Al socaire

Blog personal de Angel Arias. La mayor parte de los contenidos son [email protected], aunque los dibujos, poemas y relatos tienen el [email protected] del autor

  • Inicio
  • Sobre mí

Copyright © 2023

Usted está aquí: Inicio / Archivo de Asturias

Bimenes existe

26 noviembre, 2021 By amarias Deja un comentario

Bimenes es un pequeño municipio asturiano (solo tiene 36 km2 de superficie), muy cercano a Oviedo -a unos 30 km- – Ha vivido épocas de prosperidad con la minería del carbón y ahora camina, como la mayor parte de Asturias, en la senda segura de la decadencia. Tiene 1681 habitantes censados, cuando llegó a tener a mediados del siglo pasado, el triple. Su capital es Martimporra, aunque no estoy seguro si la despoblación no habrá convertido a ese lugar en un vestigio ruinoso del pasado.

A los nacidos en Bimenes se les llama yerbatos (que significa hierbajo, en asturiano), porque los que trabajaban extrayendo carbón llegaban al tajo con hierbas en la vestimenta y la boina, ya que se veían obligados a practicar el pluriempleo: debían atender al ganado cuando volvian a casa. En Melendreros, una aldea de Bimenes, nació uno de mis bisabuelos, Vicente Carrio, que fue emigrante a la Habana y uno de los personajes reales que incorporé a mi creación literaria “Con Vencidos”, una novela de 400 páginas que está esperando su publicacion.

Bimenes mereció aparecer en la portada de la edicición de El Mundo, el sábado, 20 de noviembre, porque su población volvió a confirmar su voluntad de declarar cooficial el asturianu. Esto motivó la publicación de una entrevista con el alcalde Aitor García Corte, del partido Asturianista, en el que expone sus razones, aunque he leído después -en un foro bablista- que ha expresado que está plagada de errores,y que contiene mala intención.

Aunque no tengo a la vista el periódico -está reciclado y no encuentro la reseña en internet-, recuerdo que el alcalde se refirió, enrtre otras cosas, al derecho de utilizar la lengua propia para reclamar ventajas de Madrid, tal como hacen los catalanes y los vascos desde sus gobiernos autonómicos. Si fuera por esa sola idea, me parece estupendo y legítimo: argumentar que se es diferente, que existe una nacionalidad propia, y utilizarla para reclamar atención, ayudas, subvenciones, en igualdad con otras regiones de España, aunque, en opinión que no estoy dispuesto a discutir, porque me siento profundamente asturiano, con mejores razones históricas.

Asturias es una pequeña región llena de cabezas pensantes, con una concentración de intelectualidad y esfuerzos que para sí quisieran muchas otras regiones, incluídas Cataluña y el País Vasco. Pero tiene un grave problema: no ha sido capaz de expresar unidad y , para mayor inri, tiene también en su naturaleza el orgullo de no saber ser pedigüeña. Ha tenido en su territorio dos grandes monstruos, de propiedad pública,  generados para solventar las necesidades en producción estratégica para toda España: la energía y laminados (me refiero, obviamente, a la siderúrgica Ensidesa y a la empresa creada en torno a la extracción del carbón, que aglutinó en Hunosa a varias explotaciones privadas en dificultades económicas). Su existencia generó otros monstruos más pequeños, que se han ido cayendo sin alternativa en la medida en que la  tecnología adquiría nuevos rumbos y las empresas públicas que los sustentaban se adelgazaron hasta límites insospechables y dejaron de comprar.

Que se sepa: el pequeño municipio de Bimenes tiene como hijos suyos a varios españoles ilustres. Es una demostración más de que Asturias es grande por sus hijos, aunque marginada y utilizada, según convenga, por los políticos de otras regiones. Uno de los yerbatos ilustres es Salvador Gutiérrez Ordóñez -otro coetáneo estricto mío, nacido también en 1948- es académico de la Real Academia Española (sillón “S”), eminente filólogo, alumno predilecto de Emilio Alarcos en la Universidad de Oviedo, en la que también dió él mismo clases. Salvador no cree en la necesidad de imponer la cooficialidad del bable (vaya detalle nimio), pero seguro que, aunque no se le ha preguntado, desearía que Asturias tuviera un puesto de relevancia en el desgraciado debate sobre las autonomías.

 

 

Publicado en: Actualidad, Personal Etiquetado como: Aitor García Corte, alcalde, angel manuel arias, Asturias, Bimenes, Cataluña, Con Vencidos, Ensidesa, españa, Hunosa, marginación, País Vasco, Real Academia Española, regiones, Salvador Gutiérrez Ordóñez, unidad, Vicente Carrio

Espectáculos de variedades (Primera parte)

7 noviembre, 2021 By amarias 1 comentario

Me gustaría ser considerado un divulgador.

No es fácil encontrar una definición al término que abarque la complejidad de las vertientes que toma la acción de divulgar (la RAE caracteriza este verbo, en su acepción más común, como “Hacer que un hecho, una noticia, una lengua, un conjunto de conocimientos, etc., llegue a conocimiento de muchas personas”).

No comprendo bien qué puede entenderse por divulgador de “una lengua”, aunque sí me parece que en la España pluralizada, con voluntad colectiva de desidia o decadencia, tenemos ejemplos dramáticos de la pretensión de rescatar una lengua, incluso reinventándola en parte, para convertirla, primero, en pasto cualificado de los académicos que conseguirán vivir de su trabajo de sistematización erudita, y luego, en pación general con la que adormecer, ofreciéndoles ventajas, a un número creciente de seguidores, llegando a convertirlos en fieles devotos del invento.

Si se analiza la cuestión sin apasionamiento interesado, se desvelará que este rescate de una lengua del camino inexorable del olvido, sepultada por la fuerza de las lenguas francas o dominantes, no sería posible sin el auxilio de una operación económica en la que confluyen, en animado contubernio, los intereses de las élites. No es una acción del pueblo, sino dirigida desde arriba.

Animados, sin duda, por el éxito de la operación de recuperar para uso común lenguas amenazadas con su fatal decadencia, como era el caso del catalán y, en mayor medida aún, del gallego y del euskera, un grupo de eruditos asturianos -contagiados en su ardor por lingüistas foráneos- han encontrado saludable para sus propios intereses defender la cooficialidad del bable, o asturiano, después de haber llevado a cabo la labor -de discutible mérito- de inventar buena parte de sus vocablos.

La pendencia lingüística está ya servida en mi región de origen, Asturias, pues son muchos los que encuentran aberrante, ridícula y hasta perniciosa para la salud mental, la cuestión de permitir la competencia del español o castellano, en los foros administrativos y universitarios, con esa lengua artificial que hoy nadie habla, incluso en los más remotos lugares de la geografía astur, allá donde pueda encontrarse el anciano más aislado en su braña.

Porque los asturianos lo que tenemos por común es una forma de hablar, una manera fácilmente identificable, que anima a la complicidad inmediata, con la que adornamos el castellano con un centenar de palabras propias y, sobre todo con un acento, un deje, una pose fonética, que nos hace sentirnos cómodos de ser especiales, o sea, distintos.

No necesitamos, a diferencia de los muñidores de los intereses catalanes y vascos, disponer de una lengua propia para situar falsos mojones en nuestro territorio. levantando fronteras donde no las había, con carteles (cada vez más visibles), que separen a los otros, “los españoles”, de nosotros, “la élite histórica”, un pueblo que se presenta como sojuzgado, marginado, abortado en su genialidad por ser obligado a ser parte de una colectividad de segunda clase.

La cuestión tiene connotaciones que serían ridículas si no se hubieran ya manifestado como terriblemente peligrosas, porque promueven la insolidaridad. No nos hizo falta (como tampoco le había hecho hasta hace pocas décadas, al catalán, gallego o vasco) usar, exagerándolas o forzándolas,  nuestras diferencias en vocabulario y acento para decirle al que viene de fuera que, si pretende vivir en nuestra comunidad, debería aprender a expresarse con nuestros términos, someterse a nuestras reglas de juego, mientras impulsábamos, como de mayor mérito, las creaciones de los “nuestros”. Asturias es tierra de acogida.

Jamás habíamos pensado en levantar una muralla con el lenguaje, para utilizarlo como plataforma cultural ficticia, demandar privilegios y subvenciones, reclamar el favor de la superioridad inventada de nuestro grupo, frente a la pretendida vulgaridad homogénea del resto.

(continuará con una Segunda Parte)

Publicado en: Sin categoría Etiquetado como: Asturias, bable, catalán, Cataluña, divulgación, euskera, gallego, lengua, País Vasco, solidaridad

Asturias, cuesta trabajo

1 agosto, 2021 By amarias Deja un comentario

Espero no ofender a casi nadie si afirmo que a la región asturiana le falta proyecto. Y, por tanto, carece de estrategia de defensa de lo que no tiene.

Siempre me pareció que,  entre los múltiples y graves problemas de Asturias -cuyo origen, bien estudiado por especialistas, proviene de la utilización sistemática de la región por los gobiernos centrales para atender a los intereses generales sacrificando (o adulterando) los intereses para el desarrollo regional-, luce con voz propia una característica especial. Tenemos un exceso de cabezas pensantes, generadoras de estudios, análisis, sugerencias y críticas, realizados por instituciones y particulares, ofreciendo opiniones interesantes o al menos, merecedoras de discusión, para lograr la reactivación o detener la parálisis, pero faltas de coordinación. Los gallos del corral de las ideas son poco dados a ponerse de acuerdo y prefieren enzarzarse en discusiones sobre el pasado y lo que pudo haber sido.

La permanente discusión sobre lo que se tendría que haber hecho, siembra confusión y desorden y empequeñece y desgasta las fuerzas que deberían aunarse para poner en marcha las ideas. La pequeña región presenta excesivos centros de análisis sin fuerza decisoria, ha alimentado la formación teórica de alto nivel, olvidando el adiestramiento de los discentes en habilidades prácticas y, en cuanto a la promoción de actividades, en un erróneo planteamiento de autosuficiencia, apoya pequeños emprendimientos locales con escasas posibilidades de supervivencia por poco que cambie la coyuntura.

Es imprescindible que los centros de formación técnica de Gijón, Oviedo y Mieres, olviden el enfrentamiento de los egos profesorales y se estructuren como una verdadera Politécnica, con programas de formación e investigación coordinados, en lugar de mantener la actual sobrecarga de profesorado y alumnado. La formación profesional, que tuvo -¡en el tardofranquismo y en las primeras décadas de la democracia!- días de gloria, deambula  sin energía entre los planes de estudios pendientes de revisión a fondo, la efectividad de la enseñanza dual y padeciendo la escasa atención que le presta el empresariado regional, con escasas excepciones de nivel.

Periódicamente, tomando consciencia del languidecimiento de la región, se reabre la cuestión de las conexiones con la meseta, con occidente y oriente. La autovía de peaje es un hurto permanente consentido que apoya la idea general del aislamiento de Asturias. El viajero gasta más en peajes en ir y volver a la región desde Madrid que en combustible. El tren de media velocidad -un enlace con Madrid que tarda dos horas en llegar a León y prácticamente tres en recorrer los cientoveinte kilómetros desde allí hasta Mieres, Oviedo o Gijón- forma parte de ese desprecio hacia las comunicaciones de Asturias con el resto del mundo. No son pocos los que, para ahorrar tiempo, dejan el coche en León o mandan que se les vaya a buscar allí para seguir por carretera el trayecto a Oviedo. Gijón o el resto de poblaciones asturianas de destino.

He leído con atención el proyecto Asturias XXI con el que, según tengo entendido, desde hace unos once años, un grupo de animosos profesionales, quiere concretar lo proyectos que servirían para la reactivación de la dormida y olvidada región. Son, todas, buenas ideas. Hay una relación muy sugerente de mentores -casi todos, residentes en el extranjero y  dispuestos, por lo que leo a dar sabios consejos.

Lo que falta en esta región no son, sin embargo, ideas -andamos sobrados de ellas-. Lo imprescindible es encontrar la manera de plasmar algunos de esas iniciativas -las seleccionadas como prioritarias-, con dinero. Esas inversiones, dado el reducido tamaño del tejido empresarial asturiano y la ausencia de una Banca regional (¡ay, Cajastur!), han de venir, básicamente, desde fuera y, muy seguramente, de proyectos públicos o semipúblicos.

En el caso de la potenciación de la investigación para apoyar proyectos con viabilidad regional, la cuestión es igualmente urgente. Ninguna tesis doctoral, ningún trabajo de investigación universitario, ni siquiera las tesinas fin de grado (especialmente en las disciplinas técnicas) debieran olvidar ese enfoque.

Desde fuera, en especial cuando se tiene una responsabilidad importante en un empresa o grupo empresarial, no es complicado bombear buenas ideas de lo que “hayquehacer”. Vale. Pero la experiencia demuestra que, por brillante que sea el expatriado que vuelve, se encontrará con duras resistencias para poner en marcha sus proyectos. Será fagocitado por la reacción regional, ninguneado por las fuerzas vivas instaladas, agotado su empuje por la falta de medios y apoyos.

Otra cuestión que afecta a Asturias -la principal, en mi opinión-, es la falta de unidad política regional. Las dos Españas se reproducen en este minúsculo pedazo del mapa, con descalificaciones entre una izquierda trasnochada y de pulso estéril y un centro derecha incapaz de conceder la mínima ventaja a su oponente ideológico. Asturias no tiene masa crítica ni fuerza para forzar en el Parlamento y en el Gobierno (donde hace tiempo carecemos de voz) un cambio de rumbo, ayudas concretas para proyectos relevantes y cortar de raiz ese ruido de opiniones de salón.

Asturias debiera plantearse la unión -tal vez no como supra-región, aunque sí con enlaces sólidos para poner en pie de inmediato, los proyectos principales comunes más urgentes- con León, Cantabria o, incluso con Galicia (al menos, Orense y Lugo). Esos proyectos comunes debería incluir la recuperación de antiguas poblaciones rurales, la revisión del alcance verdadero de la red 4G/5G, el cuidado de las comunicaciones interiores, la potenciación de los productos propios de calidad, el aprovechamiento de las masas forestales, la utilización más eficiente de los terrenos agrícolas y, en fin, una propaganda dirigida no solo a vincular la imagen de la región al lobo y al oso, sino a la eficiencia, la calidad de vida, la formación y cualificación de su juventud.

 

Publicado en: Actualidad, Asturias Etiquetado como: Asturias, Asturias XXI, proyecto regional

Poeta invitado de la AECC en el Día de la Poesía

19 marzo, 2021 By amarias Deja un comentario

En vísperas del Día de la Poesía, la AECC de Asturias quiso contribuir a la iniciativa que pretende hacer de Asturias la Capital Mundial de la Poesía, -propiciada por Graciano García e impulsada por miles de personas y entidades-, con un acto abierto, en el que las integrantes del Aula de Literatura de la benemérita Asociación, que tanto hace en apoyo de los pacientes oncológicos, leyeron poemas de Alfonso Camín y alguno propio.

Tuve el honor de figurar en la sesión como “poeta invitado”. Un orgullo para este exiliado de la tierra asturiana, donde tengo mis raíces.

La sesión está grabada en la plataforma Youtube y puede verse en el enlace:https://www.youtube.com/watch?v=hUUUZQnlg0s

Agradezco a Mónica Díaz López, Responsable de Voluntariado, la organización del acto y la amable entrevista que me realizó y, por supuesto, a Margarita Fuente, Presidenta de la Asociación, que tuvo, además, la gentileza de poner su voz a uno de mis Sonetos desde el Hospital.

En la sesión leí, entre otros poemas, éste que transcribo a continuación. Lo escribí en la mañana del mismo día 18, mientras paseaba por el Jardín Botánico de Madrid, muy afectado por el fenómeno atmosférico Filomena, pero en el que los parterres de tulipanes y jacintos lucen con magnífico esplendor cromático.

Estoy agradecido
a todas las razones
que cambiaron mi vida
porque no fue aburrida
y con su ayuda preciosa
pude explorar territorios
que no parecían destinados
a mi valle de lágrimas.

Fueron muchos
los momentos felices
y, por ellos, aprendí
lo que es el amor,
la alegría de dar de crecer
a los hijos,
la expresa satisfacción
de imaginar que lo que hiciste
no cayó en saco roto.

En esta última etapa,
me encontré la sorpresa
que puso a prueba
el límite de mi resistencia
y me granjeó suficiente confianza
para afrontar la lección decisiva:
admitir que la vida
se nos va sin respuestas.

Es el pesado legado
con el que cada nueva generación
debe seguir acercando posturas
a la inmensa ignorancia
que nos queda por explorar.

(@angelmanuelarias, 2021)

–
Las flores fotografiadas corresponden al Narcissus “Golden Echo”, en uno de los parterres del Jardín Botánico de Madrid.

Publicado en: Filosofía, Personal, Poesía Etiquetado como: acto poético, AECC, angel manuel arias, Asturias, Botánico, capital mundial de la Poesía, Graciano García, Margarita Fuente, Mónica Díaz, Sonetos desde el Hospital, tulipanes, Voluntariado

Lectura de poemas en apoyo a la AECC

17 marzo, 2021 By amarias 6 comentarios

Mañana, jueves, 18 de marzo de 2021, a partir de las 17 horas 45 minutos, he sido invitado por los amigos de la Asociación Española Contra el Cáncer de Asturias a leer algunos poemas. Aunque la convocatoria oficial anuncia que leeré poemas de Sonetos desde el Hospital, (2019) también leeré un par de Sonetos desde la Crisis (2020).  La Coordinadora de Voluntariado, Mónica Díaz López, me hará en ese mismo acto, una entrevista en la que tendré ocasión (supongo) de hablar de poesía, pero también de mi actual circunstancia vital y, desde luego, de mi compromiso en apoyo de esa Asociación.
Copio más abajo el anuncio que ha publicado en Facebook la propia AECC. El acto será transmitido por el canal de Youtube (el enlace, que he marcado en negrita, en letra de mayor tamaño, proporciona conexión directa). No hace falta inscribirse. Con anterioridad a la lectura de mis poemas, se presentarán poemas de los participantes en el Taller de literatura, y de Alfonso Camín. Será en el intervalo entre las 17 horas y las 17 horas y 45 minutos.
Solicito a los simpatizantes e interesados que difundan esta convocatoria y que se conecten ya a la plataforma youtube a las 17 horas, en la seguridad de que no serán defraudados. 
? RECITAL POÉTICO #online. Jueves 18 de marzo. ?
Encuentro online donde las participantes en el Taller de #literatura de la #AECC leerán #poemas propios y del poeta asturiano Alfonso Camín.
Además, contaremos con la participación de Ángel Manuel Arias, que nos leerá #poemas de su libro “Sonetos desde el #Hospital.
Retransmisión a través del canal de #Youtube de la AECC,
? de 17:00-18:30
https://www.youtube.com/watch?v=hUUUZQnlg0s
Asturias, capital mundial de la Poesia
#AECCAsturias #Asturias #RecitalPoetico
Nota.- La fotografía es del año 2018, en Palma. Mi aspecto físico actual ha cambiado bastante. El lunes, 22, me someteré a la segunda sesión de inmunoterapia.

Publicado en: Actualidad, Personal, Poesía Etiquetado como: AECC, Alfonso Camín, angel manuel arias, Asturias, cáncer, capital mundial de la Poesía, enlace youtube, entrevista, lectura de poemas, Mónica Díaz López, recital poético, Taller de literatura

Nací con vocación de emigrante (Poema)

14 enero, 2021 By amarias 2 comentarios

Temo que este poema no me generará simpatías entre algunos ovetenses de pura cepa y, desde luego, no ayudará al proceso irreal que me pudiera significar el ser hijo predilecto de Oviedo, pero está escrito con el corazón. Lo que nadie podrá quitarme, incluso desde el más profundo y radical de los desacuerdos con lo que no deja de ser mi historia particular, es que nací en Oviedo. Que siento la decadencia de la ciudad, que atribuyo en buena medida a las tensiones locales viejas, pero persistentes, entre algunos personajes que no han viajado o no han asimilado lo que vieron fuera.
Y, por encima de cualquier consideración y matiz, me siento muy orgulloso de ser asturiano. Un aldeano.

47

Nací con vocación de emigrante, en Oviedo,
de un tronco con profundas raíces asturianas,
sin cobijo en la Historia escrita por los vencedores.

Fui un niño aplicado, empeñado en hacer de mi capacidad
un estandarte para escapar.

En mitad de la adolescencia,
al morir mi madre,
el sueño de estudiar en Madrid se frustró
y puse ojos
a conocer mejor la ciudad,
descubriendo que, junto a los barrios
oliendo a brillantina, a Ducados y a incienso,
había prostitutas y chulos en el Naranco,
cenáculos aptos para conspirar en locas aventuras imposibles,
agentes de la brigada especial sentados a tu lado en los bancos de la Universidad,
y letrados de oficio y pasantes haciendo sus dientes con rateros, impagados y coimas.

Entretuve la horas que no dedicaba a estudiar
enredando piruetas con aficionados al teatro
y dedicando versos apasionados a ninfas esquivas.

Cuando, ya casado y con hijos,
estando mi futuro sosegado y escrito,
tuve la verdadera oportunidad de marcharme
a un trabajo que nadie quería;
no lo dudé, hicimos el petate
y nos fuimos a la conquista de un espacio al hierro español en Alemania,
donde aprendimos a controlar las prisas,
elegir bien las palabras si vas a comprar o vender,
distinguir el pepino holandés del más sabroso, cambiar la apetencia a pescado por codillo,
desconfiar de los negocios propuestos por amigos italianos
y saber mirar detrás de las fotos familiares alemanas
en busca del hueco de la esvástica.

En fin, entendimos que nadie espera
la vuelta del emigrante, porque han ocupado tu sitio y borrado tus huellas.
Pero me llamó un Presidente que no conocía
para ofrecerme un puesto en la Administración y no supe resistir, provocando
una  polvareda de envidia y recelos
de la parte de algunos parvularios de mi patio de colegio.

Me salvé por los pelos de un oprobio orquestado,
pero no pude ver un pozo más profundo
en el que habían anidado
sabandijas y cuélebres.

La ciudad languidecía,
mercando el ritmo a una región
en la que se apagaba el fulgor
de los cubiletes de acero y el chisporroteo
de las centrales de carbón,

Emigré otra vez, entre el silencio
de colegas y los aplausos de quienes festejaban
mi patada en el culo.
Po el retrovisor,
mientras rehacía mi vida entre descon0cidos,
pude ver cómo algunos de quienes habían hecho de la voluntad de quedarse
la razón de sus vidas
se despellejaban por ser el primero de las clases vacías.

Tuve éxitos, triunfé varias veces, me rehice de algunas heridas
y, para mi sorpresa,  cuando volvía a la ciudad donde nací,
siempre me cruzo con gentes cuyo rosto no identifico
que me saludan con un “hasta luego”,
como si no fuera cierto que llevo treinta años ausente.

Oviedo se ha poblado de incógnitos,
aunque cuando cae en mis mandos
algún períódico con noticias de su prevalencia,
encuentro  nombres sabidos en una esquela, la foto de un viejo
teorizando sobre cuanto debió hacerse,
y la reseña de grupos de eméritos
celebrando sus bodas de oro con la decadencia,
entre asados de cordero y cachopos de merluza.

Desde una cama del Hospital de Madrid
en donde recibo la sesión de quimio
que han pautado unos seres miríficos:
sonrío mientras esto escribo,
dudando si ser ovetense no fuera conmigo,
al menos ese Oviedín del alma que late en algunos,
con núcleo duro en la calle de Uría
en donde se cuecen los límites
de lo que sebe ser considerado la pauta, lo esencial de esta región,
y que tanto me ayuda a volverme aldeano, sentirme, ante todo,
asturiano. De pueblo, de los sitios donde plantaron sus árboles
mis antepasados anónimos.

12 de enero de 2021

(“La advenidad debería haberme hecho fuerte”, @angelmanuelarias)

 

Publicado en: Actualidad, Personal, Poesía Etiquetado como: angel manuel arias, Asturias, hospital, la advenidad, oncología, Oviedo, poema

Asturias, el paisanaje

13 agosto, 2020 By amarias 2 comentarios

El reconocimiento de la gravedad de la situación asturiana, con un tejido industrial y una base de generación de actividad y empleo crudamente dañadas por la pérdida de los sectores básicos que propiciaron un falso éxtasis de bienestar, vuelca la atención en prácticamente todos los análisis sobre la “reinvención”, la “reconstrucción” o “el nuevo resurgir” de la región sobre su capital humano.
Este énfasis sobre la calidad de la población, en mi opinión, no deja de ser una carga trasladada a quien no tiene capacidad para resolver el problema. Equivale a la  típica frase de ánimo (no niego que bien intencionada) con la que intentamos estimular al enfermo de un mal grave, presuntamente incurable: “Animo, tú puedes”. O la medicina y la terapéutica acuden a la operación de salvamiento, o, si la enfermedad es  letal, solo se conseguirá agravar la tensión emocional sobre el paciente, culpabilizándolo de su desgracia.

Tiene Asturias un aceptable capital humano, sin duda, pero ese factor clásico de la función del trabajo, debe ser activado y canalizado en emprendimientos productivos. Si consideramos únicamente la actividad empresarial, no discuto la calidad de la formación técnica y, en general, la universitaria, de los egresados de las muchas ramas del saber que tienen enclave formativo en la región.

He escrito muchas veces -sin éxito, porque, sin duda, resolver la cuestión, no por necesaria, es sencilla- que tenemos una disparidad y densidad excesiva en centros de formación técnica. Todos ellos cuentan con profesionales cualificados, y exigencias formativas muy altas. El número de ingenieros de minas o industriales,  en las modalidades actuales de grado o máster, es, sin duda, excesivo para la capacidad de absorción de la región. En consecuencia, desde hace ya décadas, se están formando profesionales para que busquen su empleabilidad fuera de la región.

Sucede lo mismo en las facultades literarias, desde Derecho a Filosofía e incluso sicología. No es distinta la situación en Medicina y Enfermería. En todos los casos, quienes acaban su cualificación se ven forzados, en gran número, a marcharse de la región si quieren encontrar aplicabilidad a sus estudios. Eso sí, la buena fama de la mayoría de las carreras asturianas, muy exigentes, favorece la empleabilidad.

Creo que debería atenderse con máxima intensidad a apoya trabajos de investigación, tesis doctorales y trabajos fin de grado que tengan orientación preferente, ya que no exclusiva, al desarrollo regional. Y, en esa línea, habría de apoyarse, con subvenciones e impulsos públicos sin reticencia, a la formación de empresas en las que participen, como socios, jóvenes egresados, sus profesores, e inversores asturianos.

He enunciado en otras ocasiones que debería estimularse la creación de empresas en las que los aportadores de capital fueran jubilados con esa disponibilidad económica y los proyectos, construidos con ideas y patentes surgidos de las Universidades asturianas. Se trata de orientar la formación académica hacia la aplicabilidad regional. ¿De qué nos sirve saber que la densidad de abogados en Asturias es de las más altas de España, y que hay más ingenieros por metro cuadrado que en cualquier otro punto del mapa nacional?

En relación con la mano de obra cualificada de formación profesional, la situación es especialmente urgente. Tenemos ya pocos especialistas mineros, mantenedores de centrales térmicas, caldereros, operadores de laminación, instrumentistas, etc., jubilados la mayoría. Sucede lo mismo que, en otros sectores y regiones españolas, con los especialistas en mantenimiento de centrales nucleares, prospección profunda, expertos en resistencia de materiales o producción farmacéutica, entre otros campos, porque se han dejado caer o han cerrado las empresas matrices sostenedoras de la necesidad.

Animo, pues, a la revisión de la formación de grado medio, recuperando la vieja pero vigente teoría de las escuelas de formación profesional. No necesitamos tantos ingenieros de formación (en este estado de desarrollo) y sí más especialistas en máquinas herramientas, control numérico, robótica, telecomunicaciones, informática. Es decir, con aplicaciones trasversales a la mayor parte de las necesidades empresariales, cualesquiera que sea su rubro de actividad.

No concibo, y apelo a mi propia experiencia, que las pequeñas empresas, producto de iniciativas individuales, florezcan y triunfen sin apoyos públicos y privados. Puede que siete de cada diez mueran, en intentos fallidos. Pero la formación de quienes las emprendieron servirá para otros emprendimientos y la experiencia adquirida no tiene desperdicio. No creamos que los catalanes y vascos -por poner un ejemplo- son más listos ni más emprendedores que los asturianos. Quiá. Les apoya el entramado generado en estas regiones, de apoyos públicos sin rubor, de fronteras de nacionalismos embutidos a la gente desde las escuelas. Aunque el tamaño de estas regiones es superior al de Asturias, la falta de conciencia regional aquí pesa como un lastre. Cada vez que veo en un comercio, por ejemplo, que Lentejas la Asturiana, proviene de Canadá o Estados Unidos, me pregunto si basta creer que la faba asturiana es la mejor del mundo, cuando nuestros fértiles valles están perdiéndose, faltos de cuidado, sin remedio.

Hay que generar empleo con urgencia, porque los subsidios que se reciben en la región por la vía de las jubilaciones, se perderán a corto plazo, al fallecer sus detentadores. Y hay bolsas tremendas de posible actividad, que se deben cubrir: recuperación de edificios históricos, abandonados en la desidia de la ausencia de mantenimiento, bosques sin aprovechamiento cabal, pasto periódico de incendios provocados o no, antiguos campos de labor ahora sin otro destino que las zarzas. Solo la eliminación de esos miles de ruinas que pueblan nuestra geografía regional, o la recuperación de estos centenares de edificios en lugares nobles de nuestros pueblos, que se caen a pedazos, ya generaría muchos puestos de trabajo. ¿Quién lo ha de pagar? Desde luego, el propietario; y si no lo hace, la administración pública, previo expediente.

Tenemos que convencernos que Asturias, el Paraíso Natural de nuestros cuentos, tiene, como lo imaginamos desde los sueños de grandeza regional, los días perdidos.

Caminamos hacia una región con poco más de seiscientos mil habitantes, quizá como deseable lugar de residencia para eficientes y dichosos propietarios de un puesto decente de teletrabajo. Pero no lograremos la recuperación de un tejido industrial suficiente para mantener la actual población y el nivel de bienestar de que disfrutamos, solo mirando con avidez hacia el turismo.

Se me objetará que podía ser más optimista. Tal vez. Aunque para alimentar el optimismo, desde hace ya décadas, se bastan los centenares de acomodados estudiosos y expertos que, desde sus atalayas, animan a cambiar el “paradigma regional”.

Y juro que no tengo ni idea de lo que eso significa.

Publicado en: Actualidad, Asturias Etiquetado como: Asturias, desarrollo regional, Formación Profesional, industria, Universidad

Asturias, después del Paraíso

10 agosto, 2020 By amarias Deja un comentario

Con regularidad, la prensa asturiana publica ideas, reflexiones y críticas de sabios locales acerca de lo que convendría hacer para recuperar la perdida bonanza de los años en que las empresas públicas -Ensidesa y Hunosa y el entramado de proveedores de servicios que creció a su abrigo- garantizaban el bienestar de locales y advenedizos, atraídos éstos por el calor del empleo bien remunerado.

Aquellos años son pasado, arrasado el sector industrial “pesado” debido a la crisis del carbón y del acero, situación dura que desequilibró la economía regional, a la que se añadieron, casi coetáneamente, la destrucción de la cultura agropecuaria tradicional (la tenencia de un par de vacas,  huerta propia para cultivar algunas hortalizas y mantener un cerdo y algunas gallinas), la caída del sector naval en buques de recreo, los recortes inversores en Defensa, el aumento del precio de la energía y, ya más recientemente, la presión de la descarbonización (que sirvió para cerrar centrales térmicas, pero también para apuntillar la industria que utiliza de forma intensiva la electricidad, como Asturiana de Zinc o Alu Ibérica). Todo esto se agudiza con el singular arrinconamiento geográfico de la región, emparedada entre un mar no muy amistoso y una montaña poco accesible, alejada de los mejores mercados ajenos por una autopista de peaje, carreteras de montaña y una vía férrea a la que le falta modernización para conseguir ratios de transporte competitivos.

Mejor está Asturias en la comunicación por mar, pero los grandes puertos -Gijón y Avilés- han visto sus movimientos drásticamente reducidos, al estar vinculados a las cargas pesadas que tenían su fundamento en las actividades de los sectores siderúrgico y energético. Del tráfico aéreo poco se puede decir, salvo que es propio de un país de tercera.

Que la caída de los sectores industriales haya movido a las fuerzas vivas -estudiosos y políticos- a potenciar la región como un Paraíso natural, animando al turismo, a que descubriera rincones, comida, m0numentos, paisaje y paisanaje, es casi apelar a una obviedad. Asturias, a pesar del maltrato sufrido en lugares puntuales por la explotación minera de una hulla con demasiado azufre y cenizas y la producción de chapas y carriles con hornos que se alimentaban con coke y mucha energía, tiene mucho encanto.

Pero vivir del turismo no es suficiente y, como todo el mundo sabe, el pasajero errante es imprevisible, díscolo, y cambia de gustos según las modas y los bolsillos. Por eso, las cabezas pensantes de la región elucubran, una y otra vez, sobre la forma más conveniente, según ellos, de recuperar el Paraíso industrial perdido. El cóctel combina siempre, la mejora de las comunicaciones regionales con la meseta (en las alas está la poderosa y subvencionada industria vasca y la capacidad inventiva de los gallegos para sacar fruto de la pobreza), la motivación del emprendedor con ayudas y centros de activación empresarial desde la cuna y, en fin, la defensa numantina -hasta que se sucumbe por la fuerza del mercado- en las pocas empresas de relativo tamaño que aún subsisten, por el milagro de la exportación y la mano de obra cualificada, instándolas a diversificar su producción, innovar e invertir.

No tengo nada que objetar a tantos sabios colegas como los que han metido sus meninges en el pozo de la reactivación de una  región de tamaño casi minúsculo. Estoy de acuerdo en la necesidad de la reactivación industrial, pero no creo que el futuro deseado se concrete con pequeñas actuaciones dispersas (aunque se esté promoviendo el aumento de los clusters y la colaboración empresarial.

Mi solución para la recuperación del Paraíso industrial perdido mantiene esta línea argumental: la región necesita una o dos grandes empresas, en otros tantos sectores estratégicos, que generen de partida unos cuantos (cuatro o cinco mil, para empezar) puestos de trabajo.

¿Dónde están estos sectores?  Por la tradición industrial y minera, aunque se esta perdiendo a espuertas especialización, debido a las jubilaciones anticipadas que llevaron a la inactividad a excelentes profesionales a todos los niveles, creo que esos sectores de excelencia deberían estar en alguno de estos campos: la metalurgia de aleaciones especiales y su transformación, en la fabricación de materiales cerámicos y sus aplicaciones, en las aplicaciones duales para Defensa y sectores civiles, en la investigación y fabricación de soluciones para las enfermedades relacionadas con el aparato respiratorio, en la industria del mueble de calidad, en la generación y aplicación de soluciones para el ahorro energético en edificios, en la recuperación o demolición de ruinas, y, en fin, en la potenciación de la producción agroalimentaria, potenciando el aprovechamiento de los recursos naturales.

Cualesquiera que fueren las empresas elegidas para impulsar sectores estratégicos -siempre en colaboración pactada con la Administración central y para completar un mapa coherente de las Autonomías, en el que no se produzcan duplicidades despilfarradoras-, los desarrollos y aplicaciones han de estar apoyados en las TICs, y utilizando los avances de la robótica, en coordinación con la Universidad y sus departamentos más activos.

Si no existiera iniciativa privada para organizar esas grandes empresas activadoras, habrá que acudir al capital público-privado. Está bien el impulsar pequeños proyectos industriales (transformación de las grandes empresas en sectores o aplicaciones destruidas por la crisis, minería de subsectores como rocas y áridos, energías renovables en un campo ya m-uy saturado,…) y de servicios (bares, peluquerías, ferreterías, artesanos del cuero o de la madera…), aunque mi olfato empresarial -ya acostumbrado a la chamusquina-, vaticina que las expectativas voluntariosas chocarán con la realidad, saturada en unos campos y con poco recorrido en otros.

(continuará)

Publicado en: Actualidad, Asturias, Economía Etiquetado como: Asturias, reactivación industrial

Cataluña en pie de guerra…pacífica (1)

19 octubre, 2019 By amarias Deja un comentario

Imposible no dedicar unas palabras a la grave situación que está viviendo Cataluña. Se trata, sin duda, de una movilización de esa región contra el Estado, que tiene su presunta justificación inmediata en la publicación de la Sentencia condenando a los políticos que lideraron el movimiento secesionista de la región catalana, y que apoyaron esa actuación ilegal con malversación de dineros públicos.

¿Tiene explicación la organización de una revuelta popular contra la actuación reglada -apreciar en juicio justo (y con total publicidad, presuntos hechos delictivos- de uno de los estamentos del Estado de Derecho?

No, no la tiene, ni la puede tener. España es uno de los países con mayor libertad y amplitud en el uso de facultades y derechos, y su legislación garantista ha servido de modelo (y envidia) a otros. Pero el hecho es incuestionable: desde que se conoció el fallo de la Sentencia (hago esta matización en lugar de referirme a la Sentencia en su totalidad, que califico personalmente como dotada de una formulación jurídica impecable y con sesgo marcadamente benevolente hacia los condenados), Cataluña se ha visto envuelta en una tensión social de extrema gravedad.

Reventó la caldera en donde bullía el caldo de despropósitos secesionistas que venía siendo alimentada, inconsciente o conscientemente, desde hace ya cuarenta años (inventos y falsificación de la Historia, elevación del catalán a lengua suprema, enseñanza polarizada hacia el odio contra el resto de España, confusión e ignorancia respecto a valores y solidaridad, baja calidad de liderazgos, etc.).

Solo fue necesario encender varias mechas que estaban preparadas por expertos artificieros de desorden. Para provocar demoliciones y graves desperfectos solo es preciso situar pocos explosivos en lugares adecuados. Grupos de individuos que tapaban sus rostros y que actuaban organizados, duchos en provocar tumultos y daños, se enfrentaron a las fuerzas del orden -tal vez cogidas a desmano, tal vez poco preparadas para el envite, puede que sorprendidas por la extrema violencia-, y consiguieron captar la atención de las cámaras y de la prensa en general. Hay heridos graves, una secuela de duras confrontaciones sin sentido, decenas de declaraciones tibias, calenturientas o simplemente desafortunadas, nervios rotos, gritos ácidos, y, en suma, con los restos del caldo, se sigue cultivando en una nueva marmita el crecimiento de los odios, las disensiones ácidas, los alegatos violentos, los desencuentros dañinos, y se hace insoportable el cúmulo de incomprensiones recíprocas sepultadas bajo la imposibilidad de llegar, no ya a un acuerdo, incluso a la calma, en meses o años.

La escalada de tensión, plagada de incidentes intolerables contra los mossos de esquadra, la policía nacional y la guardia civil, debe ser calificada sin ambages con apoyada por el engaño evidente de estar realizándose una “manifestación pacífica” por parte del gobierno de la Generalitat (del President Torra, en particular), ignorando la realidad de los hechos y persistiendo en el anclaje de la emoción inaudita en un mundo paralelo inexplicable y, por la misma esencia de sus planteamientos, insoportable para todos.

La actuación de las fuerzas del orden ha de ser calificada como ejemplar, asumiendo riesgos personales muy altos en el encuentro con revoltosos que no ahorraron violencia: lanzaban piedras, adoquines, barreras e incluso dispusieron de cócteles Molotov;  utilizaron palos y porras, iban encapuchados y quemaron contenedores y coches -¡incluso de la policía!-. Se creó máxima confusión para extremar la sensación de caos.

Repito hasta la saciedad: Por encima de esas actuaciones, tutelando el despropósito independentista convertido ahora en revuelta contra el orden institucional, destaca la equívoca actuación de Torra -defendiendo con la boca pequeña la manifestación pacífica contra la Sentencia, y alentando al mismo tiempo la insurrección contra el Estado (“España, antidemocrática, holgazana y fascista es injusta con el sosegado y laborioso pueblo catalán” es el leitmotif” de su catecismo revoltoso)

Contrasta la situación en Cataluña, incomprensible para la inmensa mayoría de los españoles, incluidos, claro, los catalanes de paz y orden, con el despliegue de afectos y adhesión que la Monarquía -la Jefatura del Estado como símbolo de la unidad de España- ha despertado en Asturias, con ocasión de la entrega de los Premios Princesa de Asturias. El Rey Felipe VI no se refirió en su discurso durante la ceremonia a la grave situación en Cataluña, seguramente para no empañar con recriminaciones ni lamentos la puesta de largo como heredera de la Corona de Leonor, su hija mayor.

No hacía falta la referencia explícita. En la capital asturiana y en toda la España que vio en directo la retransmisión desde el teatro Campoamor de Oviedo pudo valorarse la profunda diferencia entre los dos ambientes: el del afecto pacífico y leal hacia la Constitución, representada por el Monarca, los Ministros y autoridades que asistieron al acto de entrega de los Premios Nobel españoles, y el de la sorpresa, el hastío y la condena hacia las manifestaciones antisociales, revolucionarias, desleales, de esas facciones de impresentables -antisistema, terroristas callejeros-  que conducen a una multitud de catalanes (no dudo que de buena fe, pero engañada por la mala fe de otros), a su destrucción como país, a la derrota de la tranquilidad, disposición a la solidaridad y buena fe que fue atribuida desde hace décadas a la sociedad catalana.


El ave de la foto es una hembra de colirrojo tizón (Phoenicurus ochuros), más pálida de plumaje que el macho, aunque también tiene la distintiva cola rojiza. Son pájaros fundamentalmente insectívoros, y bastante abundantes en nuestras latitudes, no siendo infrecuente verlos sobre las crestas de los tejados o encaramados a muretes y salientes- Al amanecer, en las áreas urbanas, este túrdido madrugador suele ofrecer su característica silueta recortada contra el cielo, moviendo la cola arriba y abajo de manera peculiar y emitiendo un breve canto prácticamente monosilábico.

Publicado en: Actualidad, Asturias, Cataluña Etiquetado como: Asturias, Cataluña, fuerzas del orden, Premios Princesa de Asturias, revoltoso, revuelta, Torra

Asturias por la independencia

20 mayo, 2019 By amarias Deja un comentario

 

La prudencia verbal y la obediencia debida que siguen siendo virtud y límite infranqueable de las Fuerzas Armadas, incluida la Guardia Civil, no facilita al ciudadano pulsar la calentura temperamental de los mandos de quienes, según la Constitución aún vigente tienen que defender la unidad española, ahuyentando enemigos externos peo también interiores.

Por eso, en tiempos de mudanza como los actuales, los analistas políticos y el periodismo sagaz se dedican a desmenuzar las pocas ocasiones que se les presentan de atisbar entre rendijas el caldo de los cuarteles. El general de la Guardia Civil, con mando en la Región militar de Cataluña, Pedro Garrido, al recordar el mandato constitucional apuntando a responsabilidades del cuerpo para defender a la Patria común de enemigos de la paz y el orden, ha levantado especulaciones gratuitas sobre ruidos de sables que son, en verdad, más bien jaleo de panderetas desde el lado de quienes, por no saberse manejar ni con la ley ni con la palabra, querrían que todo se arreglase con un par de mandobles.

Tuve ocasión, llevado por un agradable acontecimiento familiar, de moverme varios días entre lazos amarillos, esteladas y carteles de propaganda de prófugos y encausados que invitan a recuperar la libertad y democracia perdidas por la Cataluña de los cuentos de patrañas sobre lo mal que la viene tratando el resto de España.

He comprobado que en las familias y grupos sociales en los que se sabe que hay discrepantes sobre la modelo que ha partido por la mitad el seny y el espíritu tradicionalmente práctico de los catalanes, no se habla de política y allí donde hay unanimidad se calientan los motores de la disensión.

Nada se conseguirá con el diálogo (imposible cuando dos grupos tienen la razón que no van a ceder al contrario). La sentencia de los responsables del Procés, obviamente condenatoria a pesar de los esfuerzos por presentar dos realidades contrapuestas por parte de los testigos, según sean hayan sido propuestos por las defensas o el Estado, sólo servirá para provocar algunos tumultos hasta que el Gobierno acceda a indultar a los cabezas ejecutoras del levantamiento civil.

Como pacifico, posibilista y pragmático, opino que a Cataluña debe ofrecérsele la separación del resto de España, con una votación seria, reglada, responsable y reconocida por el resto de España.

Ojalá que pierda el independentismo. Pero si una mayoría significativa, libre, se convence de que es beneficioso para fer futur andarse sin cobijo, adelante. Como asturiano, me parece que será beneficioso. Seguramente, también para otras muchas regiones a las que los árboles del jaleo catalán impiden crecer como merecen.

Al igual que la salida del Reino Unido de la Unión Europea se presenta como beneficiosa para España, que subirá un peldaño en la Federación y conseguirá que se le haga más caso.

 

 

 

 

Publicado en: Actualidad, Asturias, Cataluña, España, Europa Etiquetado como: Asturias, Cataluña, democracia, federación, independencia, regiones, República

  • 1
  • 2
  • Página siguiente »

Entradas recientes

  • Cuentos para Preadolescentes (12)
  • Cuentos para preadolescentes (11)
  • Cuentos para preadolescentes (10)
  • Cuentos para Preadolescentes (9)
  • Cuentos para preadolescentes (7 y 8)
  • Por unos cuidados más justos
  • Quincuagésima Segunda (y última) Crónica desde Gaigé
  • Quincuagésima primera Crónica desde el País de Gaigé
  • Cuentos para Preadolescentes (6)
  • Cuentos para preadolescentes (5)
  • Cuentos para preadolescentes (4)
  • Cuentos para Preadolescentes (3)
  • Quincuagésima Crónica desde el País de Gaigé
  • Cuentos para preadolescentes (2)
  • Cuentos para preadolescentes

Categorías

  • Actualidad
  • Administraciones públcias
  • Administraciones públicas
  • Ambiente
  • Arte
  • Asturias
  • Aves
  • Cáncer
  • Cartas filípicas
  • Cataluña
  • China
  • Cuentos y otras creaciones literarias
  • Cultura
  • Defensa
  • Deporte
  • Derecho
  • Dibujos y pinturas
  • Diccionario desvergonzado
  • Economía
  • Educación
  • Ejército
  • Empleo
  • Empresa
  • Energía
  • España
  • Europa
  • Filosofía
  • Fisica
  • Geología
  • Guerra en Ucrania
  • Industria
  • Ingeniería
  • Internacional
  • Investigación
  • Linkweak
  • Literatura
  • Madrid
  • Medicina
  • mineria
  • Monarquía
  • Mujer
  • País de Gaigé
  • Personal
  • Poesía
  • Política
  • Religión
  • Restauración
  • Rusia
  • Sanidad
  • Seguridad
  • Sin categoría
  • Sindicatos
  • Sociedad
  • Tecnologías
  • Transporte
  • Turismo
  • Ucrania
  • Uncategorized
  • Universidad
  • Urbanismo
  • Venezuela

Archivos

  • marzo 2023 (1)
  • febrero 2023 (5)
  • enero 2023 (12)
  • diciembre 2022 (6)
  • noviembre 2022 (8)
  • octubre 2022 (8)
  • septiembre 2022 (6)
  • agosto 2022 (7)
  • julio 2022 (10)
  • junio 2022 (14)
  • mayo 2022 (10)
  • abril 2022 (15)
  • marzo 2022 (27)
  • febrero 2022 (15)
  • enero 2022 (7)
  • diciembre 2021 (13)
  • noviembre 2021 (12)
  • octubre 2021 (5)
  • septiembre 2021 (4)
  • agosto 2021 (6)
  • julio 2021 (7)
  • junio 2021 (6)
  • mayo 2021 (13)
  • abril 2021 (8)
  • marzo 2021 (11)
  • febrero 2021 (6)
  • enero 2021 (6)
  • diciembre 2020 (17)
  • noviembre 2020 (9)
  • octubre 2020 (5)
  • septiembre 2020 (5)
  • agosto 2020 (6)
  • julio 2020 (8)
  • junio 2020 (15)
  • mayo 2020 (26)
  • abril 2020 (35)
  • marzo 2020 (31)
  • febrero 2020 (9)
  • enero 2020 (3)
  • diciembre 2019 (11)
  • noviembre 2019 (8)
  • octubre 2019 (7)
  • septiembre 2019 (8)
  • agosto 2019 (4)
  • julio 2019 (9)
  • junio 2019 (6)
  • mayo 2019 (9)
  • abril 2019 (8)
  • marzo 2019 (11)
  • febrero 2019 (8)
  • enero 2019 (7)
  • diciembre 2018 (8)
  • noviembre 2018 (6)
  • octubre 2018 (5)
  • septiembre 2018 (2)
  • agosto 2018 (3)
  • julio 2018 (5)
  • junio 2018 (9)
  • mayo 2018 (4)
  • abril 2018 (2)
  • marzo 2018 (8)
  • febrero 2018 (5)
  • enero 2018 (10)
  • diciembre 2017 (14)
  • noviembre 2017 (4)
  • octubre 2017 (12)
  • septiembre 2017 (10)
  • agosto 2017 (5)
  • julio 2017 (7)
  • junio 2017 (8)
  • mayo 2017 (11)
  • abril 2017 (3)
  • marzo 2017 (12)
  • febrero 2017 (13)
  • enero 2017 (12)
  • diciembre 2016 (14)
  • noviembre 2016 (8)
  • octubre 2016 (11)
  • septiembre 2016 (3)
  • agosto 2016 (5)
  • julio 2016 (5)
  • junio 2016 (10)
  • mayo 2016 (7)
  • abril 2016 (13)
  • marzo 2016 (25)
  • febrero 2016 (13)
  • enero 2016 (12)
  • diciembre 2015 (15)
  • noviembre 2015 (5)
  • octubre 2015 (5)
  • septiembre 2015 (12)
  • agosto 2015 (1)
  • julio 2015 (6)
  • junio 2015 (9)
  • mayo 2015 (16)
  • abril 2015 (14)
  • marzo 2015 (16)
  • febrero 2015 (10)
  • enero 2015 (16)
  • diciembre 2014 (24)
  • noviembre 2014 (6)
  • octubre 2014 (14)
  • septiembre 2014 (15)
  • agosto 2014 (7)
  • julio 2014 (28)
  • junio 2014 (23)
  • mayo 2014 (27)
  • abril 2014 (28)
  • marzo 2014 (21)
  • febrero 2014 (20)
  • enero 2014 (22)
  • diciembre 2013 (20)
  • noviembre 2013 (24)
  • octubre 2013 (29)
  • septiembre 2013 (28)
  • agosto 2013 (3)
  • julio 2013 (36)
  • junio 2013 (35)
  • mayo 2013 (28)
  • abril 2013 (32)
  • marzo 2013 (30)
  • febrero 2013 (28)
  • enero 2013 (35)
  • diciembre 2012 (3)
marzo 2023
L M X J V S D
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031  
« Feb