Gaigé empieza 2023 juntando alegría, tensión y desconcierto. La situación internacional permanece muy complicada: la guerra en Ucrania confirma su tendencia a enquistarse, cuando se acerca el primer año de la invasión rusa. Una nueva variante del coronavirus amenaza con colapsar la opaca sanidad china y, en lo que a Occidente afecta, constituye un motivo serio de preocupación ante el temor de que se produzca un rebrote incontrolado de contagios debido a los viajeros del inmenso país, que pueden volver a salir al extranjero sin restricciones. El ministerio de Sanidad de Gaigé, capitaneado por la canaria Darias (Carolina), ha impuesto medidas de control muy estrictas, aunque testigos presenciales del control en los aeropuertos afirman que solo se les toma la temperatura corporal.
La alegría en Gaigé es consustancial con el temperamento colectivo, entendido como un karma dulcífico y embriagador. Está identificado en la capacidad colectiva para minimizar los riesgos, despreciar los avisos de peligro y desatender cifras y datos (buenos o malos), confiando en utilizar los recursos ocultos para salir adelante.
Como en el cuento del niño yuntero, si vienen mal dadas, se llama a Necesidad y se sacan fuerzas de lo hondo para provocar que la burra se levante y enderece su rumbo.
Ha muerto un Papa -Benedicto XVI- y sus exequias han concentrado la atención de la comunidad cristiana. Gaigé envió en su representación a Albares (José Manuel), ministro de Asuntos Exteriores y etc., que coincidió allí con Da. Sofía, la Reina de antes, en su camino hacia Grecia, donde se unirá a su hermano, Constantino, gravemente enfermo. Con su sentido de lo oportuno, nuestro ministro ha mostrado su plena sintonía con Francisco, el Papa argentino, que goza de gran predicamento entre la izquierda populista.
La fiesta de la Pascua militar ha servido para subrayar la sintonía prebélica entre la Monarquía y el ministerio de Defensa (en el que la magistrada Robles -Margarita- abunda en su vocación de aparentar ser mejor verso libre en un Gobierno con tantos candidatos). Ambos estamentos están de acuerdo en que la guerra en Ucrania ha puesto de manifiesto la necesidad de invertir más en defensa. Por supuesto, la siempre atenta oposición (incluso desde dentro del Gobierno) ha aprovechado para censurar el aumento del esfuerzo militar. Echenique (Pablo) encontró palabras duras contra “ese hombre” que siempre habla para apoyar al Gobierno de turno. Gran descubrimiento sobre la actuación de quien está obligado, por Ley, a discurrir así.
Menos ácido fue el mensaje en su red de admiradores de la médico Casado (Elena), anestesióloga activista contra los escépticos de la pandemia vírica, preguntándose si ésta no ha puesto de manifiesto la necesidad de invertir más en Sanidad.
Las cabalgatas por la noche de Reyes han concitado los esfuerzos de la imaginación y el desembolso de dineros en prácticamente todos los municipios de Gaigé. En momento de inflación y escasez, la apelación a la necesidad da aportar alegría a los niños y espectáculo a sus mayores, ha llenado las calles de titiriteros, dromedarios, carrozas con duendes, Reyes magos de todos los semblantes y muchas luces.
A la mañana siguiente, cumpliendo con un ritual, los infantes han visto poner en solfa su credibilidad al comprobar que los compis con padres más ricos reciben siempre los mejores regalos. Práctica enseñanza de lo que les espera a partir del momento en que se les caiga el velo de la inocencia.