Al socaire

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Las bazas de Mariano Rajoy

9 julio, 2016 By amarias Deja un comentario

Mariano Rajoy, todavía Presidente en funciones del Gobierno de España, es, sin duda, la persona más cualificada para dirigir el país en este momento. Nadie como él atesora experiencia acerca de cómo funcionan las cosas por aquí.

Es cierto que no “ganó las elecciones”, ni las de diciembre de 2015 ni las de junio de 2016, porque, aunque el Partido Popular fue la opción más votada, lo fue por una minoría del total de votantes. No cabe decir, pues, que “el pueblo ha expresado su voluntad de que gobierne el PP”, ni otras retóricas, y falsarias, expresiones con las que los representantes más conspicuos de la derecha española defienden su presunto derecho a seguir gobernando.

Pero la capacitación de Mariano Rajoy que defiendo en este Comentario proviene de su abrumador currículum. Registrador de la Propiedad al año siguiente de terminar la licenciatura de Derecho, concejal del Ayuntamiento de Pontevedra, Presidente de la Diputación de la Provincia homónima, diputado durante décadas, ministro de Educación y Cultura, de Administraciones Públicas, de Interior, de la Presidencia, vicepresidente Primero y Presidente de Gobierno él mismo…¿Quién podrá alardear de una experiencia similar? Nadie.

Nadie como él ha de conocer las triquiñuelas que se vienen realizando desde tiempo inmemorial para compensar, en los discretos despachos anexos al principal, las diferencias entre el precio declarado en las escrituras públicas y el concertado entre comprador y vendedor de inmuebles; siendo Pontevedra lugar de asentamiento clásico de los grandes traficantes de droga de España y de Europa, en donde suntuosas mansiones, barcos de recreo, lugares de placer y lenocinio, han proclamado, sin rubor, durante decenas, el origen misterioso y con seguridad, ilícito, de los dineros con las que se adquirieron tales bienes, no es ajeno, sin duda, al conocimiento de tales maniobras (de las que, por supuesto, siempre se mantuvo al margen).

Rajoy estuvo en los entresijos del derrocamiento a Sadam Husein, -cuya figura alcanza, por cierto, con el tiempo, dimensiones propias de la veneración santificada-, y estar apoyando a José María Aznar en la difícil decisión adoptada, junto a Bush jr, Barroso y Blair, tuvo que darle amplios conocimientos acerca de cómo se mueven los designios del gran capital norteamericano, que han de estar conservados en algún lugar de su prodigioso cerebro.

Como Ministro de Educación, y Ciencia, que fue, y harto brillante (como se puede comprobar en las hemerotecas, propulsor de los nuevos Planes de Formación Profesional) nadie mejor para saber cómo impulsar, de una vez, la pureza de la Universidad española, la regulación del acceso transparente a las cátedras y títulos, la elevación del decaído prestigio de las carreras y profesiones, o la orientación acerca de los puestos de trabajo que se crearán en las ya no tan nuevas, tecnologías, incluidas, claro, las ambientales.

No admito que nadie se jacte de conocer mejor las administraciones públicas -salvando, quizá, al desaparecido en la batalla Francisco (Paco) Sosa, que propugnó una reforma imposible-, porque él fue quien firmó la LOFAGE en 1997,  y, por supuesto, ningún antecesor ni subordinado ha igualado su prestigio como Ministro de Interior, con sus éxitos para doblegar a ETA al aprisco de la deposición de las armas y su Ley de Extranjería, que tanto ha significado para la cobertura de puestos laborales que los españoles despreciaban.

Como Presidente, su ilusión y empuje por impulsar nuevos proyectos empresariales, en negociación continua con los mejores empresarios de este país, además de ponerle en delicado pero efectivo conocimiento de las relaciones subterráneas entre el gran capital y los partidos políticos (si no lo había adquirido antes), ha significado la generación de millones de puestos infra-mileuristas, y el crecimiento de los negocios de algunos grupos empresariales en el extranjero, lo que ha mejorado sus resultados, por supuesto, aunque, desgraciadamente, ha significado la reducción de su capacidad de empleo en España.

No tiene, pues, necesidad de suscribirlo alguien de tanto prestigio pasado como Felipe González. Mariano Rajoy debe gobernar. Y debe hacerlo en solitario, contra todos. Quizá con apoyos puntuales de Ciudadanos, del PSOE, incluso de Unidos Podemos que, como recordamos bien, en el curso de las negociaciones para estudiar la posibilidad de coaliciones de gobierno más aventureras, negó su apoyo -cuando eran solo la mitad de la denominación, aunque más numerosos en simpatizantes.

Nos esperan, por supuesto, tiempos muy difíciles. Pero entretenidos. Mariano Rajoy, con su visión escénica del Estado español, con su conocimiento profundo de la Administración Pública y de las capacidades de iniciativa privadas, nos lo garantiza.

Ah, y que vaya enseñando a los nuevos -esos “chicos” voluntariosos, pero inexpertos aún, llamados Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera, Alberto Garzón,…cómo se corta el bacalao. Sugiero que los nombre ministros por turnos, y que cuente, en esa hipotética Escuela de Otoño- con la asesoría inapreciable (en el sentido de, gigantesca) de Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero y José María Aznar; para no ampliar más la nómina de expertos en la política real. Sobre la economía real, habría otro curso, más avanzado, para los que aprobaran el primero.

Publicado en: Actualidad, Política Etiquetado como: administraciones públicas, apoyo, currículum, diputado, empresa, empresario, españa, ETA, exportación, Formación Profesional, gobierno, laboral, Mariano, PP, PSOE, puesto de trabajo, Rajoy, Unidos Podemos

Linkweak empresario

14 junio, 2014 By amarias Deja un comentario

Incorporo hoy unas historietas del personaje que he creado hace unos cuantos años, para que no caiga en el olvido. Si el lector se encuentra por primera vez con él y quiere saber más, le invito a visitar mi antiguo blog “Alsocaire” (en blogia) y curiosear por los contenidos de la pestaña Linkweak. También pude optar por pedirme el libro de historietas completo, aunque no se lo aconsejo. linkweak vuelve

Publicado en: Actualidad, Linkweak Etiquetado como: empresario, Física, Linkweak, mercería, restarante, sistemas evolutivos

Cuento de primavera: Baile de máscaras

31 marzo, 2014 By amarias Deja un comentario

No habían coincidido hasta entonces, pero la casualidad los reunió en aquella mesa. Eran, más o menos, de la misma edad, ya avanzada la cincuentena. Gumersindo Centeno, bigote y barba algo descuidados, traje brillante por el uso, una corbata a cuadros demasiado ancha para lo que ahora se estila, parecía fuera de sitio.

Petronilo Maldotado, cabello ya entrecano dominado por un toque preciso de brillantina, terno caro de mezclilla, corbata firmada por la casa Carmani, también.

Su proximidad física en la mesa 16, junto a otros invitados a un desayuno al que asistía el Presidente del País de Maravalla, Dr. Corcovondo Inflado de los Ijares, que tenía lugar en el prestigioso Hotel Palace de la Putain, era producto, en efecto, del azar. Maldotado había llegado tarde a la convocatoria, cuando el conferenciante ya había empezado a hablar y se encontró con que no tenía sitio en la mesa que le habían designado previamente.

-Me temo, Sr. Maldotado, que las demás autoridades, creyendo que no vendría, han movido algo sus asientos, para estar más cómodos y no queda sitio en su mesa -le explicó la azafata, una atractiva joven de casi metro ochenta, que le sacaba la cabeza y a la que siguió, con la mirada fija en sus rotundas posaderas.

-La culpa la tuvo mi chófer. Creyó que el desayuno era, como otras veces, en el Hotel Pritz, y, cuando me dí cuenta, habíamos perdido un tiempo precioso -dijo Petronilo, aceptando que se le ubicara en la mesa 16, en un sitio de espaldas al estrado y con vistas a una columna.

Maldotado, empresario de éxito, estaba destinado a ocupar la mesa 2, el lugar preferente, justo enfrente del conferenciante, el Presidente del Círculo de Empresarios, y con la oportunidad de compartir espacio y mantel con el Presidente del País, los Ministros de Industria y Finanzas, y la Secretaria General de Inversiones Inespecíficas (amante del segundo), además de con el Rector Magnificiente de la Universidad de Maravalla capital, el cardenal Primario, el director del periódico de mayor difusión (La Gaceta Pertinente) y el Jefe Superior de la Policía Para-Científica.

Centeno, por su parte, estaba en ese desayuno por necesidad. Llevaba varios meses en paro, tenía hambre, y se le había ocurrido apuntarse a aquel acto, inventándose una ocupación que no tenía: Director ejecutivo del Club de Defensores Ambientados.

Maldotado, mientras un camarero le servía un té con hierbabuena, entregó a los dos inmediatos vecinos que tenía en la mesa 16, una tarjeta en la que figuraba su nombre impreso en huecograbado y el logo de su grupo, diseñado por Jacinto Maroscal. La vecina de la derecha, sacó del bolso un cartoncito que la acreditaba como ayudante del ayudante de la Secretaria de Inversiones Inespecíficas. Petronilo se disculpó, murmurando en voz ininteligible que se había olvidado las identidades en casa.

Había devorado casi todos los canapés de la mesa y lo que estaba escuchando en aquel acto no le interesaba, pero era quizás el único que había cumplido aquel día su objetivo.

FIN

Publicado en: Cuentos y otras creaciones literarias, Sin categoría Etiquetado como: amante, cuento, cuento de primavera, desayuno, desempleado, empresario, Ministro de Finanzas, presidente

Cuento de invierno: Encuentro entre el joven innovador y un empresario retirado

2 enero, 2014 By amarias2013 Deja un comentario

Todo empezó con un sueño de los que se recuerdan al despertar, como si hubiera quedado adherido para siempre a la realidad del día anterior o se esforzara en formar parte de la del día siguiente.

El caso es que el joven innovador no había podido dormirse hasta avanzada la noche. La oportunidad que se le presentaba ante sí, era merecedora de tal vigilia. Por fin, tendría la ocasión de presentar su original invento a alguien con posibilidades económicas para financiarle su desarrollo y posterior comercialización.

A quien iba a ver, era un empresario retirado, de apellido Arnau, que había hecho una considerable fortuna en el campo de la construcción y que, inesperadamente, -hacía apenas un par de meses-, había decidido liquidar su boyante complejo.

Los diarios económicos se habían hecho amplio eco de la noticia, y el mundo de los negocios estaba muy alterado, puesto que eran varios los grupos internacionales que pretendían hacerse con el apetitoso bocado. Todo hubiera hecho pronosticar una drástica disminución de la facturación, mientras se concretaban los términos de la operación. La decisión había sido tan precipitada que los directivos de la firma desconocían con anterioridad el propósito del capitalista y la improvisación había sido tal que ni siquiera se había redactado el cuaderno de ventas.

La conmoción mayor, sin embargo, llegó cuando el magnate indicó, en una entrevista corta concedida a una televisión autonómica, que su hija se haría cargo del emporio de inmediato.

La cosa resultaba realmente sorprendente, puesto que la designada como sucesora carecía de la menor experiencia en el mundo de los negocios. Verdaderamente, no tenía ninguna en ningún campo conocido, salvo, eventualmente, en el de la adoración a los espíritus y en los ejercicios de contemplación mística. Había estado recluida en un convento de madres clarisas, en donde habían transcurrido, como monja de clausura, sus últimos diez años, desde que cumpliera los diecisiete.

Por especial dispensa, se le había autorizado a renunciar a sus votos y dejar los hábitos, hasta que la operación financiera de liquidación de los negocios paternos se ultimara, ya que la mitad de lo que se obtuviera se destinaría a engrosar los maltrechos fondos conventuales. La otra mitad se habría de destinar a obras pías, sostenimiento del progenitor, que pensaba retirarse al monasterio de Yuste (en memoria de Carlos Primero, de quien se declaraba admirador) y, en lo que resultara remanente, a misas por su alma, cuando el óbito sucediera, lo que no había razón alguna para imaginar como evento próximo.

Nadie conocía el rostro de la joven exclaustrada, que pasaba la mayor parte del tiempo junto a su padre, curándole de las molestas jaquecas y revisando cifras y más cifras de los informes de evaluación de los expertos. Cuando era imprescindible que se presentara en público, bien ante los empleados o los asesores financieros, aparecía cubierta con un antifaz, más bien, una careta, pues le ocultaba hasta casi el labio superior.

Se podría deducir algo de su belleza por su voz cálida y el cuerpo esbelto, que se entreveía (el segundo) por los ropajes, a modo de sotana de hilo finísimo, que ocultaba sus formas. Lo que verdaderamente resultaba sorprendente era advertir su poderoso carácter y fuerte temperamento, pues ponía gran énfasis en sus opiniones, que, a los que las escuchaban, aparecían, por lo general, ponderadas y atinadísimas.

El joven innovador había soñado que la hija del empresario al que iría a ver a la mañana siguiente era, en realidad, una artista circense. Su número consistía, en realizar operaciones de telequinesia, combinadas con cambios vertiginosos de vestuario. En su sueño y como colofón de la visión fantasmagórica, la monja clarisa se le aparecía en lo alto de la carpa, suspendida de unas a modo de jarcias, portando unas unas alas angélicas y un mantón de color celeste que le tapaba hasta los pies; pero, en otro periquete, la descubrió a lomos de un elefante, luciendo unas mallas muy apretadas, que encubrían someramente unas piernas tan hermosas como las de una corista.

A punto de despertar había visto que la joven, Bárbara Arnau, anunciaba su número como La monja transformista.

El joven innovador, Mariano Calandre, había estado investigando profusamente sobre la manera de hacer proyecciones fundamentadas sobre el destino de las almas. Estaba convencido de que su invento, si contaba con la comercialización adecuada, podría cambiar el fin del mundo. Aportando a la máquina la fecha del nacimiento, una huella digital completa de la mano izquierda y una foto de alta resolución del iris, permitía, siguiendo complejos algoritmos, adivinar la fecha de fallecimiento de cada persona.

Lo había probado ya con algunas personas, y había funcionado a la perfección. El mismo había sido sujeto de su propio invento; podía estar tranquilo: aún le quedaban cincuenta y tres años de vida, dos meses y veintiún días. Para completar el cuadro, llevaba en el bolsillo una carta de recomendación de su mentor, admirador de Juan Benet, y, entre otras coincidencias notables, se decía conciudadano de Región.

El empresario retirado lo recibió fumando un puro, en el último piso del rascacielos en donde tenía instalado su despacho, y que daba acceso directo al helipuerto instalado en la terraza del edificio.

-Habla, joven. Tengo solo cinco minutos para dedicarlos a tu propuesta, pues debo irme a jugar a la petanca con varios caballeros jubilados. -expresó, ofreciéndole asiento en una de las sillas de querencia, el prócer.

El joven, sacó de la cartera que llevaba algo parecido a un estuche de colorines, al que estaban incorporados, unos a modo de escáneres y una pantalla de cristal líquido.

-Mi máquina de calcular permite saber, sin error, la fecha de nacimiento de una persona, por lo que será posible a cada cual programar lo que va a poder realizar el resto de sus días. -explicó, poniendo el estuche sobre la mesa, y, después de pedir educadamente permiso, enchufar la máquina en una de las tomas eléctricas del despacho, acoplándole un alargador.

-¿Y qué pretendes hacer para demostrar su funcionamiento? -preguntó el empresario.

-Pues no se me ocurre cosa mejor que, con el debido respeto, aplicárselo a Vd. -contestó el decidido joven.

Y dicho y hecho, sin mediar más palabras, y superando el efecto sorpresa del más anciano, le aplicó la mano sobre uno de los escáneres.

-La fecha de su nacimiento no hace falta que me la proporcione, pues la he tomado de la Wikipedia -aclaró el muchacho inventor.

Un terrible fogonazo sacudió la escena y, entre convulsiones, el empresario, fallecía, electrocutado. Algo había fallado, seguramente. El joven se inclinó sobre la pantalla, que, después de un ligero parpadeo, señaló la fecha del día de hoy.

-¿Ve? -fue lo que se le ocurrió decir al joven, arrimándole el monitor al cadáver- No ha fallado.

La monja clarisa exclaustrada sufrió un ataque de nervios cuando se enteró de lo que había pasado. Al joven inventor le acusaron de homicidio involuntario, pero pudo demostrarse que la máquina había funcionado correctamente. Y se cumplió, como era de esperar, lo dispuesto en la Declaración de Últimas voluntades

Lo que no me quedó claro es si hubo alguien dispuesto a financiar el desarrollo ulterior del invento ese que permite, tan certeramente, pronosticar la fecha de la muerte de un ser humano. Podría tener interés, aunque me pregunto para qué.

FIN

(Este cuento de apariencia estrambótica es mi homenaje particular a uno de mis autores preferidos, el insigne ingeniero Juan Benet, de quien he tomado prestadas algunas ideas, tan someras que ni siquiera llegaron por él a ser expuestas, inspirándome, entre otras, en su obra “El preparado esencial”, obra teatral compuesta en 1965 para ser representada en petit comité. Juan Benet, Teatro Completo, Siglo XXI, 2010)
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Publicado en: Cuentos y otras creaciones literarias Etiquetado como: empresario, ideas, innovador, joven, retirado, start-up, tecnología

Cuento de otoño: La sugerencia que no llegó a ser analizada

13 octubre, 2013 By amarias2013 Deja un comentario

En Valgamediós estaban preocupados. No todos, desde luego. Pero sí la mayoría, y, en especial, la mayoría silenciosa.

Pasaba el tiempo, y la situación empezaba a ser insoportable.

Para algunos, resultaba muy molesto, pero por razones poco relevantes, aunque expresaban su disgusto torciendo la cabeza, y mirando hacia otros lados. Había pobres por todas partes. Les resultaba muy difícil caminar tranquilamente por la calle sin encontrar algún pedigüeño, lo que afeaba el lugar. A las puertas de los supermercados, de las iglesias, de los Bancos, de los restaurantes, había siempre alguien con la mano extendida.

El número de necesitados crecía, ya que, por algo que conocían como efecto llamada, venían incluso de otras poblaciones en las que, al parecer, aún estaban peor.

Eran numerosos los valgamediosanos a los que resultaba bastante duro resistir, pero confiaban en que las cosas volvieran a ser como antes. Añoraban los tiempos recién pasados, aunque ignoraban cómo la situación podría enderezarse, porque les resultaba muy complicado entender lo que había pasado.

-Nosotros, que conocemos cómo funciona el sistema, os prometemos que todo cambiará cuando las economías de los pueblos vecinos de Immererfolgreich y Nousavanttout, salgan adelante. También hay que esperar que al Presidente de Wetheworldleaders se le ocurra algo brillante. Su éxito nos arrastrará, y, hasta que esto suceda, invitamos a los jóvenes más capacitados a que busquen empleo en esos lugares, triunfen, y vuelvan a casa con nuevos ímpetus -era el mensaje que difundían, acompañado de música celestial, los altavoces instalados en los lugares oficiales pertinentes.

En realidad, hacía años que en Valgamediós no se creaban puestos de trabajo y, por tanto, no era posible cambiar, como antes, el tiempo, las habilidades y los conocimientos por dinero, en los mercados locales. Al contrario: las empresas de Valgamediós, despedían todos los días a miles de empleados, que pasaban a engrosar las cifras de los que ya estaban parados, que es la manera de expresar que se habían vuelto estupefactos.

Especialmente afectadas estaban las empresas que eran propiedad de pequeños comerciantes, gentes cuyos nombres eran conocidos, si bien lo que recogían los periódicos locales eran las protestas de los despedidos de las empresas más grandes, que armaban mucho alboroto.

-Ha cerrado la tienda de ultramarinos de la esquina, que llevaba en el barrio desde 1903 -comentaba la tía María a su vecino, jubilado.

-En esta calle, solo queda en pie la Expendeduría de Lotería -apostillaba otro, que se encontraba trabajando de extranjis en una mueblería.

La economía se había sumergido bastante, desde luego, y quien más quien menos, se había estado arreglando con alguna chapucilla, al menos, mientras cobraba el subsidio de desempleo. Pero incluso bajo el nivel del dinero que circulaba al aire libre, es decir, en las alcantarillas del sistema, escaseaban las oportunidades. Los salarios bajaban y bajaban.

Un buen día, el Controlador de Cuentas expuso la situación con crudeza:

-No hay dinero para mantener el Estado del bienestar. Los ingresos son muy inferiores a los gastos. A partir de ahora, viviremos en el estado del estar. Simplemente.

Pronto se supo que ese estado de estar era el equivalente a sálvese quien pueda. Y, para algunos, resultó incluso entretenido. Tenían liquidez, y surgieron nuevas oportunidades, porque a ellos, les bastaba solamente aprovecharse del estado de necesidad de otros, lo que proporcionaba beneficios interesantes. Compraban, a precio de saldo, lo que otros se veían obligados a vender.

Desde los Centros de Propuestas y Elucubraciones Imaginables, no faltaron ideas, pero el problema estaba en la dificultad de ponerlas en práctica. Para todas, se necesitaba dinero; para muchas de entre ellas, experiencia; para la mayoría, conocimientos de los que no se disponía.

-Tenemos que cambiar las reglas del mercado, porque solo sirven para que unos se enriquezcan a costa de los que carecen de información -escribió un experto en Historia de la Humanidad, en un artículo publicado en un periódico de tan escasa difusión, que apenas si vendía los ejemplares que compraban los que expresaban sus ideas en él.

-El mal está en el exceso de corrupción de los que dirigen y controlan, no en el sistema. Un poco de corrupción es tolerable, pero por encima del diez por ciento, es insoportable -explicó, con varios ejemplos imaginativos, un profesor de Ética Universal, que disponía de un importante patrimonio conseguido gracias a inversiones realizadas en productos altamente contaminantes y que vivía en un chalet adosado a su complacencia.

-Debemos fomentar la explotación de los recursos naturales, y puesto que nosotros sabemos disfrutar de la naturaleza, debemos desplazar las fábricas contaminantes a aquellos lugares en donde sus habitantes no tienen nuestra educación ecológica y no están acostumbrados a nuestros altos niveles de calidad de vida -apuntó un miembro distinguido de la Fundación para Proyectos Nimby, que contaba con muchos seguidores dispuestos a movilizarse a las primeras de cambio, reclamando la defensa del medio ambiente.

Incluso apareció un grupo la mar de interesante que defendía el uso de la imaginación para crear el propio puesto de trabajo, como fórmula que se aplicaba en los países más avanzados del orbe. El problema estaba en que la imaginación de los que solo tienen buena voluntad queda limitada por fronteras que se alcanzan muy pronto, y se encuentra con muros insalvables: la insuficiente formación, la escasa financiación, el largo tiempo de maduración de los proyectos, el miedo a fracasar porque el que cae una vez es estigmatizado para siempre y, sobre todo, se topa con un cúmulo de dificultades inextricables, que se fabricaban y perfeccionan por las noches, como hilos de Ariadna, en múltiples centros de mantenimiento del orden establecido, que colaboran con la indolencia y la apatía, hierbas que crecen libremente en los lugares donde nadie vigila.

Así estaban las cosas, cuando alguien anónimo escribió con spray rojo, en la misma Vía del Desánimo, por la que los valgamediosinos acostumbraban a pasear a diario, una sugerencia de apariencia muy elemental.

-Si queremos disfrutar del mayor bienestar posible, ¿por qué desperdiciamos las capacidades que tenemos? Dejemos de lamentarnos por lo que hemos perdido, y dediquémonos todos a trabajar en lo que sí podemos conseguir.

Seguramente al autor le pareció larga la parrafada y como debía tener tiempo para escribir un estrambote, antes de que lo descubrieran los vigilantes del lugar, había terminado con este lacónico mensaje:

“No necesitamos que nos enseñen a vivir y no nos dejaremos morir.”

Era otoño, y las hojas caídas de los árboles cubrieron casi de inmediato la propuesta. Por la tarde, un camión de la limpieza, provisto de mangueras que lanzaban chorros de agua a presión junto a un poderoso detergente, borró la propuesta en un santiamén.

-No era una mala idea -murmuró para sí el conductor del vehículo, mientras se dirigía a otros lugares que también le habían señalado como necesitados de un buen fregado.

Las luces de Valgamediós seguían apagándose sucesivamente.

FIN

Publicado en: Cuentos y otras creaciones literarias Etiquetado como: análisis, angel arias, colaboración, confianza, consenso, crisis, cuento de otoño, emigración, empresa, empresario, exportación, minería, paro, recursos naturales, salida, soluciones, sugerencia, túnel, Valgamedios

Mi Diccionario desvergonzado (22): donante, urdimbre, sindicalista, empresario, chuleta

5 julio, 2013 By amarias2013 Deja un comentario

donante: 1. Benefactor que no espera recibir nada a cambio por lo que entrega. 2. Persona que recompensa con dinero opaco a quien le ha adjudicado un contrato público.

urdimbre: 1. Constituyente de la trama con la que se confeccionan alfombras y tejidos para darles la resistencia adecuada. 2. Denominación en clave de humor de cada una de las tramas utilizadas en política para distribuir el dinero de los donantes entre los principales dirigentes de un partido, como sobresueldos.

sindicalista: 1. Persona plenamente convencida de que es más importante defender como sea su puesto de trabajo antes que apoyar el que consigan uno los que no lo tienen. 2. Nostálgico de aquellos tiempos en los que las máquinas de alta tecnología no existían y que considera al empresario como su enemigo natural en la jungla de los despropósitos comunitarios.

empresario: 1. Situación pasajera de quien actúa bajo la creencia equivocada de tener información relevante en un sector de la economía, antes de que la realidad le provoque pérdidas sustanciales en su patrimonio. 2. Forma genérica con la que la ignorancia denomina a todos aquellos que se cree están ganando dinero sin hacer nada por merecerlo.

chuleta: 1. Trozo de carne sabroso que es imprescindible comer con mucho cuidado para no perder un diente. 2. Tipo que se cree interesante hasta que recibe una bofetada. 3. Papel escrito con letra diminuta con el que se confía en aumentar la probabilidad de aprobar un examen o mejorar el resultado en unas oposiciones.

Publicado en: Actualidad, Diccionario desvergonzado, Sociedad Etiquetado como: chuleta, diccionario desvergonzado, donante, empresario, sindicalista, urdimbre

Escaparates de Ideas (3)

25 marzo, 2013 By amarias2013 Deja un comentario

Una de las creaciones perversas de la economía de mercado es la elevación del emprendedor a ente con características mitológicas. Esta figura, desconocida como tal hasta hace un par de décadas, es ensalzada con pastosa veneración por las Administraciones y sus características defendidas con ardor -conscientes de las dificultades de supervivencia de la especie- por quienes están metidos en el fango por haberse creído llamados a representarla.

Las noticias que han venido de Norteamérica relativas a las excelencias de leche y miel de los terrenos de la inventiva, ha generado un impulso de imitación en estas tierras áridas que ha provocado no pocos descalabros. Se pretende estimular, como si se tratara de un reto personal de demostración de excelencia, a que el mayor número de ciudadanos asuman esa posición peligrosa, sin tener preparación y, lo que es aún peor, sin tener la idea.

Porque, en realidad, para ser emprendedor basta con tener una sola idea. Y para triunfar con ella como empresario, esa idea tiene que ser buena.

Siguiendo con el esquema de esta serie de Comentarios, enumero algunas de las ideas que, en mi opinión, y bajo mi exclusiva responsabilidad, pueden ser el vivero donde los futuros emprendedores recojan la suya.

Están agrupadas en tres líneas de acción que se pueden catalogar de evidentes, pues se refieren a los órdenes básicos de la vida. Suponen el objetivo de cubrir de forma óptima las necesidades corporales -alimentación, cobijo, sanidad, etc.-, las  que podríamos calificar de espirituales -educación y formación, diversión y empleo del tiempo de ocio, lectura y manifestaciones artísticas y creativas en general, comunicación, etc- , y las de sustitución de los recursos utilizados, potenciando alternativas  -ambiente, sustentabilidad, infraestructuras, ayuda al desarrollo, etc.

Hago una reflexión previa. Las nuevas tecnologías de comunicación (tics) han abierto un peligroso espejismo, del que podríamos haber estado curados pues hemos vivido un adelanto con la aparición de la informática. Esto es así, porque la incorporación de una nueva tecnología a los procesos de producción existentes agota muy rápidamente las posibilidades de mejora: es el efecto elefante en la cacharrería, o mejor, del niño que se enfrenta a un escaparate de apetitosos pasteles; comerá un par de ellos y estropeará una buena parte de los restantes, antes de encontrarse saciado y molesto.

Las tics, por sí mismas, están generando desempleo; también lo generaron, en su ámbito, las mejoras de tratamiento de información que supusieron los ordenadores cada vez más potentes y con programas persistentemente más cómodos de usar y más eficientes; perdieron su puesto miles de perforistas, de encargados de mantenimiento de los aparatos, de programadores, de informáticos.  Miles de personas aprendieron lenguajes y programaciones que quedaron inútiles en poco tiempo.

Por ello, y como ya he expuesto en otros trabajos, la necesidad de generar empleo a corto plazo no debe olvidarnos cumplir un objetivo a largo plazo: la cantidad de “trabajo humano” disponible disminuirá y hay que replantearse las formas de distribuir los beneficios de producción entre la población con jornadas menores y premiando la eficiencia con criterios de objetividad.

(continuará)

Publicado en: Economía, Empresa, Sociedad Etiquetado como: actividad, empleo, emprendedor, empresario, imitación, Sillicon Valley, tecnología, tics

Entradas en el Blog Alsocaire durante 2011

19 enero, 2013 By amarias2013 Deja un comentario

Estas son las Entradas, o Comentarios, que publiqué en el Blog Alsocaire, que dejé inactivo (en cuanto a mis publicaciones, no, por lo que veo, en cuanto a seguimiento) a principios de 2013.

Los diferentes artículos reflejan, desde luego, la mayor parte de mis preocupaciones sobre la actualidad en ese año y me agrada pensar que pueden ser de interés a algún lector. Si alguien desea el Libro con todos ellos, en formato pdf, (al igual que para cualquiera de los años en que mantengo actividad en este medio, de 2005 a 2012), se lo enviaré, con mucho gusto, a la dirección electrónica que me indique.

 

  1. 1.            Sobre Alsocaire en 2010
  2. 2.            Por fas o por nefas

3. Entre pocos anda el juego

4. Entre Cascos y cascotes

5.Desde la ingenuidad

6. En exaltación del espíritu militar

7. Sobre el afán de prohibir

8. Según se mire, formación, cultura, modus vivendi o despilfarros

9. Sobre intangibles e invisibles

10. Hasta donde la vista alcanza, Cuba (1)

11. Hasta donde la vista alcanza, Cuba (2)

13. Hasta donde la vista alcanza, Cuba (3)

 

13bis. Sobre genes y política

14.. Hasta donde la vista alcanza, Cuba (4)

15. Sobre la indefensión ante la desfachatez

16. Desde Wikileaks a la ley Sinde

17. Tras la huella del pacto de las pensiones y del precio de los billetes

18. Sobre el pacto comisorio y la conmiseración de un juez

19. Ante el cambio del panorama político en el Makreb

20. Ante la propuesta de Merkel para ayudar a disminuir el paro en España

21. Hacia la igualdad de la mujer árabe

22. Sobre la reforma profunda de las ingenierías

23. Sobre ética y responsabilidad social

24. A mayores: La valoración por el mercado de los compromisos sociales corporativos

25. A favor de la síntesis

26. Sobre los beneficios empresariales

27. Bajo sospecha: la justicia

28. Contra la huella de carbono, castidad

29. ¡A las armas, ingenieros!

30. A falta de pan, buenas son tortas

31. Sobre la irrupción de la Edad Moderna en el mundo árabe

33. Por la defensa ética de nuestro estado de derecho

33. A la búsqueda de los océanos azules

34. Sobre huellas, sonidos y colores del agua.

35. En el nombre de la Enel-gía, ¿Business as unusual?

36. Sobre ingeniería y paisajes percibidos

37. Sobre la sana envidia y los sabios consejos de almanaque

38. Hacia un nuevo modelo económico, pero ¿cuál? (1)

39. Hacia un nuevo modelo económico, pero ¿cuál? (2)

40. Hacia un nuevo modelo económico, pero ¿cuál? (y 3)

41. Sobre los adultos conflictivos y su tratamiento

43. Desde los juicios sumarísimos hasta los lentísimos

43. Sobre el lascivo encanto de las dictaduras

44. Sobre la celebración del 24-F

45. Sobre la burbuja inmobiliaria y otras razones del mercado

46. Sobre ornitología para estudiantes de español

47. De ruidos

48. Sobre el estertor final de los colegios profesionales

49. En los terrenos del dragón: las profesiones en la UE

50. Sobre los efectos de la tecnología backcasting sobre el calentamiento global de los cerebros

51. Con fabes y con sidrina, non fai falta gasolina

52. Sobre la mujer árabe

53. A medida que se nos van ocurriendo

54. A mala crisis, buena cara

55. Sobre el homo pedisequus

56. En el día de la mujer trabajadora, haciendo un repaso

57. Desde la acribia: condiciones para triunfar

58. Sobre la implantación de un mercado gasista en España

59. A la inmensa mayoría, desde la exigua minoría

60. Sobre lo importante

61. Entre aficionados al reportaje, testigos y protagonistas

62. Con Japón

63. Sobre comportamientos orientales y occidentales

64. Cabe Fukushima

65. Sobre el estado actual y la perspectiva inmediata de la energía nuclear

66. Sobre sobrinos

67. Sobre seguridad global y gambarimasu

68. En pie de guerra

69. De la teoría de bloques a los bloques de teorías

70. Sobre las agencias de medición de riesgos

71. Sobre el peligro de los viernes

72. Por los pelos

73. Entretenidos

74. De sátrapas, revolucionarios y otros intereses en los países árabes

75. Sobre Interights y el caso Garzón v. Spain

76. En el país de los brotes verdes: incapacidades, complacencias y parados

77. En defensa de la pirámide del saber

78. Entre lo esotérico y exotérico, ¿qué hay?

79. Hasta en la sopa

80. Sobre la disputa del voto por el Sr. Cayo

81. Sobre la pareja de hecho entre neoliberalismo e izquierda nostálgica

82. A vueltas con los pecados capitales

83. Parafraseando

84. Desdeñando a Desdémona

85. Sobre las noticias: entidad, durabilidad y alcance

86. Sobre plazos perentorios y dilaciones injustificadas

87. Sobre el concepto de rentabilidad y los intermediarios

88. Sobre grandeur y sentiment d´inferiorité en la península francoibérica

89. Sobre los grados de libertad y su uso individual

90. ¿A favor de una República con D. Juan Carlos como Jefe de Estado?

91. So pretexto de semántica, aporías

92. En la escala 2,5 del índice de estupidez, y subiendo

93. Para los chinos, Zapatero tiene un pañuelo especial

94. En contra de la movilidad de la Semana Santa

95. Tras los cristales

96. Sobre los ciclos en la economía, ingeniería financiera y burbujas

97. Siniestras intenciones

98. ¿Desde el Orgullo ignóstico?

99. La generación vivetú lo queyono

100. De Pascuas a Ramos

101. ¿De veras sabe alguien lo que está sucediendo en el mundo árabe?

102. Sobre el poder de las religiones y de los clanes en los países árabes

103. Sobre el ambiente para políticos y profesionales

104. Con políticos en las ondas

105. Hacia una gestión sanitaria más responsable por un camino tortuoso

106. Sobre espectáculos, espectadores y reconocimientos

107. En memoria de otros primeros de mayo y de la madre muerta

108. En el día del terrorista muerto

109. Sobre el prestigio individual y la calidad universitaria

110. Sobre la incapacidad para generar empleo en España

111. Sobre los Prados Asfódelos

112. ¿Democracia a la carta y decisión judicial por porcentajes?

113. En las miradas

114. Sobre eficiencia, educación cívica y empleo

115. En estas elecciones

116. ¿Por culpa de los griegos?

117. Sobre preparación y competitividad española

118. Por colisión de las placas europea y africana, Lorca sufre un grave terremoto

119. Sobre los derechos fundamentales en internet

120.Sobre el lifting de los políticos

121. Sobre educación cívica y respeto ciudadano

122. Desde el voto al chápiro verde al mecachis en tal

123. Sobre el privilegio de ser norteamericano y la presunción de inocencia

124. En turno de réplica: así vemos los españoles a los suecos

125. Sobre lo que hay detrás de Democracia real, ya

126. Ante la Semana Verde europea, negros auspicios

127. Entre Indignados y Estamos disponibles

128. A DSK le han hecho una pirula

129. Desde Guatepeor a Guatemala, con vistas a Guatemejor

130. Sobre estrategias animales y humanas improvisaciones

131. Sobre el deterioro insostenible de nuestra convivencia

132. Sobre las inconveniencias ambientales

133. Sobre las inconveniencias ambientales (2)

134. Sobre las inconveniencias ambientales (y 3)

135. En favor de los ingenieros españoles

136 ¿Hasta cuándo?

137. Contra pepinos, pepinazos

138. En ayuda de Rajoy y Rubalcaba

139. Sobre el periodismo militante y el filtro de objetividad

140. En ayuda de Rajoy y Rubalcaba (2)

141. Sobre la pista de la Escherichia Coli

142. De ilusión también se vive

143. Entre dimes y diretes

144. Sobre el despilfarro de energías

145. Sobre tics, oportunidades de negocio y empleo

146. Contra vientos y mareas

147. Entre carbayones, magdalenas

148. De méritos a meritorios

149. Por si las moscas, palmetazos

150. Sobre tormentas y aerogeneradores

151. Sobre tormentas y aerogeneradores: rayos, dudas y certezas

152. En teoría de juegos, no siempre ganan los que manejan la banca

153. En teoría de juegos, no siempre ganan los que manejan la banca (y 2)

154. Con perdón por la insolencia: tengo una pregunta para Vd., Mr. Myerson

 

 

155. Para los españoles, se enfría el cambio climático

156. Sobre la conexión entre los mercados energéticos y los financieros

157. Sobre la conexión entre los mercados energéticos y los financieros (2)

158. Hacia la generación distribuída, ¿caiga quien caiga?

159. Sobre la conexión entre los mercados energéticos y los financieros (y 3)

160. Sobre la imaginación y el poder

161. Sobre el agotamiento de la noosfera

162. Sobre la perfección

163. Sobre proles y responsabilidades

164. Sobre las relaciones entre sujetos y el papel de los terceros (1)

165. Sobre las relaciones entre sujetos y el papel de los terceros (2)

166. Sobre las relaciones entre sujetos y el papel de los terceros (y 3)

167. Hacia la ignorosfera por la tecnosfera

168. Sobre exhibicionistas, pudorosos y perversos en la red

169. Sobre sociedad civil y liderazgo

170. Sobre homenajes póstumos

171. Sobre la forma de crear empleo del hijo del cristalero

172. Para entender el mundo algo mejor

173. Sobre antideslizantes, riesgos y espectáculo

174. Sobre la relación entre el Club de la Comedia y Telefónica

175. Por la cocina hacia la solución global

176. Con algo más que dos pelotas

177. En Sudán del Sur no saben qué hacer con el petróleo

178. Sobre el perfil de los emprendedores

179. Sobre el perfil de los emprendedores (y 2)

180. Ante la duda sobre si fue violación o sexo consentido

181. Sobre lo fácil que es ser un (mal) economista o periodista

182. Sobre lo que no hay que hacer

183. A los que el mercado les da, las agencias se lo bendicen

184. En el aniversario del comienzo de una guerra civil

185. Sobre el desprecio como argumento

186. Sobre imprescindibles y cretinos

187. Sobre la gestión comercial de las empresas de servicios

188. Sobre cómo rentabilizar la incertidumbre

189. En el verano, disminuye la inteligencia del ser humano

190. En relación con Cajastur, ¿cui proderit?

191. Sobre la destrucción de la arquitectura popular

192. En pleno declive: la huerta asturiana

193. Contra el futuro no se puede luchar

194. A mayor gloria

195. De todo un poco

196. Sobre agnósticos y fanáticos

197. Sobre las vacaciones y la felicidad

198. Desde Libia a Somalia, pasando por Siria

199. Sobre el tratamiento de la ancianidad

200. Sobre la Universidad y la formación espiritual

201. Sobre las redes sociales y el negocio de la prostitución

202. Sobre el pudor de las élites

203. In artículo mortis: la Constitución como garantía

204. Para evitar discrepancias, referendos

205. Sobre los pazguatos

206. Sobre perendengues e intríngulis

207. ¿A las barricadas?

208. Sobre socialdemocracia y partidos políticos

209. En la Sierra de Madrid, habitan devoradores de paisajes

210. A disfrutar de los ochenta

211. Sin pruebas

212. En serio: ¿Algo va bien?

213. Sobre regalos y otras dádivas

214. Entre ojos que no ven y corazones que no sienten

215. Sobre la verdad original, místicos, científicos y orden implicado

216. Sobre las consecuencias de la rebaja en la calificación crediticia internacional

217. Sobre fogones, religión y cocineros

218. Sobre la ficticia dramàtica claredat de dos visiones

219.  Al borde del abismo

220. En fiestas

221. En confianza, ¿creen los Brics en el futuro de los países desarrollados?

222. En torno al reto del cambio

223. Por todos los diablos, que alguien ponga coto

224. Por goleada

225. De qué hablar si no es de economía

226. Sobre el aburrimiento como terapia

227. Entre ser y estar

228. Por qué suena el río y doblan las campanas

229. Sobre la estructura de la clase media

230. Sobre la legitimidad para matar

231. Desde ir aviado a ir tirando

232. Sobre la reforma de la enseñanza universitaria

233. A los jóvenes que tienen lo que hay que tener

234. Sobre algunos dilemas de RSC en las empresas multinacionales

235. Sobre el papel de las empresas multinacionales en el desarrollo humano

236. Sobre posibles ministros del futuro gobierno de España

237. Para los que están convencidos de que la botella es demasiado grande

238. Contra arredrados, arrostrados

239. A un lado y a otro de las rejas, culpables

240. Sobre mujeres, programas e improvisación

241. Hacia la tercera vía, por los caminos de lo virtual

242. Sobre la curva de generación de empleo en el sector de energías renovables

243. Para qué sirven los ingenieros

244. Sobre mellizos, fertilidad y negocio

245. Sobre el uso de tropos y floripondios en política

246. Con el sexo como apaciguador

247. Conviviendo con sistemas de desequilibrio generalizado

248. Sobre gurullos, borras y pebusillas de la Fiesta Nacional

 

249. Por qué no es noticia que un hombre muerda un perro

250. En Chile, los españoles podemos poner más energía

251. Tras las privatizaciones, ¿qué?

252.Sobre la necesidad de encontrar un culpable cuanto antes

253. Entre tanto

254. Sobre lo que cobran ciertos ejecutivos y porqué

255. Sobre indignados, expectativas y opciones

256. Sobre la sociedad emprendedora, sus claves y sus hándicaps

257. Sobre la sociedad emprendedora, sus claves y sus hándicaps (y 2)

258. Sobre la instauración de la democracia en Libia

259. Sobre la ingeniería en la sociedad

260. Bajo la lupa: empresarios y sindicatos

261. Emprende, España: El Manifiesto

262. Ante el predominio de la mediocridad

263. Sobre lo que ven los Príncipes de Asturias

264. Sobre quienes ven los toros desde la barrera

265. Ante la percepción de la muerte

266. Sobre la amnistía de los que apoyaron (y apoyan) a los terroristas

267. Sobre los despilfarros colosales

268. Sobre la necesidad de renovar el banquillo

269. Sobre lo que se echa en falta en la Unión Europea

270. Sobre las formas de salir de un atolladero

271. Ante la necesidad imperiosa de crear empleo

272. Entre las cuentas de la lechera y las del tendero

273. Por razones distintas a las que expone Vargas Llosa

274. Hacia el pluripartidismo parlamentario

275. Por la cara

276. Entre crear empleo o subvencionar al parado

277. Desde lo que creemos saber hacia lo que no podemos ignorar

278. Según sea nuestro margen de albedrío en caso de que el diseño sea inteligente

279. Según sea nuestro margen de albedrío en caso de que el diseño sea inteligente (y 2)

280. Sobre la innovación para crecer: lo sustancial y las zarandajas.

281. Sobre la innovación para crecer: lo sustancial y las zarandajas (y 2)

282. Ante una imprescindible reforma educativa

283. Ante una imprescindible reforma educativa (2)

284. Ante una imprescindible reforma educativa (3)

285. En la jornada de reflexión

286. Sobre los límites a la autonomía universitaria

287. Sobre la victoria del Partido Popular y la paz social

288. Sobre los límites a la autonomía universitaria (y 2)

289. Sobre mercados, márgenes y opciones del Gobierno de Rajoy

290. Sobre personajes imaginarios que pueden venir a cuento

291. Sin culpables, de momento

292. Sobre lo que sabemos del futuro

293. En un universo multidimensional

294. Para ayudar a la comprensión general de los complejos temas políticos

295. En relación con el periodismo ciudadano

296. Entre cobrar por la bolsa o reciclar por la cara

297. Sobre la ordenación del territorio, una experiencia en constante revisión

298. Sobre la Europa de dos aceleraciones, parada y marcha atrás

299. Sobre la importancia de llamarse Ernesto

300. Entre pamemas

301. Sobre el desarrollo compatible contra la avidez de los que más tienen

302. Entre modas, vestidos y desnudos

303. Con algunas ideas para el discurso de Navidad de El Rey

304. Sobre el control de la natalidad

305. Sobre la originalidad

306. Para fieles a la cocina recreativa

307. En la hora de la revisión de los postulados

308. Sobre la responsabilidad penal de las Fundaciones, los Colegios Profesionales y los Partidos políticos

309. Sobre la responsabilidad penal de las Fundaciones, los Colegios Profesionales y los Partidos políticos (y 2)

310. ¿Hacia dónde han ido los optimistas?

311. Sobre los mini-jobs

312. Sobre desarrollo, ejército y ambiente en la Unión Europea

313. Sobre el significado de felicitar la Navidad

314. Por detrás del B20

315. Sin mucha chicha

316. De ahora en adelante: arranca despacio, no cambies bruscamente de marcha y arrímate a la derecha

317. Entre economistas y licenciados en derecho

318. Sobre sentimientos y talantes

319. Sobre lo mucho que necesitamos la poesía

320. Sobre las cosas de familia

321. A espaldas de Doña Manolita

322. Sobre las oportunidades de la vida

323. Sobre las oportunidades de la vida (y 2)

324. Entre inocentes

325. De recortes y sin medidas de estímulo

326. En el inicio del inicio del cambio de paradigma

FIN DE LAS ENTRADAS EN EL BLOG ALSOCAIRE DEL BLOG DE ANGEL ARIAS EN 2011

 

 

 

 

 

Publicado en: Sociedad, Uncategorized Etiquetado como: 2011, Alsocaire, ambiente, angel arias, árabe, autonomías, blog, comentarios, competitividad, corporativa, corrupción, Cuba, derecho, empleo, emprendedor, empresario, eólica, estado, estrategia, ética, Fukushima, Garzón, gobierno, ingenierías, justicia, ley, libertad, mujer, nuclear, objetividad, orgullo gay, parados, periodismo, política, profesional, reforma, religiones, responsabilidad, riesgos, Sinde, social, sostenibilidad, terremoto

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