Al socaire

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Elogio y servidumbre del centro

4 enero, 2021 By amarias Dejar un comentario

El año que se nos ha ido (2020) nos ha dejado varias preocupaciones de entidad, que corresponderá resolver lo antes posible, para evitar que los daños sean tan profundos que haga irrecuperable, no ya la situación de partida, sino un nivel de satisfacción social y económico que no signifique la ruptura del modelo.

Por supuesto, la superación de la pandemia es la urgencia más acuciante. Hasta la aplicación masiva de las vacunas contra el virus invasor y alcanzar ese deseado “nivel de protección de rebaño”, no llegará a los mercados la tranquilidad suficiente para garantizar la recuperación.

Con un panorama tan grave, la economía no es actualmente el motivo principal de preocupación. A nivel tanto individual como colectivo (a salvo de algunos descerebrados) el temor a sufrir el ataque de la Covid y resultar gravemente afectado, cuando no pasar a engrosar el número de fallecidos gravita como un fantasma y cuestiona el alcance y calidad de la asistencia sanitaria, la capacidad organizativa de la administración para garantizarla y, en fin, el eficaz comportamiento protector frente a esa amenaza.

La multiplicidad de posturas de los gobiernos central y regional para defenderse de la pandemia, tratar reducir el número de contagios y, en lo posible, evitar el colapso de la economía, ha abierto debates, sobre lo que de hizo  bien, mejor, o muy mal. Los gansos de cada Capitolio, alzando su griterío,  siguiendo las directrices marcadas por el pesebre, han alabado unos gobiernos, denigrado otros y, en fin, contribuido a generar intoxicación sobre el ciudadano medio.

A salvo de aquellos cuya convicción ideológica sea tan fuerte que les impida valorar la realidad y analizar la calidad y eficacia de las alternativas, parece razonable concluir que carecemos, a estas alturas de la crisis pandémica, de un procedimiento realmente efectivo para garantizar con total seguridad que el virus no nos ataque individualmente. Y la incertidumbre se mantiene cuando todo parece anunciar que nos encontramos ante una tercera ola de la pandemia, de programación más veloz y capacidad de contagio mucho más agresiva.

No creo que nadie ponga en duda la poca información fidedigna sobre la forma de protegerse individualmente contra el virus. Me permito hacer unas pocas preguntas, para poner en evidencia que no existe una respuesta ciudadana única, en la interpretación individual de la ciencia oficial: 1) ¿Cada cuanto se debe cambiar la mascarilla y, por tanto, cada cuánto cambia su protección cada una de las personas con las que nos cruzamos en la calle o coincidimos en el restaurante o en el transporte público?  2) ¿A tenor de la variedad de mascarillas que se ofrecen en el mercado, cuáles son las realmente eficaces? ¿Cómo se controla y garantiza su homologación? 3) Admitiendo que lo importante es controlar la secuencia de contagios a partir de un foco ¿Por qué es más grave reunir a diez personas que a seis o a sesenta y siete?  4) ¿Cómo garantiza que los teatros, restaurantes y comercios, estén libres de virus? ¿Quién lo controla? 5) ¿Cuál es el actual procedimiento más eficaz para conseguir curar -si esta palabra puede usarse con propiedad- a un enfermo grave de Covid? ¿Existe un protocolo común a todos los centros hospitalarios? ¿Y para derivar a un paciente desde los centros de atención primaria? 6) ¿Cómo se lleva y llevará el control de los vacunados en primera y segunda dosis? 7) ¿Qué porcentaje de vacunas (actualmente, todas de doble implementación) y, en particular, la de Pfizer que debe conservarse a muy baja temperatura hasta ser administrada, pero no se puede volver a congelar, se pierde por falta de coordinación o por no acudir los convocados a la cita de vacunación? 8) ¿De verdad, es admisible aceptar que las mascarillas que llevan la ciudadanía, a parte de su homologación primaria, tienen el mismo grado protector? (algunas parecen haber criado hasta gusanos).

La terrible disparidad ideológica que sufrimos en España, con un gobierno central de izquierdas que, a cada paso, demuestra su carácter bicéfalo y algunos gobiernos regionales -los más significativos, el de Madrid y Galicia-, de orientación hacia la derecha, nos hace cuestionar, una vez más que significa realmente, ser de izquierdas o derechas. Es imposible identificar los viejos principios de acción ideológica en ninguno de ellos. A Ayuso y a sus consejeros les acusan quienes molesta que gobiernen en Madrid, de favorecer a la empresa privada. A Sánchez y a los ministros del PSOE sus detractores les tachan de mentirosos y falsarios. Hay que dejar aparte a Iglesias y a sus ministros (incluido el desvaído Garzón), por supuesto, cuyo único ideario parece ser conducirnos de forma rampante al modelo de una república cubano- bolivariana, con similar esquema de liderazgo.

Echo de menos al centro, ya sea centro izquierda o centro derecha. Políticos capaces de pensar y actuar de forma global, integral, sin estridencias y con eficacia. Gentes que no son devotas de Hayek ni de Marx, pero saben de qué se trata. Que conocen los entresijos de la economía y no espantan al potencial inversor. Que reconocen sus debilidades y potencian sus fortalezas, sin engañar ni engañarse. No me gustan los extremos, porque la polarización conduce -siempre, según la Historia- al desastre.

Ha sido una desgracia para España que Ribera (Alberto) y Sánchez (Pedro) hayan perdido el norte de la necesaria sintonía. Costará mucho recuperar ese centro sobre el que hacer pivotar la política y la economía, si es que se consigue.

Hasta entonces, aconsejo no quitarse las manos de la cabeza. Sí, cambiar cada cuatro u ochos horas las mascarillas, airear los espacios y aguardar pacientemente a que nos llegue el turno para ser vacunados…con suerte, dentro de un par de años, salvo cambio de estrategia.

 

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Quiero saber tu opinión (Poema con estrambote)

29 noviembre, 2020 By amarias Dejar un comentario

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Quisiera saber tu opinión
pero no te precipites.
Estos son los datos:
aficionado a llevar
la contraria; propenso
a encontrar agujeros
en las normas,
empeñado hasta el tuétano
en aventuras malditas:

Tengo firmes, aunque escasos
principios
y un final previsible.

Cuando vuelva de mi paseo
por las contradicciones
que dan sentido a mi vida,
te preguntaré si prefieres
para cenar
huevo frito o tortilla,
y seguiremos
esta conversación.

(9 de febrero de 2017, Amar si tener gozo, @angelmanuelarias)


He puesto un poema (escrito hace más de tres años. aunque mi creación poética creo que tiene un hilo argumental subterráneo, con altibajos, como toda existencia) antes que un comentario sobre política. El comentario es actual, de hoy mismo.

Lo que hay que ganar

Obviamente, somos muchos los españoles a los que preocupa la actual situación económica y política. Lo que me está empezando a alarmar es que se ha hecho más difícil encontrar contraste de opiniones entre ciudadanos, que no sean contertulios de pago en los medios o políticos entrenados a diferenciar sus posturas.

Escasean (por decirlo en positivo) opiniones de empresarios, de filósofos, de sociólogos, de ingenieros, abogados… No se por qué los sindicatos, los colegios profesionales, las asociaciones y clubs de debate están en silencio o no encuentran plataforma de expresión. Por supuesto, la gente normal andan seducida por el fútbol, el demonio del virus, la ignorancia de lo que se avecina o la comprensión de lo que ya tiene en casa.

En consecuencia de la ausencia de debate la sociedad se ha ido polarizando y eso es terrible para la democracia. No hay mas alternativa que lanzarse por el borde del precipicio por el que avanzan o se devanean los otros. Avanzamos hacia un sectarismo adocenado.

No creo que sea un efecto colateral de la Covid, sino una añagaza de mala digestión. Para ese riesgo de recuperar la cooperación, el impulso que produce la discrepancia sana, el cuidado del orden constitucional, de la ley y de los pactos, la coherencia del desarrollo industrial y de servicio, no tenemos vacuna. Tardaremos mucho más en salir a flote, aunque no dudo que la fuerza vital acabará imperándose sobre destrozos, porque las sociedades crecen desde la calma y se hunden en la vana discusión de principios. Se avanza desde el diálogo, la comprensión de los argumentos de contrario, la búsqueda de un punto de equilibrio, la paz social, la cooperación entre todos los agentes sociales, desde el valor de sus justificadas discrepancias, puestas en activo desde la estrategia de colaboración, no con la guadaña del exterminio.

La solidez de la coalición de gobierno parece resistir a prueba de cualquier propuesta de cooperación con los partidos que están fuera del mismo, animados sus miembros por el deseo de mantenerse durante la legislatura. Los propósitos -confesados o latentes- de los cabecillas de la sólida trama, son: a) apoyar sin reservas la independencia separatista de Cataluña y el País Vasco, favoreciendo la vocación republicana de sus hipotéticas mayorías y pasando por alto la corrupción pujolista, los delitos por sedición y desacato y la ruptura social y b) debilitar la Monarquía, poniendo el énfasis en las actuaciones oscuras del rey de antes, despreciando su mérito como baluarte de la actual democracia y ninguneando el papel mediador, como garante de la unidad del Estado, del rey de ahora, Felipe VI, al que vinculan a un régimen trasnochado, de origen fascista y espurio.

Hay movimientos interesantes, sin embargo. No me refiero a las inoportunas, perturbadoras y fuera de lugar de militares retirados que ofrecen sables y experiencias para sostener la monarquía y la Constitución. Las Constituciones pueden, y deben cambiarse, pero siempre democráticamente.

Las voces discrepantes, que llaman mi atención vienen desde las entrañas del PSOE. No provienen de sus ministros en el gobierno de coalición -desorientados, anodinos o enfrascados en sacar algo de lustre a sus carteras, obviando el abordaje de los parámetros fundamentales-. Han aparecido disidencias claras entre antiguos dirigentes -tan relevantes como Felipe González- y voces serenas de la Administración autonómica -tan significativas como presidentes regionales-, que permiten sospechar que se está fraguando una escisión. No se a dónde puede llegar, ni si será pronto.

Pero por ahí veo un camino excelente, viable, sereno, legítimo, para romper la uniformidad monótona de la actual legislatura. Si parte de los diputados del PSOE se deciden a abandonar la disciplina del partido y si constituyeran un grupo independiente, recuperando el socialismo constitucional y socialdemócrata, habría una luz en el panorama.

Lo que no tiene remedio inmediato, parece, es la reconstrucción del centro y, no digamos, la reconducción de las posiciones de derecha. Cuando oigo las tonterías dogmáticas, los desencuentros inconcebibles, las resistencias en trasnochados principios y nostalgias sin rumbo, de algunos de sus portavoces, tengo que cerrar mi atención y preguntarme: ¿dónde está el centro? ¿qué ha pasado con la socialdemocracia? ¿a dónde nos quieren conducir estos populistas con vocación revolucionaria de inspiración estalinista? ¿No se dan cuenta de que la Unión Europea ha pasado a vernos como una nación apestada, y hemos perdido nuestra credibilidad?

Demasiadas preguntas, supongo. Huevo o tortilla, pues.

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España secuestrada

1 enero, 2020 By amarias 2 comentarios

Parece consumada la posibilidad de un acuerdo contra natura que signifique, en la segunda vuelta, la consolidación como Presidente de Gobierno efectivo de Pedro Sánchez, secretario general del Partido Socialista de España. Contará Sánchez para esa investidura, en la segunda vuelta, además de con los apoyos de la Unión del Pueblo Navarro, el Partido Nacionalista Vasco, el Partido Regionalista de Cantabria -si el Presidente Revilla no cambia de opinión- y la Unión Canaria, con el acuerdo firmado con Unidas Podemos y su hermano menor, Más País.

Se trata, por tanto, si en efecto se consolida esta coalición de variados intereses, de una extraña combinación de propósitos independentistas y regionalistas del más puro espíritu egoísta y antisolidario, con un expresado propósito de combinar la izquierda tradicional (o lo que quede del PSOE, después de pasar la trituradora Sánchez) con el populismo de izquierdas, cuyo propósito es -salvo que Iglesias y los suyos hayan cambiado de discurso- “marcar a los socialistas el verdadero camino de la izquierda”, para que no se desvíen a la derecha.

He podido analizar los textos sucintos tanto del acuerdo entre Sánchez e Iglesias como del firmado entre Ortúzar y Sánchez. Se trata de documentos cuya forma refleja precipitación y algunos fallos gramaticales, aunque lo preocupante es, sin duda, el fondo. El fondo, salvo detalles concretos, es una colección de generalidades, intenciones difusas y adolece, como es habitual en todo planteamiento de los partidos con pocos militantes, de una dramática falta de realismo económico.

En el acuerdo entre los representantes del PSOE y el PNV, -la combinación antinatural del partido que defendía hasta ahora un progresismo moderado y otro de derecha más bien reaccionaria, pero nacionalista- sorprende por incluir expresiones que afectan a intereses de dos Comunidades Autónomas que no firman el pacto. Se pretende, con ello, avanzar en la línea de la fractura territorial (actualmente, anticonstitucional) comprometiéndose a defender  modificaciones constitucionales que lleven a un nuevo mapa de las autonomías españoles, en beneficio de las actuales regiones denominadas Euskadi, Navarra y Cataluña, a las que se jura o promete la mayor independencia posible.

Como el papel lo aguanta todo, pero también la población adormilada lo pasa todo por alto, no sorprenderá que el acuerdo firmado por Andoni Ortúzar, presidente del PNV, incluya la obligación -¡en un plazo de seis meses! de trasladar las competencias de Tráfico (cuyo responsable actual es la Guardia Civil) a la Comunidad Foral de Navarra, ampliando las actuales competencias de la Erzaintza.

La triste naturaleza de estos acuerdos demoledores para la democracia y la solidaridad, es que se margina aún más a las regiones cuyas poblaciones se han caracterizado por tener más sentido de la unidad de España: así, los cambalaches de propósitos en el contubernio para gobernarnos desde la ocultación, se margina a Asturias, Andalucía, Galicia, las dos Castillas, Murcia, Las Baleares, …

Estoy seguro de que los documentos ofrecidos a publicidad ocultan lo sustancial: otros pactos y compromisos que no se han dado a conocer, y pasan a ser opacos para los no pactantes, con lo que nos encontraremos -a saber en qué momentos- confrontados con una realidad que se impondrá sobre lo que se ha presentado.

La escenificación de la firma de esos insustanciales documentos (poco contenido expreso para lo mucho que significan para la estabilidad y la democracia) se ha hecho sin permitir preguntas a los periodistas, en un flaco ejemplo de oscuridad y ocultación informativa.

No quiero ni pensar en que el presentado por el gobierno provisional de Bolivia como un intento de secuestro de los refugiados en la residencia La Paz de la embajadora de México en ese país por representantes diplomáticos españoles y cuatro Geos, obedezca a alguno de los acuerdos invisibles entre PSOE y Podemos.

Qué país, señores.

(El acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos merece un análisis específico, que trataré de desarrollar mañana)

 

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Discurso de Navidad de Pablo Iglesias

2 diciembre, 2019 By amarias Dejar un comentario

Pablo Iglesias, feliz madre de familia con tres hijos  en edad de guardería infantil y actual co-líder de Unidas-Podemos, ha pronosticado, en una entrevista difundida hace unos días que los españoles y españolas podrán disfrutar de la cena de Navidad con un gobierno progresista.

La referencia a la cena de Navidad nos conduce, en nuestra memoria histórica, a las tan emotivas como plúmbeas palabras de todos los jefes de Estado que hemos tenido en nuestro país, tanto en democracia como en dictadura, desde que el aparato de televisión ocupa un lugar prominente en la librería de los hogares.

Al referirse a la disponibilidad de un gobierno progresista, supongo que el sociólogo Pablo, profesor ad honorem de la Facultad de Politología madrileña, estaba utilizando la petición de principio de que, para entonces, la culminación de la hoy postulante coalición de PSOE y Unidas Podemos con las separatistas de ERC habría llegado a buen término, y que esa amalgama de intereses variopintos debería ser admitida, por el artículo dos, como obligada posición de progreso para el país, en detrimento de cualquier otra alternativa.

Para llegar a tal amagüesto (empleando mi lengua vernácula, el bable), los independentistas catalanes deberán abstenerse en la votación correspondiente en el Congreso de Diputados, ayudando con ello a la doble investidura como Presidente de Gobierno del candidato Pedro Sánchez y. como vicepresidente, de la candidata Pablo Iglesias.

No parece que las cosas estén rodando adecuadamente para conseguir tal fin, debido a las pretensiones estrambóticas del partido independentista que, aunque para Unidas-Podemos resultan perfectamente asumibles, significarían la segura extinción del partido socialista de España.

Un  equipo de investigación ha encontrado entre la basura orgánica de la sede Unidas-Podemos, entre mezclado con varias botellas vacías de champán francés y papel de envolver jamón cinco jotas, un borrador de un posible discurso de Navidad del vicepresidente in péctore, que, por su indudable interés, y con todas las reservas del caso, se ha dado a la difusión en internet, convirtiéndose en viral.

“Queridas conciudadanas:

Pedro y yo hemos decidido que sea yo quien me dirija a vosotras, en esta fecha histórica en la que las familias de camaradas os reunís para disfrutar del besugo al horno, o el capón relleno, junto al turrón de guirlache, los langostinos, las gulas y la abuela.

Estamos viviendo momentos históricos, por fin. Como primer paso hacia la República, el gobierno de España (nombre provisional, que está en revisión, por sus connotaciones fascistas) ha prohibido a Felipe la lectura del mensaje que la llamada casa real tenía dispuesto. Sin embargo, en prueba del talante democrático de este Gobierno, quienes tengan curiosidad por leerlo, deberán dar su nombre, dirección y DNI a la Dirección General de Seguridad, y podrán pasar a recoger una fotocopia del mismo en unas semanas.

Pedro y yo estamos muy satisfechos porque el acuerdo con las compañeras de ERC haya llegado a buen término. Se puede ya considerar un hecho la segregación de Catalunya del Estado español, y desde este Gobierno nos comprometemos a mantener lazos de igualdad y diálogo permanente con ella. La independencia de Catalunya se hará, por supuesto, siguiendo la Constitución y, en lo que no esté previsto, nos atendremos a los principios generales del Derecho internacional venezolano. Ya se ha producido, como es sabido, la amnistía de las políticas presas, con completa indemnización por los daños causados a ellas y a sus familias, y les hemos trasladado las disculpas oficiales por el trato recibido por estos patriotas. Está programado para el día 6 de enero, que en el futuro será celebrado como la fiesta de los Segadores Catalanes, la convocatoria de un referéndum que permitirá que las catalanas voten. con segura unanimidad, la merecida independencia que la opresión de los gobiernos fascistas españoles desde el siglo XVIII les han estado obstaculizando.

El Molt Honorable camarada Puigdemont, al que saludamos desde aquí, y que está siguiendo esta transmisión en el Palau, ha llegado ayer en avión oficial desde su exilio en Bruselas, capital de la Unión Federal Europea,  para hacerse cargo de los fondos de la nueva República catalana. Su ministro de Exteriores, el camarada Rufián,ha firmado ya pre-acuerdos de colaboración con Escocia, Yugoslavia, Venezuela, Libia, Cuba, Nicaragua y Ecuador, además de con la futura república española, que está en trámite de reconocimiento internacional.

Aún no nos es posible adelantar los aspectos fundamentales del programa conjunto de Unidas-Podemos y prácticamente ya el extinto PSOE, puedo garantizar que será el más idóneo, adecuado y factible, y que estará adaptado a la realidad multifuncional de nuestro país multinacional y será, como no podía ser de otra manera,  generador de empleo, riqueza y bienestar por derecho propio, es decir, porque sí.

Pedro, desde su posición provisional de Presidente de gobierno, hasta que yo mismo asuma definitivamente esa función pública, se encargará de cumplir, generando, si hiciera falta, los recursos financieros, con los procedimientos imaginativos que se nos vayan ocurriendo.

También debo daros otra buena noticia. En el País Vasco se realizarán consultas vinculantes para incorporar en un plazo máximo de dos meses a Navarra, como paso previo a la independencia tptañ de Euskalerría, que se regirá por los criterios que decida el gobierno legítimo, obviamente separatista, de esta nación histórica.

Todas las demás naciones, nacionalidades, pueblos y caseríos de España podrán acogerse a su derecho a la independencia, celebrando en cada caso, como paso previo democrático, un referéndum vinculante, que será válido siempre que lo manifieste, por cualquiera de los medios válidos en el derecho consuetudinario (incluida la colocación de un alfombrilla de Ikea con la indicación de república independiente de su casa) una mayoría de su población. Para el cómputo de las mayorías válidas, se tendrá en cuenta que podrán variar entre el cinco y el cuarenta por ciento de su censo, admitiéndose, excepcionalmente, duplicaciones y difuntos.

Toda esta diversidad de naciones, nacionalidades y países, que conforman la rica diversidad del Estado federal español, será organizada mediante fórmulas estrictamente anárquicas, para garantizar que todos tengan garantizada la libre expresión de su ámbito circunvital.

Aún tenemos que precisar la manera de aumentar los ingresos del Estado, porque antes debemos concretar la dotación imprescindible para lograr el sostenimiento pleno de los sueldos y prebendas de la estructura orgánica y funcional de los, por lo menos,  treinta ministerios de nueva creación, y que garantizarán que todas las compañeras que tengan deseos de ser ministra puedan ver cumplidos sus legítimos deseos. Entre los ministerios de nueva creación se cuentan algunos tan imprescindibles como el de Revisión Histórica, Educación para la Uniformidad, Agnosticismo como Terapia Ocupacional y Solidaridad con los Estados fallidos.

Puedo adelantar que, aunque el Partido Socialista (actualmente en descomposición, como sabéis) todavía opone resistencias a la medida, se incautarán mediante decreto-ley las propiedades y fondos de todas aquellas empresas y personas que no hayan donado voluntariamente sus bienes a la causa nacional patriótica.

El salario mínimo mensual pasará a ser con carácter inmediato de tres mil euros, se instaurará a partir del próximo mes una renta universal vitalicia de mil quinientos euros para todos los jóvenes que demuestren no tener intención de estudiar ni trabajar (los llamados ninis);  y los pensionistas, que podrán serlo a partir de los cuarenta y cinco años, verán duplicadas sus prestaciones, con derecho a doble ración de fármacos y régimen de visitas a los consultorios de la seguridad social, en donde se habilitarán clubes de mayores.

Debido al carácter sectario de las Universidades técnicas, economía, derecho y filosofía, provisionalmente, se suspenderán las clases hasta la revisión completa de los programas.

La relación de estas medidas se publicará en el Boletín Oficial tan pronto sea posible, pues está siendo redactado a marchas forzadas por un equipo de profesionales extranjeros (dirigidos por el camarada Monedero), de máxima cualificación acreditada mediante diplomas emitidos por universidades virtuales.
De momento, os comunico que el día de Navidad, o sea, mañana, pasará a ser día laborable, pero en compensación, la jornada laboral será de veinte días a la semana y se declaran fiestas nacionales todos los primeros viernes de mes.

Nos proponemos impulsar la investigación, para lo que se obligará a todo el personal de investigación perteneciente a los centros oficiales y a las empresas multinacionales, a mantener un departamento de i más d más i más i que garantizará un mínimo de tres patentes mensuales por cada diez investigadores, incluidos becarios, gerentes y personal subalterno. Se estimará como patente la copia traducida a cualquiera de las lenguas y dialectos del país, de cualquier invento de origen norteamericano, chino o coreano.

Apoyamos con toda simpatía los movimientos separatistas y las manifestaciones ideológicas en todo el mundo, como prueba del profundo respeto tanto a la libertad individual como a la colectiva. Como  muestra de este compromiso, que no distingue entre religiones ni ideologías, las compañeras de Unidas Podemos, con la camarada Irene Montero a la cabeza, llevarán burka durante dos meses, a partir del próximo Ramadán.

Estamos analizando nacionalizar todos los Bancos, aunque reconozco que un sector del partido cree que sería mejor suprimir el dinero y volver al trueque, como medida de igualdad menos discriminatoria. En todo caso, lo que ya es seguro que se nombrarán presidentas y consejeras a miembras del Partido Unidas-Podemos, elegidas al azar.

(aquí termina el documento al que hemos tenido acceso)


Y no me olvido, no, de aconsejar la compra del libro de Sonetos desde el Hospital. Por 13 euros os lo envío a vuestra casa, dedicado, y habréis contribuido con 5 euros a la lucha contra el cáncer.

Compra el libro “Sonetos desde el hospital”

Agradecería también que los que lo habéis adquirido ya (del orden de 700 amigos) expresárais con algún comentario, lo que os ha parecido.

Gracias.

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Contra la pared

28 noviembre, 2019 By amarias Dejar un comentario

Contra la pared nos ha puesto la situación política a los españoles de a pie -esos que no pinchamos ni cortamos, y solo somos espectadores de lo que acaba afectándonos hasta que ya no tiene remedio-.

Se puede interpretar que estamos contra la pared en varios sentidos. Una opción es vernos empujados por la fuerza de las circunstancias contra el paredón en el que nos van a dar para el pelo. No, no van a fusilarnos (estamos aún en una democracia), pero nos van a hacer daño. Porque las conversaciones entre la coalición de presunto futuro gobierno PSOE-Unidas Podemos y los independentistas catalanes y vascos no auguran nada bueno, tanto si consiguen los apoyos para que la candidatura de Pedro Sánchez salga adelante, como si no.

Ni los programas electorales (en lo poco que fueron explicitados), ni las promesas mitineras, ni los eslóganes que fueron difundidos en los falsos debates televisados, se han cumplido, por lo que puede decirse sin ambages que nos han mentido a los votantes, con la única intención de secuestrar nuestro voto para hacer con él lo que les viniera en gana.

Si los apoyos que necesita la coalición surgida por el abrazo del oso montano y la pantera rojiza no salen adelante, nos veremos en el camino de unas nuevas elecciones, que significarán más coste para el erario público, mas abstención y aún mayor desentendimiento respecto a la capacidad de la clase política para mirar más allá de sus sillones, dotados los asientos de honorarios y prebendas que para nosotros querríamos los atónitos observadores de su ineficacia.

Es lamentable que estos políticos que han hecho de su carrera nuestra penitencia, no comprendan unos pocos principios:

1) No gana nada el país con darle más cancha a los independentistas catalanes; son el reflejo característico de la derecha egoísta, insolidarios, bravucones y, como la Historia reciente demuestra, delincuentes profesionales.

2) Si queremos que en el país se genere empleo y riqueza, hay que tranquilizar al capital, ayudándoles, con un clima de estabilidad, a que inviertan en nuevos emprendimientos. Por supuesto, es necesario también que nuestro tejido empresarial e industrial se pueble con más profesionales, autónomos y rentistas dispuestos a invertir tiempos y dineros, pero la situación de España como país intermedio en el contexto de naciones, precisa de captar el apoyo de los grandes capitales. Y si lo asusta el presunto pre-Gobierno con soflamas y agresiones verbales, espantamos la gallina y nos quedaremos con los huevos podres. Distinto es afinar en la captación de impuestos, pero sin gritos ni insultos.

3) El Estado tiene que tener claras las formas de apoyar la generación de riqueza y empleo preferentes. Porque hay que conseguir mantener el nivel de bienestar y de seguridad social y ayudas asistenciales (sanidad y educación, fundamentalmente) y conseguirlo supone, sí, aumentar los ingresos, pero, como más urgente, controlar los gastos y la calidad de los servicios. Para ello, hace falta mucha competencia; ojo, no competencias. Competencia del personal y de los que gestionan.

Como español que tuve durante gran parte de mi vida la ilusión de creer que estábamos construyendo una España mejor, me siento ahora en la decepción de que, desde la política, unos cuantos individuos sin objetivo hacia lo común, sino empecinados en sus propias ambiciones, destruyen lo creado.

Ojalá que haya unas nuevas elecciones. Y ojalá que todos los que han surgido en estos últimos años para mostrarnos impúdicamente su incompetencia, se vayan a sus casas.

Y no, no necesito justificarme afirmando que, al poner de manifiesto tan elementales argumentos, no estoy apoyando a la derecha. En esa otra parte del espectro cuecen también habas de mal olor y triste fario.

Desde la posición de estar contra el paredón, me dirijo a los españoles que no tienen vocación de palmeros, que no militan en ningún partido, que no esperan ninguna canonjía ni puesto de recompensa. Animo a que nos defendamos. Con uñas, dientes, razones y trabajo. También con nuestro menosprecio, y saliendo a la calle para gritar muy alto: ¡Ya está bien, no juguéis más con nuestra buena voluntad!

 

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Viaje al Centro

19 septiembre, 2019 By amarias Dejar un comentario

Los partidos con representación parlamentaria han querido volver al principio, aunque con las plumas muy desgastadas, particularmente, después de un verano fatigante. El candidato a la presidencia de gobierno, el socialista Pedro Sánchez, no consiguió cerrar con sus “socios preferentes” -la polícroma coalición [email protected] Podemos, las cláusulas de un acuerdo que le permitiera pasar de gobernar en funciones a funcionar con garantía de estabilidad.

La resistencia férrea a mantener el no a la investidura del “bloque de las derechas” (PP, Cs y Vox), insuficiente por sí mismo a conformar alternativa, quedó, en ese contexto de desencuentro entre las llamadas “izquierdas”, como una posición testimonial -en este envite-.  Por otra parte, el sospechoso apoyo -un término medio entre abstención y concordia- al empecinado Sánchez por parte del grupo que lidera desde la cárcel Oriol Junqueras, una especie de abrazo del oso a la espera de la Sentencia por el Procès, quedó, junto al comprometido sin fisuras por parte del simpático charlatán Revilla, convertido en un portavoz externo del candidato, se suman a la tragicocómica parafernalia que se generó en la toma de posiciones tras los resultados electorales.

Se puede (y debe) analizar las razones del fracaso de los partidos de la izquierda parlamentaria en ponerse de acuerdo en una magnífica oportunidad para consolidar la imagen de formaciones maduras y democráticamente comprometidas, a pesar de la discrepancia ideológica de intensidad. No ha sido así, y quedó puesto de manifiesto, con absoluta claridad, que existe una tensión irresoluble entre el PSOE y lo que quede de la izquierda irredenta, contaminada por un atroz populismo revolucionario.

Tal como lo veo, la oportunidad de gobierno se ha desplazado ahora, y se consolidará con el resultado de las elecciones que han sido convocadas para el 10 de noviembre de 2019, hacia la derecha. El responsable de esta deriva es, en mi opinión, Albert Rivera, que se ha autoproclamado líder de la oposición y que ha desdibujado, hasta convertirlo en una sombra de lo que era, el programa con toques socialdemócratas que había conseguido ilusionar, no ya a sus votantes, sino a algunos de los militantes más cualificados que, cuando advirtieron lo que su capitán traía entre manos, luchando a brazo partido con Pablo Casado y negándole el pan y el agua a Pedro Sánchez, se salieron dando gritos de “¡Fuego, fuego!” por las ventanas de la agrupación naranja.

Como observador desde la distancia que proporciona la neutralidad y la independencia de cualquier partido, aunque comprometido con el deseo de que nuestro país tenga las mejores opciones, debo reconocer que la persona que ha tenido un comportamiento, en todo este proceso, de mayor coherencia y transmitiendo las mejores sensaciones de hombre de Estado, ha sido Pedro Sánchez. Cuando, ya introducido en el inicio de la nueva campaña electoral, en respuesta al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, sobre lo que iba a hacer al respecto de Cataluña, afirmó que aplicaría la Constitución, con todas las consecuencias, vi claro que dejaba sus opciones en manos de las fuerzas de la derecha y, en particular, en conseguir apoyos desde Ciudadanos.

Ya que Sánchez no va a tener la mayoría suficiente para ser investido en solitario, sin otros apoyos, y las negociaciones con [email protected] Podemos han dejado tierra quemada entre los propios negociadores y, lo que es más duro, entre los votantes de ambas agrupaciones, lo que intuyo mucho más probable es que tengamos un gobierno a partir de febrero de 2020 con aquel de los dos capitanes de los partidos PP o Cs que se alce con el mayor número de diputados.


Los papamoscas cerrojillo (ficedula hypoleuca), en tránsito migratorio hacia las zonas del Africa trasahariana, han tomado en Madrid algunas plazas. Entre ellas, se pueden detectar algunos ejemplares, en el magnífico Parque Quinta de los Olivos, donde se alimentan de los insectos que pululan en torno a los almendros y olivos del parque, desplazándose de un árbol a otro con un vuelto característico, que parece indicar “aquí estoy y, pero no me cogerás”.

 

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Semana decisiva

9 septiembre, 2019 By amarias Dejar un comentario

 

La semana que empezó el 9 de septiembre de 2019 ha sido calificada como “decisiva” por quienes atienden al negocio de llegar a un consenso sobre el coste y la manera que supondría el apoyo de Unidas Podemos al Partido Socialista Obrero Español para que nos gobierne durante algún tiempo. Periodistas, dadores de opinión y los propios negociadores coinciden en la apreciación. La semana será decisiva.

Decisiva, ¿por qué y para quién? Desengañados la mayoría de los electores respecto a la capacidad de nuestros representantes políticos para entenderse, no la consideraríamos como tal quienes hemos visto que, prácticamente todos aquellos que dicen mirar por los intereses generales (y deberían hacerlo, por mandato constitucional), atienden más a sus intereses particulares, el reparto de puestos y el tamaño de los gorros con los que ocultarán o ensalzarán sus ambiciones y desconocimientos.

Se ha polarizado la cuestión mediática en las conversaciones atormentadas de los dos partidos que dicen estar a la izquierda del espectro político, para lograr que la plataforma heterogénea de Unidas Podemos apoye al candidato Pedro Sánchez. Los líderes oficiales de ambas agrupaciones han dejado en sus segundas fuerzas la espinosa tarea de negociar lo infumable, entregando, respectivamente,  a la voluntariosa Adriana Lastra (magnífico acervo dialéctico y porte oratorio el de la asturiana) y al correoso e imprevisible Pablo Echenique (siempre doctoral, a ratos cansino), el peso de aguantar el fracaso.

Coincido en apreciar que, dadas las magníficas expresiones de disenso con que nos han obsequiado desde que fue conocido el resultado de las últimas elecciones generales, lo mejor es que desistan de limar sus diferencias. Sus supuestos ideológicos son incompatibles y solo nos garantizarían un período de dramática inestabilidad, tanto si fueran socios en un ya reconocido como inviable gobierno de coalición, como si se mostraran aptos para pactar varios puntos programáticos y, con ese papel prendido con alfileres en la solapa, se decidieran a avanzar para evitar unas nuevas elecciones.

Los apoyos incondicionales, “gratuitos”, en la terminología esperpéntica que se ha introducido en nuestro vocabulario post electoral, que prestarán al postulante Sánchez las facciones independentistas no deben tranquilizar en absoluto, ni al candidato ni, por supuesto, a los expectantes ciudadanos de a pie, suficientemente ilustrados para saber que cuando se publique la sentencia del Procés, prepararán el escenario para armarla. Y como para armarla, según docta opinión, solo basta un 3% de revoltosos, el tumulto está garantizado tan pronto como el honorable juez Marchena dé a conocer su resolución, que -por más dibujos que se intenten-, tiene que ser condenatoria.

Lamentable ha sido también el comportamiento de los partidos que se alinean con la derecha ideológica, en una pugna incalificable por alzarse con el pendón de líder de la oposición. El suicidio de Ciudadanos, guiado por un ciclotímico Albert Rivera, conduciendo al otrora interesante vocacional partido charnela, cual nuevo Aguirre -sin la cólera de Dios-, por el Amazonas de la derecha del todo me vale, es digno de figurar en los Anales de la política trapacera. Los intentos de recuperación del norte perdido por parte de Pablo Casado, molestado a su flanco más vulnerable por los dípteros de buen decir que conforman el equipo de Santiago Abascal, tampoco merecen el aplauso de quienes desean/deseamos que se nos gobierne, no ya en paz, sino con buenas y contrastadas ideas.

Estamos asistiendo, con la boca abierta de estupor, a la decadencia del saber político. Ha muerto, por consunción, el proyecto socialdemócrata -que, no se equivoquen los amigos de la cúpula del PSOE, ya no representan-. La incorporación tardía del matiz ambientalista no convence más que a crédulos de que lo que es bueno o interesante no cuesta dinero. El proyecto federalista necesita mucho más que buenas palabras. La recuperación económica no se desarrolla con un lápiz sobre una servilleta de papel.

Sí, la semana será decisiva. Pero no por lo que se decida en los despachitos del Congreso de Diputados. Alemania no encuentra su fórmula de reactivación del motor industrial. China le planta cara a la bravuconada de Estados Unidos con una patada en la espinilla. Irán se revela contra cualquier control occidental y Egipto (y Túnez) se sumen en la pobreza y el desorden, mientras Arabia y los Emiratos siguen amontonando dineros del petróleo y negocios derivados (y no tanto), como el tío Gilito del cuento.

Además, qué caramba: el Real Oviedo no encuentra su forma como equipo de Segunda y parece destinado a las catacumbas del descenso a Segunda B. La vuelta ciclista pasó por mi pueblo y yo estaba en Madrid, pendiente de la enésima revisión médica.

Esta semana decisiva, me iban a entregar los mil ejemplares de mi libro de poemas, Sonetos desde el Hospital, para que empezara mi ronda de recitales desde los que pediré urbi et orbe que me compren ejemplares a diez euros, para que pueda destinar toda la recaudación, una vez cubierto el coste de la edición, a la Asociación Española Contra el Cáncer (de Asturias). Pues acabo de hablar con la imprenta y parece que se retrasa la entrega por “problemas de encuadernación”.

Así que era eso.


La agachadiza común (gallinago gallinago), con su característico pico largo, tiene una pauta de alimentación característica, pues, cuando realiza el calado en el barro con él, para buscar el alimento, lo mueve de un lado para otro con delicadeza, ya que el extremo es muy sensible y, con él sumergido, puede succionar los invertebrados que detecta.

La agachadiza chica (lymnocrytes minimus) es, desde luego, más pequeña, y de pico más corto. Ambas son aves bastante reservadas, pero aún lo es más la agachadiza chica, que es capaz de mantenerse agazapada procurando que su mimetismo la libre de ser vista, hasta que casi se encuentra bajo el pie del caminante sobre los bordes de la marisma o los pantanos de la tundra-

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Pegas de egos

9 julio, 2019 By amarias Dejar un comentario

Esta mañana, al asomarme por la ventana, vi que en la piscina de los vecinos un juvenil de mirlo común se debatía, tratando inútilmente de salir del agua. Estaba claro que, por sus propios medios, jamás conseguiría salir de esa trampa acuática a la que le habría llevado su inexperiencia volandera. Así que no lo dudé: fui a la casa vecina, llamé a uno de los telefonillos y advertí a la voz que un pajarito se había caído en su piscina. Debía tratarse de un niño, porque respondió con alboroto y me anunció, gozoso, que bajaba de inmediato.

-¡Ayer ya salvamos una cría de vencejo! -me informó, orgulloso de su función de salvador de especies en peligro de ahogamiento en las piscinas comunitarias.

Claro está que la situación de bloqueo político en la que nos encontramos no admite exacta comparación con la historia de la piscina, pero quienes venimos observando el comportamiento de los líderes de los cinco partidos políticos (por reducir a lo que podemos contar con los dedos de la mano las opciones en liza para formar gobierno en España), podríamos imaginar que son egos ahogándose en la piscina de su falta de entendimiento.

Tenemos todos claro que ningún partido alcanzó, en las últimas elecciones cada vez más lejanas, votos suficientes para permitirle gobernar en solitario. No hace falta darle vueltas al manubrio del entendimiento para admitir que el llamado bloque de las tres derechas (Ciudadanos, Partido Popular y Vox) no tendría mayoría suficiente para alzarse con el gobierno de la nación, incluso si consiguieran ponerse de acuerdo en borrar las líneas rojas que Ciudadanos ha trazado contra Vox, dando por admitido que se trata ésta de una facción ideológicamente contaminante, por sus posiciones reaccionarias en algunos puntos.

Por el lado de la izquierda, tampoco PSOE y Podemos, aunque llegasen a un acuerdo entre ellos, tendrían mayoría para gobernar. Necesitarían el apoyo de los independentistas y de los terroristas no arrepentidos, o que se abstuvieran en la investidura hipotética de Sánchez, algunos diputados de Ciudadanos, pongo por caso (rompiendo la disciplina de voto). Como la coalición instrumental entre las posiciones autodenominadas progresistas supondría, por imposición irrenunciable de Unidas Podemos, la incorporación de algunos miembros de su facción como ministros de gobierno del Estado (¡como garantía de que se  cumpla el programa del PSOE!), ha surgido una nueva línea roja en ese lado: entiende el equipo de Sánchez que ese gobierno conjunto sería contaminante para la libre capacidad de acción que desea para sí el socialismo moderado.

Tengo la cabeza como un bombo de tantas líneas rojas. Me he imaginado que Rivera y Sánchez han generado entre sí una animadversión recíproca de la que no son capaces de librarse sin pasar por un sicólogo/siquiatra de los que no hay. La antes fresca opción de Ciudadanos se ha convertido en una piltrafa ideológica de vetos incomprensibles, y si a alguno le parece lógico el abismo que ha trazado contra Vox, a otros no nos parece admisible tampoco el que tiene trazado contra el PSOE.

Incomprensible también, visto desde fuera, el pulso entre PSOE y Unidas Podemos (en realidad, solo desde Podemos, ya que la posición de la izquierda más acrisolada se ha ido por el wáter de un liderazgo inexistente). ¿Desconfía el populista Iglesias de que, si no incrusta ministros de su grey, el gobierno de Sánchez no será propiamente de izquierdas? Pero, ¿qué es la izquierda, qué concepto tiene el matrimonio Iglesias Montero y sus admiradores,  de la socialdemocracia, de la economía de mercado, de la monarquía parlamentaria, de la realidad española?

Si fuéramos, como así parece, a la convocatoria de unas nuevas elecciones, yo no acudiré a votar. Lo siento, pero no se trata de una segunda vuelta para elegir entre dos o tres candidatos, sino que lo que me estarían pidiendo es que cambiara el sentido de mi voto.

Y no es mi voto, ni el de millones de españoles, lo relevante en esta situación de bloqueo. Los líderes de los partidos políticos tienen que ir a la escuela de la realidad mundial, aprender lo que significa pactar, hacer análisis posibilista de una situación compleja. En el mundo de la empresa tenemos la obligación de hacerlo cada día, para sacar adelante un proyecto, una idea que nos pareció genial sobre el papel, pero que, confrontada con la realidad, se cubre de inmediato de la costra de las dificultades que hay que saber valorar, contrastar, evitar, vencer.

Un buen gestor sabe que no puede despreciar ningún recurso. Si se trata de la capacidad de personas, tanto más. Señores líderes de los partidos políticos, no están negociando el futuro del país o de la economía mundial. Son solo cuatro años. Decídanse a eliminar líneas rojas y actúen, déjense de dar aletazos en el agua de la piscina.

Y, por cierto, si tuviera que puntuar actitudes de los cabezas de lista en este tinglado de idas y vueltas que calienta nuestra desesperanza (y consciente de que a nadie habrá de interesar lo que yo piense), pondría en la cima de la sensatez a Pedro Sánchez, a Angel Gabilondo, a Ignacio Aguado o a Iñigo Errejón. Me parece penosa la actitud inflexible de Albert Rivera e Inés Arrimadas y lógicos los argumentos de Miguel Vals o Toni Cantó, razonable en su discreción actual (en distonía con su grave campaña electoral) a Pablo Casado, coherentes en su infumable radicalismo (pero verbalmente muy bien expresado) a Santiago Abascal y Espinosa de los Monteros, y exótica y fuera de contexto socio político a un errático Pablo Iglesias, sobrepasado, además, por una brillante Irene Montero.

Archivado en:Actualidad, Política, Sociedad Etiquetado con:Ciudadanos, egos, negociación, nuevas elecciones, partidos, PP, PSOE, Vox

Resopón electoral

27 mayo, 2019 By amarias Dejar un comentario

El resopón, según mi escasa cultura festivalera, es el tentempié que se sirve en una celebración postinera, avanzada la madrugada, para sostener los ánimos de quienes aguantan en pie, danzando o libando alcoholes, después de haber disfrutado de una copiosa cena. Las vituallas sólidas se abandonan en bandejas sobre las ménsulas laterales que circundan el bullicio festivalero, y los bailones y borrachines (o ambos) se acercan, para engullir atropelladamente lo que les viene a sus ganas.

El 26 de mayo de 2019 los españoles hemos sido convocados nuevamente a las urnas, apenas un mes después de haber decidido un mapa de resultados electorales de compleja lectura, para votar quienes deseamos que nos gobiernen en lo local, en lo autonómico y, ya en clave mayestática, nos representen en la Unión Europea.

He aguantado en la noche electoral hasta que se me cerraron los ojuelos de puro empacho visual, y me leí hoy, bien de mañana lo que dicen los periódicos sobre el mapa que compusieron los votos. Por supuesto, también contemplé la información con los comentarios radiofónicos de analistas del panorama.

Si existe un corpus colectivo que guía nuestros destinos, una especie de fatos invisible que hace compendio de los deseos más variopintos de los españoles, me atrevo a interpretarlo diciendo que estamos en la fase oscura. Es cierto que en algunas alcaldías -pongo como ejemplo paradigmático la ciudad de Vigo, en la que disfruté algunos de mis mejores años- ha vuelto a ganar el edil con más proximidad al pueblo. Como los vigueses pasan por ser de los más complicados seres que pueblan nuestra piel de toro, que Abel Caballero haya alcanzado casi el 70% de los votos -he leído que atiende a todos y “si le pides una silla, te la pone”-, el triunfo del ex ministro socialista puede ser calificado de apoteósico.

Por el contrario, en los feudos sociatas de la capital de España, los socialistas lloran su descalabro. Pepu Fernández, el aplaudido entrenador de la selección de baloncesto en su momento, ha atraído pocos más votos que los de su propia familia. Angel Gabilondo, a pesar de su carisma personal, tampoco ha conseguido vencer la resistencia del clan de la derecha en Madrid que, contra pronósticos y previsiones, tiene concejales y diputados regionales para desbancar a superManuela y  recoger el bastón regional de la mano dimisionaria de Angel Garrido para dársela a la exótica Díaz Ayuso, que se vería acompañada de Martínez Almeida como máximo regidor de la alcaldía.

¿Y si no fuera así, tal como se dibuja el panorama de acuerdo con los eslóganes y refriegas del camino preelectoral? Ciudadanos, el partido de Albert Rivera y la desaparecida Inés Arrimadas, debiera tener algo que decir. Su línea profiláctica contra “el PSOE de Sánchez” se resquebraja internamente (imagino, pues no conozco a todos sus votantes), al abandonar la posición de centro liberal, con guiños incluso socialdemócratas, para caer en una alianza tóxica con el partido de Abascal y Smith, que han recogido todos los enseres que tiró, por contaminantes, el partido de Casado.

He escrito muchas veces que a España le vendría bien abundar en coaliciones de gobierno, especialmente entre partidos que ha defendido programas (más bien, pues programas no he visto muchos, ideas o eslóganes) contrapuestos. Me gustaría ver que ese movimiento de colaboración para mejorar el conjunto, arrimando hombros, se produce en aquellos municipios, diputaciones y gobiernos regionales en donde nadie alcanzó la mayoría suficiente para gobernar en solitario; y que se realicen sin reparar en líneas rojas, enemistades personales o programas viscerales que no pueden tener viabilidad en un mundo en progreso civilizado.

Me parece que, por su parte, Pedro Sánchez va a tener que gobernar en solitario, con una minoría que le obligará a mirar a uno y a otro lado si quiere convertir en viables sus propuestas. Acabo de escuchar que va a cenar con Macron (descalabrado en las elecciones francesas, superado por el partido de Marie Le Pen). ¿Será posible que pueda encontrar más entendimiento y sintonía personal en el terreno galo con alguien que, teóricamente, está en otro espectro ideológico, que en su propio país?

Que la incertidumbre del futuro les ilumine, señores elegidos, para que consigan guiarnos por el camino del progreso, seleccionando, como el pueblo llano ha hecho con Vds., la combinación que ha creído más conveniente para reflejar los ideales e intereses de cada uno. Y, sobre todo, no deshagan lo hecho, no vuelvan atrás. Prosigan.

 

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Independientes como cabezas de lista

13 mayo, 2019 By amarias 2 comentarios

La incorporación de “independientes” de las formaciones políticas que ocupan la responsabilidad de Gobierno es práctica habitual, y no debería causarnos extrañeza. Se entiende que esas personas, debido a su experiencia específica en un campo determinado relacionado con las competencias que asumirán, ofrece una ventaja significativa sobre otras opciones que supondrían nombrar para el cargo a alguno de los militantes.

Dado que los programas electorales son ambiguos, imprecisos o inexistentes, el que un profesional con conocimientos y experiencia muy por encima de la media ocupe una Cartera ministerial, habría de verse como una garantía de que se tomarán decisiones adecuadas en el complejo mundo real, ante las oportunidades y problemas que aparezcan, y su capacidad de gestión brillará a la altura que demanda el compromiso público asumido.

Que esto no esté sucediendo en no pocos casos, y que las personas que ocupan las carteras ministeriales y las secretarías de Estado sean personas que más bien parece que utilizan la oportunidad de encontrarse mangoneando los intereses públicos para empingorotarse en las opciones privadas que posteriormente, cuando dejen sus cargos, se les ofrecerán, es harina de un costal al que no voy a referirme en este Comentario, aunque lo dejo apuntado.

Lo que me llama ahora la atención, en este período en que tenemos, nuevamente que decidir, en una elecciones específicas, quienes serán los concejales y parlamentarios -autonómicos y europeos- en los que delegaremos la gestión de los intereses más próximos a la ciudadanía, es la frecuencia con la que los independientes aparecen como cabezas de lista. Dejando a un lado que los alcaldes son elegidos, en realidad, por la Corporación municipal una vez constituida y que los presidentes de los Parlamentos autonómicos -como el central- son resultado de votaciones específicas en las Cámaras, me gustaría plantear algunas reflexiones sobre el significado de esta cuestión, desde mi perspectiva.

Podía utilizar otros ejemplos, extraídos de la realidad electoralista, pero me voy a detener en los candidatos Angel Gabilondo y Pepu Fernández, que se presentan como independientes en las listas del PSOE para la Presidencia de la Comunidad y para la Alcaldía de Madrid.

He oído decir al primero, en una de sus apariciones públicas por mor de la campaña, que “como independiente” tiene “su propio programa” y, en otro momento, que los partidos políticos (habrá que entender, de los que le hacen oposición), son “sectas”. Respecto al segundo, no puedo menos de admirarme de la febril diligencia con la que, por lo que me cuentan algunos “sectarios” del partido que lo apoya, visita las agrupaciones de su feudo, en donde utiliza ejemplos deportivos para llamar la atención de su grey, y caerles simpático.

Que Manuela Carmena, aún alcaldesa de Madrid (en funciones) como resultado de una agrupación de forzados intereses con la que ahora no se presenta a revalidar su puesto de representación, mantenga su halo de independiente después de cuatro años de sostener el cetro municipal, tomando decisiones y dirigiendo un equipo de previos desconocidos para ella , haya llevado a cabo su propio programa (que ha venido improvisando con aceptable solvencia y notable disgusto de sus opositores), y ahora quiera seguir haciendo lo que mejor le parezca con nuevos colaboradores, no me extraña. Carmena, a cada ocasión que se le presenta, esgrime con cierto deje orgulloso que es “independiente”; vamos, que hace lo que le parece bien según los vientos.

De la lectura de los libros de Manuela Carmena en los que narra su periplo judicial y del análisis mismo de su carrera como magistrada, la independencia -obligada por Ley y adornada con su talante peculiar- parece haber sido su guía de actuación, y a su edad, ya no la cambiará nadie.

Que esa cualidad de independencia, valor reconocido para la alcaldesa en funciones de Madrid sea un mérito esgrimido por otros candidatos de muy variados partidos, me sorprende.  Puede que en España los marginales, folklóricos, excéntricos, viejitos y kamikazes -elíjase según gustos- son muy apreciados.

Repaso las listas regionales y municipales de candidatos a las suaves poltronas o duros sillones de las responsabilidades públicas y encuentro muchos independientes encabezándolas. Y me hago las preguntas siguientes:

  1. ¿No tienen los partidos, entre sus afiliados, personas competentes y teóricamente capaces para proponerlos como futuros alcaldes y presidentes autonómicos? Si los tienen, ¿por qué no los presentan? ¿Qué piensan los afiliados de esa situación que los margina y convierte en simples colocadores de carteles y pasquines y en clacs revoltosas en los mítines?. Y si no los tienen, ¿a qué esperan? ¿Se han preguntado por qué no consiguen atraer a personas de solvencia reconocida? ¿Cómo valoran que tengan sus partidos tan poco atractivo para los “independientes”?
  2. Si los candidatos independientes, incorporados como cabezas de lista, alardean de tener sus propios programas, ¿es que los partidos están admitiendo que sus programas propios no existen o su cumplimiento carece de importancia práctica. ¿Qué esperan que votemos los electores que debemos, sin embargo, decidir entre opciones políticas? Y, por último, ¿nos toman, en verdad, por dóciles borregos que votaremos según posos ideológicos, temperamentales disquisiciones propias de un quirófano intelectual o…creen que votaremos al independiente sin fijarnos en el resto de la lista?No tengo más preguntas, Señorías.
    —
    Un rascón europeo (rallus aquaticus) sale de su escondrijo para cambiar de carrizo, andando rápidamente sobre el fango. La foto permite distinguir las características del especie en este ejemplar adulto, sorprendido en las marismas de Doñana, con su cuerpo, gordinflón en reposo, estirado para correr a toda velocidad.
    Su largo y fino pico, de color rojo, revela un adulto: los jóvenes lo tienen casi en su totalidad anaranjado. El manto es pardo oliváceo, moteado de negro y los flancos los tiene barrados en blanco y negro; el pecho, de un color gris azulado, color que, en el adulto, llega hasta el cuello. Su voz, inconfundible, cuando se  le molesta, recuerda inicialmente a un lechón. Por la noche, el macho es mucho más explícito en sus cantos de cortejo y aviso de posesión de territorio a sus congéneres.

 

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