Al socaire

Blog personal de Angel Arias. La mayor parte de los contenidos son [email protected], aunque los dibujos, poemas y relatos tienen el [email protected] del autor

  • Inicio
  • Sobre mí

Copyright © 2021

Usted está aquí: Inicio / Archivos paratecnología

Reflexionando sobre el futuro tecnológico

15 marzo, 2021 By amarias 2 comentarios

Patrick Collison, junto a su hermano John, es uno de los más admirados emprendedores, por su éxito patente por seleccionar oportunidades de inversión en el complejo panorama del cambio tecnológico. Con 32 años, posee un patrimonio de más de 1.000 millones de dólares. Es fundador de la compañía Strype, para canalización y financiación de pagos on line, con un volumen de transacciones superior a los 36.000 millones de dólares.

No pretendo en este Comentario realizar la apología de Collison, cuya biografía y opiniones son objeto de escrutinio continuo por cuantos desearían encontrar modelo a seguir en este joven -obviamente, inteligente, activo, ingenioso, entre decenas de adjetivos elogiosos que afloran sin problemas a la mente-. La red mediática ofrece amplia información sobre este irlandés singular.

En una reciente entrevista realizada por internet, Collison, entre otras interesantes opiniones, teoriza en relación a lo que el mundo necesita en el terreno tecnológico. Me parece digno de análisis glosar esas ideas en mis propios términos, pues pocas veces se nos ofrece la oportunidad de presentar y discutir líneas de orientación respecto al futuro.

  1. En primer lugar, se sitúan los avances en tecnología médica. Los campos de investigación y fabricación de nuevos fármacos y equipos son muy diversos. Es un terreno propicio para los trabajos multidisciplinares (médicos, ingenieros, biólogos, diseñadores, etc.).  En la cirugía robótica los avances son constantes, pero el campo es amplísimo. Mejorar los tratamientos de la mayor parte de las enfermedades conocidas es una necesidad evidente. Son necesarios más recursos, ciertamente, pero si se contabilizan los éxitos en el incremento de la esperanza de vida y en la mejora de su calidad, los retornos son inestimables.
  2. La mitigación del cambio climático, tanto en la generación de energía de forma más limpia, como más barata y eficiente, como en el control y reducción o eliminación de los subproductos contaminantes generados, sin olvidar la mejora de las técnicas de captación y almacenamiento de CO2. Se trata de una necesidad colectiva urgente, a la que no todos los países dedican la misma atención, pero las opciones de rápida rentabilidad de los hallazgos eficientes son muy altas (mejoras en los equipos y en el control de los procesos, aumento de la capacidad de almacenamiento energético (baterías de alta densidad de energía), incremento de la velocidad de carga de los acumuladores, etc.)
  3. El principio general que debe guiar la generación de proyectos viables es encontrar la manera de disminuir el coste y aumentar la eficiencia de lo que utilizamos con frecuencia, tanto por necesidad como por disfrute. El elenco de opciones es muy grande y es en ese terreno en donde la aplicación de las nuevas tecnologías está provocando drásticos desplazamientos de la rentabilidad.
  4. Fabricación de alimentos sintéticos y aumento en la productividad de los convencionales. Collison hace referencia a la fabricación y expedición barata de la combinación de alimentos decidida por el propio consumidor (utilizando equipos de diseño y manipulación que preparen la comida al gusto del cliente o de las necesidades dietéticas)
  5. Mejora del transporte de personas y mercancías, especialmente en el uso del medio aéreo por vehículos de uso individual. Para el transporte terrestre, el incremento de la aplicación de la logística en la distribución de mercancías, optimizando itinerarios.
  6. En el sector agropecuario, con la investigación de aceleradores de crecimiento de árboles y plantas, mejora de la eficiencia de los terrenos y la utilización y reutilización del agua.
  7. En el diseño de las ciudades, mejora de la eficiencia en el empleo de materiales, en el impulso claro al ahorro energético, al aprovechamiento de la energía del subsuelo (geotermia), optimización de zonas verdes y espacio de ocio con visión holística.
  8. Disminución drástica de la contaminación del aire en las ciudades, con detección sistemática y global de toxinas, como el plomo, arsénico, derivados del benceno, además de NOx y CO, metano y otros.
  9. Mejora de la traducción automática múltiple; revisión de la tecnología educativa, de la enseñanza por internet (e-learning), introducción de libros inteligentes que guíen al alumno en el aprendizaje.
  10. Adaptación de los entornos de programación para hacerlos de uso más sencillo y adaptable.
  11. Revisión completa del ciclo del agua, abaratando más la desalación del agua de mar y las aguas salobres, impulsando la regeneración de los acuíferos y el uso eficiente del agua de regadío.
  12. Aceleración del uso de la nanotecnología en todos los sectores industriales, con la mejora de materiales existentes e investigación de otros nuevos (vidrios flexibles, aceros traslúcidos, etc.) y sistemas de autoreparación. Incorporación de computadoras cuánticas que simulen con precisión los procesos químicos y químico físicos.  Mejora de los catalizadores para los principales procesos químicos existentes.

Ya en otras ocasiones en este mismo blog he tratado de realizar propuestas de investigación y desarrollo que mejoren la eficiencia de nuestro actual sistema productivo. Sirvan estas notas como un escueto repaso a las múltiples opciones de mejora de lo que nos hace más felices: aprovechar los recursos existentes, impulsar la creatividad, abaratar los costes de producción y conseguir que las mejorar tecnológicas lleguen a todo el mundo. Un desafío permanente que involucra la ética, la técnica, la filosofía vital y la solidaridad internacional.

Archivado en:Actualidad, Tecnologías Etiquetado con:Collison, futuro, tecnología

Emprendimientos

7 diciembre, 2017 By amarias Dejar un comentario

El escenario de producción y consumo está cambiando, y a gran velocidad, a escala global y local. Los comportamientos de algunos de los líderes de los mayores (más poblados) ´países del mundo lo prueba con rotundidad, aunque no parece que los jefes de Estado de los países intermedios -incluida la deslavazada actuación postural de la mal llamada (desgraciadamente) Unión Europea-, se estén dando cuenta, pues no se están tomando medidas de ningún tipo, o apuntan en direcciones contradictorias. Al hablar de decisiones equivocadas debo matizar que las estoy pretendiendo valorar en términos socioeconómicos, como más tarde me propongo puntualizar.

Que Donal Trump, Vladimir Putin, o Deng Xiao Ping estén tomando decisiones que interfieren, potenciándolo, con la evolución natural del consumo y producción internos en perjuicio de la globalización de la economía no es gratuito ni improvisado. Detrás de esas actuaciones de política general existe una estrategia de base genuinamente capitalista.

Mi inclusión del presidente chino en el trío está justificada, aunque algunos comentaristas aprecian su defensa de la apertura del comercio internacional, eliminando trabas y aranceles, como genuina; no se puede desconocer que el “gigante asiático”, que ha superado ya a Estados Unidos como potencia en el mundo de la supercomputación y está a punto de hacerlo en todo el amplio campo de la IA (Inteligencia Artificial) está destinado, por voluntad de su Politik Buró y velocidad expansiva,  a ser el Gran Hermano del mundo, y ese dominio no se ejerce desde la metafísica, la religión o la filosofía, sino desde el materialismo.

Sin pretensión de levantarme a altos vuelos con este artículo (no necesito poner de manifiesto mis limitaciones), quiero dedicarlo a la capacidad emprendedora de los denominados “millennials”, entendiendo que ellos son, para muchos analistas, por edad y conocimientos, los actores, y motores, de un posible escenario de cambio. Aunque no estoy utilizando el libro más que como referencia genérica, sirve de introducción al tema el libro “Millennials, La generación emprendedora” (Fundación Telefónica, 2017), que han coordinado Alvarez Monzoncillo y Guillermo de Haro.

Las páginas finales de este trabajo (antes de extraer Conclusiones) se dedican a recoger la entrevista con Henry Jenkins,  provost (rector) y catedrático de la Universidad del Sur de California. Manifiesta en ella unas cuantas reservas con las que estoy de acuerdo, y de las que extraigo algunas: a) profunda sospecha sobre el alcance del concepto de nativo digital, b) la constatación de que estos “nativos” nacieron, y están creciendo,  en una cultura saturada de medios y orientada al consumidor, c) el equívoco de que su lenguaje tiende a borrar el proceso de aprendizaje y concentrarse en adquirir una habilidad concreta, despreciando el mundo on line. d) la tendencia del nativo digital a marginar al inmigrante digital (ya que no a los “iletrados”),despreciando las habilidades y conocimientos de éstos.

Cuando se consideran los factores de éxito de un emprendimiento en un nuevo sector (tecnológico) , la capacidad de innovación es el punto central. Sucede, sin embargo, que no pocas veces la innovación no surge del conocimiento de las diversas opciones existentes en el mercado que se trata de suplir o mejorar, sino de la convicción “a priori” (o por imitación) de que se dispone de una herramienta excepcionalmente eficaz para desarrollar una actividad o un conjunto de ellas.

Analizando someramente (advierto que no dispongo de muchos datos) la tipología del emprendedor en nuevas tecnologías, creo que responde al perfil de un universitario (no siempre egresado, es decir con título oficial), que ha desarrollado una capacidad excepcional para manejar una herramienta del grupo de las TICs (generalmente, combinación de un lenguaje de máquina completo y el apoyo de un entorno potente de comunicaciones), que, actuando solo o en conexión con otros visionarios de los que es amigo, la aplican en la resolución, ventajosa, de una tarea que ya tiene solución analógica, mejorando la misma y ampliando su campo de acción, con base en la potencia de las herramientas digitales.

La etapa de inicio de ejecución del proyecto, alimentada con escasos recursos económicos y una gran ilusión y capacidad de trabajo (hasta obsesiva) no siempre conduce al éxito. Más del 90-95% de los emprendimientos fracasan, bien por estrangulamiento financiero, incapacidad para encontrar la comercialización del producto, o, más frecuentemente, porque otras ofertas del mismo campo brindan una solución más completa y acabada. La competencia por detectar los posibles “embryo giants” por parte de las grandes empresas, particularmente, las transnacionales, y adquirirlos cuando el producto está en fase avanzada, es muy grande, y el ejemplo de otros millenials que han tenido éxito de vender su empresa por cifras muy atractivas, hace crecer la ilusión de un destino dorado para esos emprendimentos.

Al analizar las peculiaridades de la generación emprendedora, el texto de Monzoncillo y Cía , recoge, entre otras opiniones no siempre coincidentes, una advertencia: las habilidades de gestión, y las competencias para seguir desarrollando el producto, son factores que aseguran el éxito posterior…y, superada la etapa de desarrollo, el equipo emprendedor que desarrolló el producto hasta una fase que pueda aceptarse como de “madurez técnica”, debería plantearse la incorporación de un equipo especializado en el gerenciamiento empresarial, que cuente, además con habilidades comerciales.


Un cormorán  moñudo (Phalacrocorax aristotelis) se plantó, jubiloso, acompañado de su pareja (que no figura incluída en esta fotografía), ante mis narices -mejor dicho, ante el objetivo de mi cámara-, ofreciéndome sus habilidades piscícolas. Era una mañana, apenas apuntado el día, de finales de otoño de 2017, en la playa del Arenal d´en Castell de Menorca. Estuve contemplando la escena durante casi una hora, maravillándome de la voracidad del pequeño, que, de vez en cuando, me lanzaba una mirada como reclamando mi aplauso. Estos cormoranes son más pequeños que la especie carbo, y tienen el pico esbelto y amarillo. Me arriesgo a indicar que éste pertenece a la subespecie desmarestii, de pico especialmente amarillo intenso.

Archivado en:Actualidad, Economía, Empresa Etiquetado con:aranceles, crisis, economía, empleo, empresa, estrategia, globalización, Jing-Piao, Putin, sociedad, solidaridad, tecnología, Trump

Porqué en Catalunya: Tercera entrega

26 octubre, 2017 By amarias Dejar un comentario

Se puede argumentar de muy diversas maneras contra la voluntad independentista del  actual Gobierno de Cataluña, secundada por un porcentaje significativo de catalanes (entendiendo por tales, salvo mejor información censal, los ciudadanos que tienen su actual residencia en la región). Porque, en este escenario de confusión que se ha ido dibujando con precisión de ludópatas, tampoco está bien definido qué significado práctico atribuir al térmico “catalán”, ya que los impulsores del separatismo pretenden que sea ésta una esencia inclusiva de la nacionalidad española, pero excluyente, por lo que no podría ser participada por los demás españoles. Se sería catalán y español pero los españoles no catalanes no tendrían acceso a esa doble nacionalidad.

Si evitamos recurrir a la descalcificación frontal por enajenación colectiva o espejismo ideológico, podría aceptarse como argumento en contrario (sin que ello signifique que se comprenda) que, para esos independentistas potenciales, la idea de separarse del resto de España tiene el atractivo de creer que podrían organizarse mejor, aprovechar con mayor eficacia sus recursos y mejorarían, en fin, su capacidad de maniobra frente a las crisis y su respuesta adaptativa frente al futuro.

Los defensores de la imposibilidad de la separación de Catyalunya, argumentan, fundamentalmente, desde la Ley, el respeto y lealtad institucional, que serían quebrados (lo han sido ya, en realidad) si se incumple la Constitución que expresa, sin ambages, la unidad indivisible del Estado español y su forma de Estado, la Monarquía.

El argumentario antiseparatista se robustece también con previsiones respecto al escenario catastrófico que viviría una Cataluña independiente, contrastando así con la visión idílica de los actuales representantes de las institucones catalanes, algunos historiadores y economistas que ven en un futuro independiente una Arcadia feliz y la liberación del yugo insostenible de una España antidemócrata, represiva, retrógada.

Tienen los independentistas, en alguna parte, razón. El tamaño no debería importar. Ni el territorio, ni la población, o las magnitudes económicos cobran importancia real, por comparación con lo existente. Se encuentran, en el mundo, Estados muy pequeños, algunos por pura conveniencia de las potencias o por caprichos de la Historia y residuo de viejas confrontaciones bélicas. Se ha hecho notar por los historiadores y geógrafos que casi la mitad e los 194 Estados actuales se generaron en el siglo XX. Es decir, no se puede argüir que los Estados son producto de la consolidación de antiguos momentos de exaltación nacional.

Algunos Estados pequeños pertenecen a la Unión Europea, y encajan en el modelo de democracias modernas y estados amigos. Tampoco en este sentido Catalunya independiente puede ser objetable. Malta y Chipre son el ejemplo -rayano en lo ridículo, aunque defendido con orgullo por sus afectados- de Estados diminutos cuyos representantes se sientan con los demás miembros de esa reunión de comerciantes con ilusiones de obtener mayor grandeza. Entre los Estados que componen actualmente la Unión Europea, se incluyen diezpaíses con menor población y territorio que Cataluña.

Los independentistas (y también, algunos teóricos del desarrollo económico), suelen tomar el modelo/ejemplo de Dinamarca.Con un a renta per cápita de 48.400 dólares es un ejemplo atractivo de Estado de medio tamaño que ha sabido utilizar su situación privilegiada ente los grandes, su alto nivel formativo y las capacidades comerciales de sus instituciones públicas y privadas para consolidarse como un Estado próspero yejemplar.

Los separatistas catalanes desean que la Catalunya independiente sea una República. En eso, se separan de la tradición española y del país envidiado (Dinamarca), que son Monarquías. No parece encontrarse en la forma de Estado la raíz sustancial para obtener el  máximo fruto de la actividad económica y social. En este momento, en España, tenemos un monarca muy bien formado, con prestigio internacional, que mejora con amplia ventaja las opciones de sus alternativas no coronadas, tanto en la región catalana como en toda España. Podrá ser opinable, pero, como republicano, me permito repetir esta apreciación una vez más, sin que me duelan prendas.

(continaurá)

Archivado en:Cataluña Etiquetado con:Cataluña, corrupción, crisis, economía, elecciones, empleo, empresa, energía, españa, estrategia, ética, gobierno, justicia, política, programa, PSOE, Rajoy, responsabilidad, sociedad, solidaridad, tecnología, trabajo

Desnudando el gas de pizarra

7 febrero, 2016 By amarias Dejar un comentario

Mi buen y laureado amigo Eloy Alvarez Pelegry, junto a Claudia Suárez Diez, -ambos ingenieros de minas-, han publicado el libro “Gas no convencional: shale gas” con un subtítulo comprensivo: “Aspectos estratégicos, técnicos, medioambientales y regulatorios” (Orkestra, Marcial Pons, 2016).

El volumen fue presentado en un acto organizado por la Real Academia de Ingeniería (Eloy es académico de esta rancia institución), y contó con la introducción cariñosa -y algo peculiar- de otro colega de la ingeniería, mi profesor de Ampliación de Física con base en el cálculo tensorial, José Luis Díez Fernández, quien dibujó con trazos más bien negros algunas cuestiones de la trayectoria seguida con el gas en España, que tiene muchos claros y algún oscuro. José Luis recordó, por ejemplo, en su intervención preliminar, accidentes causados por el peligroso grisú en las explotaciones de carbón de las cuencas del norte y ciertas explosiones en la red de Barcelona cuando las instalaciones que estaban previstas para gas ciudad se utilizaron para gas natural, lo que no dejó a la audiencia, desde luego, con el mejor cuerpo para el plato que nos disponíamos a degustar.

Eloy y Claudia han realizado un trabajo serio, no exhaustivo -el tema está abierto- pero sí sistemático y documentado sobre el presente del recurso. Es, sin duda, el mejor resumen técnico -más de 300 páginas, con multitud de cuadros y referencias- que se ha hecho en España, hasta ahora, sobre la cuestión. El propio texto, que encaja con lo que se podría considerar un trabajo académico de altura sobre una metodología, ofrece un Resumen, al final, en seis páginas,  de lo  sustancial expuesto por los autores, para aquellos escasos lectores -supongo- que prefieran, ante un tema de tanto interés y actualidad, contentarse con quedarse con algo de la música y no detenerse a oir la partitura entera.

El libro es una referencia obligada para ilustrarse sobre la situación mundial del shale gas, comenzando por definirlo bien, detectar las explotaciones del mismo actualmente en uso, la evolución de los precios de referencia, las tensiones geopolíticas que ordenan o complican su mercado y, como ya se advierte en el subtítulo del mismo, también aborda cuestiones legales, tanto al abrigo de la legislación medioambiental específica española como incorporando visiones adoptadas por países que ya están realizando la explotación de hace tiempo de estos reservorios a gran profundidad que se pueden extraer aplicando técnicas de perforación mixta, horizontal y vertical.

Se ha leído y oído tanto, y adornado con tonterías, nimiedades o medias verdades, acerca del shale gas, -traducido aquí, en general, como gas de esquisto, aunque Fernando Pendás, otro de los mineros que andan haciendo apología de la necesidad de explorar este potencial recurso autónomo, no pierde ocasión de corregir/nos que deberíamos decir gas de pizarra, o mejor gas de lutitas- que el viene bien poner orden, y hacerlo de forma documentada, con datos y referencias serias, acerca de una cuestión que aquí parece controvertida y es pan de cada día para otros. Ojalá sirva, al menos, para que los que sabiendo muy poco hablan por los codos, se callen o se les haga callar con buenos argumentos.

Recomiendo, pues, el libro. Aunque también advierto de su efecto limitado fuera de los ámbitos estrictamente técnicos o académicos: estas cuestiones que afectan temperamentalmente al ambiente y al riesgo técnico potencial, se envenenan muy fácilmente, y el asunto, en nuestro país, está muy contaminado por reservas a priori, datos falsos, e intereses económicos oscuros difíciles de detectar. No niego que también el llamado “lobby gasista” tenga su interés en que se autoricen las prospecciones, pero si no existe un móvil económico, también se paralizan los asuntos de interés general.

El salón de actos de la Real Academia de Ingeniería dio, pues, empaque a la difusión de un mensaje serio. En esencia, que hay que autorizar la exploración del recurso, y que existe experiencia suficiente para garantizar que la misma se hará con las garantías de seguridad del más alto nivel, y que, en fin, si se detecta que el subsuelo español tiene volumen extraíble suficiente para hace rentable la producción de gas de esquisto, no deberíamos de renunciar neciamente a la explotación de un recurso propio.

Se necesita es, sobre todo, tranquilizar a la opinión pública y, para ello, hay que aportar a los debates a personas que aporten credibilidad, experiencia concreta, y  contrarresten las opiniones negativas construidas desde la falsedad, con la verdad. Lo que no implica dejar de señalar los puntos débiles que toda tecnología posee, pero sin exagerar su alcance. Todo lo que sirve al hombre tiene riesgos: la función del que sabe es controlarlos.

Enhorabuena a Claudia y a Eloy, y que consigamos llevar al puerto de la sensatez el debate sobre el shale gas. Después de todo, lo que se está demandando es que se explore la existencia rentable del recurso, no que se explote. Aunque mi admirado José Luis Diez Fernández haya hablado de viejas explosiones relacionadas con gases, pero acaecidas en otro contexto, con otras sustancias, en otras circunstancias de exigencia y control en España y en el mundo.

Archivado en:Actualidad, Economía, Geología, mineria, Tecnologías Etiquetado con:Claudia Suárez Díez, defensa, Diez Fernández, Eloy Alvarez-Pelegry, fernando pendás, gas de esquisto, gas de lutitas, gas de pizarras, gases, Orkestra, shale gas, tecnología

Una yunta díscola (6): Desbrozando la selva del desarrollo tecnológico

3 marzo, 2015 By amarias Dejar un comentario

(Este Comentario forma parte de otros cinco, que, si el lector tiene interés por el tema, deberían ser analizados conjuntamente)

6. Elección de sectores y líneas de desarrollo preferentes

El desarrollo tecnológico -entendiendo por tal, aquellas líneas de ciencia aplicada que, en un momento dado de la Historia de la Humanidad, sirven a ésta para impulsar el crecimiento económico- no es un camino predeterminado, sino que obedece a multitud de intereses, presiones, oportunidades y variantes. Como en todo escenario complejo, la selección de los elementos que en un período dado resultarán determinantes, viene realizada por unos pocos agentes. Sin embargo, las oportunidades de acomodarse a él, como actores secundarios, no son en absolutos despreciables.

Para un país intermedio, la selección de las líneas propias de colaboración con los líderes de la investigación y el desarrollo que la situación revela como relevantes, bien pudiera tomar como referencia conceptual los tres ejes siguientes:

1. Análisis de las debilidades propias en relación con la probable invasión de productos tecnológicos extranjeros, que condujera a la definición y concreción de los aspectos concretos de la producción de tecnología aplicada que deben reforzarse. Esto implica considerar separadamente los subsectores que integran cada sector industrial, valorando, por una parte, su capacidad de resistencia individual y, por otra, su adaptabilidad a los nuevos impulsos tecnológicos, detectando, contando con la ayuda de expertos de máximo nivel, las necesidades de refuerzo.

No se trata de un juego de oportunistas y fracasados, pues no hay planteamientos inocentes en la carrera del desarrollo. Ha de tenerse en cuenta que desarrollo, por sí mismo, no significa nada , por más que se nos intente, de forma obviamente interesada, presentarlo como un objetivo apetecible, con impulso y ventajas propias.

Por ejemplo: ¿Debemos admitir, como un a priori, que el desarrollo implica mayor felicidad? ¿Para quién? La respuesta parecería implicar conceptos filosóficos, pero yo no lo veo así, con esa intención reduccionista . La felicidad, como nos indica un viejo cuento, consiste en no desear más que lo que se tiene, y disfrutar con ello. No puede menospreciarse que la apetencia de lo que no se posee genera inestabilidad, amargura y obsesión, que son alimentos seguros para la frustración y el descontento.

Lo que para algunos puede significar la posibilidad de incorporar a su esfera vital algo que no se posee, y que se valora como potencialmente atractivo, para la mayoría implica el reconocimiento de que no se puede alcanzar, o implica renunciar a otros bienes que podrían implicar, individualmente, una mayor satisfacción. Si  no somos libres para elegir lo que de verdad nos conviene, la servidumbre que impone la sección dominante en la sociedad para priorizar teniendo en cuenta otros intereses, no siempre transparentes, respecto a lo que merece la pena, nos subordina a objetivos ajenos, que pueden arrastrar frustración o enajenación.

Esta reflexión no es, en absoluto, gratuita. ¿Es más importante disponer de un reproductor de blue-ray que disfrutar de una excursión con la familia o amigos? ¿Debemos ser propietarios de la vivienda en lugar de arrendatarios? ¿Ser autónomo es la solución a nuestra incertidumbre laboral? Son solo unos pocos ejemplos de las elecciones que se nos fuerza a adoptar individualmente, sin disponer de toda la información para adoptar una decisión con sabiduría, y nos convierten en aún mayores prisioneros de la sociedad de consumo, empujándonos hacia una incertidumbre dependiente.

2. Estudio de las propuestas de reestructuración de la educación, la investigación, la explotación de los recursos y la producción, basadas en el efecto que las tecnologías pueden provocar en  la disminución de las complejidades, en la eliminación de las redundancias innecesarias, de las ineficiencias, etc.; sin embargo, hay que analizar también el efecto que producirá sobre el consumo la apetencia por nuevos productos tecnológicos, que se ha de estar en situación de fabricar, para evitar en lo posible la pérdida de divisas y la rentabilidad ajena de los efectos del desarrollo técnico. Esta situación implicar analizar y priorizar las necesidades de fabricación de elementos críticos en los que se basan algunas de los nuevos cacharros tecnológicos, para producirlos con medios propios,  generando los materiales adecuados y adaptando la formación de personal a esos requerimientos.

No es el individuo el que ha de ser adaptativo, porque individualmente se carece de la visión, y de la capacidad de decisión  y recursos para enfrentarse al maremágnum tecnológico. Es el conjunto de la sociedad, que incluye las Administraciones públicas, las organizaciones empresariales y sindicales, la Universidad, los partidos políticos, las plataformas sociales, etc, quien ha de valorar la situación, de forma continuada, y decidir qué posición adoptar para canalizar y encauzar las apetencias colectivas mayoritarias.

La falta de una discusión transparente sobre las líneas troncales que debe adoptar una sociedad, deja al individuo al albur de los caprichos de los agentes externos. Si no se discute el modelo educativo, si no se han elegido las líneas preferentes para la investigación que beneficiarán a la mayoría, si se carece de un programa consensuado de explotación de los recursos propios y su potenciación, nos encontraremos con la situación de que proliferarán las resistencias particulares, dificultando el avance conjunto hacia las mejorar consistentes, propiciando, una y otra vez, burbujas tecnológicas, bolsas de paro, ineficiencias en la educación y formación. Los que resultarán beneficiarios serán, principalmente, quienes mantienen el control, porque tendrán las mejores opciones de reproducir su situación ventajosa.

3. Un país intermedio no puede renunciar a la implementación de las tecnologías avanzadas de las existentes en el mercado, estableciendo convenios de colaboración tecnológicos, planes de desarrollo formativo con Universidades y centros de enseñanza, y, por supuesto, acuerdos de financiación con entidades prestamistas, concreción de programas de investigación público-privados relacionados con las carencias y plazos detectados, etc.

Sin embargo, la decisión dramática implica que hay que seleccionar entre aquellas tecnologías y procesos que se desarrollarán en el propio país y aquellos otros de los que se deberá ser adquirente. No se puede pretender ser autárquico, ni producir ni investigar todo: se debe priorizar. Si la Unión Europea funcionara como una entidad con una sola coordinación, sería tal vez posible presentar alternativa a la capacidad de marcar la dirección que tiene Estados Unidos y que, verosímilmente, alcanzará pronto China. Actuando de forma descoordinada, con intereses nacionales prevalentes sobre la estrategia común, España no tiene más opciones que seleccionar opciones en el panorama, amparar su debilidad con acuerdos y desear que, fundamentalmente por suerte, obtenga éxito en algún subsector concreto que permita negociar su posición en el escenario donde los grandes grupos marcan su política.

De esos análisis, efectuados de forma transparente, porque colectivamente hay mucho más que ganar de lo que se podría perder, deberían surgir líneas consensuadas, por ejemplo,  de desarrollo de software y comunicaciones, la selección de investigación aplicada y producción de materiales con determinadas características (pienso, por ejemplo, en el imprescindible Instituto Nacional del Grafeno, que vendría a sustituir un Instituto del Carbón que poco efecto tiene ya), el diseño y fabricación de equipos adaptados para cubrir ciertas carencias o posibilidades de mejora de aspectos concretos de la vida y los servicios ciudadanos, etc.

Me repito, en realidad. En mi tesis sobre el Desarrollo Industrial de Asturias y la Propuesta de Acciones a partir de la Experiencia reciente (leída, cum laude, en 1989), ya indicaba algunos de los sectores que deberían impulsarse, como preferentes actuaciones con interés futuro.

Cuando releo aquellas páginas, no es el orgullo el que me ciega, sino me acomete la desilusión de advertir que siguen siendo válidas. Sean cuales fueren, estas líneas de desarrollo podrían plasmarse en núcleos interdisciplinares (clusters) cuyo crecimiento, resultados y efectos deberían ser objeto de seguimiento y valoración por selectos equipos mixtos procedentes de las Universidades y empresas, manteniendo el criterio de que se trata de sostener una investigación abierta (open research, es decir, disponible para su uso libre).

(continuará)

 

Archivado en:Actualidad, Sociedad, Tecnologías Etiquetado con:angel arias, desarrollo industrial, desarrollo tecnológico, tecnología, yunta díscola

La madre de todas las ciencias

22 noviembre, 2014 By amarias Dejar un comentario

Sin ganas de abrir un nuevo debate sobre el tema, me apunto a la opción expresada por el maestro Alonso Quijano de que la experiencia es la madre de todas las ciencias.

Cierto que si el asunto hubiera surgido en una tertulia académica (de esas que ya no se estilan), hubiera defendido a la Filosofía, pero no está el horno para bollos ni florituras reposteras, sino para empanadas. Y no de las rellenas de bonito o carne guisada, sino de esas mentales que, a los que tenemos el alma señalada por los zurriagazos de la cruda realidad, nos hacen temer que el aprendizaje colectivo es imposible, y que, por mucho que se haya escrito, analizado o dicho,  la inmensa mayoría sigue siendo crédula, y se traga lo que sea, con tal de que se le adorne convenientemente.

Me parece que la corrupción, en particular, la de los que manejan dineros públicos, es inadmisible, pero la solución a ese problema, en el que ahora se ceban, como truchas al atardecer en tarde tormentosa de verano, todos los líderes políticos, es sencillo, pues basta adoptar este principio:  “pocas manos y muchos ojos”. Se lo oí decir a Sergio Fajardo, gobernador de Antioquia, en una magnífica entrevista que le hizo recientemente Jordi Evole.

Tengo escrito, además,  que no soy de los partidarios de que nos flagelemos con la obsesión de ser calificados como uno de los países más corruptos del mundo.  Con seguridad, no lo somos. En todas partes cuecen corrupciones.

Si en algo podemos aparentemente distinguirnos, separándonos especialmente de nuestros vecinos de porte inmaculado, es que nuestros corruptos han sido, por confiados, además de ladrones, torpes para ocultar mejor el resultado de sus fechorías. Los que los eligieron -culpa in eligendo-, merecen ser calificados de cómplices más que de engañados, y los que debían vigilarlos y no lo hicieron -culpa in vigilando-, por mucho que intenten escurrirse, no se salvan con menor sanción que la de ser designados como incompetentes, y, por tanto, inútiles para seguir en las labores de cuidar lo de todos.

Tema distinto y, desde luego, muy difícil, es analizar cómo salir de la crisis, y muy en especial, resolver la necesidad apremiante de crear empleo, generando nuevas actividades y empresas que tengan continuidad. Tampoco es menos importante, arbitrar nuevas formas de distribuir las plusvalías que se produzcan por el juicioso empleo de los recursos humanos, naturales y físicos.

Para mayor dificultad del cierre categorial, no se puede descuidar que, puesto que la situación es de emergencia, habrá que echar mano -justificada, transparente, gradual, ordenada y procurando evitar medidas confiscatorias- al patrimonio de los que más acumulan, sobre todo, al ocioso.

Me produce, por ello,  gran alarma personal  que las argumentaciones, claramente improvisadas en lo económico y con nulo apoyo tecnológico, de los sabiondos chicos de Podemos (aunque no ignoro que detrás también se incorporan algunos canos), magníficamente adobadas con palabras duras como puños, ajustadas al guión,  contra los partidos mayoritarios, no sean contrastadas por interlocutores que, puestos enfrente, además de alardear de parecida labia, sean capaces de aportar ideas viables sobre cómo mejorar la realidad, y no entren en el juego de buscar solo la descalificación desde la ética.

La ética, como el valor a los militares, se supone a los políticos. Y, si se descubre que a alguno le falta, se le hace consejo de guerra deontológico y se le manda al paredón del escarnio.

Claro que es necesario, como catarsis, meter  a unos cuantos de los corruptos en la cárcel. Pero me temo que si nos proponemos meter en jaulas a todos los que tengan manchadas las manos de esa mierda, no vamos a tener plazas suficientes.

Contentémonos, pues, con amedrentar para siempre a los que lo hayan sido y, sobre todo, dejemos el terreno marcado con advertencias de peligro a todos los que se hubieran propuesto serlo. Implantemos  un sistema estricto de control del gasto público -atentos a porcentajes, comisiones, revisiones de contratos, etc. pero no ignoremos que donde más se ha perdido es en adjudicaciones de obras inútiles-.

Pongamos ya el foco en lo que más interesa al futuro: crear empleo.

Cuando me entero con sorpresa de los beneficios de las grandes empresas, crecientes en épocas de crisis; cuando observo que el lujo y la ostentación con la que viven algunos no solo no ha disminuido, sino que ha aumentado; cuando veo que la investigación, la enseñanza, la Universidad, la sanidad y todo aquello que sustenta nuestro estado de bienestar, sigue confiado al buen hacer de unos cuantos, capaces de abstraerse del fragor de incompetencia que les rodea, … echo de menos que salgan a la palestra, exponiendo sus ideas, no a jóvenes politólogos, no a economistas o historiadores con la cabeza caliente, no a miembros de partidos viejos proclamando a quien quiera escucharlos que van a renovar sus estructuras, ni siquiera a teóricos de partidos nuevos alardeando de pureza, sino a gentes con experiencia concreta, viajados y bragados, conocedores de cómo funciona la realidad, tanto la española como la internacional, y que, con base en ello y en su voluntad de servir al bien público, nos propongan ideas factibles, cuantificadas, serias y serenas, que puedan obligar sin escapatoria a los que tienen más y que nos comprometan a todos, en ese objetivo irrenunciable de salir rápido del agujero sin que haya vencidos, sino solo convencidos.

Porque la experiencia es la madre de la ciencia, en especial, de la ciencia que da de comer a las familias. Por otros caminos, me atrevo a vaticinar que se llega a una mayor descomposición social, a ahuyentar a inversores, aspaventando a los dineros, profundizado, con cada tormenta estéril de improperios y descalificaciones, en un desánimo improductivo.

Si no lo corregimos, gane quien gane en próximas elecciones, con ese panorama, cuando se disipe el humo de las ilusiones,  nos encontraremos atrás, bastante más atrás.

El mundo es global y no se puede pretender jugar en solitario. El sistema económico imperante es el capitalismo de base liberal y no es factible, sin que se nos caigan encima los cascotes de la pirámide, cambiar sus cimientos, ni hace falta. A un país intermedio como España, solo le es preciso reformar con inteligencia la parte que nos sustenta. Teniendo presente que, como en toda selva, al que se separa de su rebaño natural, se lo comen los depredadores.

 

 

Archivado en:Actualidad Etiquetado con:Antioquia, bienestar, cárcel, ciencia, corrupción, descomposición social, empleo, experiencia, improductivo, Jordi Evole, Podemos, política, programa, Quijhano, Sergio Fajardo, tecnología

Creo en el cuestionamiento sostenido

4 julio, 2014 By amarias Dejar un comentario

(Es continuación de los cuatro Comentarios anteriores)

5. Análisis crítico de las perspectivas de la cuarta revolución tecnológica

Las dos primeras “revoluciones industriales” fueron consecuencia de la difusión generalizada de una nueva tecnología que modificaba sustancialmente el aprovechamiento de las fuentes energéticas. Pero el efecto práctico tanto de la máquina de vapor como el motor de combustión interna fue la mejora sustancial en la conectividad. Los seres humanos y las mercancías podían desplazarse de forma mucho más rápida, barata y segura que en la etapa precedente.

La tercera revolución industrial, en terminología aceptada por el Parlamento Europeo en 2006, según la idea de Jeremy Rifkin,  no está relacionada con la energía, sino con la difusión generalizada de la aplicación de la tecnología digital, cuyos efectos aún están en fase inicial.  Las telecomunicaciones han significado también la accesibilidad instantánea a los conocimientos disponibles en la red pública -o la interactividad e  intercambio dentro de las redes privadas- a una inmensa variedad de usuarios.

La ausencia de filtros de autoridad, o la posibilidad de enmascarar, adulterándolos, los criterios de verdad o verisimilitud con fines perversos, hace de las redes, también, un foco de distorsión del conocimiento científicamente contrastado, sirviendo para la propagación de falsas teorías, informaciones interesadas sin otro aval que la maldad o la codicia y, en fin, convirtiendo a una herramienta neutral por esencia en vehículo de intoxicación de la más amplia especie.

La cuarta revolución tecnológica discurre paralela a la tercera, solapándose con ella. No ha sido, desde luego, analizada, ni para unificar y clarificar su concepto, ni, obviamente, para estudiar sus posibles consecuencias. Un intento de definición sería la de “aquel proceso, de naturaleza exclusivamente tecno-sociológica, que plantea la necesidad de combinar el conjunto de conocimientos científicos -en sentido lo más amplio posible-, abierto a toda la Humanidad, con la obtención de niveles de calidad de vida satisfactorios y homogéneos, que alcancen a todos los seres humanos y que tome en consideración la necesidad de mantener el equilibrio dentro de la naturaleza.

En efecto, esta idea implica la valoración y reconocimiento del papel de los restantes seres vivos en el equilibrio natural, la preservación ambiental, el aprovechamiento razonado y restrictivo de los recursos, teniendo en cuenta sus reservas, distribución y su capacidad de renovación y, en fin, y como más importante, la plasmación de un objetivo común para la Humanidad, en el que se haya considerado el papel de las generaciones venideras, a las que corresponderá recoger el testigo de la existencia y el conocimiento en la imaginada carrera por alcanzar las claves que rigen el cosmos.

Por ambicioso o utópico que parezca el planteamiento, la aplicación a un país concreto resulta sencilla. Hay que garantizar la continuidad de lo que tenemos al alcance de nuestra actuación: no agotar, no contaminar, ser solidario, ser creativo, e impulsar la capacidad creadora de las nuevas generaciones, abriéndoles vías de pensamiento. Esto nos lleva a conceder prioridad a la formación, a la investigación, y a la evaluación y conservación de los recursos, compatible con su aprovechamiento actual si fuera imprescindible para garantizar, no el máximo bienestar de unos pocos, sino la supervivencia con el nivel de satisfacción adecuado, de la actual población.

Si hay que sacrificar algo, que sea el disfrute máximo de la capa más beneficiada de los actuales pobladores, en beneficio de la formación y desarrollo de las generaciones futuras.

La difusión generalizada de internet (es decir, de las comunicaciones telemáticas) en la producción industrial es solo un aspecto modificador, que reducirá -está reduciendo-la cantidad de trabajo disponible para el hombre y desplazará -está desplazando- la rentabilidad de muchas empresas, haciendo no pocas inviables en competencia con los nuevos planteamientos de negocio.

La reacción ha de ser coordinada y completa, porque la evolución natural es hacia el desequilibrio, y un desequilibrio no controlado en un sistema dinámico conduce implacablemente al caos. Las Escuelas de formación y las Universidades deben orientarse de inmediato hacia el total aprovechamiento de esas oportunidades, que se concretarán en la puesta en marcha de nuevas formas de emplear los recursos naturales y la mano de obra, especialmente en los países hoy menos desarrollados.

No son los centros de enseñanza los detentadores en la actualidad de los conocimientos tecnológicos más avanzados (puede que lo sean en cambio, de los filosóficos, por reflejar con este nombre los vinculados a las antes conocidas como Humanidades). Conseguir que las grandes empresas abran sus centros de investigación y compartan sus resultados es un reto al que no veo tan fácil solución, dado el egoísmo y cortoplacismo imperantes.

Pero generar la voluntad de comunicación abierta del conocimiento de muy alto nivel no es el fin último, sino solo una etapa en el camino.

La generación de una nueva infraestructura internacional, de cooperación y estímulo es también inexcusable, pues hay que evitar que las tensiones de esas nuevas relaciones de mercados y tecnologías se traduzcan en la aparición de una guerra de intereses que, dada la actual capacidad destructora de los países, nos llevaría al cataclismo final, provocaría la hecatombe de una Humanidad a la que perdió su incapacidad para dominar su evolución tecnológica, haciendo sus logros útiles para la totalidad y no para las élites.

No tengo propuestas generales de solución a largo plazo. A medio plazo, entiendo que la exacta valoración del problema,  para atender exclusivamente al nivel nacional, sugiere algunas actuaciones intermedias concretas, que implicarían el aprovechamiento, profundización y mejora de la cualificación competitiva internacional -mejorando así la Balanza de pagos, aumentando las exportaciones y restringiendo el consumo de bienes importados, sin que ello signifique la autarquía, sino la selectividad de lo adquirido en el exterior-.

De la estructura industrial y de servicios propia, dependerá la demanda de empleo y la cualificación necesaria. En un país dedicado al turismo mayoritariamente, necesita trabajadores de escasa formación, que serán remunerados con salarios bajos y se consolidará una estructura dependiente tecnológicamente, de baja capacidad de consumo y manipulable.

El aprovechamiento de nichos de mercado en países menos desarrollados, apoyados en la exportación de bienes producidos con tecnologías intermedias -o que no se puedan mantener en primera línea por falta de alimentación en origen- tendrá un carácter temporal, circunstancial, pues habrá de admitirse que estos países estarán interesados en asimilarlas rápidamente, captando técnicos extranjeros para sus centros de investigación.

En suma, si no se lleva a cabo, simultáneamente, la revisión de los postulados de cooperación mundial, asumiendo nuevas formas de distribución de tareas y beneficios, la cuarta revolución industrial será la última.

(continuará)

Archivado en:Actualidad Etiquetado con:ciencia, cuarta, guerra, industrial, investigación, mundo, revolución, tecnología

Creo en la competencia más que en la competitividad

2 julio, 2014 By amarias Dejar un comentario

(Continúa de los dos Comentarios inmediatamente anteriores, con los que forma una unidad)

3. Urgencia de aumentar la inversión neta en investigación y mejorar el control de su eficacia

Todo el mundo parece estar de acuerdo en la importancia de la investigación, y empeñado en ponerle adjetivos y apéndices, aunque la realidad es que no se le presta atención, confiando más en la aparición del genio aislado que en el resultado de los trabajos en equipo, con orientaciones en sectores o líneas preferentes.

Se acostumbra, además, a reducir la valoración del esfuerzo en investigación a porcentajes referidos al presupuesto público anual o del producto interior bruto del país: un 1,3% del PIB parecería poco y un 2%, suficiente, por ejemplo. No hay necesidad de engañarse. Si se pretende analizar nuestras posibilidades competitivas en el marco internacional, habrá que referirse a cifras absolutas.

Los datos disponibles -manejo las grandes cifras, importando menos al respecto de mi razonamiento, el detalle exacto- indican que el gasto absoluto en i+d en Estados Unidos es 25 veces superior al de España y el de China, por ejemplo, 10 veces más alto. Países próximos, como Alemania o Francia, lo cuadriplican.  Podemos ser escépticos respecto  a la homogeneidad con la que han sido obtenidos los datos (estoy convencido de que en España se han inflado, en tanto que en Estados Unidos se subestiman…y pongo en duda cualquier dato que provenga de China), pero no debemos dejar de captar el mensaje de que las opciones para competir en resultados investigadores con países que dedican medios muy superiores a los nuestros son comparativamente ridículas.

Debemos, en consecuencia,  concentrar los recursos en algunas áreas concretas, siendo, además, conscientes, de nuestra condición genérica de país tecnológicamente dependiente. Es decir, desde la perspectiva de la mercadotecnia de productos que precisen alta tecnología , estamos del lado de los consumidores y no de los productores, de la demanda y no de la oferta. Solo nos falta -ni más ni menos- que tener con qué pagar lo que nos gusta consumir.

Los 13.000 millones de euros anuales que se dedican, según los datos, en España, a actividades de i+d+i son escasos, y,  por si fuera poco, están distribuidos heterogéneamente entre nuestras regiones (tres regiones concentran el 80% del gasto total innovador) y presentan múltiples duplicidades y ocasión de despilfarros y muestras de descoordinación. Con un gasto privado de 150 euros por habitante (nuevamente, se repiten ratios de proporción similares a los que nos separan de los países más avanzados), tampoco cabe esperar que nuestras empresas den la campanada tecnológica. (1)

(c0ntinuará)

—-

(1) Según el Estudio de una Escuela de Negocios, al que concedo un carácter fundamentalmente académico, hay unas 40.000 empresas innovadoras, y que tenemos algo más de 200.000 empleados, en ellas y en los centros públicos, dedicados a idear, todo el tiempo o a ratos: me pregunto dónde están y lo que hacen, si bien el análisis expresa que se concentran en farmacia, electrónica, química y automóvil, espacios tan imprecisos y genéricos que se me antojan equivalentes a música celestial o a aplicaciones de la cultura general.

Si el lector quiere datos para profundizar en lo pesimista del análisis, puede recorrer las páginas del Informe de la COSCE (Confederación de Sociedades Científicas de España).

 

Archivado en:Actualidad, Sociedad, Tecnologías Etiquetado con:Alemania, corporación, COSCE, creatividad, empleo, españa, estados unidos, gasto, investigación, países en desarrollo, tecnología, Universidad

Agnósticos

29 junio, 2014 By amarias 2 comentarios

Dice la copla que  “quien no sabe lo que es ver  no tiene tanta penita como el que ha visto y no ve” y esta referencia me sirve para glosar que hay dos tipos de agnósticos: quien han llegado a su escepticismo después de haber analizado las alternativas y quienes se apuntan a él sin tener conocimiento de ninguna.

Respeto, por ello, y con comprensión y afecto intelectual, a quienes se reconocen agnósticos en relación con las diferentes teorías, dogmas y elucubraciones filosófico-recreativas que pretenden encontrar alguna respuesta a la molesta pregunta de porqué tenemos conciencia de nuestra limitada existencia y no se nos alcanza entender el objetivo de un fenomenal despliegue cósmico que, por lo que nos parece haber ido percibiendo, no nos tiene, desde luego, como centro, pero seguramente ni si siquiera inventariados.

No quisiera que el lector viera en el párrafo anterior una aplicación exclusiva hacia esa parte de la filosofía aplicada que es la religión, sino que le atribuyera un sentido tan amplio como le sea posible. Porque eso le permitirá entender lo que quiero decir con los dos tipos de agnósticos: quienes desprecian cualquier análisis o conocimiento y se apuntan a las conclusiones, y quienes llegan a ellas o a otras parecidas, después de absorber, situándolas en su contexto y encontrándoles el sentido de su evolución, cuantas teorías, formulaciones y especulaciones -muchas de ellas, con excelentes conclusiones prácticas- les sea factible.

Estamos en un momento de agnósticos. Por una parte, se encuentran, y desgraciadamente los percibo como inmensa mayoría, quienes no creen en ninguna religión, en ninguna técnica, en ninguna solidaridad e, incluso (o por ello) en otro futuro que no sea el de ellos mismos o, tal vez, el de su familia inmediata. No saben porqué han llegado ahí, porque no les ha preocupado el camino, sino el final: Dios no existe, la sociedad es corrupta por naturaleza, la técnica es falsa y los hallazgos científicos producto de la casualidad, los políticos y los que dirigen han llegado a sus puestos gracias al poder de sus mafias y nos mienten sistemáticamente, la justicia es injusticia encubierta, el futuro es incierto y no depende de lo que hagamos, etc.

Me acerco con timidez a ese grupúsculo de quienes son agnósticos, pero tratan de entender los porqués: desde el respeto a las religiones, sabiendo que cumplen y han cumplido una función de terapéutica social, y también de control y canalización de intereses, a lo largo de lo siglos; desde el respeto a las formas de gobierno y a sus instituciones, como solución transitoria más adecuada (o más oportuna) para controlar los avances de los que exigen frente a la resistencia de los que poseen; desde la admiración a quienes, a despecho de penurias, escepticismos y dificultades, han descubierto los principios que sirven al funcionamiento de las máquinas, los aparatos y los artilugios que conforman lo que ahora entendemos como fundamento de nuestra calidad de vida y nuestro bienestar.

Necesitamos en España muchos más agnósticos de este segundo tipo. Hombres y mujeres que no se preocupen de las conclusiones que han sacado otros sino que busquen las razones para las suyas propias. Que conozcan, porque los han estudiado y valorado, los métodos y argumentos de quienes nos han conducido hasta aquí, hasta nuestro actual nivel de respuestas, y sigan preguntándose cómo avanzar, con la antorcha de su trabajo y de su capacidad, en las tinieblas del desconocimiento.

Archivado en:Sociedad, Tecnologías Etiquetado con:agnósticos, ciencia, conocimiento, crédulos, investigación, sociedad, tecnología

Cuento de invierno: Encuentro entre el joven innovador y un empresario retirado

2 enero, 2014 By amarias2013 Dejar un comentario

Todo empezó con un sueño de los que se recuerdan al despertar, como si hubiera quedado adherido para siempre a la realidad del día anterior o se esforzara en formar parte de la del día siguiente.

El caso es que el joven innovador no había podido dormirse hasta avanzada la noche. La oportunidad que se le presentaba ante sí, era merecedora de tal vigilia. Por fin, tendría la ocasión de presentar su original invento a alguien con posibilidades económicas para financiarle su desarrollo y posterior comercialización.

A quien iba a ver, era un empresario retirado, de apellido Arnau, que había hecho una considerable fortuna en el campo de la construcción y que, inesperadamente, -hacía apenas un par de meses-, había decidido liquidar su boyante complejo.

Los diarios económicos se habían hecho amplio eco de la noticia, y el mundo de los negocios estaba muy alterado, puesto que eran varios los grupos internacionales que pretendían hacerse con el apetitoso bocado. Todo hubiera hecho pronosticar una drástica disminución de la facturación, mientras se concretaban los términos de la operación. La decisión había sido tan precipitada que los directivos de la firma desconocían con anterioridad el propósito del capitalista y la improvisación había sido tal que ni siquiera se había redactado el cuaderno de ventas.

La conmoción mayor, sin embargo, llegó cuando el magnate indicó, en una entrevista corta concedida a una televisión autonómica, que su hija se haría cargo del emporio de inmediato.

La cosa resultaba realmente sorprendente, puesto que la designada como sucesora carecía de la menor experiencia en el mundo de los negocios. Verdaderamente, no tenía ninguna en ningún campo conocido, salvo, eventualmente, en el de la adoración a los espíritus y en los ejercicios de contemplación mística. Había estado recluida en un convento de madres clarisas, en donde habían transcurrido, como monja de clausura, sus últimos diez años, desde que cumpliera los diecisiete.

Por especial dispensa, se le había autorizado a renunciar a sus votos y dejar los hábitos, hasta que la operación financiera de liquidación de los negocios paternos se ultimara, ya que la mitad de lo que se obtuviera se destinaría a engrosar los maltrechos fondos conventuales. La otra mitad se habría de destinar a obras pías, sostenimiento del progenitor, que pensaba retirarse al monasterio de Yuste (en memoria de Carlos Primero, de quien se declaraba admirador) y, en lo que resultara remanente, a misas por su alma, cuando el óbito sucediera, lo que no había razón alguna para imaginar como evento próximo.

Nadie conocía el rostro de la joven exclaustrada, que pasaba la mayor parte del tiempo junto a su padre, curándole de las molestas jaquecas y revisando cifras y más cifras de los informes de evaluación de los expertos. Cuando era imprescindible que se presentara en público, bien ante los empleados o los asesores financieros, aparecía cubierta con un antifaz, más bien, una careta, pues le ocultaba hasta casi el labio superior.

Se podría deducir algo de su belleza por su voz cálida y el cuerpo esbelto, que se entreveía (el segundo) por los ropajes, a modo de sotana de hilo finísimo, que ocultaba sus formas. Lo que verdaderamente resultaba sorprendente era advertir su poderoso carácter y fuerte temperamento, pues ponía gran énfasis en sus opiniones, que, a los que las escuchaban, aparecían, por lo general, ponderadas y atinadísimas.

El joven innovador había soñado que la hija del empresario al que iría a ver a la mañana siguiente era, en realidad, una artista circense. Su número consistía, en realizar operaciones de telequinesia, combinadas con cambios vertiginosos de vestuario. En su sueño y como colofón de la visión fantasmagórica, la monja clarisa se le aparecía en lo alto de la carpa, suspendida de unas a modo de jarcias, portando unas unas alas angélicas y un mantón de color celeste que le tapaba hasta los pies; pero, en otro periquete, la descubrió a lomos de un elefante, luciendo unas mallas muy apretadas, que encubrían someramente unas piernas tan hermosas como las de una corista.

A punto de despertar había visto que la joven, Bárbara Arnau, anunciaba su número como La monja transformista.

El joven innovador, Mariano Calandre, había estado investigando profusamente sobre la manera de hacer proyecciones fundamentadas sobre el destino de las almas. Estaba convencido de que su invento, si contaba con la comercialización adecuada, podría cambiar el fin del mundo. Aportando a la máquina la fecha del nacimiento, una huella digital completa de la mano izquierda y una foto de alta resolución del iris, permitía, siguiendo complejos algoritmos, adivinar la fecha de fallecimiento de cada persona.

Lo había probado ya con algunas personas, y había funcionado a la perfección. El mismo había sido sujeto de su propio invento; podía estar tranquilo: aún le quedaban cincuenta y tres años de vida, dos meses y veintiún días. Para completar el cuadro, llevaba en el bolsillo una carta de recomendación de su mentor, admirador de Juan Benet, y, entre otras coincidencias notables, se decía conciudadano de Región.

El empresario retirado lo recibió fumando un puro, en el último piso del rascacielos en donde tenía instalado su despacho, y que daba acceso directo al helipuerto instalado en la terraza del edificio.

-Habla, joven. Tengo solo cinco minutos para dedicarlos a tu propuesta, pues debo irme a jugar a la petanca con varios caballeros jubilados. -expresó, ofreciéndole asiento en una de las sillas de querencia, el prócer.

El joven, sacó de la cartera que llevaba algo parecido a un estuche de colorines, al que estaban incorporados, unos a modo de escáneres y una pantalla de cristal líquido.

-Mi máquina de calcular permite saber, sin error, la fecha de nacimiento de una persona, por lo que será posible a cada cual programar lo que va a poder realizar el resto de sus días. -explicó, poniendo el estuche sobre la mesa, y, después de pedir educadamente permiso, enchufar la máquina en una de las tomas eléctricas del despacho, acoplándole un alargador.

-¿Y qué pretendes hacer para demostrar su funcionamiento? -preguntó el empresario.

-Pues no se me ocurre cosa mejor que, con el debido respeto, aplicárselo a Vd. -contestó el decidido joven.

Y dicho y hecho, sin mediar más palabras, y superando el efecto sorpresa del más anciano, le aplicó la mano sobre uno de los escáneres.

-La fecha de su nacimiento no hace falta que me la proporcione, pues la he tomado de la Wikipedia -aclaró el muchacho inventor.

Un terrible fogonazo sacudió la escena y, entre convulsiones, el empresario, fallecía, electrocutado. Algo había fallado, seguramente. El joven se inclinó sobre la pantalla, que, después de un ligero parpadeo, señaló la fecha del día de hoy.

-¿Ve? -fue lo que se le ocurrió decir al joven, arrimándole el monitor al cadáver- No ha fallado.

La monja clarisa exclaustrada sufrió un ataque de nervios cuando se enteró de lo que había pasado. Al joven inventor le acusaron de homicidio involuntario, pero pudo demostrarse que la máquina había funcionado correctamente. Y se cumplió, como era de esperar, lo dispuesto en la Declaración de Últimas voluntades

Lo que no me quedó claro es si hubo alguien dispuesto a financiar el desarrollo ulterior del invento ese que permite, tan certeramente, pronosticar la fecha de la muerte de un ser humano. Podría tener interés, aunque me pregunto para qué.

FIN

(Este cuento de apariencia estrambótica es mi homenaje particular a uno de mis autores preferidos, el insigne ingeniero Juan Benet, de quien he tomado prestadas algunas ideas, tan someras que ni siquiera llegaron por él a ser expuestas, inspirándome, entre otras, en su obra “El preparado esencial”, obra teatral compuesta en 1965 para ser representada en petit comité. Juan Benet, Teatro Completo, Siglo XXI, 2010)
–

Archivado en:Cuentos y otras creaciones literarias Etiquetado con:empresario, ideas, innovador, joven, retirado, start-up, tecnología

  • 1
  • 2
  • Página siguiente »

Entradas recientes

  • Vacunas
  • Desperdicios
  • Partidos sin política
  • Primera Precisión de la Forma Caótica
  • Tránsfugas
  • Poesía, bosques y gorriones
  • Poeta invitado de la AECC en el Día de la Poesía
  • Lectura de poemas en apoyo a la AECC
  • La batalla por Madrid, versión 2021
  • Reflexionando sobre el futuro tecnológico
  • Descalabrando el centro
  • En el día de la mujer trabajadora
  • Paradojas, escisiones, culpas
  • Interesantes conferencias virtuales organizadas por el Club Español del Medio Ambiente
  • Concha Quirós, librera. D.E.P.

Categorías

  • Actualidad
  • Administraciones públcias
  • Administraciones públicas
  • Ambiente
  • Arte
  • Asturias
  • Aves
  • Cáncer
  • Cartas filípicas
  • Cataluña
  • China
  • Cuentos y otras creaciones literarias
  • Cultura
  • Defensa
  • Deporte
  • Derecho
  • Dibujos y pinturas
  • Diccionario desvergonzado
  • Economía
  • Educación
  • Ejército
  • Empleo
  • Empresa
  • Energía
  • España
  • Europa
  • Filosofía
  • Fisica
  • Geología
  • Industria
  • Ingeniería
  • Internacional
  • Investigación
  • Linkweak
  • Literatura
  • Medicina
  • mineria
  • Mujer
  • Personal
  • Poesía
  • Política
  • Religión
  • Restauración
  • Sanidad
  • Seguridad
  • Sin categoría
  • Sindicatos
  • Sociedad
  • Tecnologías
  • Transporte
  • Turismo
  • Uncategorized
  • Universidad
  • Urbanismo
  • Venezuela

Archivos

  • abril 2021 (2)
  • marzo 2021 (11)
  • febrero 2021 (6)
  • enero 2021 (6)
  • diciembre 2020 (17)
  • noviembre 2020 (9)
  • octubre 2020 (5)
  • septiembre 2020 (5)
  • agosto 2020 (6)
  • julio 2020 (8)
  • junio 2020 (15)
  • mayo 2020 (26)
  • abril 2020 (35)
  • marzo 2020 (31)
  • febrero 2020 (9)
  • enero 2020 (3)
  • diciembre 2019 (11)
  • noviembre 2019 (8)
  • octubre 2019 (7)
  • septiembre 2019 (8)
  • agosto 2019 (4)
  • julio 2019 (9)
  • junio 2019 (6)
  • mayo 2019 (9)
  • abril 2019 (8)
  • marzo 2019 (11)
  • febrero 2019 (8)
  • enero 2019 (7)
  • diciembre 2018 (8)
  • noviembre 2018 (6)
  • octubre 2018 (5)
  • septiembre 2018 (2)
  • agosto 2018 (3)
  • julio 2018 (5)
  • junio 2018 (9)
  • mayo 2018 (4)
  • abril 2018 (2)
  • marzo 2018 (8)
  • febrero 2018 (5)
  • enero 2018 (10)
  • diciembre 2017 (14)
  • noviembre 2017 (4)
  • octubre 2017 (12)
  • septiembre 2017 (10)
  • agosto 2017 (5)
  • julio 2017 (7)
  • junio 2017 (8)
  • mayo 2017 (11)
  • abril 2017 (3)
  • marzo 2017 (12)
  • febrero 2017 (13)
  • enero 2017 (12)
  • diciembre 2016 (14)
  • noviembre 2016 (8)
  • octubre 2016 (11)
  • septiembre 2016 (3)
  • agosto 2016 (5)
  • julio 2016 (5)
  • junio 2016 (10)
  • mayo 2016 (7)
  • abril 2016 (13)
  • marzo 2016 (25)
  • febrero 2016 (13)
  • enero 2016 (12)
  • diciembre 2015 (15)
  • noviembre 2015 (5)
  • octubre 2015 (5)
  • septiembre 2015 (12)
  • agosto 2015 (1)
  • julio 2015 (6)
  • junio 2015 (9)
  • mayo 2015 (16)
  • abril 2015 (14)
  • marzo 2015 (16)
  • febrero 2015 (10)
  • enero 2015 (16)
  • diciembre 2014 (24)
  • noviembre 2014 (6)
  • octubre 2014 (14)
  • septiembre 2014 (15)
  • agosto 2014 (7)
  • julio 2014 (28)
  • junio 2014 (23)
  • mayo 2014 (27)
  • abril 2014 (28)
  • marzo 2014 (21)
  • febrero 2014 (20)
  • enero 2014 (22)
  • diciembre 2013 (20)
  • noviembre 2013 (24)
  • octubre 2013 (29)
  • septiembre 2013 (28)
  • agosto 2013 (3)
  • julio 2013 (36)
  • junio 2013 (35)
  • mayo 2013 (28)
  • abril 2013 (32)
  • marzo 2013 (30)
  • febrero 2013 (28)
  • enero 2013 (35)
  • diciembre 2012 (3)
abril 2021
L M X J V S D
 1234
567891011
12131415161718
19202122232425
2627282930  
« Mar