos tienen el copy@right del autor

  • Inicio
  • Sobre mí

Copyright © 2023

Usted está aquí: Inicio / Archivo de País de Gaigé

Décimo tercera Crónica desde el País del Gaigé

1 mayo, 2022 By amarias Deja un comentario

  1. Y+

Empieza mayo y aumenta la densidad de incongruencia en Gaigé. Los precios de casi todo han subido -entre un 10 y un 40%- como consecuencia directa e indirecta de la guerra en Ucrania, que ha venido a introducir más incertidumbre en la recuperación esperada después de los dos años de pandemia.

En el punto de mira mundial se encuentra la incertidumbre respecto al final del duelo sin cuartel que enfrenta a Rusia y Ucrania. La afectación de este desgraciado conflicto al coste de la energía y a algunos productos agrarios no es el único elemento de preocupación. Existe una clara amenaza de escasez en Europa del gas a corto plazo, si Alemania se ve obligada, a su pesar, a suprimir la compra de ese recurso a Rusia. Los ucranios que han buscado refugio por la guerra en otros países superan ya los cinco millones, (a los que hay que sumar otros once millones, por lo menos, de desplazados en el interior de Ucrania, forzados a abandonar sus viviendas y enseres para salvar la vida) y su sostenimiento detraerá recursos a las economías propias.

Debe contarse también con el efecto de las medidas de apoyo a la recuperación de Ucrania, que deberán provenir de las ayudas europeas y norteamericanas, ya que no parece factible que al régimen del Kremlin, presunto ganador de la contienda, pueda hacérsele responsable de restañar la destrucción provocada. Sin entrar en mejor análisis, la ruptura de los bloques occidental y oriental (Rusia y China a la cabeza en ese lado) provocará reajustes económicos y tendrá efectos sobre los acuerdos anteriores, incluidos los que afectan a la defensa contra el calentamiento global.

Escaso efecto tienen estas amenazas sobre Gaigé, que ha entrado en zona de fiestas. Empieza la feria de abril en Sevilla y son muchas las localidades que se entregan a la diversión y, felizmente para hoteleros, al consumo. Se agradece que los turistas vuelvan a hacer reservas a la búsqueda del sol y el buen ambiente y cordialidad que caracteriza al Pais de los Despropósitos, aunque se echará de menos a los rusos, que eran los visitantes que mayor gasto por cabeza hacían aquí. Acuciados por la congelación de sus cuentas, los amigos de Putin, a los que se había dado abierta acogida en el litoral de Gaigé, para que pudieran invertir en fabulosas mansiones y yates formidables el producto de sus operaciones de blanqueo, están desaparecidos y sus testaferros venden las propiedades que no les han sido incautadas, en una operación cuya objeción de ilegalidad será objeto, previsiblemente, de demandas posteriores.

El país se entrega sin reparos al jolgorio y la diversión, que son el pan y el circo con el que se alimenta la enajenación popular A la alegría del comienzo de la primavera se une desde el 20 de abril la decisión gubernamental de levantar la obligación de llevar mascarillas en interiores, salvo en transporte público, residencias de mayores y hospitales. En Gaigé, en donde el fútbol es tema central de estudio y discusión, la afición madrileña ha tomado el 30 de mayo la plaza de Cibeles, en la capital, para celebrar que el Real Madrid ha obtenido el título de campeón de liga. El aplauso por esta hazaña de deportistas millonarios en nómina del club cuyo presidente comparte ese honor con la mayor constructora de Gaigé, ha sido infinitamente  superior a reconocimiento de méritos por cualquier trabajo académico o de investigación a un científico con salario mínimo legal, cuyo destino es pasar  desapercibido.

En el gobierno de coalición que resistió hasta este momento, gracias al pegamento que significó el reparto de prebendas entre los socios y la debilidad de la oposición, se advierten tales grietas que es fácil pronosticar que el precario edificio que dio cobijo ideológico al pacto de investidura se vendrá abajo en cualquier momento. Aunque los portavoces de las diferentes ramas políticas del engendro manifiestan que nada corre peligro, son tantas las discrepancias entre ministros, jefes de fila, portavoces en las cámaras o en la calle, e incluso desde el exilio voluntario que, si se admitieran apuestas, habría que colocar todo el dinero del Monopoly al descalabro.

El peligro no proviene de la parte ideológica, sin embargo, sino, sencillamente, de la desfachatez con la que se manifiestan los egos de los politicastros que se han adueñado del escenario político. Conscientes la mayoría de quienes se dedican a este ganapán de mantener una carrera política de que la muchedumbre no se fija en la luna, sino en el dedo, y de que no cuentan propuestas sensatas y elaboradas, sino que basta dar voces en cualquier sitio en donde se adivine un huevo, no se puede hablar de programas, sino de ocurrencias. Si la frase con la que el político que encuentra cancha momentánea en cualquier medio nos fuera comunicada sin indicar el nombre de quien a emitió, nos sería imposible saber con qué base ideológica fue emitida.

Feijóo (Alberto Núñez) se despidió de su feudo gallego con lágrimas que pusieron emotividad a su pesar. Estaba tan deseoso de manifestar que hubiera preferido quedarse a seguir disfrutando de los encuentros entre zamburiñas y parrochas con los compañeros de distracción, que cometió el error de expresar que llevaba a Galicia en el corazón y que siempre pensaría en esa tierra desde su destierro a Madrid. Le hubiera sentado mejor cambiar el chip de la morriña por el de la firme voluntad de acometer el enorme trabajo de enderezar España. Su alter ego con olor a azufre, Abascal (Santiago) repite, con razón, que si quiere gobernar desde Moncloa, están obligados a entenderse.

Como Gaigé es el país de la improvisación y el reino del ir por libre, desde Murcia han levantado la bandera de independencia respecto a la LOMLOE, las siglas terribles de la reforma educativa del Gobierno. No cabe un despropósito mayor que el que parece haber sido el guión para esa Ley que pretende (no cabe suponerle otra intención) mejorar la capacidad de los educandos para resolver problemas reales, conseguir empleo por sus capacidades y ayudarnos a todos a progresar. El gobierno murciano ha recuperado algunos elementos lógicos, que da cierta vergüenza tener que aplaudir como si se tratara de brillantes hallazgos: premiar y estimular el esfuerzo, exigir como forma de aprendizaje y obligar a los educandos a que entiendan que saber ocupa lugar y, por tanto, implica dedicarle tiempo para que se asiente en los cerebros.

Tema aparte es la situación de la jefatura del Estado en Gaigé. El Rey, convertido en un títere de los revolucionarios republicanos y separatistas incrustados en el Gobierno, y a pesar de su esfuerzo por mantener una trayectoria ejemplar (incluido su casorio con una plebeya, de indiscutible nivel cultural y buen juicio), sufre vejaciones continuas. Su padre es tratado como un delincuente, sus hermanos y ex cuñados ridiculizados, sus sobrinos, objeto de burla y cachondeo. Esta semana ha publicado la Casa Real su patrimonio, Es el jefe de Estado más pobre del planeta, y lo que acredita como su fortuna personal es producto de su ahorro como empleado del Estado. Esta claridad en las cuentas sería de agradecer  a todos los que alimentamos para que nos gestionen la cosa pública; no será el caso y, por lo poco que sabemos de las relaciones que ligan a ministros y altos cargos centrales y regionales, responsables de empresas, alcaldes, terratenientes, fortunas embozadas, ladrones de guante blanco y oscuro, solo podemos intuir que el entramado que se mueve en Gaigé es muy oscuro.

El caso Pegasus, de supuesto espionaje a independentistas catalanes, rentabilizado por ellos mismos, como instigadores de la trama, ha puesto contra las cuerdas la continuidad de la ministra Robles (Margarita), responsable del CNI (Centro Nacional de Inteligencia, núcleo legal de los espías). Se ha creado una comisión para esclarecer quién ordenó el seguimiento de las actuaciones de delincuentes que están en el gobierno o lo apoyan. El discursito de la ministra de Defensa en el Congreso, preguntando qué habría que hacer cuando se sabe que existen individuos que pretenden destruir el Estado, resultaría patético, sino fuera porque estamos en Gaigé, el País de los Despropósitos.

Nota adicional.- De manera sorprendente, en la mañana de hoy, en que se conmemora el levantamiento del pueblo de Madrid contra la invasión francesa -más de 200 años han transcurrido de esa gesta, que tiene en la aguerrida defensa de Ucrania contra la agresión rusa su parangón igualmente heroico-, el ministro de Presidencia y portavoz del Gobierno ha convocado de urgencia una rueda de prensa. Ha anunciado, en tono grave, que el presidente Sánchez y la ministra Robles llevan más de un año siendo espiados con el programa Pegasus. El CNI, por lo que entendí, descubrió la grave situación, cuya responsabilidad atribuyó a una entidad “exterior”, hacía solo 24 horas. Esto es Gaigé.

Publicado en: Actualidad, Educación, País de Gaigé, Sociedad Etiquetado como: Feria de abril, Gaigé, Loemle, Margarita Robles, Murcia, Núñez Feijóo, Pegasus, Santiago Abascal, Sevilla, Ucrania

Duodécima Crónica desde el País de Gaigé

24 abril, 2022 By amarias Deja un comentario

La semana que termina el 24 de abril ha sido pródiga en pequeños acontecimientos a los que se ha dado una gran trascendencia en Gaigé.

En mi opinión, el más significante de entre los protagonizados por el presidente Sánchez ha sido la visita a Kiev, en donde se encontró con el presidente ucranio, metido éste de hoz y coz, después de dos meses de defenderse de la invasión del sátrapa Putin, en una guerra sin fin. Sánchez, ya en campaña electoral frente al crecimiento del nuevo PP de Feijóo, ha prometido camiones y vehículos ligeros.

El rostro cansado de Zelenski agradeció el detalle, pero volvió a pronunciar su deseo explícito de lo que necesita su país: Más armas. No solo se enviará material de transporte, sino también especialistas en neutralización de minas y en la identificación de señales de tortura o trato vejatorio en los cadáveres que la retirada (momentánea) de las tropas rusas, bielorusas y chechenas han dejado al descubierto en Buscha y otras ciudades abismadas por la furia expansionista del loco del Kremlin y sus secuaces.

Por cierto, que se ha juzgado en círculos militares como un desliz imperdonable desde el punto de vista de la estrategia militar, un crecido presidente de Gaigé haya filtrado que el envío de apoyo bélico se realizará por medio del buque Ysabel y a través de la frontera con Polonia, en un viaje que iniciará de inmediato y que durará una semana, pues expone a éste a un ataque ruso.

La tensión política en Gaigé suben enteros cada día. La amenaza de ruptura de la coalición de gobierno parece ya un leit motiv del panorama. Por una parte, se debe registrar la oposición de algunos miembros del Gabinete a enviar armamento y apoyo estratégico (y hasta sicológico) a Ucrania. Muy expresivamente, ante esa resistencia expresada por ministros como Montero y Garzón, la ministra de Defensa (convertida, a su pesar, en ministra de la Guerra) Margarita Robles, ha indicado que “si alguien cree que se puede negociar con Putin por la vía diplomática, que lo haga”.

El otro y nuevo punto de tensión lo conforma el “caso Pegasus”, por presunto  espionaje (según indicios, por el CNI) a los independentistas catalanes, hoy socios de gobierno.

Como era de sospechar, el asunto de las comisiones lujuriosas por mascarillas y guantes al inicio de la pandemia, entra en la fase del “y tu más”.

El nuevo Presidente del PP se ha aupado a su puesto con tanta energía que parece haber estado allí toda su larga vida política. Sin sentirse frustrado por la reunión sin acuerdos que mantuvo con Sánchez hace apenas una semana, ha elegido la vía singular de enviarle una carta al “Querido Presidente”, con más de cien puntos, entre los que destaco la exigencia de reducción de impuestos, la prolongación de la vida de las centrales nucleares y la renta mínima a las clases más necesitadas. Un golpe  bajo la línea de flotación de la incómoda singladura que se prevé para el resto de la legislatura.

La victoria de Macron en Francia sobre Le Pen, que le garantiza cinco años de presidencia pero no un Paramento a la medida (al contrario), abre incógnitas sobre el liderazgo en la Unión Europea, perdida para la Historia la canciller alemana Merkel, que ha cedido los trastos de ordenar el girigay europeo en un gris Scholz y, sobre todo, habiendo recibido un golpe irrecuperable por su amistad con Putin, en el que confió el futuro energético de Alemania.

 

Publicado en: Actualidad, País de Gaigé Etiquetado como: Feijóo, Gaigé, Margarita Robles, Montero, Pedro Sánchez, Putin, Scholz, Volodomir Zelenski

Undécima Crónica desde el País del Gaigé

18 abril, 2022 By amarias Deja un comentario

Vencidas las vacaciones de la Semana Santa, convertidas desde hace décadas en invitación a la escapada del lugar de residencia habitual, para entregarse al disfrute de otros paisajes y buena comida, la población del Gaigé vuelve a encontrarse con los días de hastío, sacrificio y temor a no poder llegar con solvencia a fin de mes.

Ha habido procesiones en casi todas las ciudades y pueblos, poniendo a prueba el funcionamiento de los móviles, ávidos sus propietarios de dejar constancia del desfile de imágenes de papel maché o madera de pino, costaleros sudorosos y fieles matronas con mantillas y escapularios, precedidas por una comitiva de principales, que seguramente en su mayoría se plantearon si deberían participar en el espectáculo o mantenerse en casa preparando las mentiras del lunes.

La noticia más comentada fue una estafa. No sería la más importante, ni los autores y sufridores serían los únicos, pero mereció horas, hasta días de análisis y denuncias ante y por la Fiscalía, al parecer siempre atenta a detectar asuntos con interés mediático, aunque perjudiquen (¿o quizá por eso?) a los mandamases administrativos de Madrid, capital o provincia.

Dos pícaros con currículos de fantasía -Medina (Luis) y  Luceño (Alberto)- vendieron mascarillas y guantes sin garantías de calidad a la Administración que veían más cercana: el Ayuntamiento de Madrid, en donde Martínez Almeida, su alcalde todoterreno, andaba ocupado en menesteres distintos de controlar personalmente el género.

Lo hicieron estos comisionistas faltos de escrúpulos, cuando la pandemia estaba en su apogeo de desconciertos y el especialista en urdir explicaciones (Fernando Simón, hoy desaparecido) nos aconsejaba protegernos del contagio o quedarnos en casa, después de haber defendido que no era necesario ponerse mascarillas, sencillamente, porque no las había. El registro de sus conversaciones que acabó difundiéndose y la relación de objetos de lujo que compraron con lo que estafaron presuntamente a los madrileños, no tiene que dejarnos estupefactos. Ya lo estamos. Nos encontramos en Gaigé, el País de los Despropósitos.

No será el único asunto que la Fiscalía, por decisión propia o denuncia sostenida, tendrá que tratar en los próximos meses, aunque solo sea para desmentir la ocurrencia del alcalde madrileño que acusa a esta institución, encargada de velar por el cumplimiento del derecho penal, de actuar a impulsos del Partido Socialista.

Tuvo lugar esta Semana de Pasión la toma de contacto con la responsabilidad política de enderezar el Partido Popular que asumió Núñez Feijóo (Alberto), extraído de la mar gallega, bien conocida por él, para meterse en la cloaca de los enfrentamientos de alcance nacional.  Se dice que marca su propia agenda, sin importarle que toque investir a Fernández Mañueco como Presidente de Castilla y León, a pesar de la efemérides, decida no acudir al acto para no propiciar la foto con Abascal (Santiago), o le apetezca replicar a una periodista despistada o aviesa (Barceló, Angels) que se interesare por saber si no recela de Vox, lanzando el dardo dialéctico contra el acuerdo entre el PSOE Bildu y los separatistas catalanes.

En las dos semanas que lleva como Presidente del partido de la derecha más o menos civilizada, Feijóoh ha conseguido ser el líder más valorado por los españoles, haciendo olvidar a Casado (Pablo) y poniendo en entredicho la continuidad futura de Sánchez (Pedro) como Presidente de Gobierno si se celebrasen en este momento las elecciones para recomponer las Cortes, habida cuenta, además, de que la ilusión que generó Podemos se está deshaciendo como azucarillo en agua de refresco, envuelta en el glamour de increíbles casoplones, líos de faldas, chascarrillos ácidos ya muy repetidos e, incluso, escotes que muestran el canalillo de las féminas ministeriales o ministeriables, desviando así la atención del vacío de los cerebros.

La inflación está a punto de entrar en los dos dígitos. La compensación de 20 céntimos sobre el litro de combustible que aprobó el Gobierno salió adelante con algunos rasguños y, aunque modesta, favoreció millones de desplazamientos en busca de esa sensación de libertad que proporciona cambiar un lugar en el tresillo de la salita por la silla plegable sobre una playa abarrotada.

Gaigé sigue acogiendo ucranianos desplazados por la injusta guerra que provocó Putin. No está en absoluto claro qué pasará con ellos a corto plazo, en especial, si Ucrania, cada vez más destruida, sigue siendo el banco de pruebas para valorar los efectos de volver a procedimientos bélicos propios de la segunda guerra mundial.

Publicado en: Actualidad, País de Gaigé Etiquetado como: Fernando Simón, Gaigé, Mañueco, Núñez Feijóo Feijóoh, Sánchez

Décima Crónica desde el País de Gaigé

12 abril, 2022 By amarias Deja un comentario

La segunda semana de marzo de 2022 en Gaigé ha aportado elementos muy jugosos para el análisis político desde los gabinetes de digestión de información. En la región autónoma de Castilla y León, después del intento de suicido del Presidente Mañueco, que rompió la alianza con Ciudadanos para convocar elecciones, ha traído como consecuencia la incorporación al gobierno autonómico de Vox, que ocupa ahora la vicepresidencia y tres consejerías.

Esta situación ha motivado tendenciosos análisis por parte de los comentaristas políticos, según sea la orientación de los medios que les pagan. Los informativos cariñosos con el Gobierno, coinciden con él en que el partido de Abascal (que acudió orgullosamente a la investidura de su representante en la región como segundo en la adminsirtación regional) contagiará de vicios de la extrema derecha al Partido Popular, alejándolo de la opción de ser alternativa a escala de país. Por el contrario, los analistas que carecen de esas mismas gafas ideológicas, creen que el nuevo Gobierno ha de ser juzgado por hechos y no por especulaciones.

Las elecciones presidenciales en Francia han supuesto la clarificación de una segunda vuelta que enfrentará a Macron con Le Pen, con posibilidades para cualquiera de ellos, dada la escasa diferencia de votos, de alzarse con la victoria. Lo más significativo de esta campaña es la práctica desaparición de la escena política de los partidos tradicionales del bipartidismo: socialista y centro derecha, cuyos candidatos solo han obtenido resultados residuales.

No es posible comparar este escenario con la política de Gaigé, puesto que aquí el bipartidismo sigue centrado en el PSOE y el PP, por más que para conseguir la mayoría suficiente para gobernar deban aliarse con partidos del republicanismo y de la izquierda populista en el caso del primero, o de la nominada despreciativamente como ultraderecha que representa VOX, ya que los populares tampoco parecen capaces de alcanzar un margen apto para dominar la Cámara.

El encuentro entre el nuevo Presidente del PP, Núñez Feijó y el Presidente de Gobierno Sánchez no aportó ninguna novedad en cuanto a los necesarios acuerdos para facilitar la tranquilidad económica, judicial y social. No ha sido así, y la tranquilidad con la que el líder popular transmitió a la Prensa que la conversación fue amistosa pero no hubo en absoluto ningún avance en el marco amplio de discrepancias, permite adivinar que la oposición será seria, dura e intransigente. El eje de las propuestas populares expresado era la bajada de impuestos, a lo que el Presidente de Gobierno se negó taxativamente, ofreciendo por el contrario un recetario de quince puntos que habían sido difundidos un día antes por el diario El País, en una operación de falsa transparencia. Lejos de aparecer como una cuestión ideológica, no querer bajar impuestos en la actual coyuntura, se me antoja un empecinamiento que hubiera merecido un análisis serio sobre las consecuencias, como elemento para detener la inflación que amenaza ser galopante, pues lleva camino de consolidase en los dos dígitos.

Que el mismo día en que tenía lugar la reunión a que hice referencia en el párrafo anterior, Sánchez se fuera a rendir alguna forma de pleitesía a Mohamed VI resulta ininteligible como estrategia de Estado. Ningún elemento positivo pudo extraerse de esa visita de Estado, e incluso las fotografías del encuentro gastronómico en el que se advierte la bandera de España colocada boca abajo en el mástil, han sido interpretadas por expertos militares como una expresión de “victoria” por parte del gobierno alauita.

 

Publicado en: Actualidad, País de Gaigé Etiquetado como: Gaigé, Marruecos, Mohamed VI, Nuñez Feijó

Novena Crónica desde el País de Gaigé

3 abril, 2022 By amarias Deja un comentario

Empieza abril en Gaigé con amenaza de fríos intensos que la climatología real no consolida. Luce el sol en Madrid, la capital del Gaigé, ciudad donde los dirigentes del Partido Popular (alternativa al Gobierno de coalición entre socialistas y fuerzas exóticas a la democracia) se enzarzaron, hace ya un mes y medio en una disputa autodestructiva, de la que, por el momento, es solo Díaz Ayuso (Isabel) la que sigue en activo, protegida por su condición de Presidenta de la Comunidad madrileña.

El primer fin de semana de este mes tuvo lugar la elección por aclamación del nuevo Presidente de los populares, Núñez Feijóo (Alberto) en Sevilla, y el nombramiento de nuevos primeros espadas -o cuchillos de pescado-, más acordes con el impulso -¿nuevo?- que el extraído de su feudo gallego pretenda dar al partido después del desaguisado que se llevó por el desagüe del olvido a Casado (Pablo), quien mantuvo el tipo (sin llorar ni mover más pestaña que las veces imprescindibles) durante todo el Congreso cuya único objetivo era sustituirle.

Mientras Ucrania se desangra en un guerra sin cuartel en la que la Rusia de Putin está empeñada en destruirla con la saña de un  perverso matarife, aprovechando que la Unión Europea -y, por detrás, la OTAN- están alimentando temerariamente su resistencia heroica, el presidente de Gaigé ha tomado varias decisiones importantes, con el criterio que parece seguir, y que tan buenos resultados le viene dando, de complicarlo todo para que se resuelva por sí mismo o se olvide lo que nos llevó hasta allí.

La huelga de transporte ha desembocado en una huelga de gasolineras. Ambas parciales. No se llamarán oficialmente huelga, sino parón patronal, pero hay bastantes gasolineras que no expenden combustible. En la que tengo más a mano (Arturo Soria) me decían ayer que solo vendían fluido al “precio de antes” del apurado decreto que bonifica en 20 céntimos el litro, porque no tenían liquidez . Así que, al menos en ésta, solo venden periódicos, naranjas y chucherías.

Aunque desde Moncloa se reclama calma y se repite que todo está bajo control, se respira en la calle una inquietud espesa. como en las horas previas a una tormenta de verano. Siendo Gaigé país de los Despropósitos pero de talante acogedor y tranquilo, el malestar solo tiene reflejo en las tertulias improvisadas de los bares de vecindad y en el interior de los taxis, si el cliente solicita apagar Radio Libertad Digital.

Me ha resultado conmovedor leer que Valcárcel (Ramón Luis), ex vicepresidente del Parlamento Europeo, se presenta como precursor de lo que se avecinaba en Ucrania, pues estando de visita en Kiev a principios de 2014 tuvo que huir de la ciudad ante la terrible inestabilidad del país, que se había cobrado la vida de algunos ciudadanos, asesinados por francotiradores. No parece una intuición propia de un adivino con poderes mágicos, ya que el país que ahora trata de guiar entre bombas y destrucción al país hacia la imaginaria tabla de salvación europea un maestro de la supervivencia llamado Zelinski (Volodomir), lleva en búsqueda de una identidad propia -fuera del ámbito soviético- desde, por lo menos, 1991.

Tiene el gobierno de Gaigé un conflicto con Argelia, que se traducirá en la subida del gas natural que importa de ese país árabe.

De poco han servido las visitas previas a Argel de ministros muy cualificados -Ribera (Teresa) y Albares (José Manuel)- cuya intención era garantizar la estabilidad del suministro, una vez que el susceptible Mohamed VI había cerrado el paso del gas por el territorio de su señorío y retirado a su embajadora -la española Benyaich (Karima)- (1), muy enfadado porque se había hospedado secretamente al líder saharaui (perseguido como prófugo de la Justicia española por una acusación de violación) para curarse del coronavirus en Valladolid.

En una sorprendente decisión estratégica, el Gobierno de Gaigé ha enfadado al presidente de Argelia, Tebboune (Abdelmadjid) con una carta dirigida por misteriosos canales a Mohamed VI (el líder religioso y político de Marruecos), llena de errores gramaticales que no pueden ocultar un gigantesco error estratégico.

En esa carta, al parecer destinada a recuperar las relaciones con el país vecino del otro lado del Estrecho de Gibraltar, se indica que se abandona la postura de defender el derecho del Sáhara Occidental a la autodeterminación, entregándolo como una Comunidad autónoma a Marruecos. Por supuesto, el concepto de Comunidad autónoma bajo la dictadura monárquica vigente en ese país magrebí, no tiene nada que ver con lo que en Gaigé se entiende como la libertad de gestión y decisión otorgada a sus Autonomías.

La reacción argelina fue anunciar la revisión del precio del gas que suministrará a España-Gaigé. Una decisión que afectará, por supuesto, al precio de la energía en este país (sometida a vaivenes especulativos insoportables para la industria y particulares). Se ha solicitado a la Comisión Europea, en una propuesta conjunta con el gobierno portugués -cuyo primer ministro es Costa (António), que se saque del cálculo estricto de precios para el mix energético a ambos Estados, autorizando un precio máximo repercutido para el gas de 80 euros/Mw-hora, durante un período transitorio.

La respuesta de la Unión no ha sido inmediata, estando pendiente de la decisión del directorio respecto al tope de precios admitido, aunque ha aceptado el sacar a ambos países del esquema de precios, lo que no impidió que el canciller alemán -Sholz (Olaf),  al que le tienen que doler los oídos por el conflicto ruso-uraní, que ha afectado de lleno a su economía y al suministro gasista, dependiente de Rusia- manifestara que “le parece un error intervenir los precios del gas”.

La inflación de prácticamente dos dígitos actual en Gaigé, junto con la amenaza de las proyecciones (que el Gobierno no considera aceptables) de entrar antes de final de año en la senda de una inflación consolidada que minará brutalmente el poder adquisitivo de los españoles. La llegada del contingente de desplazados ucranianos y la perspectiva, no ya de una guerra larga en el este, sino de reordenar suministros esenciales en el país de los Despropósitos, exigirían una planificación seria, nada improvisada (aunque flexible) y estricta de las ingratas decisiones que deberán tomarse para que el rumbo no se desbarate.

La oferta de cooperación del nuevo líder del PP al Gobierno, coincidente con el desapego manifestado por las facciones sustanciales que lo han conducido hasta aquí, necesitará depurarse de las simples palabras corteses. Gaigé está pronto a atravesar un desierto en la que abundarán la incertidumbre y desagradables sorpresas. Tiene razón Núñez Feijó al explicitar que “no se trata de ser más españoles que nadie”. No será fácil sacudirse del populismo y del insensato independentismo y no bastarán, me temo, las buenas intenciones.

(1) Karima Benyaich Millán es marroquí y también española, hija de una española y de quien fue médico de Hassan II, que falleció en un atentado contra el monarca y que fue acogida como miembro de la familia en recompensa a la entrega (que culminó con su propia muerte) de su padre.

 

Publicado en: Actualidad, País de Gaigé Etiquetado como: Abdemadjid Tebboune, Antonio Costa, embajadora de Marruecos, Gaigé, José Manuel Albares, Karima Bemyaich Millán, Núñez Feijóo, Olaf Scholz, Putin, Teresa Ribera, Ucrania, Volodomir Zelenski

Séptima Crónica desde el país del Gaigé

22 marzo, 2022 By amarias Deja un comentario

El país de Gaigé ha entrado en crisis. No en una, en varias. Puede que en todas las posibles, en este pequeño país de los despropósitos.

En la tercera semana de marzo de 2022, la inimaginada consolidación de la guerra en Ucrania ha arrastrado a los Estados de la Unión Europea a una situación delicada, que para Gaigé, con unas estructuras de defensa especialmente sensibles a cualquier influencia exterior de entidad, se ha traducido en un estallido de conflictos internos. Ucrania resiste a la invasión rusa, y las medidas de castigo al país invasor , unidas al apoyo al país agredido (finalmente, más decidido, aunque teniendo sumo cuidado en que el ambicioso sicópata del Kremlin no lo interprete como voluntad de entrar en la guerra como aliados de aquél), han perjudicado, en una escalada a la que no se adivina final, la economía del Gaigé.

La subida del precio de la electridad, de los combustibles, de los productos agrarios y, en definitiva, del ipc y, subsiguientemente, de la inflación (al menos, en la percepción directa del ciudadano respecto a lo que puede adquirir con el dinero que tiene en su bolsillo) parece no tener final. Manifestaciones de transportistas, agricultores, cazadores, poseedores de perros y gatos, junto a amigos y simpatizantes de los ucranianos y hasta de los rusos, han llenado las calles de las principales ciudades.

El ánimo deprimido, expectante, dolorido, por la guerra exterior y los conflictos internos, no impidió la celebración del día del padre, de la poesía, de los bosques y, desde luego, la gran festividad de las fallas valencianas, en la que, en una ceremonia con clara vocación exorcista y expiatoria, se han quemado magníficos monumentos de cartón.

A la desorientación que está padeciendo el mundo, el gobierno del país de Gaigé ha contribuído de manera formidable. El monarca marroquí, Mohamed Sexto, ha difundido una carta -innominiosa- que dice haber recibido del Presidente Sánchez (Pedro), por la que se reconoce la deseada adhesión de las tierras del antiguo Sáhara Occidental, pobladas por el sufrido pueblo saharaui, al singular reino del Magreb.

Esta decisión, que el firmante de la misiva no se ha dignado explicar ni siquiera a sus socios del desgobierno, supone un cambio brutal en la postura defendida por todos los gobiernos anterioreos e implica el abandono de los habitantes de la antigua colonia -muchos de ellos, españoles de sentimiento, ya que no de nacionalidad- a la suerte que puedan decidir sobre ellos el enviado de Alá en esta tierra y sus jerarcas.

Si la carta de marras implica, además del sacrificio del pueblo saharaui, la firma de algunos acuerdos que podrían derivarse del espíritu de cooperación reinstalado, con el elucubrante e insólito objetivo (imaginado, pues el contenido real de la carta se desconoce) de “defender la españolidad de Ceuta, Melilla y las Islas Canarias”, no puede ignorarse que algo ya es seguro: el enfado de Argelia, suministrador del 40% de la energía que necesitamos, que ha retirado a su embajador de Gaigé de forma inmediata. El ridículo es patente: la embajadora marroquí, que insultó gravemente a España con ocasión del estúpido incidente provocado por la visita médica a un especialista vallisoletano, con identidad falsa, del líder saharaui, Galhi, y que había huído de Gaigé, vuelve ahora con la misma cara pero otro sentimiento.

Qué se puede hacer. El, hasta hace poco, vicepresidente primero del gobierno, parecía estar imbuído de la devoción más entregada al Presidente Sánchez, ha expresado que de Sánchez no hay que fiarse, “porque no dice más que mantiras”. Díaz (Yolanda), su sustituta en el poder de representación del populismo, abunda en la idea de que el Gobierno está roto y no se les consultan decisiones sustanciales para convertirlas, no ya en colegiadas, como debería ser, sino simplemente en informadas. Es patente que hay en Gaigé, al menos, dos Gobiernos, dos intenciones diferentes y dos maneras muy distantes de abordar los problemas.

Aunque no se celebraron aún las elecciones en el Partido Popular para elegir a su Presidente, Núñez Feijóo avanza hacia su nombramiento por aclamación en el Congreso de mayo. Los comentaristas hablan de la importancia de la edad, como vehículo para conseguir la serenidad y sensatez, de este político gallego, que empieza los sesenta de su era, frente a los jóvenes inexpertos y sin el pedigrí que concede el paso del tiempo.

Si tuviéramos en cuenta características de pundonor, coherencia y respeto por la democracia, lo coherente sería disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones. No tiene sentido que, con la que está cayendo y la que se nos avecina, el Gobierno de Gaigé esté dividido, la oposición más dura provenga del propio Ejecutivo, los sectores sustanciales del país (el campo, el transporte, la energía, la industria, por no hablar de la enseñanza y la sanidad) estén manifestándose contra las decisiones del mismo.

No tengo ninguna confianza en que desde la oposición teórica -la que capitanean las huestes de Abascal y, en el futuro inmediato, Núñez Feijó- se ofrezcan soluciones, aunque, al menos, se completaría el debate público si se les dejara expresar sus opciones. Llamar a las urnas a los habitantes del Gaigé permitiría obligar a la transparencia a los candidatos. Aunque acabemos votando al Pato Donald.

Publicado en: Actualidad, País de Gaigé Etiquetado como: españa, Nuñez Feijó, País de Gaigé

Sexta Crónica desde el País del Gaigé o del Huangmiú

17 marzo, 2022 By amarias Deja un comentario

Iniciando la tercera semana de marzo de 2022, mientras los responsables de la política exterior europea se debaten en la incertidumbre de cómo actuar -sin que parezca que se están involucrando de pleno- ante la agresión rusa a Ucrania, (que ha provocado una guerra de desgaste versus resistencia que parece propia del siglo pasado, quizá incluso una guerra civil), el Pais del Gaigé sigue a su bola, es decir, en mejor lenguaje español, pervive como si lo que sucede fuera de sus reducidos dominios no le afectara demasiado.

No de otra manera puede explicarse la ausencia de un debate sólido -ya que no constructivo- entre los dos principales partidos políticos, que, como se va sabiendo, y a pesar de los esfuerzos del mago Tezanos de edulcorar las encuestas con jarabe de intenciones para su patrocinado, el PSOE, van cediendo espacio.

Es cierto que la desmembración del Estado soberano en múltiples feudos locales ha hecho muy difícil adivinar si existe una estrategia global desde el Estado y, en caso de que existiera, hasta qué punto sirve para marcar directrices que debieran ser asumidas por las Comunidades Autónomas, pero la pobreza del debate en el Parlamento debería de preocupar, incluso en el País de los Despropósitos.

El cambio del Presidente del Partido Popular, después del suicidio político en público de Casado (Pablo) ha traído a la palestra como interino hasta el inmediato Congreso de esta facción, arrancándolo de su plácido feudo, al Presidente de la autonomía gallega, Núñez Feijoo (Alberto). Pero no ha modificado las formas ni el fondo del debate.

El último episodio de la “comparecencia de los viernes “, en la que se producen interpelaciones  al Presidente de Gobierno y, eventualmente, a algunos ministros, vino a demostrar que no existe la menor voluntad de modificar la costumbre parlamentaria: crítica frontal al Presidente y falsa contestación del interpelado, cuya tendencia a irse por las ramas de la ridiculización o el descrédito de los portavoces del PP y de Vox, es ya un clásico del diálogo nacional de sordos. Se trata, pues, en realidad, de un concierto desafinado de egos, con el que pretenden explicarnos a los ciudadanos que estén dispuestos a hacer novillos en sus tareas y perder un par de horas antes de iniciar el fin de semana, que habrá vida después de la muerte parlamentaria.

El Gobierno de coalición está, en la práctica, roto. En política interior las disensiones son sonoras, entre los ministros del área podemita (Belarra, Montero, Garzón) y los socialistas, a los que se arrima ahora, en busca del calor que la pueda catapultar, Díaz (Yolanda). El próximo domingo habrá manifestación de los representantes agrarios, hay huelga del transporte, no se consigue consenso en las medidas para paliar la escalada de los precios de electricidad o cambiar el mix energético.

Los apoyos a la estrategia del Presidente de Gobierno de unirse a la Unión Europea para que resista Ucrania- en un momento en que se le ve excepcionalmente activo, consciente de la proyección mediática que significa para Sánchez (Pedro) figurar entre los políticos relevantes de la Unión Europea -ahora, desde luego, con un elenco capiti disminuído-, vienen incluso del PP, Vox y Ciudadanos.

Solo los populistas del predicador Iglesias (Pablo júnior) defienden alejarse del conflicto y rezar -o lo que sea más silente- para que la paz vuelva pronto, y así  resplandezcan las peregrinas ideas sobre el poder alimenticio de la carne roja, cómo guardar los huevos en la nevera, la criminalización del varón, o la potenciación del juego (desde el mismo Ministerio que se comprometió a perseguir a los devotos del azar). Sería injusto no indicar también que los populistas, izquierdosos de salón, quieren aumentar impuestos, generar más empleo público y manifestarse en las calles para que suban los salarios por encima de lo que garantiza la rentabilidad (siempre problemática) de las pymes españolas.

En Castilla- León, Mañueco (Fernández, Alfonso), yendo por libre, ha echado la última paleta de ceniza sobre el aún Presidente del Partido Popular (en disfunciones), Casado, que aprovechó el último viaje pagado a Bruselas para hacerse una foto con Tusk (Donald) y abominar de la ultraderecha europea. Para Mañueco, el acuerdo con Vox que le permitió mantener la Presidencia de la región a costa de aupar a la vicepresidencia al candidato de ese partido antes aborrecido (Gallardo, Juan), no es ilógica ni oportunista. Es cosa de apoyarse en la recíproca sintonía: “bajar impuestos, crear empleo, cohesión territorial, gestión seria de los servicios públicos, política coherente de la familia, compromiso con el campo, apuesta por la investigación, defensa de una enseñanza del Bachillerato única,…”

No parece mal programa, así puesto en teoría. Mientras tanto, en el mismo partido en el que aún milita Mañueco, el culebrón de la familia Ayuso (Isabel) fue conducido bajo palio del sinsentido a los Tribunales, lugar de previsibles consecuencias jurídicas (el archivo de las demandas) a donde son conducidos todos los rencores, inquinas, peleas de barrio y envidias de salón, tanto de los amigos como de los enemigos del circo en el que actúan los políticos del País del Gaigé.

 

Publicado en: Actualidad, Economía, País de Gaigé Etiquetado como: Alfonso Fernández Mañueco, Baltasar Garzón, Casado, Castilla y León, Donald Tusk, Ione Belarra, Juan Gallardo, rey emérito, Yolanda Díaz

Cuarta Crónica desde el País del Gaigé o del Huangmiú

28 febrero, 2022 By amarias Deja un comentario

Los hechos, circunstancias y avatares del País del Gaigé (por otro nombre, también imaginario, del Huangmiú) han quedado sepultados por el vendaval de despropósitos que amenaza con arrasar Ucrania, si no consiente en doblegarse ante el imitador de Hitler, el nefasto déspota Vladimir Putin, autoproclamado emperador de las nuevas Rusias.

La última semana de febrero del año 2022 ha aportado, con todo, para la pequeña Historia, algunas cuestiones de interés para la crónica ligera del mundo. El día 27 se inauguró por el monarca Felipe VI un nuevo Mobile World Congress en la cada día más pequeña ciudad de Barcelona. A esa ceremonia de apertura no quisieron asistir el llamado presidente de la Generalidad, un tal Aragonés (Pera) y la alcaldesa de la antigua ciudad Condal, la propensa a la posición estrafalaria Colau (Ada); para tranquilidad de los estómagos inquietos, sí han deseado comparecer a la cena, en donde seguro que, fuera de los focos mediáticos, ofrecieron sonrisas y disculpas, ya que no pleitesía, al Rey y a la corte de Sánchez, presidente del Gobierno en Gaigé-España.

Se celebró también en esta semana Arco, la Feria de Arte que ocupa un par de pabellones en el recinto madrileño y que atrae a algunos comerciantes y galeristas, que tratan de engatusar a algún nuevo rico para colocarle alguna creación de sus artistas tutelados. El arte -especialmente el  matérico- hace ya tiempo que ha caído en una espiral de deterioro, en el que se mezclan la falsedad, el cuento chino y la mancha pictórica o el propósito de llamar la atención, esta última ya agotada a fuerza de pretender ser original.

Poco interesante encontró este cronista de ocasión en esa Feria de las vanidades artísticas, y si algo me asombró de verdad fueron los precios. Los marchantes de las galerías piden 250.000 euros sin mover una pestaña por lienzos embadurnados de acrílico que, si tuviéramos libertad para juzgar, deberíamos condenar a la basura. Como el sábado era día de visita para público en general, había una gran aglomeración de curiosos, que fueron amontonados a la entrada y a la salida del recinto con base en medidas de seguridad ininterpretables. Se miraban los bolsos de las señoras con pasión morbosa por los guardias de alquiler, sin entender que nadie en su sano juicio iba a pretender llevarse el menor trozo de la colección de despropósitos que se exponían en las paredes y huecos de las salas. Salvo que se tuviera mucho dinero y se admitiera la hipótesis perversa de que el arte actual no cotiza por lo que vale, sino por lo que dicen que vale.

En otro orden de cosas, por supuesto, la crisis del Partido Popular sigue sin cerrarse, aunque parece que Núñez Feijoo está dispuesto a abandonar su feudo gallego para inmolarse en la batalla por el poder de lo que fue alternativa de gobierno. Mal espacio para la tranquilidad. Ayuso, doncella mancillada, presenta ojeras en cada comparecencia pública. Casado, galán apaleado, llora por ls esquinas su desconsuelo, sin acertar a adivinar qué es lo que pasó y si todo fue pesadilla o maleficio. Y, como en toda batalla hay un vencedor, Sánchez y sus fieles, envalentonados, se hacen lifting para parecer más jóvenes, porque barruntan victoria para largo.

Publicado en: Actualidad, País de Gaigé Etiquetado como: Aragonés, Arco, Ayuso, Barcelona, Colau, Feria de Madrid, Gaigé, Núñez Feijóo, Pablo Casado, Sánchez, World Mobile

  • « Página anterior
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4

Entradas recientes

  • Homilía y lecturas del funeral de Angel Arias – Viernes 14 abril
  • Cuentos para Preadolescentes (12)
  • Cuentos para preadolescentes (11)
  • Cuentos para preadolescentes (10)
  • Cuentos para Preadolescentes (9)
  • Cuentos para preadolescentes (7 y 8)
  • Por unos cuidados más justos
  • Quincuagésima Segunda (y última) Crónica desde Gaigé
  • Quincuagésima primera Crónica desde el País de Gaigé
  • Cuentos para Preadolescentes (6)
  • Cuentos para preadolescentes (5)
  • Cuentos para preadolescentes (4)
  • Cuentos para Preadolescentes (3)
  • Quincuagésima Crónica desde el País de Gaigé
  • Cuentos para preadolescentes (2)

Categorías

  • Actualidad
  • Administraciones públcias
  • Administraciones públicas
  • Ambiente
  • Arte
  • Asturias
  • Aves
  • Cáncer
  • Cartas filípicas
  • Cataluña
  • China
  • Cuentos y otras creaciones literarias
  • Cultura
  • Defensa
  • Deporte
  • Derecho
  • Dibujos y pinturas
  • Diccionario desvergonzado
  • Economía
  • Educación
  • Ejército
  • Empleo
  • Empresa
  • Energía
  • España
  • Europa
  • Filosofía
  • Fisica
  • Geología
  • Guerra en Ucrania
  • Industria
  • Ingeniería
  • Internacional
  • Investigación
  • Linkweak
  • Literatura
  • Madrid
  • Medicina
  • mineria
  • Monarquía
  • Mujer
  • País de Gaigé
  • Personal
  • Poesía
  • Política
  • Religión
  • Restauración
  • Rusia
  • Sanidad
  • Seguridad
  • Sin categoría
  • Sindicatos
  • Sociedad
  • Tecnologías
  • Transporte
  • Turismo
  • Ucrania
  • Uncategorized
  • Universidad
  • Urbanismo
  • Venezuela

Archivos

  • mayo 2023 (1)
  • marzo 2023 (1)
  • febrero 2023 (5)
  • enero 2023 (12)
  • diciembre 2022 (6)
  • noviembre 2022 (8)
  • octubre 2022 (8)
  • septiembre 2022 (6)
  • agosto 2022 (7)
  • julio 2022 (10)
  • junio 2022 (14)
  • mayo 2022 (10)
  • abril 2022 (15)
  • marzo 2022 (27)
  • febrero 2022 (15)
  • enero 2022 (7)
  • diciembre 2021 (13)
  • noviembre 2021 (12)
  • octubre 2021 (5)
  • septiembre 2021 (4)
  • agosto 2021 (6)
  • julio 2021 (7)
  • junio 2021 (6)
  • mayo 2021 (13)
  • abril 2021 (8)
  • marzo 2021 (11)
  • febrero 2021 (6)
  • enero 2021 (6)
  • diciembre 2020 (17)
  • noviembre 2020 (9)
  • octubre 2020 (5)
  • septiembre 2020 (5)
  • agosto 2020 (6)
  • julio 2020 (8)
  • junio 2020 (15)
  • mayo 2020 (26)
  • abril 2020 (35)
  • marzo 2020 (31)
  • febrero 2020 (9)
  • enero 2020 (3)
  • diciembre 2019 (11)
  • noviembre 2019 (8)
  • octubre 2019 (7)
  • septiembre 2019 (8)
  • agosto 2019 (4)
  • julio 2019 (9)
  • junio 2019 (6)
  • mayo 2019 (9)
  • abril 2019 (8)
  • marzo 2019 (11)
  • febrero 2019 (8)
  • enero 2019 (7)
  • diciembre 2018 (8)
  • noviembre 2018 (6)
  • octubre 2018 (5)
  • septiembre 2018 (2)
  • agosto 2018 (3)
  • julio 2018 (5)
  • junio 2018 (9)
  • mayo 2018 (4)
  • abril 2018 (2)
  • marzo 2018 (8)
  • febrero 2018 (5)
  • enero 2018 (10)
  • diciembre 2017 (14)
  • noviembre 2017 (4)
  • octubre 2017 (12)
  • septiembre 2017 (10)
  • agosto 2017 (5)
  • julio 2017 (7)
  • junio 2017 (8)
  • mayo 2017 (11)
  • abril 2017 (3)
  • marzo 2017 (12)
  • febrero 2017 (13)
  • enero 2017 (12)
  • diciembre 2016 (14)
  • noviembre 2016 (8)
  • octubre 2016 (11)
  • septiembre 2016 (3)
  • agosto 2016 (5)
  • julio 2016 (5)
  • junio 2016 (10)
  • mayo 2016 (7)
  • abril 2016 (13)
  • marzo 2016 (25)
  • febrero 2016 (13)
  • enero 2016 (12)
  • diciembre 2015 (15)
  • noviembre 2015 (5)
  • octubre 2015 (5)
  • septiembre 2015 (12)
  • agosto 2015 (1)
  • julio 2015 (6)
  • junio 2015 (9)
  • mayo 2015 (16)
  • abril 2015 (14)
  • marzo 2015 (16)
  • febrero 2015 (10)
  • enero 2015 (16)
  • diciembre 2014 (24)
  • noviembre 2014 (6)
  • octubre 2014 (14)
  • septiembre 2014 (15)
  • agosto 2014 (7)
  • julio 2014 (28)
  • junio 2014 (23)
  • mayo 2014 (27)
  • abril 2014 (28)
  • marzo 2014 (21)
  • febrero 2014 (20)
  • enero 2014 (22)
  • diciembre 2013 (20)
  • noviembre 2013 (24)
  • octubre 2013 (29)
  • septiembre 2013 (28)
  • agosto 2013 (3)
  • julio 2013 (36)
  • junio 2013 (35)
  • mayo 2013 (28)
  • abril 2013 (32)
  • marzo 2013 (30)
  • febrero 2013 (28)
  • enero 2013 (35)
  • diciembre 2012 (3)
octubre 2023
L M X J V S D
 1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
3031  
« May