Al socaire

Blog personal de Angel Arias. La mayor parte de los contenidos son [email protected], aunque los dibujos, poemas y relatos tienen el [email protected] del autor

  • Inicio
  • Sobre mí

Copyright © 2023

Usted está aquí: Inicio / Archivo de confianza

Habérmelo dicho antes

27 julio, 2016 By amarias 2 comentarios

CSC_0148

La dama, más bien obesa, que obstaculizaba la cola para pagar en el supermercado, mientras introducía con parsimonia sus compras en en el carrito, respondió a la educada indirecta del pobre diablo (yo) que esperaba pacientemente a que dejara el paso libre, y que expresé así: “¿Me permite que le ayude a meter las cosas?”  con un “No hace falta. Puedo yo”.

“Es que…-indiqué con mi mejor tono de sutil condescencia- Quizá no se está dando cuenta de que ha paralizado la cola…”

“¡Habérmelo dicho antes!”-me espetó, mientras estiraba ligeramente su voluminoso abdomen, por lo cual pude, sin apenas rozar sus carnes, pasar a recoger mi compra.

No pensar en el otro, ni atender a las consecuencias -mínimas o letales- de nuestras actuaciones, se ha convertido en una socorrida manifestación de pobreza intelectual. Podría haber escrito que lo que evidencia este desapego por la molestia, o el daño, que podemos estar provocando con nuestra actitud de pensar únicamente en lo que nos interesa, es producto del egoísmo dominante.

Pero quiero ir más allá. Nuestra sociedad es pobre intelectualmente. No sé si nos hemos hecho así, o siempre hemos sido colectivamente de esa manera. Solo que esa percepción se me ha hecho casi insoportable.

La señora del supermercado es un ejemplo trivial, inocente y simple. Me sirve únicamente como referencia para revolotear en torno a un asunto más grave: individualmente estamos corriendo un grave riesgo. No tenemos el menor valor para esa mayoría que se guía por la intuición de lo que les conviene exclusivamente a ellos. Somos su molestia, su incordio, su pesadilla.

Si “se lo hubiésemos dicho antes”, no nos hubieran prestado por ello más atención. Tendrían otros argumentos, nos darían otras contestaciones. “Actuamos así por tradición”, o “por mandato de la mayoría”, o “por designios de nuestro Dios”, o…”porque sí”.

Me sobran los ejemplos. En nuestra polis, hemos perdido los españoles una oportunidad excelente de tener un gobierno mejor que el que teníamos: la coalición PSOE -Ciudadanos, que solo precisaba de la abstención del PP o de Podemos. No pudo ser. “Si nos lo hubieran dicho antes”…

No creo que el PP de Rajoy consiga la investidura para su líder, en esta segunda vuelta de pirinola electoral -no le conviene a Ciudadanos apoyarlo a las claras, ni al PSOE abstenerse a la primera, ni mucho menos dejar manos libres a unos diputados para que apoyen al impertérrito presidente en sus eternas disfunciones… Será incluso peor si por los pelos, sin fuerza, con un traje de circunstancias y el jaretón mal hilvanado, se mantiene agarrado al clavo ardiendo de la falta de coordinación de sus oponentes. No debiera ser. Volveremos a recurrir al “Quélástima. Si nos lo hubieran dicho antes”.

Tengo amigos que aún creen que hay una oportunidad de gobernar desde la izquierda plural. No va a ser. Fue un error de Izquierda Unida asociarse con el patafísico partido oportunista, Podemos, disfrazado de izquierda trasversal y sometido a la labia verborreica de su líder actual, Pablo Iglesias (jr.). Ay, si Errejón hubiera capitaneado las negociaciones, otro gallo habría cantado, dicen.  “Habérnoslo dicho antes”.

El Reino Unido se va de la UE, aunque, como ha afirmado perogullescamente su nueva Premier, “no de Europa”. Si en lugar de haber catapultado a la dirección de ese organismo que prometía a personas sin carisma, y con demasiado apego a defender sus intereses nacionales, se hubiera avanzado en aquel proyecto frustrado de Constitución Europea…Si hubiera más capacidad para adoptar una posición coherente hacia el exterior, si se fuera capaz de analizar con visión de futuro los temas clave (cooperación internacional, sistema financiero, evolución de la empleabilidad, enrgía y ambiente, igualación salarial, etc.)…Si el Parlamento de la UE fuera menos partidista y más eficiente…Si…No pudo ser. “Si lo hubiéramos sabido. Haberlo dicho antes”.

Ponga, ponga el lector ejemplos. Puede enfocar su interés hacia los temas del terrorismo islámico (y a los de los otros), de la desigualdad social, de la quiebra probable de los estados de bienestar allí donde se encuentren, a la involución turca de Erdogan y cía, al riesgo de implosión siria, al llamado problema palestino (o, mejor, ¿será solo problema israelí?), a los desastres afgano e irakí, a la financiación irregular de los partidos (de aquí y de allá), a la corrupción generalizada (¡pues!), a la deficiencia de la enseñanza, al ascenso de un candidato impresentable del partido republicano en el país más rico del mundo, al cambio climático que tiene un final previsible, etc. etc.

“Haberlo dicho antes”, ¿verdad?. Pero,  ¿a quién? ¿de qué modo mejor? ¿con qué capacidad de persuasión?


Nota sobre la fotografía que acompaña este comentario: Me trato de especializar, gracias a un magnífico objetivo 200-800 que me han regalado mis hijos y nueras, en fotografiar aves volando. Es divertido (y algo difícil, por su gran movilidad: se necesita buena luz, y disparar a velocidades altas y sensibilidades bajas para que la apertura del diafragma sea la adecuada). Alguien dijo que si los mamíferos han sido puestos por Dios en la Tierra por su utilidad al hombre, las aves están entre nosotros para alegrarnos la vista y servir a nuestra evasión. Puede. ¡Habérmelo dicho antes!.

Publicado en: Actualidad Etiquetado como: abuso, Brexit, Ciudadanos, confianza, Irak, Izquierda Unida, Palestina, paro, Podemos

Mi Diccionario desvergonzado: regalo, promiscuo, resolución, envidia, estimación, gobierno

14 octubre, 2014 By amarias Deja un comentario

Apoderado. 1. Persona con mucho poder,  lo que no lleva aparejado siempre la consciencia de la responsabilidad que se le deriva. 2. Quien tiene poder delegado de alguien, que le ha comisionado para llevar a cabo las actuaciones que a éste convienen, y que, si no está atento al uso que se le da a esta confianza,  suele derivarse a la exclusiva conveniencia del  autorizado. 3. Persona cuya voluntad ha sido secuestrada por otra.

Confianza. 1. Voluntad ingenua de no investigar las verdaderas razones por las que otro actúa. 2. Actitud derivada del compadreo con alguien, con el que se comparte la intención de sacar provecho de una situación o de un tercero. 3. Temeraria presunción del valor o cualidades de un conocido, que es mejor no poner a prueba para no tener un disgusto.

Control. 1. En los aeropuertos y otras zonas de embarque de pasajeros, costoso simulacro del propósito confesado y no resuelto satisfactoriamente de detectar a los terroristas potenciales,  y cuyo resultado incuestionable es poner a prueba la paciencia de los ciudadanos decentes, generando, además, ridículas situaciones. 2. Conjunto de caseta y barrera levadiza,  por el que se regula el acceso a un centro que lleva a cabo una actividad cualesquiera, y que solo se supera con absoluta tranquilidad si se es amigo o conocido del vigilante.

Corrupción. 1. Evolución natural de cualquier sistema de gobierno, del que padece especialmente la credibilidad de los sistemas considerados democráticos. 2. Estado de la carne de un animal muerto cuando comienza a resultar comestible, y que, de no ser consumida a tiempo, deviene apetitosa únicamente para los gusanos. 3. Estado general de una sociedad confiada en que sus instituciones funcionan sin vigilancia trasversal.

Denuncia. 1. Impreso, debidamente cumplimentado y firmado, que se entrega a la policía o a cualquier otra autoridad por la que se pone de manifiesto una irregularidad, y cuyo destino final es desconocido y, en todo caso, imprevisible. 2. Protesta sin destinatario concreto que pone de relieve lo difícil que resulta la convivencia en una sociedad.

Envidia. 1. Deseo propio de quien es consciente de no poder emular las virtudes de otro, y que provoca efectos desastrosos para quien cae bajo su ámbito de influencia. 2. Si es sana, artificio mental para disimular que se está a la espera de encontrar algún defecto en el otro.

Estimación. 1 Asignación de un valor imaginario a una variable, cuando no se quiere entrar en el análisis serio y razonado de su exacta cuantía. 2. Aprecio que se dice sentir por otra persona, al encontrarse ésta presente, y que, cuanto más alta, menos creíble debiera resultar.

Gobierno. 1. Conjunto de amigos que se distribuyen el poder de hacer lo que les parezca bien con los bienes y derechos de los demás y que, independientemente del resultado obtenido, será objeto de feroz crítica por un conjunto parecido que solo aspirará a desbancarlos de su posición. 2. Control de una situación realizado por quienes han podido convencer a otros de su capacidad para salir de ella, antes de que se compruebe este extremo.

Mentira. 1. Verdad nacida de una mala intención. 2. Imaginación por la que se desdibuja una situación, contada por quien se arroga la facultad de poder ocultar la verdad con su fantasía. 3. Pecado infantil por el que se tiene la ilusión de que lo que queda por vivir contiene la solución. 4. Cuando es piadosa, ocultación a sabiendas de un hecho perjudicial, apelando a la incapacidad o falta de sagacidad de aquel a quien se hace su destinatario, lo que resulta, las más de las veces, rotunda equivocación.

Oposición. 1. Fórmula, típicamente amañada, de conseguir que los correligionarios, familiares  o amigos accedan a un puesto, ya sea público o privado. 2. Resistencia sólida a dejarse engañar por lo que se nos cuenta desde el Gobierno, por parte de quienes se consideran alternativa para hacer lo mismo.

Promiscuo. 1. Tipo que no se preocupa ni por dónde anda, ni con quién, lo que le proporciona  satisfacciones en tanto pueda mantener la discreción respecto a sus escarceos . 2. Dícese también de quien mantiene relaciones sexuales con quien le da la gana, sin tener en cuenta las consecuencias económicas ni patológicas.

Regalo. 1. Fórmula comercial para engañar a un cliente, haciéndole creer que no ha pagado suficiente por lo que recibe. 2. Corbata, pañuelo o perfume que se entrega al padre o la madre –según convenga- unos días después de ser su santo o cumpleaños, con el objetivo de quedar bien con uno mismo. 3. Bolso de marca u otro objeto de lujo, que recibe como compensación adicional un político por parte de un contratista.

Resolución. 1. Decisión firme de hacer algo, puesta de manifiesto para obviar que raras veces se llevará a la práctica. 2. Escrito emitido por un órgano de poder, en el que se decide acerca de cualquier materia controvertida en la que, siendo varios los interesados, se habrá tenido minuciosamente en cuenta quienes serán los beneficiarios más convenientes.

Violación. 1. Trasgresión voluntaria de una norma que se confía, por experiencia anterior, que no será descubierta. 2. Acto reprochable de un individuo que considera mero objeto para su placer a quien es sujeto de respeto y derechos.

Publicado en: Diccionario desvergonzado Etiquetado como: apoderado, confianza, control, diccionario desvergonzado, envidia, estimación, gobierno, mentira, oposición

Cuento de otoño: La sugerencia que no llegó a ser analizada

13 octubre, 2013 By amarias2013 Deja un comentario

En Valgamediós estaban preocupados. No todos, desde luego. Pero sí la mayoría, y, en especial, la mayoría silenciosa.

Pasaba el tiempo, y la situación empezaba a ser insoportable.

Para algunos, resultaba muy molesto, pero por razones poco relevantes, aunque expresaban su disgusto torciendo la cabeza, y mirando hacia otros lados. Había pobres por todas partes. Les resultaba muy difícil caminar tranquilamente por la calle sin encontrar algún pedigüeño, lo que afeaba el lugar. A las puertas de los supermercados, de las iglesias, de los Bancos, de los restaurantes, había siempre alguien con la mano extendida.

El número de necesitados crecía, ya que, por algo que conocían como efecto llamada, venían incluso de otras poblaciones en las que, al parecer, aún estaban peor.

Eran numerosos los valgamediosanos a los que resultaba bastante duro resistir, pero confiaban en que las cosas volvieran a ser como antes. Añoraban los tiempos recién pasados, aunque ignoraban cómo la situación podría enderezarse, porque les resultaba muy complicado entender lo que había pasado.

-Nosotros, que conocemos cómo funciona el sistema, os prometemos que todo cambiará cuando las economías de los pueblos vecinos de Immererfolgreich y Nousavanttout, salgan adelante. También hay que esperar que al Presidente de Wetheworldleaders se le ocurra algo brillante. Su éxito nos arrastrará, y, hasta que esto suceda, invitamos a los jóvenes más capacitados a que busquen empleo en esos lugares, triunfen, y vuelvan a casa con nuevos ímpetus -era el mensaje que difundían, acompañado de música celestial, los altavoces instalados en los lugares oficiales pertinentes.

En realidad, hacía años que en Valgamediós no se creaban puestos de trabajo y, por tanto, no era posible cambiar, como antes, el tiempo, las habilidades y los conocimientos por dinero, en los mercados locales. Al contrario: las empresas de Valgamediós, despedían todos los días a miles de empleados, que pasaban a engrosar las cifras de los que ya estaban parados, que es la manera de expresar que se habían vuelto estupefactos.

Especialmente afectadas estaban las empresas que eran propiedad de pequeños comerciantes, gentes cuyos nombres eran conocidos, si bien lo que recogían los periódicos locales eran las protestas de los despedidos de las empresas más grandes, que armaban mucho alboroto.

-Ha cerrado la tienda de ultramarinos de la esquina, que llevaba en el barrio desde 1903 -comentaba la tía María a su vecino, jubilado.

-En esta calle, solo queda en pie la Expendeduría de Lotería -apostillaba otro, que se encontraba trabajando de extranjis en una mueblería.

La economía se había sumergido bastante, desde luego, y quien más quien menos, se había estado arreglando con alguna chapucilla, al menos, mientras cobraba el subsidio de desempleo. Pero incluso bajo el nivel del dinero que circulaba al aire libre, es decir, en las alcantarillas del sistema, escaseaban las oportunidades. Los salarios bajaban y bajaban.

Un buen día, el Controlador de Cuentas expuso la situación con crudeza:

-No hay dinero para mantener el Estado del bienestar. Los ingresos son muy inferiores a los gastos. A partir de ahora, viviremos en el estado del estar. Simplemente.

Pronto se supo que ese estado de estar era el equivalente a sálvese quien pueda. Y, para algunos, resultó incluso entretenido. Tenían liquidez, y surgieron nuevas oportunidades, porque a ellos, les bastaba solamente aprovecharse del estado de necesidad de otros, lo que proporcionaba beneficios interesantes. Compraban, a precio de saldo, lo que otros se veían obligados a vender.

Desde los Centros de Propuestas y Elucubraciones Imaginables, no faltaron ideas, pero el problema estaba en la dificultad de ponerlas en práctica. Para todas, se necesitaba dinero; para muchas de entre ellas, experiencia; para la mayoría, conocimientos de los que no se disponía.

-Tenemos que cambiar las reglas del mercado, porque solo sirven para que unos se enriquezcan a costa de los que carecen de información -escribió un experto en Historia de la Humanidad, en un artículo publicado en un periódico de tan escasa difusión, que apenas si vendía los ejemplares que compraban los que expresaban sus ideas en él.

-El mal está en el exceso de corrupción de los que dirigen y controlan, no en el sistema. Un poco de corrupción es tolerable, pero por encima del diez por ciento, es insoportable -explicó, con varios ejemplos imaginativos, un profesor de Ética Universal, que disponía de un importante patrimonio conseguido gracias a inversiones realizadas en productos altamente contaminantes y que vivía en un chalet adosado a su complacencia.

-Debemos fomentar la explotación de los recursos naturales, y puesto que nosotros sabemos disfrutar de la naturaleza, debemos desplazar las fábricas contaminantes a aquellos lugares en donde sus habitantes no tienen nuestra educación ecológica y no están acostumbrados a nuestros altos niveles de calidad de vida -apuntó un miembro distinguido de la Fundación para Proyectos Nimby, que contaba con muchos seguidores dispuestos a movilizarse a las primeras de cambio, reclamando la defensa del medio ambiente.

Incluso apareció un grupo la mar de interesante que defendía el uso de la imaginación para crear el propio puesto de trabajo, como fórmula que se aplicaba en los países más avanzados del orbe. El problema estaba en que la imaginación de los que solo tienen buena voluntad queda limitada por fronteras que se alcanzan muy pronto, y se encuentra con muros insalvables: la insuficiente formación, la escasa financiación, el largo tiempo de maduración de los proyectos, el miedo a fracasar porque el que cae una vez es estigmatizado para siempre y, sobre todo, se topa con un cúmulo de dificultades inextricables, que se fabricaban y perfeccionan por las noches, como hilos de Ariadna, en múltiples centros de mantenimiento del orden establecido, que colaboran con la indolencia y la apatía, hierbas que crecen libremente en los lugares donde nadie vigila.

Así estaban las cosas, cuando alguien anónimo escribió con spray rojo, en la misma Vía del Desánimo, por la que los valgamediosinos acostumbraban a pasear a diario, una sugerencia de apariencia muy elemental.

-Si queremos disfrutar del mayor bienestar posible, ¿por qué desperdiciamos las capacidades que tenemos? Dejemos de lamentarnos por lo que hemos perdido, y dediquémonos todos a trabajar en lo que sí podemos conseguir.

Seguramente al autor le pareció larga la parrafada y como debía tener tiempo para escribir un estrambote, antes de que lo descubrieran los vigilantes del lugar, había terminado con este lacónico mensaje:

“No necesitamos que nos enseñen a vivir y no nos dejaremos morir.”

Era otoño, y las hojas caídas de los árboles cubrieron casi de inmediato la propuesta. Por la tarde, un camión de la limpieza, provisto de mangueras que lanzaban chorros de agua a presión junto a un poderoso detergente, borró la propuesta en un santiamén.

-No era una mala idea -murmuró para sí el conductor del vehículo, mientras se dirigía a otros lugares que también le habían señalado como necesitados de un buen fregado.

Las luces de Valgamediós seguían apagándose sucesivamente.

FIN

Publicado en: Cuentos y otras creaciones literarias Etiquetado como: análisis, angel arias, colaboración, confianza, consenso, crisis, cuento de otoño, emigración, empresa, empresario, exportación, minería, paro, recursos naturales, salida, soluciones, sugerencia, túnel, Valgamedios

¿Interesaremos a nuestros biznietos?

2 junio, 2013 By amarias2013 Deja un comentario

Tengo fácil respuesta a la pregunta que me formulo en el título, que obtengo por simple trasposición analógica: No. Tendrán cosas más importantes que hacer, que preocuparse por reconstruir una historia de malversación. En realidad, será la cosecha de una actitud de la que, en el presente estamos dando muestras continuas: sembramos y consentimos desprecio.

¿Por qué vamos a preocuparnos de hacer algo por las futuras generaciones? ¿Les importamos nosotros? Esta estupenda contra-reflexión de Groucho Marx es, en realidad, uno de los principios de la actuación colectiva de la sociedad coetánea, la nuestra. Lo qye me resulta especialmente desconcertante es que no son los más ancianos de mis contemporáneos quienes evidencian tal perversión contra natura. Advierto, para mi inquietud -no soy el único- que los impulsos destructores son más intensos, obtienen mayor frecuencia, entre los más jóvenes

No se trata, advierto, de rebelarse contra la sociedad, presionar para el cambio a mejor, introducirse, con fuerza, en el orden establecido, para mejorarlo. Veo demasiados impulsos destructivos, sin preocupación por buscar y presentar alternativas. Soy de los que siempre han defendido -y defenderán- que la juventud es la fuerza que garantiza el futuro mejor. Me parece lamentable, por ello, no solo que los que mandan no abran huuecos para qe aflore esa fuerza, sino, y sobre todo, que una parte demasiado significativa de esa juventud parezca esforzarse en demostrarse a sí misma de que el futuro no les interesa.

Una sociedad que se ha inventado muchos términos rimbombantes para ocultar su desprecio por el futuro, encubriendo sus acciones de macro-delincuente con azúcar-glass: globalización, desarrollo sostenible, responsabilidad social corporativa, respeto ambiental, estado social, prestación sustitutoria, vida digna, salario mínimo, pleno empleo, principios éticos, etc., merece ese castigo.

Pero los jóvenes jamás deben renunciar a asentarse en él, y en lugar de destruir, sin razones, lo que tienen a la vista, estarían mucho mejor ubicados, para su tranquilidad, y la de los mayores que piensen como yo, empeñados en la labor de construir, mejorar, hacerse el hueco con la inteligencia y no con el martillo.

Como, por consuelo esperanzador, hacen algunos, reacios a admitir que lo que nació para ser ubicado en el futuro, no les pertenece, y luchan, inventan, generan, trabajan, estudian, actúan, demostrando con hechos de que creen que ha llegado su momento; no el de destruir: el de hacer más cosas, y mejores.

Publicado en: Actualidad, Sociedad Etiquetado como: confianza, contruir, creer, futuro, hacer, juventud, mejorar

Microrrelato para mis hijos y sus amigos

13 enero, 2013 By amarias2013 2 comentarios

No tenéis tiempo para leer mensajes largos. Lo entiendo. Estáis recibiendo de todas partes la información de que nos encontramos en un momento complicado. Os absorbe lo inmediato. Familia, trabajo. Dinero.

Me apetece deciros que no hagáis mucho caso de los que vienen de vuelta, y no prestéis tanta atención a los que están arriba. Todos tienen sus propios intereses, y no van a coincidir con los vuestros.

Sería pretencioso suponer que vais a escuchar un consejo. Tampoco me sirvieron de mucho. Escuché siempre atentamente, especialmente a los que hablaban menos. Hice lo que me pareció conveniente. Independencia, responsabilidad por mis actos, sentido ético, fidelidad a mi familia y amigos.

Atento a detectar falsedades, para no dejarme engañar por oropeles ni seducir por señuelos. Dormí siempre bien, con la conciencia tranquila.

No perdáis jamás la confianza en vosotros mismos, ni dejéis de apoyar lo que merezca la pena. Vuestra intuición os dirá qué es. Defended vuestra familia como lo más valioso que tendréis jamás.

Y si, en algún momento de debilidad, os asaltara la duda de si podríais haberlo hecho mejor, no respondáis a esa preocupación. Mirad solo el camino que queda por recorrer, y procurad no hacerlo solos. No hay más futuro que el que se comparte.

Publicado en: Personal, Uncategorized Etiquetado como: amigos, confianza, consejo, ética, futuro, hijos, microrrelato, responsabilidad

Entradas recientes

  • Quincuagésima Segunda (y última) Crónica desde Gaigé
  • Quincuagésima primera Crónica desde el País de Gaigé
  • Cuentos para Preadolescentes (6)
  • Cuentos para preadolescentes (5)
  • Cuentos para preadolescentes (4)
  • Cuentos para Preadolescentes (3)
  • Quincuagésima Crónica desde el País de Gaigé
  • Cuentos para preadolescentes (2)
  • Cuentos para preadolescentes
  • Cuadragésima Nona Crónica desde el País de Gaigé
  • Muerte de un Papa
  • Cuadragésima Séptima Crónica desde el País de Gaigé
  • 2022: Momento de un Balance
  • Cuadragésima Sexta Crónica desde el País de Gaigé
  • El Mensaje de Navidad de Felipe VI que no pudo ser

Categorías

  • Actualidad
  • Administraciones públcias
  • Administraciones públicas
  • Ambiente
  • Arte
  • Asturias
  • Aves
  • Cáncer
  • Cartas filípicas
  • Cataluña
  • China
  • Cuentos y otras creaciones literarias
  • Cultura
  • Defensa
  • Deporte
  • Derecho
  • Dibujos y pinturas
  • Diccionario desvergonzado
  • Economía
  • Educación
  • Ejército
  • Empleo
  • Empresa
  • Energía
  • España
  • Europa
  • Filosofía
  • Fisica
  • Geología
  • Guerra en Ucrania
  • Industria
  • Ingeniería
  • Internacional
  • Investigación
  • Linkweak
  • Literatura
  • Madrid
  • Medicina
  • mineria
  • Monarquía
  • Mujer
  • País de Gaigé
  • Personal
  • Poesía
  • Política
  • Religión
  • Restauración
  • Rusia
  • Sanidad
  • Seguridad
  • Sin categoría
  • Sindicatos
  • Sociedad
  • Tecnologías
  • Transporte
  • Turismo
  • Ucrania
  • Uncategorized
  • Universidad
  • Urbanismo
  • Venezuela

Archivos

  • enero 2023 (12)
  • diciembre 2022 (6)
  • noviembre 2022 (8)
  • octubre 2022 (8)
  • septiembre 2022 (6)
  • agosto 2022 (7)
  • julio 2022 (10)
  • junio 2022 (14)
  • mayo 2022 (10)
  • abril 2022 (15)
  • marzo 2022 (27)
  • febrero 2022 (15)
  • enero 2022 (7)
  • diciembre 2021 (13)
  • noviembre 2021 (12)
  • octubre 2021 (5)
  • septiembre 2021 (4)
  • agosto 2021 (6)
  • julio 2021 (7)
  • junio 2021 (6)
  • mayo 2021 (13)
  • abril 2021 (8)
  • marzo 2021 (11)
  • febrero 2021 (6)
  • enero 2021 (6)
  • diciembre 2020 (17)
  • noviembre 2020 (9)
  • octubre 2020 (5)
  • septiembre 2020 (5)
  • agosto 2020 (6)
  • julio 2020 (8)
  • junio 2020 (15)
  • mayo 2020 (26)
  • abril 2020 (35)
  • marzo 2020 (31)
  • febrero 2020 (9)
  • enero 2020 (3)
  • diciembre 2019 (11)
  • noviembre 2019 (8)
  • octubre 2019 (7)
  • septiembre 2019 (8)
  • agosto 2019 (4)
  • julio 2019 (9)
  • junio 2019 (6)
  • mayo 2019 (9)
  • abril 2019 (8)
  • marzo 2019 (11)
  • febrero 2019 (8)
  • enero 2019 (7)
  • diciembre 2018 (8)
  • noviembre 2018 (6)
  • octubre 2018 (5)
  • septiembre 2018 (2)
  • agosto 2018 (3)
  • julio 2018 (5)
  • junio 2018 (9)
  • mayo 2018 (4)
  • abril 2018 (2)
  • marzo 2018 (8)
  • febrero 2018 (5)
  • enero 2018 (10)
  • diciembre 2017 (14)
  • noviembre 2017 (4)
  • octubre 2017 (12)
  • septiembre 2017 (10)
  • agosto 2017 (5)
  • julio 2017 (7)
  • junio 2017 (8)
  • mayo 2017 (11)
  • abril 2017 (3)
  • marzo 2017 (12)
  • febrero 2017 (13)
  • enero 2017 (12)
  • diciembre 2016 (14)
  • noviembre 2016 (8)
  • octubre 2016 (11)
  • septiembre 2016 (3)
  • agosto 2016 (5)
  • julio 2016 (5)
  • junio 2016 (10)
  • mayo 2016 (7)
  • abril 2016 (13)
  • marzo 2016 (25)
  • febrero 2016 (13)
  • enero 2016 (12)
  • diciembre 2015 (15)
  • noviembre 2015 (5)
  • octubre 2015 (5)
  • septiembre 2015 (12)
  • agosto 2015 (1)
  • julio 2015 (6)
  • junio 2015 (9)
  • mayo 2015 (16)
  • abril 2015 (14)
  • marzo 2015 (16)
  • febrero 2015 (10)
  • enero 2015 (16)
  • diciembre 2014 (24)
  • noviembre 2014 (6)
  • octubre 2014 (14)
  • septiembre 2014 (15)
  • agosto 2014 (7)
  • julio 2014 (28)
  • junio 2014 (23)
  • mayo 2014 (27)
  • abril 2014 (28)
  • marzo 2014 (21)
  • febrero 2014 (20)
  • enero 2014 (22)
  • diciembre 2013 (20)
  • noviembre 2013 (24)
  • octubre 2013 (29)
  • septiembre 2013 (28)
  • agosto 2013 (3)
  • julio 2013 (36)
  • junio 2013 (35)
  • mayo 2013 (28)
  • abril 2013 (32)
  • marzo 2013 (30)
  • febrero 2013 (28)
  • enero 2013 (35)
  • diciembre 2012 (3)
febrero 2023
L M X J V S D
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728  
« Ene