Al socaire

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Décimo octava Crónica desde el País de Gaigé

6 junio, 2022 By amarias Dejar un comentario

El 5 de junio de 2022, el deportista más laureado de Gaigé, Nadal (Rafael) ha conseguido la décimo cuarta victoria en el campeonato de un juego antes de minorías, llamado tennis. Fue en el escenario parisino del Roland Garros, ante un alevín de gran atleta, por nombre Ruud (Kasper), noruego voluntarioso que no pudo ganar ni uno solo de los tres sets (series) en los que se decidió el envite.

Estuvieron presentes en el estadium, sus Majestades reales los reyes de Noruega y Gaigé. Felipe VI, el jefe de Estado del País de los Despropósitos (Gaigé), dedicó unas elogiosas palabas al atleta, al que (casi) todo el mundo está de acuerdo en caracterizar como un modelo a seguir, en especial, por la juventud. De “líder mundial” ha sido definido por algún comentarista.

Aunque cada vez estoy menos convencido de que en las facultades de Ciencias de la Información (antes Periodismo) se enseñe suficiente cultura general -ya se sabe, gramática, historia, filosofía y ciencias de la naturaleza- la influencia de los media escritos y hablados (sobre todo, hablados) no puede ser puesta en duda. En este terrorífico momento en el que estamos ayunos de liderazgo, no resulta molesto que una persona humilde de talante, con capacidad probada de superación ante la adversidad física y que ha hecho del perfeccionamiento de una excelente facultad física un excelente modus vivendi, sea presentado como ejemplo.

Nos han fallado otros modelos y siguen fallando de continuo: en Gaigé, el rey de antes, que nos había librado de una nueva dictadura -así nos lo presentaron, al menos- se reveló en su senectud con pies de barro y bolsillos ávidos. El Honorable President de la Generalitat, Pujol (Jordi) y su familia numerosa anda huido de la justicia, esperando que le llegue la hora final sin pasar por el oprobio de ser encarcelado por latrocinios muy sonoros de las arcas públicas.

No son pocos (más bien, muchos) los presuntamente honorables que han caído en las garras de la ambición personal -combinada o no con las ayudas económicas a los partidos políticos a los que han dedicado sus carreras en pos del dinero y la fama-. Los tribunales, los prestigiosos bufetes de abogados especializados en sacar castañas del fuego de las vanidades, y hasta de las cárceles, se han convertido en centros de expiación/escarnio y mal fario para muchos de los que pretendieron convencernos de su honradez ejemplar mientras nos hurtaban de la cazuela común para su beneficio.

La prensa francesa, cumpliendo con el indudable esfuerzo por presentar a la decadente Francia como ombligo del mundo, presentó la victoria del héroe Nadal -más próximo y nuestro, desde luego, que el francés-marroquí Benzemá o el belga Courtois (Thibaut)-como “XIV Soleil Nadal”. Se combinaba así la referencia a la décimo cuarta victoria de Rafael con la de Louis XIV, le roi Soleil. Me alarmó oir a una periodista obviar la relación, interpretando que el tenista era calificado de “sol”. Infiero que nunca había oído hablar del poderoso y longevo personaje que mantuvo, aliado con Inglaterra, una disputa duradera -y fructífera para él- con la decadente saga de los Austrias.

En el orden interno de lo que se está revolviendo en Gaigé, es digno de registro la pérdida de pie firme de la coalición gubernamental, sumergida en disputas internas, desorientación y falta de criterios. La vicepresidenta Díaz (Yolanda) no convence en su liderazgo de lo que subsiste a izquierda del Partido Socialista y el presidente Sánchez (Pedro) pierde credibilidad y solvencia a ojos vistas, justamente cuando pretende recuperar la línea tradicional de la socialdemocracia, que ha convertido en sanchismo puro y duro.

Las elecciones andaluzas, convocadas para el 19 de junio, significarán,  según los pronósticos, el afianzamiento de la simpatía hacia el Partido Popular de una parte suficiente del electorado. Moreno (Juanma) será reelegido presidente de la Autonomía andaluza, sin que parezca necesitar el auxilio de Vox, lo que, por otra parte, cada vez alarma menos al electorad0, pues su apoyo en las urnas se mantiene estable en votos y sus ideas -algunas, desde luego, estrafalarias y repugnantes- contienen propuestas básicamente sensatas.

A final de junio tendrá lugar la cumbre de la OTAN en Madrid. Lo que debería ser una oportunidad para afianzar la proyección internacional de Gaigé, arriesga convertirse en un escaparate de la desunión gubernamental. La ausencia de coherencia en la posición exterior es clamorosa. Hasta el gobierno marroquí, fiel portavoz del cacique Mohamed VI, hace mofa de la posición del Ministro de Exteriores de Gaigé, desacreditado por el pequeño y pobre país, que se siente apoyado por los Estados Unidos de Norteamérica. El presidente Zelenski, soportando la tremenda tensión de ver cómo su país es despedazado por el oso ruso, se queja, me temo con razón, de que el gobierno sanchista promete envío de armas y medios que luego no cumple.

Necesitamos más victorias que en el terreno del deporte.

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Desgobierno institucional o pasión por las crisis

1 junio, 2022 By amarias Dejar un comentario

No tiene gracia. Las disensiones en el seno del gobierno multicéfalo que construyó Sánchez (Pedro) a la medida urgente creado para destronar -dicen que con la actividad muñidora conjunta de Abalos y Redondo- a un presidente cansado pero competente (Rajoy, Mariano: los hechos posteriores dixint) son clamorosas.

Se pretende incluso justificar las notables discrepancias en las apariciones públicas entre los portavoces de las facciones en que se va descomponiendo lo que ya cabe calificar como desgobierno, sobre temas que han sido debatidos en el seno del Consejo de Ministro. Se argumenta por los díscolos que “la ley no obliga a que los ministros estén de acuerdo con la decisiones de Gobierno” (declaraciones públicas de varios ministros podemitas).

Una vez nombrados, y al conocer sus declaraciones ante los media y la esencia de sus actuaciones cara a la realidad, resultó inquietante apreciar lo poco que conocían ciertos Ministros sobre sus campos de competencia y nos llevó a preguntarnos porqué no se dejaban asesorar (o, también, por quiénes se hacían asesorar); el mal parece contagioso, pues otros miembros del Ejecutivo, tenidos por competentes, languidecen en sus puestos, convertidos en irrelevantes o desvarían sorprendentemente contradiciendo actuaciones y opiniones anteriores (cito sin ánimo de ser exhaustivo: Robles,  Ribera, Albares, Iceta, Calviño…y me sobra la supersexposición de Rodríguez García, Marlaska,…Super Yoyo Díaz)

Perdón: la Ley del Gobierno 50/1997, revisada y actualizada en 2015, define inequívocamente las funciones de un “órgano colegiado” y, como tal, en su seno se puede discutir lo que se quiera, y discrepar, pero el cumplimiento de las decisiones que se adopten obligan a todos sus miembros, que están, además, obligados a guardar el secreto del debate interno para la concreción del acuerdo.

Que los Ministros no conozcan sobre los asuntos de su competencia e improvisen sus resoluciones confundiéndolas con su “derecho a opinar “genera una gran confusión pública. Que ignoren sus obligaciones legales y aireen sus discrepancias convirtiendo en campaña electoralista la gestión del lo público, es kafkiano,-o dadaísta, como oí decir a un tertuliano-.

(Nota: Imagino que algunos de mis comentarios pueden parecer a quienes no me conocen, propios de alguien que se complace en criticar al Gobierno. Tal vez por eso, por pudor y por no enseñar la patita ideológica, pocos son los que, habiéndome leído, se atreven a compartir mis reflexiones. No pretendo publicidad alguna. Soy mayor, tengo mi vida resuelta (y para más inri, ando mal de salud). Soy independiente, lo fui toda mi vida y escribo porque me gusta. Si alguien se siente identificado o le proporciono algún elemento para pasar un rato divertido o llenar una curiosidad, le estoy agradecido, aunque no me haga llegar el menor reconocimiento.)

Este 1 de junio, en el que se cuentan ya 4 años desde que se puso punto final al Gobierno de Rajoy, han pasado muchas cosas: la crisis sanitaria, la crisis económica, la crisis energética y, ahora, la guerra en Ucrania que es una guerra en Europa. Este ejecutivo tuvo que lidiar con graves problemas y sobrevive. Herido (quizá de muerte), pero vivo. El país está inmerso en una situación financiera muy delicada, preludio de dificultades muy serias para enderezar el timón económico, falto de impulso.

La desunión en la política (no solo dentro del Gobierno) alimenta también el descrédito internacional y la crispación nacional. La grieta catalana no se cierra se emponzoña y hiede. El asedio casi continuo al Jefe de Estado -que, sin apoyo del Ejecutivo, trata de construir una agenda interna de simpatías, empezando por lo sencillo-, la falta de control del Presidente de Gobierno sobre la mitad de sus ministros; una oposición que está en la construcción de una identidad creíble como alternativa de Gobierno, …

España tiene pasión por las crisis. Sobrevivimos, pero no sabemos cómo salir bien de ellas. Es parte de nuestra identidad colectiva, ir dejando plumas en cada batalla, perdiendo mucha energía en cada envite. Lástima. porque así no hacemos más fuerte España y la competencia es feroz.

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Undécima Crónica desde el País del Gaigé

18 abril, 2022 By amarias Dejar un comentario

Vencidas las vacaciones de la Semana Santa, convertidas desde hace décadas en invitación a la escapada del lugar de residencia habitual, para entregarse al disfrute de otros paisajes y buena comida, la población del Gaigé vuelve a encontrarse con los días de hastío, sacrificio y temor a no poder llegar con solvencia a fin de mes.

Ha habido procesiones en casi todas las ciudades y pueblos, poniendo a prueba el funcionamiento de los móviles, ávidos sus propietarios de dejar constancia del desfile de imágenes de papel maché o madera de pino, costaleros sudorosos y fieles matronas con mantillas y escapularios, precedidas por una comitiva de principales, que seguramente en su mayoría se plantearon si deberían participar en el espectáculo o mantenerse en casa preparando las mentiras del lunes.

La noticia más comentada fue una estafa. No sería la más importante, ni los autores y sufridores serían los únicos, pero mereció horas, hasta días de análisis y denuncias ante y por la Fiscalía, al parecer siempre atenta a detectar asuntos con interés mediático, aunque perjudiquen (¿o quizá por eso?) a los mandamases administrativos de Madrid, capital o provincia.

Dos pícaros con currículos de fantasía -Medina (Luis) y  Luceño (Alberto)- vendieron mascarillas y guantes sin garantías de calidad a la Administración que veían más cercana: el Ayuntamiento de Madrid, en donde Martínez Almeida, su alcalde todoterreno, andaba ocupado en menesteres distintos de controlar personalmente el género.

Lo hicieron estos comisionistas faltos de escrúpulos, cuando la pandemia estaba en su apogeo de desconciertos y el especialista en urdir explicaciones (Fernando Simón, hoy desaparecido) nos aconsejaba protegernos del contagio o quedarnos en casa, después de haber defendido que no era necesario ponerse mascarillas, sencillamente, porque no las había. El registro de sus conversaciones que acabó difundiéndose y la relación de objetos de lujo que compraron con lo que estafaron presuntamente a los madrileños, no tiene que dejarnos estupefactos. Ya lo estamos. Nos encontramos en Gaigé, el País de los Despropósitos.

No será el único asunto que la Fiscalía, por decisión propia o denuncia sostenida, tendrá que tratar en los próximos meses, aunque solo sea para desmentir la ocurrencia del alcalde madrileño que acusa a esta institución, encargada de velar por el cumplimiento del derecho penal, de actuar a impulsos del Partido Socialista.

Tuvo lugar esta Semana de Pasión la toma de contacto con la responsabilidad política de enderezar el Partido Popular que asumió Núñez Feijóo (Alberto), extraído de la mar gallega, bien conocida por él, para meterse en la cloaca de los enfrentamientos de alcance nacional.  Se dice que marca su propia agenda, sin importarle que toque investir a Fernández Mañueco como Presidente de Castilla y León, a pesar de la efemérides, decida no acudir al acto para no propiciar la foto con Abascal (Santiago), o le apetezca replicar a una periodista despistada o aviesa (Barceló, Angels) que se interesare por saber si no recela de Vox, lanzando el dardo dialéctico contra el acuerdo entre el PSOE Bildu y los separatistas catalanes.

En las dos semanas que lleva como Presidente del partido de la derecha más o menos civilizada, Feijóoh ha conseguido ser el líder más valorado por los españoles, haciendo olvidar a Casado (Pablo) y poniendo en entredicho la continuidad futura de Sánchez (Pedro) como Presidente de Gobierno si se celebrasen en este momento las elecciones para recomponer las Cortes, habida cuenta, además, de que la ilusión que generó Podemos se está deshaciendo como azucarillo en agua de refresco, envuelta en el glamour de increíbles casoplones, líos de faldas, chascarrillos ácidos ya muy repetidos e, incluso, escotes que muestran el canalillo de las féminas ministeriales o ministeriables, desviando así la atención del vacío de los cerebros.

La inflación está a punto de entrar en los dos dígitos. La compensación de 20 céntimos sobre el litro de combustible que aprobó el Gobierno salió adelante con algunos rasguños y, aunque modesta, favoreció millones de desplazamientos en busca de esa sensación de libertad que proporciona cambiar un lugar en el tresillo de la salita por la silla plegable sobre una playa abarrotada.

Gaigé sigue acogiendo ucranianos desplazados por la injusta guerra que provocó Putin. No está en absoluto claro qué pasará con ellos a corto plazo, en especial, si Ucrania, cada vez más destruida, sigue siendo el banco de pruebas para valorar los efectos de volver a procedimientos bélicos propios de la segunda guerra mundial.

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La guerra en Ucrania sufre una escalada

3 marzo, 2022 By amarias Dejar un comentario

Cuando la invasión rusa de Ucrania está ya en su séptimo día, todos los ojos están puestos en este país que está sufriendo de una manera cruel y contraria a todo derecho, los efectos de la ambición patológica de Vladimir Putin. La resistencia ucrania es formidable, muy por encima de lo que cabe esperar de un Estado que no tiene capacidad militar para contrapesar, por capacidad logística, armamento y preparación para la guerra, a una fuerza de ataque cincuenta veces superior.

La estrategia bélica inaceptable del dictador ruso para ahogar toda capacidad de resistencia está siendo dispersar los ataques sobre las principales ciudades del país invadido. Las imágenes de los bombardeos simultáneos de Kiev, Odesa, Jartov, Mariupol y otras poblaciones son aterradoras. Las víctimas sobre la población civil deben ser cuantiosas. Aunque los valientes ucranios, obsesionados hasta la heroicidad para defender su país, informan de haber causado algunas muertes de militares rusos y han destruido también varios tanques y armamento atacante; una compensación simbólica a los miles de millones en bienes inmuebles e infraestructura, por ejemplo, destruídos por los atacantes y a los casi tres mil militares ucranios muertos en las batallas y las decenas de miles de heridos.

El presidente francés, Macron, ha mantenido hoy una conversación de más de una hora con el sátrapa Putin, sin ningún resultado tangible. El propósito del jerarca ruso es hacer tierra quemada del suelo ucranio. Algo intolerable. Su idea de abrir un “cordón sanitario” que permita la salida de las ciudades atacadas (especialmente, Kiev), para permitir la salida de personal no militar no es sino la confirmación de su intención maligna de recrudecer los ataques sin importarle los daños que pueda causar.

De momento, las reservas que Putin ha venido acumulando durante más de una década -principalmente, con divisas aportadas por Alemania para abastecerse de gas- le permiten un margen económico temporal para seguir financiando la guerra. Suenan a error patético las palabras de Angela Merkel, la laureada ex canciller, cuando afirmaba que “Rusia es un suministrador fiable”; el cierre pautado de las centrales nucleares alemanas, unido al abandono del carbón como recurso energético, pesan ahora como una pesada losa sobre la necesidad de buscar un mix energético de urgencia para solventar la crisis energética que se cierne sobre los teutones en un invierno que no se ha ido aún.

Hay presión creciente sobre el dictador para que detenga la guerra: la mayoría de la comunidad internacional, la voz enérgica de intelectuales, políticos, artistas, sociólogos, deportistas o empresarios (por citar solo algunos sectores) se une a los jerarcas rusos que ven ahora peligrar sus inversiones en el exterior, y piden un alto al fuego.

Los refugiados ucranianos crecen a miles cada día. Las filas de coches en las fronteras, que pretenden salir del país, ocupan decenas de kilómetros. Putin sigue emitiendo su descabellada justificación de que Ucrania está llena de fascistas y xenófobos, en una fórmula especular por la que el agresor juega a ser el agredido, como sucede también con el generador del mobbing, que se refugia en su crymobbing, haciéndose pasar por el que lo sufre. También acusa a Ucrania de poner escudos humanos frente al lanzamiento de sus misiles

España ha enviado cerca de 1.400 lanzagranadas, 700.000 cartuchos de amertalladoras y amatralladoras ligeras, que llegarán mañana viernes, 4 de marzo, a un punto cercano a la frontera de Polonia con Ucrania. La división causada por este envío en el mismo seno del Gobierno ha saltado a la opinión pública, que está, sin embargo, más preocupada por la repercusión de esta postura de apoyo bélico al país invadido que por elucubraciones acerca de hipotéticas disensiones del gobierno Sanchezstein.

Otra noche en vela para los ucranianos. Otra noche de dolor, rabia, desgarro humanitario, solidaridad desde la distancia pero con la proximidad del afecto y la solidaridad con su lucha defensica con los valerosos habitantes del país que ya padeció, bajo el poder de otro dictador loco, Stalin, el horror del Holodomor (término derivado de las palabras ucanianas hólod -hambre- y mor -exterminio-.

Estoy leyendo un libro de Anne Applebaum, “Hambruna roja” sobre la guerra de Stalin contra Ucrania. Mucha información sobre las inicuas razones de la invasión del imitador Putin. Permita el lector que transcriba un breve poema de Shevchenko, que pedía que lo enterraran a orillas del Dniéper, el río que atraviesa Ucrania para convertirla en el granero de Europa. Una Europa que llora esta masacre y sufre este despropósito criminal. “Cuando me hayáis enterrado, levantáos/ destrozad las cadenas/ y con la sangre del enemigo/regad la libertad. (Nota: He traducido el poema del ruso, libremente)

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Cuarta Crónica desde el País del Gaigé o del Huangmiú

28 febrero, 2022 By amarias Dejar un comentario

Los hechos, circunstancias y avatares del País del Gaigé (por otro nombre, también imaginario, del Huangmiú) han quedado sepultados por el vendaval de despropósitos que amenaza con arrasar Ucrania, si no consiente en doblegarse ante el imitador de Hitler, el nefasto déspota Vladimir Putin, autoproclamado emperador de las nuevas Rusias.

La última semana de febrero del año 2022 ha aportado, con todo, para la pequeña Historia, algunas cuestiones de interés para la crónica ligera del mundo. El día 27 se inauguró por el monarca Felipe VI un nuevo Mobile World Congress en la cada día más pequeña ciudad de Barcelona. A esa ceremonia de apertura no quisieron asistir el llamado presidente de la Generalidad, un tal Aragonés (Pera) y la alcaldesa de la antigua ciudad Condal, la propensa a la posición estrafalaria Colau (Ada); para tranquilidad de los estómagos inquietos, sí han deseado comparecer a la cena, en donde seguro que, fuera de los focos mediáticos, ofrecieron sonrisas y disculpas, ya que no pleitesía, al Rey y a la corte de Sánchez, presidente del Gobierno en Gaigé-España.

Se celebró también en esta semana Arco, la Feria de Arte que ocupa un par de pabellones en el recinto madrileño y que atrae a algunos comerciantes y galeristas, que tratan de engatusar a algún nuevo rico para colocarle alguna creación de sus artistas tutelados. El arte -especialmente el  matérico- hace ya tiempo que ha caído en una espiral de deterioro, en el que se mezclan la falsedad, el cuento chino y la mancha pictórica o el propósito de llamar la atención, esta última ya agotada a fuerza de pretender ser original.

Poco interesante encontró este cronista de ocasión en esa Feria de las vanidades artísticas, y si algo me asombró de verdad fueron los precios. Los marchantes de las galerías piden 250.000 euros sin mover una pestaña por lienzos embadurnados de acrílico que, si tuviéramos libertad para juzgar, deberíamos condenar a la basura. Como el sábado era día de visita para público en general, había una gran aglomeración de curiosos, que fueron amontonados a la entrada y a la salida del recinto con base en medidas de seguridad ininterpretables. Se miraban los bolsos de las señoras con pasión morbosa por los guardias de alquiler, sin entender que nadie en su sano juicio iba a pretender llevarse el menor trozo de la colección de despropósitos que se exponían en las paredes y huecos de las salas. Salvo que se tuviera mucho dinero y se admitiera la hipótesis perversa de que el arte actual no cotiza por lo que vale, sino por lo que dicen que vale.

En otro orden de cosas, por supuesto, la crisis del Partido Popular sigue sin cerrarse, aunque parece que Núñez Feijoo está dispuesto a abandonar su feudo gallego para inmolarse en la batalla por el poder de lo que fue alternativa de gobierno. Mal espacio para la tranquilidad. Ayuso, doncella mancillada, presenta ojeras en cada comparecencia pública. Casado, galán apaleado, llora por ls esquinas su desconsuelo, sin acertar a adivinar qué es lo que pasó y si todo fue pesadilla o maleficio. Y, como en toda batalla hay un vencedor, Sánchez y sus fieles, envalentonados, se hacen lifting para parecer más jóvenes, porque barruntan victoria para largo.

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Las características singulares del centro político

23 septiembre, 2021 By amarias Dejar un comentario

La debacle de Ciudadanos, la formación política nacida con vocación de centro entre socialistas y conservadores y, sobre todo, como cortafuegos a las pretensiones nacionalistas, republicanas e independentistas, ha dejado huérfanos a los que están convencidos que un partido charnela, incrustado ideológicamente entre izquierda y derecha.

Siguen haciéndose análisis -en tribunas de especialistas en el análisis político y en círculos de café y pastas entre amigos- sobre las razones de esa caída desde las alturas del Ícaro más notable de la policromía de opciones que se ofrecen a los votantes, en un país que vota liderazgos y no programas. Mi opinión, sin más valor que el hacerla explícita, es que Albert Ribera hundió la nave con él de capitán general.

El punto de arranque fue el debate televisivo de cierre de campaña en el que un acalorado Rivera Díaz presentó la tesis del que creía principal oponente -Pedro Sánchez-, invitándole a que “la leyera”, para que se enterara de lo que otros habían escrito por él.  Se hizo imposible el acuerdo de coalición o apoyo entre dos gallos de pelea en la quintana y, mucho mejor arropado y más hábil con la máquina de pactar, Sánchez alcanzó la presidencia pactando con el diablo. Después del abandono de Ribera para dedicarse a “la empresa privada”, ni Inés Arrimadas, ni Edmundo Bal, haciendo esfuerzos para tapar los agujeros con frases del viejo catecismo salvado del cuaderno de bitácora, ni el clamor de cuantos se tiraron al agua dando gritos para alejarse del barco con tantos boquetes, consiguieron otra cosa que certificar la defunción de aquel proyecto de centro, hoy agarrado a unas tablas y a la deriva.

Entre el PSOE y el Partido Popular hay actualmente un vacío estratégico en el marco político, que no me atrevo a decir cuán grande es, aunque sí que no lo va a llenar el moribundo Ciudadanos con sus animosos actuales monitores. Y, a pesar de todo, tanto uno como otro de ambos partidos mayoritarios necesitan una formación de centro suficientemente robusta para que funcione como eficaz punto de encuentro, si llega el caso. Por la izquierda, Podemos ha demostrado ser otra cara del independentismo o la izquierda radical, según le vaya en sus conveniencias, y se convierte, a ratos, en un incómodo compañero de viaje en la coalición de gobierno con el PSOE, apoyando posiciones extremas a su izquierda que, aunque parezcan contenidas por el tejemaneje del “te oigo pero no te escucho”, “te doy la razón aunque te ignoro”, no auguran ni estabilidad ni bien futuro.

Por la derecha más extrema. el partido de Abascal  hace el juego a los enconados ultras que dan a su formación un cariz inaceptable, xenófobo, irreal, insolidario, entre banderas nazis, enfrentamientos callejeros con la izquierda irredenta, insultando y vejando homosexuales y a pertenecientes declarados a colectivos LGTBI, etc. Aunque desde la cúpula de Vox, se niegue a menudo apoyo y filiación a los protagonistas de los mayores desmanes, a pocos engaña que se les hace el caldo gordo desde una formación que vende al mismo tiempo estampas de Franco, himnos patrióticos y pone zancadillas a “la derechita cobarde”.

Tampoco sirve engaño a la moderación y buen pulso para mejorar el país, que esgrime como marca de identidad el partido principal que gobierna en coalición con la facción socialista, cuando se complace en agudizar la bicefalia, con críticas a otros ministros, y se mete en fregados de incompetencia, desgaste o inconsecuencia, ya sean abrazos con ministros venezolanos del equipo de Maduro señalados por la Corte Penal Internacional, acogida misteriosa, mal analizada y peor explicada de Ghali,  líder del Frente Polisario (opción del pueblo saharaui para mantener el pulso por su independencia que España no sabe oficialmente cómo abordar), para su tratamiento en fase terminal aunque con causas abiertas en la Audiencia Nacional, …, subidas mínimas del salario mínimo esgrimidas por la líder de la otra cabeza de la bicefalia como una victoria sobre el empresariado, etc.

Y aunque Podemos ha avanzado algo, en la búsqueda de la supervivencia propia, hacia la moderación (que es su desdibujado), no es el mejor apoyo que puede pretender el PSOE para gobernar con tranquilidad. Esa formación política está, ella misma, a la búsqueda de una identidad, con su liderazgo en cuestión y su ideología y práctica en revisión permanente, entre el exabrupto incontrolable de los terroristas urbanos y los politicastros que buscan alguna idea entre los adoquines y el “buen rollito” de profesores universitarios y funcionarios con la vida resuelta a salvo de mayores pretensiones.

Se buscan líderes para una formación de centro que de aire a la izquierda y a la derecha. Ofreciendo coherencia liberal, guiño socialdemócrata sin sonrojos, apoyos a las posiciones realistas de avance en la mejora del bienestar social, la educación, el desarrollo tecnológico y empresarial.

Se necesita esa opción de tranquilidad y pragmatismo para pulir las tendencias a la ruptura de la baraja en el nuevo gobierno que surja de las próximas elecciones. Para que el PSOE no tenga que acudir a la insolidaridad independentista ni a la izquierda sin escrúpulos para gobernar, ni el Partido Popular deba abrazar la pegajosa capa de negra brea de Vox para acceder a la Moncloa.

Y, sobre todo, para que se deje de atender a los dedos que señalan y empecemos de mirar a la luna o las estrellas.

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Zafiedades

15 agosto, 2021 By amarias Dejar un comentario

Mónica García, concejal por Más Madrid en la Comunidad de Madrid, que se define como científica -supongo que por ser médico y madre- y se califica de “empática, honesta y comprometida”, está convencida de que a la presidenta regional, Isabel Díaz-Ayuso “no le interesa gobernar más allá de utilizar la gobernanza para sus intereses particulares”, demostrando “cinismo e hipocresía”, al descomponer desde dentro “un cargo público, como está haciendo el  Partido Popular en la Comunidad de Madrid”(El Mundo, 14 de agosto de 2021).

Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a vueltas con la papeleta de hacernos digerir la drástica subida del precio del Megawatio-hora, acusó a sus colegas de Gobierno de Unidas Podemos de “hacer demagogia barata” al pretender que la factura de la luz pueda solucionarse mediante un Real Decreto. No debe ser fácil desprenderse de la tentación de hacer demagogia con los mimbres al alcance, pues Teresa Ribera, después de calificar de escandalosa la actuación de Iberdrola al bajar los caudales de los embalses de Ricobayo y Valdecañas “lo que es legítimo, pero no razonable”.

Ione Belarra, Ministra de Derechos Sociales, acusa al ministro de Interior, Grande-Marlaska, de incumplir la legalidad, al ordenar la devolución de los menores marroquíes que llegaron el pasado 17 de mayo a España, alentados por el gobierno de Marruecos, por no contar con el preceptivo informe de los servicios de protección de menores y del Ministerio Fiscal. (la fotografía de Bernat Armange testimoniando que los menores se ven obligados a descansar en estanterías de una nave industrial es impresionante).

Dentro de la operación de caza y captura, para destruirlo y dejarlo como un erial, una de las piezas más cotizadas es el Rey de antes, Juan Carlos, al que algunos -incluido el presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla- “quieren ver en la cárcel por ladrón”. Me pregunto hasta donde se podrá estirar la cuerda de la Monarquía Constitucional sin que rompa y nos deje con el culo al aire de nuestra indefinición de lo que queremos ser de una vez. En mi opinión, Don Juan Carlos debe retornar a España y abandonar esa posición de supuesto apestado que no se compagina ni con las actuaciones investigadas por la Fiscalía, ni con el reconocimiento a la actuación del Monarca como garante de la democracia ni con el servicio prestado como amigo de los monarcas saudíes para conseguir pingües contratos para empresas españolas que (a la vista está) muy difícil lo tienen por la vía de las visitas de cortesía de ministros y capitanes de las constructoras que cotizan en el IBEX.

Alberto Garzón, ministro de la cartera de Consumo, especializado en traducir en declaraciones de su ministerio las afirmaciones gratuitas y consejos para ingenuos de algunos libros de matiz ecologista, ha afirmado que para producir 1 kilo de carne se necesitan 15.000 litros de agua. Parecería que incita  que, definitivamente, nos desprendamos de nuestra cabaña ganadera y nos hagamos veganos, pero por su comportamiento personal deduzco que no está por l labor de aplicar sus principios ecologistas a su vida particular.

No quiero ignorar que desde las filas de la derecha también se producen ataques verbales contra las actuaciones del Gobierno de Pedro Sánchez o pretendiendo descalificar a portavoces, concejales o diputados de las filas socialistas y comunistas. Que no se me juzgue como tendencioso, porque, vive Dios, que me da la mismo que gobiernen unos u otros con tal de que lo hagan bien, pero tengo observado que las frases que la izquierda dedica a quienes están en puestos de gobierno como representantes de la otra facción, son mucho más virulentas, injustas y zafias.

La descalificación sistemática de cuanto hace la presidenta de la Comunidad madrileña por parte de la oposición es ya paradigmática. Se la critica más que al alcalde de Madrid, Almeida, quizá porque se teme más su capacidad de respuesta ágil y seria, sin las concesiones populacheras de las que no consigue liberarse Ayuso.

La ausencia de respeto, elegancia, rigor, empatía y verdad que debiera regir las actuaciones de cuantos tienen responsabilidades públicas y facultades de representación, trasciendo de la política y alcanza, incluso, a la otrora prestigiosa Universidad. El rector de la Universidad de Barcelona, Joan Guàrdia se resiste a amparar públicamente al profesor Ricardo García Manrique, que fue atacado (por fortuna, solo verbalmente) en el Claustro al grito de “fascista y colono”. Los hijos de miembros de la Guardia Civil y de la Policía Nacional  destinados en Cataluña (y otras Comunidades que desprecian usar el español como lengua vehicular) sufren desprecios y vejaciones, según ha sido reiteradamente denunciado, por sus problemas lingüísticos y su marginación como “españoles”.

 

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Borrando la memoria

26 junio, 2021 By amarias Dejar un comentario

Una selecta representación de la burguesía catalana, reunida en Teatro del Liceo, ha aplaudido a Pedro Sánchez, durante casi un minuto, cuando anunció los indultos que había decidido aplicar a los delincuentes políticos del Procès. El presidente de la Agrupación empresarial más importante de España -la CEOE-, Antonio Garamendi, justifica la decisión porque cree que traerá paz social. ¿Van cayendo barreras? No. Se van tejiendo los nombres de la desorientación y el olvido, puntada a puntada.

Como fiel cohorte vocinglera, el gobierno de España entiende unánimemente que la excarcelación definitiva de los rebeldes es un acto debido, una manera obligada de reparar una injusticia, provocada por el Tribunal Supremo al dictar una sentencia impecable condenando a penas graves, si, pero extraordinariamente matizadas, a quienes provocaron un levantamiento civil contra las instituciones y animaron, desde el poder autonómico, a la población a resistirse activamente contra las fuerzas del orden, que cumplían instrucciones del Gobierno central para detener la insurrección catalanista e impedir un referendum ilegal.

El esfuerzo de este Gobierno connivente y débil por borrar los vestigios que permitirían analizar el pasado desde su propia realidad, es titánico. Vinculados los ministros (y cuantos perciben o desean percibir alguna merced por su devoción),  utilizan cualquier oportunidad y medio a su alcance, para destruir huellas de la verdad y acusar a los que discrepan -no por capricho, sino por lealtad – con insultos y epítetos de fascistas, faltos de perspectiva histórica o revanchistas-.

No importa que no les ayuden los propios indultados, que se han hecho más fuertes en su enajenacion. Ellos y los que apoyan la carrera independentista de Cataluña (no tengo duda: hacia su ruina) quieren más (la amnistía), lo quieren todo, y anuncian que no están arrepentidos, porque lo volverán a hacer.

Coincido con mi estricto coetáneo granadino Ruiz-Domènec, catedrático de Historia Medieval, -otro de la fértil cosecha de 1948-, entrevistado en El Mundo por Iñaki Ellakuría (26.06.21) en que España tiene un problema ” con su historia (…) porque (…) debemos resolver la cuestión pendiente de su definición como país”.

Para impedir ese debate, los destruccionistas se empeñan en quemar vestigios del pasado, adulterar con falsedades las razones que les interesen y abuchear, impidiéndoles la expresión o que se les entienda, a los sensatos, los intelectuales, los críticos.

Un país aborregado -en técnica, en ética, en historia, en derecho, en política,…- solo necesita un líder que lo conduzca seguro a su autodestrucción programada.

Lo tenemos.

Pero la historia no se puede borrar del todo. No se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo.

Archivado en: Actualidad, Cataluña, Derecho Etiquetado con: historia, indultos, Ruiz-Domènec, Sánchez

Insultados

21 junio, 2021 By amarias 2 comentarios

La continuidad del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, en el poder ejecutivo, le exige, según su propia valoración y la de sus asesores,  indultar a los delincuentes políticos catalanes que vulneraron la Ley y la Constitución en 2017, proclamando unilateral e ilegalmente, la República en aquella sufrida región, luego de celebrar el resultado de un referéndum sin garantías y realizado sin cauce legal.

Para dar un alcance global a la decisión de excarcelar a los políticos catalanes presos, se utiliza el argumento de que contribuirá a recuperar la paz social, la concordia y la reconciliación. Idea falsaria, pues los insurrectos no manifestaron arrepentimiento, no se recatan en repetir que volverán a declarar la independencia de la secuestrada Cataluña y, en el colmo de la desfachatez y enervante desparpajo, presentan el indulto como la demostración de que España no es un estado de derecho y que sus tesis han triunfado en Europa.

No se acabarán, pues, con el indulto los males recientes de este país en camino hacia la descomposición acelerada de sus valores. Abre nuevos caminos hacia el descrédito global de España y de sus instituciones y confirma la vía peligrosa de que se puede delinquir si se cuenta con el apoyo del Gobierno, al margen de la Ley y los Tribunales.

Así vamos, como en un juego de la Oca, de mal en peor. Podemos ser arrasados en nuestra dignidad de pretendida potencia europea por el gañán marroquí, comparados con Turquía, ridiculizados por Letonia, aparecer como apoyo de la dictadura populista de Venezuela o caer en el ridículo vergonzoso de inventar una entrevista fake con el presidente norteamericano.

La coalición de Gobierno que sostiene a Sánchez, combinando partidos minoritarios catalanistas y facciones republicanas e independentistas, como Pantagruel, nunca se dará por satisfecha. Ese monstruo fagotizador de la tranquilidad y el orden, quiere devorar el prestigio y valor aglutinante de la Monarquía, -forma constitucional de la Jefatura del Estado-, destruir la unidad de España con mentiras, enfrentar regiones ahogando a unas para beneficiar el capitalismo insolidario  y los intereses mezquinos,  vilipendiando la necesaria existencia de una oposición que sea alternativa de Gobierno, negándole con falacias, su fuerza, viabilidad y empuje.

No está España en su mejor momento y los culpables de su deterioro están dentro. Le falta aprecio internacional, con una política exterior que solo se puede calificar de nefasta, herida gravemente la economía por una errática gestión de la pandemia, con el sistema educativo bajo mínimos y la seguridad social a punto de la quiebra técnica.

Ya no se apela a la unidad nacional, porque hemos retrotraído la expresión de opiniones políticas a momentos que parecían olvidados, del franquismo y del tardofranquismo, apoyando oficialmente la opinión monocorde o alimentando el silencio plácido de los corderos. Entonces, en los setenta del pasado siglo, no existían disidentes, porque los que manifestaban ideas contrarias al pensamiento dominante, regido desde el poder, eran inmediatamente señalados y marginados, cuando no perseguidos o denunciados.

Ahora vuelve a aparecer la falsa uniformidad en los pareceres, la homogeneidad en las opiniones. Solo se da proyección a los aplausos de los fieles. Si se es crítico con el gobierno de Sánchez y sus palmeros (una de las peores coaliciones de incompetentes de la democracia), se es inmediatamente señalado por el foro aplaudidor como mal informado, tendencioso o errado.

El duro revés a la independencia de la  Justicia -que realizó una actuación impecable por su Tribunal Supremo, ahora revisada y contradicha a conveniencia del Gobierno-, los empellones a la estabilidad del Estado -se utiliza al Rey como elemento del teatrillo del pim pam pum-, y el desmembramiento consciente de la unidad nacional, permiten afirmar que, si algunos van a ser injustamente indultados, millones de españoles estamos siendo, sin explicación ni fundamento, insultados.

Como asturiano de origen y madrileño de adopción, como español de educación y valores, me siento ultrajado en mis principios, traicionado por la actuación de un Gobierno que protege a delincuentes, marginado e insultado,  por razón de mi lealtad a la Patria, fiel a lo que juré y en lo que creo. Como profesional, como jurista, como hombre de bien, como patriota, veo con dolor que se quiere destruir, con trampas y desfachatez, lo constó construir entre todos: una democracia modélica, el respeto a la separación de poderes, el impulso creativo que contaba con la colaboración activa de todos los españoles.

Catalanes independentistas, no sois gentes de mi agrado. No seré tan mal educado como vosotros, que exhibís insultos contra los que no piensan igual, pero quiero que sepáis que os considero traidores. No por vuestras ideas, sino por vuestras actuaciones contra la unidad de España, vuestro egoísmo insolidario, vuestra cerrazón para entender la Historia y apreciar lo que nos hace fuertes: la unión. En vuestra obsesión por libraros del falso yugo que nos hace grandes, os hacéis y nos hacéis más débiles frente al futuro.

Archivado en: Actualidad, Cataluña, Derecho, España Etiquetado con: Cataluña, indulto, Sánchez, secesionistas, tribunal supremo

Hacia un nuevo PSE

7 mayo, 2021 By amarias 3 comentarios

Resulta evidente que la actual dirección del Partido Socialista Español (PSOE, en sus siglas completas en la actualidad) se encuentra en busca de una nueva identidad.

Los síntomas internos son varios: antiguos dirigentes -aún vivos- han marcado distancia respecto a actuaciones del partido (Felipe González, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, etc.; se ha abierto expediente de expulsión a personas que fueron referente en su momento (Nicolás Redondo, Joaquín Leguina, etc.); miembros relevantes han sido condenados por prevaricación o están bajo sospecha por haber actuado en beneficio de la militancia (José Antonio Griñán, Manuel Chaves, etc.); la lucha interna por el poder es también ideológica (Susana Díaz, Emiliano García-Page, etc.). Algunos altos cargos están silentes o actúan por su cuenta (Cristina Narbona, Josep Borrel, Eduardo Madina, etc.)

Los índice externos son clamorosos. El PSE no tiene el atractivo que mantenía para el votante. Las causas más aparentes de ese distanciamiento son la connivencia con el separatismo y con el populismo de índole marxista/egoísta. Pero hay otra más importante: la imagen prepotente, aislada de la realidad y trufada de un tufo a primero de la clase orgulloso de haberse conocido, que esgrimen, desde el propio Presidente y su alumna predilecta, la catedrática de Constitucional Carmen Calvo y la mayor parte de sus ministros, ministras y ministres.

El último detonante que impone la obligación de remodelar el edificio (muy maltrecho) de la sede ideológica del PSOE es el descalabro recibido en las elecciones para la Presidencia de la Comunidad de Madrid, celebradas el 5 de mayo de 2021, y que han dado amplia victoria a Isabel D. Ayuso, del Partido Popular.

Puede el partido perdedor hacer risas de la falta de programa de la Presidenta y ridiculizar su pretendido concepto de la libertad (he seguido la entrevista, magnífica, que le hizo el genial Alsina en Onda Cero y la entonces candidata ofreció muchas opciones de respuesta a la pregunta filosófica acerca de lo que significa la libertad; apuesto a que ninguno de los ministros socialistas puede responder con tanta variedad y gracejo a la pregunta de lo que es el socialismo).  Isabel Díaz Ayuso ha barrido con absoluta claridad a las demás opciones, y aunque haya recogido muchos votos de Ciudadanos, la mayoría de los nuevos adeptos a su estrategia de defender “Madrid is different” provienen del desnortado PSOE.

No se confunda el aparato de poder del partido, con Carmen Calvo a la cabeza mediática, de despreciar al madrileño como si se tratara de un enajenado mental amigo de la juerga y de no pagar impuestos. Nunca como ahora Madrid representó a España. El candidato por la opción socialista, el muy digno catedrático Angel Gabilondo, convertido en monigote de una campaña destinada al fracaso desde el principio, ha anunciado que no recogerá su acta de diputado. Víctima propiciatoria, macho cabrío ofrecido al sacrificio del dios Sánchez. El secretario general de la agrupación socialista madrileña, José Manuel Franco, que pasaba por allí, ha sido forzado a dimitir; parece destinado a ser el recoge bofetadas, el “ahí me las den todas” del núcleo duro del poder sanchista.

Resulta significativo que, estando hospitalizado Gabilondo como resultado de una arritmia coronaria, detectada casualmente cuando había acudido a mi hospital de referencia para que lo vacunaran contra la Covid, la persona que ha dado explicaciones de su estado físico ha sido ¡Ayuso! quien lo visitó en el centro de salud inmediatamente de tener noticia de su internamiento, manteniendo con él, dice, una conversación amigable. No, no han sido los miembros dirigentes del PSE (al menos, alguno de los residentes en Madrid, que tanto no tendrán qué hacer, digo yo). Ocupados en el debate interno por dotar de nuevo sentido a las siglas que han heredado, al parecer, desde hace casi ciento cincuenta años, se estarán preguntando qué les queda de ellas: ¿Partido? ¿Socialista? ¿Obrero? ¿Español?

Tengo curiosidad por el desenlace, del que no ha trascendido el final, aunque hay quien opina que será cruento y doloroso. Aprovecho para desear al profesor Angel Gabilondo una pronta y completa recuperación. No se merecía este papel de comparsa de la debacle.

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