Al socaire

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Reformar la Constitución, ¿para quién?

6 diciembre, 2018 By amarias 1 comentario

Cada 6 de diciembre, día en el que se conmemora  el referéndum de aprobación de la vigente Constitución Española, – y, con mayor intensidad, en los últimos años de los cuarenta que lleva vigente-, políticos, periodistas y constitucionalistas (oficiales o sedicentes), se esfuerzan en hacer ver al resto de los españoles que hay varias cuestiones de calado en esta Carta Magna que deben cambiarse.

No me imagino un debate similar en Estados Unidos, en donde desde 1787 mantienen, si bien con diversas enmiendas, el texto básico. Claro que allí dicen confiar en Dios (in God we trust, reza el lema adoptado por el Congreso en 1956), lo que no impide que, por si acaso, la realidad actual haya puesto en primera línea un lema más práctico: America first, con el que se dejan muy claras las intenciones prioritarias, sin que sea necesario advertir, para incautos que quieran interpretar el apelativo America de forma correcta, que los únicos americanos que importan para los estadounidenses del norte son ellos.

Si lo comparamos con nuestro panorama, no resulta el inmenso país multitestatal del otro lado del Atlántico ejemplo de solidaridad para nosotros, ni tampoco para la Unión Europea: ni social o ambiental, ni económica, tanto en lo interior como en el exterior. En lo que a nosotros estrictamente respecta, debemos admitir que la pertenencia a la Unión Europea (antes Comunidad Económica Europea) nos ha servido como impulso sustancial para alcanzar el estado de bienestar del que hemos disfrutado hasta ahora, ayudándonos a olvidar rápidamente una dictadura que trató durante cuarenta años de hacernos uniformes.

Como fiel aplicación de una de las leyes de Parkinson, la existencia en España de un par de centenares de constitucionalistas de profesión (catedráticos y profesores titulares), ha dado por resultado académico que la Constitución Española sea analizada, por arriba y por abajo, letra a letra, capítulo a capítulo, y que, de resultas de tanto manoseo, haya propuestas al gusto de cada facción política.

Sabemos de dónde se copió o mejoró cada título y cada párrafo; estamos enterados de las dudas de cada partícipe en la redacción y cómo fueron resueltas; podemos seguir la deriva de los acuerdos previos hasta el resultado final; y, en fin, disponemos de otros detalles  sustanciales o nimios acerca de la marcha de las negociaciones entre los representantes de los partidos más relevantes entonces en su esfuerzo para sacar un texto consensuado que, además, contentara o no levantara demasiadas suspicacias a los beneficiados por el régimen anterior.

De los análisis eruditos como de los pedestres, han surgido muchas voces pidiendo reformas. Algunas, perfectamente inviables aunque parezcan razonables; otras, descolocadas de la razón, sin otra función que alborotar. La Constitución Española es definida como Norma Suprema de obligado cumplimiento y, por ello, los cambios de sustancia implicarían superar barreras hoy insalvables, en el estado de fragmentación del espectro ideológico parlamentario.

El artículo 168 es un impedimento, no ya para la revisión total de la Constitución sino incluso para un retoque parcial del Titulo preliminar, del Capítulo segundo, o de los Títulos I (en su Sección Primera) y II, porque afectar a su redacción actual exige un pacto entre partidos que aparece inviable, incluso aunque se limitara la necesidad de consenso a los llamados “constitucionalistas”, perdidos cada uno en sus propios cerros, y hasta cerrilidades, ideológicos. El Partido Popular es el único que parece plenamente satisfecho con la redacción actual.

Para enmarcar la opción de sacar adelante las propuestas más agresivas de los partidos, incluso de los llamados constitucionalistas,  cabe decir, en lenguaje directo, que no se podrá tocar la forma de Estado, que seguirá siendo una monarquía parlamentaria, ni reducir los derechos y deberes fundamentales previstos en el texto. Sería factible, supuesto el acuerdo, únicamente, la ampliación de los derechos y deberes no contemplados , y, si no fuera posible tocar la dicción de los ya enunciados en la Carta Magna, habría que apuntar a una más extensa interpretación.

Podrá gustar o no la Monarquía, pues, pero no habrá República (salvo una revolución que no deseo para mi país), por mucho que algunos hagan ostentación de banderas tricolores y denuncien partidismos afectivos por parte del actual monarca. Tratándose  de prever el future con sensatez y posibilismo, vale más dedicar la pena y el esfuerzo a un espacio de serena discusión a la preparación de la Princesa de Asturias, para que pueda ejercer, cuando llegue el momento, de magnífica Reina de España, proyectando una imagen de modernidad y saber estar a las generaciones coetáneas de ese entonces.

Y no me duelen prendas en admitir, como ya hice en otras ocasiones, aún siendo republicano de corazón, que el actual monarca, Felipe VI, cumple casi a la perfección mis expectativas de Jefe de Estado de primer nivel.

Para mí, el problema fundamental que tenemos en España es la disparidad entre las Autonomías, resultado de las competencias asumidas por ellas en virtud de un artículo para el que no se pusieron límites, que es el 150, y de un problema de esencia, que reside en su gran disparidad en población y territorio.

Tenemos demasiadas regiones y no es sencillo meter la mano en el avispero de los orgullos locales. Es cierto que llevar el poder de decisión hacia el ciudadano desde el centro, facilita la adopción de decisiones más cercanas a la necesidad, y mejora su capacidad de valoración. Pero no todas las acciones dependen de la proximidad, sino que hay bastantes, las principales, que están ligadas al tamaño crítico mínimo y a la necesidad de coordinación.

La permanente expansión de las competencias regionales, ha provocado el efecto perverso de aumentar las disparidades entre las Autonomías, y, con ello, la proliferación de reductos de incompetencia y desigualdad en la enseñanza, la sanidad, las oportunidades laborales, la gestión administrativa, los impuestos locales. Se está faltando al principio de la solidaridad que sí está previsto entre los derechos fundamentales: todos los españoles serán iguales ante la ley y dispondrán de la misma calidad en la prestación de los servicios básicos.

La Constitución no ha quedado inservible, ni mucho menos. La que está rota o profundamente deteriorada es la unidad entre los españoles, aunque no se sea plenamente consciente del descalabro.

La rompió el gobierno catalán, encendiendo deslealmente a la mitad de la población de esa región, en un camino de tensiones de imprevisible futuro y que se complicó por la dejadez y falta de visión del anterior Gobierno en no atajarlo a tiempo y se envenenó aún más por haber aceptado el apoyo secesionista del actual para sacar adelante, por primera vez en España vigente esta Constitución, una moción de censura.

La pretenden romper, por la derecha y por la izquierda, aquellos partidos que han buscado su identidad en la destrucción de lo que tenemos sin ofrecer alternativas o levantando expectativas que no se pueden cumplir en ámbitos sustanciales: creación  de empleo, crecimiento económico, mejora de prestaciones, etc. Falta, con desgraciada vocación de permanencia, el encaje entre la sociología y la economía, entre la técnica y la filosofía, entre lo que se imagina poder conseguir y lo que se puede lograr en la práctica.

Me alarma ver la pérdida del principio de la viabilidad de lo más razonable, en particular, los dos partidos antes mayoritarios, PP y PSOE, inmersos en una búsqueda de nueva identidad, propiciada por personalismos más que por ideas, y despreciando opciones de consenso o el uso de la perspicacia y visión del interés general, dejando que pactos entre otros partidos hagan viables gobiernos en minoría.

Y me preocupa también que un partido nacido, según se dijo, para el equilibrio, Ciudadanos, sea bombardeado sin piedad por la izquierda, por la derecha, y por los medios, adulterando y falsificando, con cada andanada, la visión de ponderación que han pretendido dar, y afectándola, por razón del desconcierto que provoca tanta exposición pública. La incorporación de Manuel Valls como candidato a la alcaldía de Barcelona ha significado aceptar un verso libre más cercano al socialismo, cuya asimilación por el partido y sus votantes objetivo, está por descubrir.

El resultado de las elecciones en Andalucía ha puesto también de manifiesto la descomposición ideológica de España, fragmentada de una forma que pensábamos estaba superada. Como efecto de esa segregación que tiene que ver con sentimientos viscerales más que con programas, se está hablando hoy de la necesidad de un pacto de derechas para dar el poder al Partido Popular, integrando a Vox (segregación teórica por la derecha del PP, con capacidad de captación del votante descontento), Ciudadanos y al propio PP, desbancando al gobierno socialista que ha reinado (es una metáfora) en la región durante casi cuarenta años.

A quienes vimos con interés, en su momento, la opción de un gobierno estatal PSOE-Ciudadanos como la vía para recuperar calmas perdidas, apetece ponerse de perfil para no ver el final de la opción que preconizada hace ya siglos el partido de Albert Ribera, de traer calma y equilibrio a la escena política. Si Ciudadanos se funde en el magma en donde ya están ya licuadas las derechas de todo color, desaparecerá.

Un consejo, pues. Dejen Vds., españoles que se dedican profesionalmente a la política, y voceros de la reforma constitucional, de presionar sobre lo que saben inviable y concéntrense, por el bien de todos, en recuperar la unidad entre españoles, analizando, con extrema atención y cuidado, lo que puede hacerse para que la sanidad sea, de verdad, la misma en toda España; la educación vuelva a tener el mismo baremo de exigencia y opciones para todos los españoles; las administraciones dejen de ser pequeños monstruos faltos de coordinación y voraces, refugio de independentistas de salón. Para que el ejercicio del derecho a la justicia no tenga interferencias de ningún tipo, se eliminen leyes y normas que solo crean confusión, se uniformice tanto el derecho vigente como su aplicación.

Reconstruyamos la unidad de España, antes de que nos encontremos, de nuevo, en los auspicios de un revenido 1936. Repasemos entre todos la Transición, para detectar dónde nos hemos desviado de lo que pretendíamos lograr y creímos haber alcanzado.

Estamos a tiempo de evitar que generaciones que no han vivido la transición o no la conocen, tengan que llevarse las manos a la cabeza, diciendo “ no es eso, no era eso”.

—

Pocas imágenes necesitan explicación acerca de su belleza. Estos flamencos forman parte de un grupo de algunas decenas a los que sorprendí en las marismas del Odiel, comiendo de las aguas someras en hoy abandonadas salinas, a la misma vera del puerto de Huelva. Se espantaron ante mi presencia y saqué varias instantáneas cuando emprendieron el vuelo.

 

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Hércules y la reforma de la Universidad

4 julio, 2018 By amarias Dejar un comentario

Mi admirable colega Pedro Duque (Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades) se ha propuesto reformar la manera de hacer Investigación en España, elevar el nivel de la formación universitaria y, en suma, impulsar el país hacia las estrellas and beyond.

No lo tiene fácil, porque: a) en España nada es sencillo, dada la especialidad de muchos en poner palos a las ruedas y b) el Ministro astronauta viene de la estratosfera formativa y, aunque se esfuerce en aprenderlos, ni conoce ni le dará tiempo a desentrañar los entresijos educativos de nuestro país, en el que llevamos muchos años de desmantelamiento sistemático de la enseñanza de calidad.

En su visita a la Universidad de Salamanca (el 21 de junio de 2018) ha reconocido que, de entre los muchos temas que se le ocurre renovar, de momento, “solo puede mantener las expectativas”, por ejemplo, de duplicar el gasto en investigación y desarrollo. Tampoco pudo anunciar, aunque hubiera querido, un Pacto de Estado por la Ciencia, que, por supuesto, aplicaría criterios de excelencia, porque para ello se necesitarían recursos que no tiene su Ministerio, que está -lo apunto yo- “a la cuarta pregunta”.

El discurso de réplica del rector, ese día viajero, puso de relieve que la USAL (Universidad de Salamanca, para los amigos) es un ejemplo a seguir. Sus elogios a la institución, decana de los centros de docencia de las élites académicas hispanas, “Universidad literaria” que no presta lo que natura no da, fueron rayanos en lo apologético.

Doy por seguro que cuando el buen Duque vaya de visita a otras Universidades se encontrará con los mismos o parecidos cantos de autosatisfacción, con el riesgo claro de que se deje confundir por lo deseos sin penetrar en los abismos de la realidad.

Para reformar la Universidad hay que meterse muy hondo, con escafandra para aguantar fuertes presiones y con el machete imprescindible para liberarse de las algas correosas que cercan cualquier intento de avanzar entre las matas de posidonia complaciente y endogamia aberrante.

Para conseguir calidad de verdad, habrá que revisar las competencias del profesorado, romper clanes claustrales, borrar asignaturas sin sentido, desmadejar carreras sin profundidad, poner en solfa títulos sin valor de mercado. Hay que volver seguramente a tiempos anteriores a Bolonia, no tener pavor a incorporar profesorado no titular y sí experimentado para que imparta otras visiones, y en fin, recuperar la ordenación universitaria como algo propio del Estado central, de las competencias que nos afectan a todos, y no dependiente de los caprichos, veleidades y desinformación de las autonomías y sus intereses por el yo más y no importa lo que cueste.

Para conseguir que la Universidad se relacione de tú a tú con las empresas (y no solo con los grandes grupos empresariales), hay que revisar los acuerdos de colaboración, el destino que se haga de las dotaciones, y evaluar con serenidad e independencia la realidad de lo conseguido y su aplicación práctica.

Para conseguir una Universidad eficiente hay que eliminar la presión del (mal) alumnado sobre los títulos, elevar sin miedo los niveles de exigencia, proteger a los profesores eficaces y serios y aparcar a los adormecidos e indolentes, y, por supuesto, defender a los alumnos que desean ser formados en calidad y no ser aprobados por conmiseración, atendiendo, por medida de resultados, a la empleabilidad de los egresados y al éxito de sus trayectorias curriculares posteriores.

Pedro Duque sabe lo que hay que hacer, pero quizá ignora que no le van a dejar hacerlo. Hay demasiados intereses en juego.

Y, por cierto, debería ponerse de acuerdo con la Ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, que también tiene las ideas muy claras y que igualmente quiere lograr la excelencia, e incluso que los alumnos aprendan inglés (¿por qué no chino?). Como quiere impulsar la formación dual (que llevamos teóricamente empujando en este país de conceptos desde hace varios años sin que se noten los efectos), tendrá que dialogar, y mucho, con las empresas y con los profesores, y realizar en conjunto el cuadro de lo necesario antes de lanzarse por lo vistoso. Tarea de titanes.

Por cierto que la Ministra Celaá ha reconocido que en estos días de intensa actividad del nuevo Gobierno han trabajado sin descanso (lo que me creo a pies juntillas) y que, contrariamente a lo que la gente cree, ya tienen un programa de Gobierno completo. Sería, en mi opinión, conveniente que lo divulguen.

Y repito, sin ánimo de disculparme: el mío es fuego amigo, y disparo, por tanto, con cartuchos de salva.


Esta foto corresponde a un escarabajo pelotero (onthophagus taurus), al que rescaté de una piscina en la que se había deslizado la noche anterior. La instantánea es de mala definición, (está tomada con un móvil y baja luminosidad) pero creo que se trata de una hembra. Mi débil convicción proviene de que no le distingo los cuernos con los que defienden los machos su deseo sexual. Claro que lambién puede tratarse de un macho que haya nacido sin ellos o los haya perdido, traicionando así el nombre específico que le han puesto los naturalistas: más que toro, coleóptero mocho, novillo de boñigas.

 

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La mano tendida del PSOE, en sus justos términos

10 febrero, 2016 By amarias 2 comentarios

He bajado de internet el “PROGRAMA PARA UN GOBIERNO PROGRESISTA Y REFORMISTA. PROPUESTA DEL PSOE”, fechado el 8 de febrero de 2016, con el que el presidenciable Pedro Sánchez trata de seducir a los partidos con los que debería pactar para poder ser investido Presidente. No va dirigido al PP, ya que desde las primeras páginas resulta claro que no cuenta con este partido, puesto que “la mayoría abrumadora de los ciudadanos ha dejado claro que (…) ha pasado el tiempo del Partido Popular” (sic) y “desde posiciones diferentes han coincidido en su deseo de no encomendar al PP la dirección de la vida colectiva en esta nueva legislativa.”

Podría escribir, a continuación, que me leí el Programa. Consciente de que no interesa a nadie mi opinión, ya que no estoy en la negociación -como tampoco lo está el lector que pudiera leerme-, me guardo la misma, aunque no sin decir que me parece inabordable. Y no porque me parezca mal -ya se sabe que el papel lo aguanta todo, y con mayor entidad desorientadora aún, internet-, y aún menos porque reniegue de mi devoción estructural por el socialismo democrático posibilista, sino porque le falta algo fundamental a un Programa de Gobierno: no existe la menor indicación acerca de los costes del mismo.

Si aparecen cifras en el Programa (pocas), son escasas. Sirven para anunciar medidas con las que “mejorar la cualificación” a 700.000 parados, mismo número que los que han abandonado los estudios (¿cifra mágica?) “sin titulación ESO y, por eso no trabajan”(!); la promesa de aumento de empleo público en 5.000 personas -¿para hacer qué?-; el “límite de pago en efectivo a 1.000 euros” y…poco más.

¿Más deuda, más impuestos, reclasificación de partidas presupuestarias, confianza en una recuperación milagrosa? Ignoro el tipo de santoral que maneja Sánchez y sus mentores y, en realidad, tampoco me importa. Lo urgente es que se empiecen a tomar medidas concretas y que estas surtan efecto, en la dirección en la que la mayoría ciudadana, lo haya explicitado o no al votar en las urnas el 20 D, desearía como objetivo principal al Programa: la disminución del paro y la generación de más actividad.

Por eso, para no caer en la trampa de un análisis crítico, he recurrido a lo más simple: copiar en formato Word el Programa y, con la ayuda del Buscador de términos, detectar el número de veces que se hace referencia a una raíz o palabra concreta. Después de todo, si en un escrito de 53 páginas con intenciones programáticas hay vocablos o expresiones que se repiten más que otras, tenemos ahí un reflejo de la intención subyacente, del esquema subliminal con el que se ha construido la propuesta y, naturalmente, de aquello que más preocupa al futurible partido de Gobierno.

Estos son mis resultados, que expongo, al mismo tiempo que invito al lector interesado (y, tal vez, desocupado) a que haga más exploraciones por su cuenta (indico, después de la palabra o raíz, el número de veces que se encuentra en el texto):

Administ 51; Amb 11; Audit 6; Autonom 10; beca 3; Bruselas 4; Cargo 17 (sobre todo, “cargo público”); Ciudadanos 25; Consumo 21; Control 22; Coste 8; Creación 20;  Crisis 11; Cultur 23; deb 71 (“deber”1 (de colaborar); Defensa 19; Derecho 58; Desahu 3; Difer 8; Economía 15 (“economía sumergida”, 4); Educa 17; Elector 17; Empleo 49; Empresa 65; Equilibrio 4;Equival 3;Europ 41; Gasto 16;Hombres y mujeres 9; mujeres 21; jóve 6; mayor 4; pension 7; Enseñ 0; Formación (31, “información 13); Iguald 33; Impuest 11; Incompat 5; Indust 6; ingr 16; Interés 19;  Investig 11; Justicia 5;Ley 94 (“Decreto-Ley” 4); Mayor 39; Minor 4; Minería 0; Modelo 14; Mund 4; Nuevo 54; Obligac 11;Paro 5; Partido Popular 3;Partido socialista 2;paternidad, 3;Patrimon 11; Precio 7; Préstamo 4;Presup 31;Programa 24;Poder 6 (“poder adquisitivo” 1, “poder judicial” 2); Proyecto 19;Recup 29; Reform 100; Relig 4;Responsab 13; Salar 15;sani 11; Sindic 3;Tecno 11;Terr 4; Trabajo 66; Universidad 7; Violencia de genero, 19; Vivienda 9.

De esta relación, que he transcrito por orden alfabético, se pueden deducir, sin duda, algunas conclusiones muy básicas:

  1. El enfoque mediático del Programa. El mayor énfasis sobre algunos términos pone de manifiesto que se ha concedido especial atención a temas de actualidad. Es el caso de la expresión “violencia de género”, cuestión a la que no niego importancia, pero no me parece que merezca tanta relevancia en un Programa de puntos básicos. A parecido nivel sitúo la raíz “incompat”, que refleja la preocupación -más política que otra cosa- por el ejercicio de la función de representante del pueblo y gestor de asuntos privados. Es más grave la escasa formación (vital y profesional) con la que muchos llegan a la política, lo que traslada a futuro la cuestión de qué harán cuando dejen de representarnos. La raíz “desahu”(cio), con 3 citas es una referencia más a lo inmediato. Tampoco se entiende bien que “Defensa” tenga 19 nominaciones (un guiño al general Rodríguez y a Podemos?). Bien está que se apoye la Cultura, pero citarla 23 veces, ¿no es un poco excesivo, en relación con otros términos?
  2. La enunciación de problemas graves sin profundizar en su solución. El tema de la reactivación, que implica la motivación y movilización de todos los agentes económicos -y no solo los demandantes de empleo- queda abierto. Hay 29 citas a la “Recup(eración”, 5, al Paro, y 15 a Economía,… pero solo 6 a Indust(ria), ninguna a Minería, se abomina explícitamente del Fracking, y se anuncia el cierre de las centrales nucleares a los 40 años de vida; etc. En general, como es habitual, por desgracia, en los Programas políticos al uso (de ingenuos iletrados), se menosprecia la técnica, la industria, y la referencia a las tecnologías es tímida, equívoca o falta de un elemento sustancial: decidir quién va a pagar por los programas, y tanto más cuanto más ambiciosos : (¿”materiales avanzados”? ¿”nuevo modelo de gobernanza”? ¿”creación de 200.000 nuevos puestos de trabajo” en la rehabilitación urbana? ¿”nuevo modelo de crecimiento”? ¿”nuevos competidores”? ¿De qué manual de buenas voluntades se han extraído a la carrera esos términos?)
  3. Se pone énfasis en el deseo de reforma, eso sí. 100 citas al vocablo la convierten en una de las palabras claves del Programa (24 veces citado) y se prevé una importancia legiferancia: 94 veces se utiliza la palabra Ley. La Justicia no preocupa tanto, en apariencia (5 nominaciones) y el “poder judicial” solo se cita dos veces. La sanidad sube 11 escaños, lo que no alcanza, por ejemplo, a la bio(logía), que no tiene sitio.
  4. El entorno internacional tiene una presencia limitada en el Programa. 41 citas a Europa y 4 a Bruselas, y 4 al mundo mundial (una, a EEUU, para referirse a él como modelo puntual de una de las medidas propuestas), las mismas veces que se refiere al “terrorismo” (2 veces con la categoría de “internacional”).
  5. Hay mucho más interés en resaltar los “derechos” -58 referencias- que los “deb(eres)” -1 sola vez, el “deber de colaborar”-, en tanto que la raíz “deb”, aplicada a “deberán” -de forma genérica- es hiperutilizada 71 veces. Los ing(resos) y los gast(os), quedan compensados a 16 puntos. La “formación” es una preocupación persistente, aunque no se traduce en “enseñanza” y no demasiado en “Universidad” (7), para lo que la necesitaríamos cambiar, ya que es, a un tiempo, generadora de paro juvenil distinguido y necesaria potenciadora de la creatividad aplicada. Y, aunque se hace una cita al “ingenio”, ninguna a los “ingenieros”, aunque la “tecno”(logía) está mejor representada (11 veces; 1, con la palabra con connotaciones casi mágicas, de “biotecnología”).

Así podría seguir haciendo análisis transversal, pero me entra sueño. Así que, termino aquí, deseando suerte a quienes están negociando, sea lo que fuere. La necesitamos todos…

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El acoso en el ámbito militar

22 junio, 2015 By amarias 2 comentarios

El caso de la ex comandante Zaida Cantera, que en realidad es el caso del coronel Isidro Lezcano-Mújica, condenado a dos años y diez meses de cárcel por acoso sexual, ha abierto al público en general la cuestión, de resolución en absoluto trivial, en torno a tres asuntos que guardan una relación entre sí que tampoco es sencillo calificar: a) si debe existir un Tribunal de Justicia Militar, b) si existen delitos que solo puedan ser cometidos por militares o, excepcionalmente, por civiles en casos concretos y c) si delitos comunes -recogidos en el Código Penal general- pueden ver agravado el tipo de lo injusto cuando el sujeto o la víctima son militares y, en ciertos supuestos, cuando el lugar, el medio utilizado o el objeto afectado, pertenecen a la esfera militar.

El debate lleva abierto desde hace décadas, y es bien conocido por los especialistas que no existe una línea uniforme entre los Estados, incluso entre los considerados democráticos y, de entre ellos, los supuestamente más avanzados en el respeto a los derechos y deberes.  No voy por ello, en este breve comentario, más que a referirme -y sin profundidad- a dos características muy relevantes, en mi opinión, del caso Lezcano-Mújica.

Que un supuesto delito o falta común, suficientemente caracterizada en su tipo y agravantes, por el Código Penal español vigente, como es el acoso sexual, sea analizado por un Tribunal Jurídico Militar, es, sin duda, una anomalía conceptual y un exceso de segregación jurisdiccional. En principio, podría suponerse que el atraer un caso de justicia común al ámbito militar, para juzgar el acto hipotéticamente ilícito cometido por un superior contra una inferior, es indicativo de que se pretende juzgar con mayor benignidad -protegiendo al mando de mayor grado- la cuestión.

No ha sido, sin embargo, éste el caso. Lo afirmo, independientemente del efecto mediático conseguido por el talante personal, la fuerza expresiva y la credibilidad emocional de los argumentos, ingredientes expuestos públicamente, para consumo y análisis general, por la comandante Cantero. Me abstraigo de la escasa, y cuando la hubo, posiblemente merecedora del calificativo de deplorable, intervención por parte del Ministerio de Defensa, que solo aportó leña a la subjetividad del tema. Y lo hago, en fin, al margen de otros factores, como pueda ser la confusión popular respecto al papel de las fuerzas armadas en tiempo de paz, heredera en mala parte del comportamiento chulesco de algunos de los militares levantiscos en la postguerra, y sometida, entre militaristas y pacíficos, a esquizofrenias o maniqueísmos que precisarían urgente revisión social.

Desde la serenidad, y la comparación con otros procesos judiciales, el esfuerzo de instrucción en el caso que pretendo comentar, ha sido importante…y, sin duda, excesivo. En el ámbito civil, ese caso no hubiera alcanzado especial relevancia -seguramente, ninguna-, sepultado por centenares de otros similares, de los que -sospecho, a falta de mejores datos- la mayoría son sobreseídos o archivados sin el menor progreso procesal, por falta de pruebas y testigos.

En la jurisdicción militar, sin embargo, a la que llegan pocos asuntos de este cariz, y dado el efecto de apetitosa difusión en los medios que alcanzó, la instrucción resultó altamente pormenorizada y, además, los juzgadores se encontraron sometidos a una indudable presión, observados con lente de aumento. No solamente el tribunal, sino, y sobre todo, el acusado se convirtió en sujeto de una disección en toda regla.

Puede que, observado en esa situación incómoda, de tener que defenderse de la acusación de un inferior jerárquico -¡y mujer!-, a salvo del círculo de amigos y conocidos, que se expresarían comprensivos con su relato, el coronel no haya sido capaz de despertar la menor simpatía. Dio la imagen de un tipo más bien zafio, al que se le podrían atribuir -por sus infaustas declaraciones en el proceso- los adjetivos de prepotente, machista y petulante…

Elegido como buco emisario, macho cabrío expiatorio de la necesidad de humillar, de vez en cuando, a algún superior como redención de lo que tenemos que soportar de toda autoridad, la pieza resultó excelente. Hay que admitir, sin embargo, que su perfil no se diferencia un ápice del de tantos y tantos individuos que andan por ahí, que están a nuestro lado, tocando al disimulo muslos, rozando como si tal cosa carnes contra carnes, echando miradas con intenciones que podrían entenderse como rijosillas, y, cuando se encuentran en lo que creen auditorio adecuado, presumiendo de haberse ligado a secretarias, subordinadas, esposas ajenas y colegas, animando a los suyos a evadirse a un burdel para festejar un logro, y aprovechando cualquier ocasión para lucir sus dotes de contador de chistes e historietas -reales o inventadas- en las que el héroe es el villano, la mujer el objeto, el homosexual o el diferente, el objetivo de la chanza.

Que el caso haya sido tratado en la jurisdicción militar y por un tribunal constituido por militares (independientemente de que le corresponda la última revisión al Tribunal Supremo), ha perjudicado al encausado. Su condena es excesiva, porque se tuvo en cuenta, y de forma especial, la gravedad del prevalimiento como superior militar.

Pero, además, el que el caso se haya visto en un Tribunal jurídico militar ha perjudicado a la víctima. La comandante Cantera, cuya vocación militar es evidente, y así lo ha reconocido ella misma y su brillante historial, ha visto su carrera abortada. Y puedo sospechar que su esposo, también militar, no tendrá un camino precisamente de rositas hacia el generalato.

Un caso, por tanto, para meditar, hurgando entre todos sus matices, analizando los condicionantes, extrapolando sus consecuencias.

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Mi Diccionario desvergonzado: líder, cargo, ópera, reforma, verano, profesor, carácter, mito, deuda

6 agosto, 2014 By amarias 1 comentario

Líder.-1. Dirigente de una agrupación política que ha tenido una larga trayectoria personal en otros partidos, normalmente situados a gran distancia ideológica de sus actuales principios confesos, en los que aprendió vocabulario, actitudes y destreza en disimular sus propias creencias, adaptándolas a la previsible mayoría. 2. Deportista de cierta competición extremadamente aburrida como espectáculo, que lleva casi desde los primeros momentos una camiseta de color amarillo chillón, para que se le distinga durante la conexión telesiva, referencia visual infalible para facilitar la siesta. 3. Persona a la que se atribuye carisma, pretensión de propiedades mágicas que actúa como placebo colectivo.

Cargo.- 1. Cantidad que una entidad financiera hace figurar como pasivo en la cuenta corriente y de la que los expertos aconsejan analizar con atención su procedencia y cuantía, lo que demostraría la desconfianza experimentada de sus titulares 2. Persona que cobra más que las demás en un grupo, como resultado de lo cual, esto deben aplicarse con mayor intensidad para justificar su sueldo de él y el sueldo de lo suyo. 3. Buque de mercancías preferido por los polizontes en las travesías por mar.

Opera.- 1.- Culta combinación de música y canto cuyo argumento no es necesario conocer, ya que lo que lo única que cambia son los interpretes. 2. Edificio bastante antiguo en el que se representan obras teatrales y se proyectan películas, y en  la que, sin que se conozca la razón, si, por casualidad, la obra representada es justamente una ópera, se debe acudir luciendo el mismo traje que si se asistiera a una boda.

Reforma. 1. Eliminación del gotelé en un piso para sustituirlo por pintura al temple, que se realiza por inmigrantes y se paga con dinero negro. 2. Cambio o renovación, incluso con material nuevo, bien en la cocina (cimera,  grifería y frigorífico), bien en el aseo de invitados (eliminación del bidé). 3. Modificación de la cúpula directiva en un partido político, sin interés externo. .

Verano. 1. Tiempo comprendido entre un propósito de hacer múltiples cosas y la comprobación de que no se han hecho. 2. Se dice que falta a aquella persona que no nos resulta simpática, como indicativo de lo que le falta para ser similar a nosotros. 3. Época del año que las familias con hijos pequeños aprovechan para acercarse a una playa y untarse con cremas propias mientras huelen sudor ajeno.

 Profesor.-1. Maestro que da clases particulares, mediante remuneración adecuada, de una asignatura árida y de la que, por fortuna, suele conocer los trucos del titular de la misma en la Universidad o Institución de enseñanza, incluido, el libro de donde extrae los problemas de examen. 2. Virtuoso de un instrumento, que toca en una orquesta de renombre, y que da clases a alumnos poco dotados de cualquier otro, para ganarse la vida.

Carácter.-1- Exageración para referirse a personas que alardean de mucho remango, lo que suele provocar su aislamiento. 2. Símbolo del teclado sin mucha utilización, salvo tres o cuatro que nunca están en el sitio adecuado.

Mito.- Elucubración increíble, tenida por falsa, salvo que los responsables de interpretar los designios divinos lo declaren dogma.

Deuda. 1. Ingente cantidad de dinero que, por designio irrefutable, deben los países pobres a los que les están explotando. 2.Entre particulares, cantidad de dinero que suele olvidar el que lo ha recibo, y que permanece indeleble en la memoria del que lo ha entregado, hasta que se salde. 3. Formulismo arcaizante por el que quien ha recibido un favor o atención -típicamente, un puesto de trabajo- expresa su ferviente deseo de no tener jamás que corresponderlo.

(continúará).

 

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Mejorando el rendimiento del Sistema (Improving the System Performance)

25 febrero, 2013 By amarias2013 Dejar un comentario

En un comentario anterior, he tratado de hacer ver que la obsesión por detectar la totalidad de los fallos o defectos de nuestro sistema operativo, puede satisfacer momentáneamente los deseos populares -y populacheros- de lograr más claridad, y incluso, para algunos, excitarían los ánimos de revancha (que son ajenos a la justicia y, sobre todo, a la economía), pero no mejoraría la situación en cuanto a la efectividad de aquél.

Al contrario: cuanto mayor sea la presión focalizada hacia algún sospechoso, todo irá seguramente a peor, (1) , debido a que se está falseando la verdadera naturaleza del mal. Los presuntos infractores cuyo juicio concentra ahora el interérs mediático, no han sido descubiertos en su posible -casi segura- irregularidad gracias al método de la inspección, o al buen funcionamiento de los sistemas de control, sino por casualidad.

Y es esa anómala circunstancia la que permite poner en duda la solvencia total del sistema para autocorregirse y el riesgo de quedarnos, en el podado de las ramas dañadas, solo con la tijera. La persecución de unos pocos, descubiertos por azar o la acusación de alguno de sus cómplices cogido en falta, podrá servir, en su momento, como catarsis parcial, alivio momentáneo al imaginar  que se han detectado a los culpables del mal que nos aflige, pero no garantiza (en absoluto) que se hayan atrapado a los más dañinos, ni supone mejorar, al apartarlos, la actual ni la futura honestidad del sistema, ni quedará mejorada la competititividad ni la producción o el consumo, ni se logrará, por ello, el aumento del bienestar común.

Como reacción natural, el sistema se contraerá, al incrementarse la incomodidad y recelos en los espacios de los que se saben también pecadores, temiendo llegue el momento en que alguien (¡traidor!) los delate, para salvar su pellejo o aturdido por el contagio justiciero.

Seguramente, poco más pasará. Y si así sucede, como ya sucedió en otros casos,  todo acabará cerrándose con sobreseimientos, acusaciones recíprocas, confusión generalizada y dos o tres chivos expiatorios pasando un período en la cárcel (suficiente para que escriban uns confusas memorias que se convertirán en ininteligible bestseller). En suma, el efecto se diluirá, las aguas volverán a sus cauces turbios,  provocando tal vez mayor prudencia en las actuaciones de algunos (que delegarán responsabilidades eventuales a los escalones inferiores de la pirámide de decisiones, con códigos éticos para salvar su tipo) y, en poco tiempo, aumentará la evasión y la acumulación del lujo y el despilfarro, se hará más profunda y soez la corrupción, y aparecerán nuevos mecanismos de infracción (técnicos, económicos, jurídicos) que resulten menos detectables a la inspección oficial, incluso lícitos, todo ello con una disminución de la actividad real, aumentando la dosis de la subterránea y opaca.

La clave, en mi opinión , ha de buscarse en otro lado.

Porque no somos tan especiales los españoles, o los portugueses, los italianos o los griegos: no estamos solos en el pecado, sino muy bien acompañados. El modelo capitalista internacional está estructuralmente corrupto, porque es su modo óptimo de sobrevivir. Ha nacido con vocación de corromper, por su propia esencia. No caigamos en la ingenuidad de suponer que las empresas o instituciones con sede en otros países no utilizan las mismas o parecidas artimañas; no nos creamos las clasificaciones internacionales de transparencia, porque no distinguen entre corruptos y corruptores y están hechas desde la posición de los que dominan las artes de la ocultación.

Nuestra tendencia hispana a imaginarnos originales y hasta exacerbados incluso en el pecado, corresponde a un complejo de inferioridad quasi-infantil, que se potencia por declaraciones de quienes están a cargo del sistema, se difunde por la prensa y se apoya en la opinión pública, alimentada y conducida como rebaño. Es la sociedad líquida: de líquido espeso y maloliente.

Y es que, además, si se me permite el malévolo argumento, la existencia de un porcentaje de economía sumergida es bueno para el sistema, pues alivia tensiones que la economía oficial no sabría corregir y distribuye medios de subsistencia en los sectores más bajos de la sociedad (además de beneficiar a algunos tiburones). Sucede como en los sistemas de abastecimiento y saneamiento de agua en las ciudades: un 15 a 25% de pérdidas de líquido es, no solo inevitable, sino ventajoso, pues ese agua es devuelta al terreno, sirve para recargar los acuíferos y reeequilibra el nivel freático.

Se debe valorar también la importancia del efecto perverso del envenenamiento de los principales controles y agentes sobre el resto: hay que admitir que todo estará más o menos contaminado, y un afán inquisidor sobre la totalidad, llenaría los juzgados de procesados, las cárceles de internos y paralizaría o deterioraría aún más la economía, perjudicando la imagen exterior (cínica) de forma brutal.

El descabezamiento de algunos o todos de los principales malfactores del sistema (si pudiéramos ver por una rendija qué ambiente se respira, de verdad, en los sancta santorum de empresas, sindicatos, partidos políticos…), al carecer de sustituto de igual tamaño, teóricamente limpio de culpa, acabará arrastrando la caída de amplios sectores productivos , o, como efecto indeseable también, solo conseguiráque el hueco sea aprovechado como oportunidad por otro agente de la misma catadura.

No veo en la modificación profunda de la Constitución ninguna ventaja especial. Cambiar algunos artículos de la Carta magna puede tener un efecto de distracción (saludable, en este momento), pero sería inocuo. Hay que concentrar los esfuerzos en intensificar la cooperación y el diálogo constructivo entre todos los agentes, especialmente los que crean empleo, y representantes de la sociedad civil.

Ni siquiera me detendría mucho en aumentar las medidas de control o la inspección: la ética debe ser norma de actuación general y, por ello, hay que confiar que el sistema alcance su equilibrio a niveles éticos adecuados parra su funcionamiento, porque la ética universal no se impone. Lo que sí hay que incorporar es la solidaridad, analizando el modelo económico y sus objetivos sociales,

Es necesario un pacto del empresariado con el Estado, esto es, con la sociedad. Y ahí tenemos un grae déficit, por dejadez, ignorancia, y falta de formación práctica de políticos, funcionarios y agentes de control. También, por interés, desidia, y ausencia de solidaridad de los agentes de producción y económicos.

Hay que construir urgentemente ese diálogo efectivo, hacerlo transparente, y forzar a que la imagen del empresario sea moderna, comprometida, constructiva. No es tolerable que los ejecutivos de las grandes empresas de este país tengan sueldos que a la inmensa mayoría de sus conciudadanos les parezcan cosa de fantasía. Hay que incorporar representantes efectivos (no floreros) a los consejos de administración de las empresas de mayor facturación y empleo, que garanticen el cumplimiento de objetivos sociales, pero, también, que sirvan para dotar de credibilidad total a su funcionamiento.

Estamos en tiempo de descuento, pero el partido se está jugando todavía.

—

(1) A lo que contribuyen, con actuaciones que no están libres de pecado,  la lentitud de la Justicia y la obstaculización procesal de las defensas,  frente a los juicios sumarísimos de los Telediarios.

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El Club de la Tragedia: Entre el status quo y rebus sic stantibus

12 febrero, 2013 By amarias2013 Dejar un comentario

Intuyo que al lector le sucederá como a mí: hay mucho ruido y no se puede trabajar tranquilo.

Trata uno de concentrarse en la mejor manera de sacar alguno de los temas pendientes adelante y, de pronto, le interrumpe el estruendo de alguien que lanza un petardo en la calle de las ideas de reforma pacífica. Por las noches, las comunidades de Malpensantes y Acertaréis organizan fiestas multitudinarias en el barrio, en las que se reparten gratis bocadillos de destrozos y se bebe sangre fresca de incautos y malditos. Han soltado animales salvajes sobre los parterres de pensamientos bientencionados que las autoridades acababan de plantar con nuestros dineros.

Imposible no dejar de pensar qué habrá pasado con los antiguos colegas de tertulia, respetados vecinos del ideario voluntarista y de las cruzadas por la economía global, que tomaban café dejando siempre un último sorbo como señal para que el camarero no les retirase la taza de la mesa. En el espacio que ocupábamos, unos energúmenos con permiso caducado se han puesto a trabajar con sierras metálicas, seccionando sin encomendarse a dios ni al diablo varias vigas constitucionales, empeñados en hacer una reforma social total, que pagarán, según dicen, con creces, futuras generaciones.

Cada día se produce el estallido de alguna verdad de las que teníamos apuntaladas -hay que reconocerlo- con acuerdos de fantasía, pero el conjunto resistía y bajo ellas se cobijaban cientos de miles de familias. Como esos edificios muy viejos de los cascos antiguos de las ciudades, que se apoyan unos en otros sin caerse, como han hecho durante siglos, hasta que un constructor moderno, con planos de arquitecto y cálculos precisos de estructuras con medios informáticos, toca un solo ladrillo del solar vecino, y se vienen abajo, rindiéndose de pronto a la evidencia de que no les correspondía estar en pie, que su correcta posición es la de desplomados en el suelo.

Los abogados recurrimos de vez en cuando al argumento que recoge la expresión latina rebus sic stantibus (“mientras permanezcan asi las cosas”), para expresar que, si no se modifican -sustancialmente, habría que precisar- los elementos de la situación actual, se mantiene la validez de lo expresado en el contrato o en la exposición razonada.

Está también el respeto debido al status quo, que es la situación actual que presupone, por su propia existencia, la existencia de un equilibrio, algo admitido por todos, al menos, hasta ahí.

Pues bien: aunque tengo la cabeza inflada de las interferencias provocadas por este tropel de malas noticias que se lanzan continuamente, como langostas de una plaga bíblica, contra mis ventanas de doble cristal, me parece que, obcecados por lo que puede ser mejor, estamos olvidando que el status quo del que partíamos hace apenas un par de años no era malo.

Si pudiéramos recuperar aquella posición, y trabajar rebus sic stantibus, podríamos detenernos a razonar qué es lo que de verdad, queremos hacer con nuestras vidas, decidiendo lo que deseamos cambiar, lo que hay que tirar y, sobre todo, cómo nos planteamos construirlo.

Antes de que sea demasiado tarde.

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Entradas en el Blog Alsocaire durante 2011

19 enero, 2013 By amarias2013 Dejar un comentario

Estas son las Entradas, o Comentarios, que publiqué en el Blog Alsocaire, que dejé inactivo (en cuanto a mis publicaciones, no, por lo que veo, en cuanto a seguimiento) a principios de 2013.

Los diferentes artículos reflejan, desde luego, la mayor parte de mis preocupaciones sobre la actualidad en ese año y me agrada pensar que pueden ser de interés a algún lector. Si alguien desea el Libro con todos ellos, en formato pdf, (al igual que para cualquiera de los años en que mantengo actividad en este medio, de 2005 a 2012), se lo enviaré, con mucho gusto, a la dirección electrónica que me indique.

 

  1. 1.            Sobre Alsocaire en 2010
  2. 2.            Por fas o por nefas

3. Entre pocos anda el juego

4. Entre Cascos y cascotes

5.Desde la ingenuidad

6. En exaltación del espíritu militar

7. Sobre el afán de prohibir

8. Según se mire, formación, cultura, modus vivendi o despilfarros

9. Sobre intangibles e invisibles

10. Hasta donde la vista alcanza, Cuba (1)

11. Hasta donde la vista alcanza, Cuba (2)

13. Hasta donde la vista alcanza, Cuba (3)

 

13bis. Sobre genes y política

14.. Hasta donde la vista alcanza, Cuba (4)

15. Sobre la indefensión ante la desfachatez

16. Desde Wikileaks a la ley Sinde

17. Tras la huella del pacto de las pensiones y del precio de los billetes

18. Sobre el pacto comisorio y la conmiseración de un juez

19. Ante el cambio del panorama político en el Makreb

20. Ante la propuesta de Merkel para ayudar a disminuir el paro en España

21. Hacia la igualdad de la mujer árabe

22. Sobre la reforma profunda de las ingenierías

23. Sobre ética y responsabilidad social

24. A mayores: La valoración por el mercado de los compromisos sociales corporativos

25. A favor de la síntesis

26. Sobre los beneficios empresariales

27. Bajo sospecha: la justicia

28. Contra la huella de carbono, castidad

29. ¡A las armas, ingenieros!

30. A falta de pan, buenas son tortas

31. Sobre la irrupción de la Edad Moderna en el mundo árabe

33. Por la defensa ética de nuestro estado de derecho

33. A la búsqueda de los océanos azules

34. Sobre huellas, sonidos y colores del agua.

35. En el nombre de la Enel-gía, ¿Business as unusual?

36. Sobre ingeniería y paisajes percibidos

37. Sobre la sana envidia y los sabios consejos de almanaque

38. Hacia un nuevo modelo económico, pero ¿cuál? (1)

39. Hacia un nuevo modelo económico, pero ¿cuál? (2)

40. Hacia un nuevo modelo económico, pero ¿cuál? (y 3)

41. Sobre los adultos conflictivos y su tratamiento

43. Desde los juicios sumarísimos hasta los lentísimos

43. Sobre el lascivo encanto de las dictaduras

44. Sobre la celebración del 24-F

45. Sobre la burbuja inmobiliaria y otras razones del mercado

46. Sobre ornitología para estudiantes de español

47. De ruidos

48. Sobre el estertor final de los colegios profesionales

49. En los terrenos del dragón: las profesiones en la UE

50. Sobre los efectos de la tecnología backcasting sobre el calentamiento global de los cerebros

51. Con fabes y con sidrina, non fai falta gasolina

52. Sobre la mujer árabe

53. A medida que se nos van ocurriendo

54. A mala crisis, buena cara

55. Sobre el homo pedisequus

56. En el día de la mujer trabajadora, haciendo un repaso

57. Desde la acribia: condiciones para triunfar

58. Sobre la implantación de un mercado gasista en España

59. A la inmensa mayoría, desde la exigua minoría

60. Sobre lo importante

61. Entre aficionados al reportaje, testigos y protagonistas

62. Con Japón

63. Sobre comportamientos orientales y occidentales

64. Cabe Fukushima

65. Sobre el estado actual y la perspectiva inmediata de la energía nuclear

66. Sobre sobrinos

67. Sobre seguridad global y gambarimasu

68. En pie de guerra

69. De la teoría de bloques a los bloques de teorías

70. Sobre las agencias de medición de riesgos

71. Sobre el peligro de los viernes

72. Por los pelos

73. Entretenidos

74. De sátrapas, revolucionarios y otros intereses en los países árabes

75. Sobre Interights y el caso Garzón v. Spain

76. En el país de los brotes verdes: incapacidades, complacencias y parados

77. En defensa de la pirámide del saber

78. Entre lo esotérico y exotérico, ¿qué hay?

79. Hasta en la sopa

80. Sobre la disputa del voto por el Sr. Cayo

81. Sobre la pareja de hecho entre neoliberalismo e izquierda nostálgica

82. A vueltas con los pecados capitales

83. Parafraseando

84. Desdeñando a Desdémona

85. Sobre las noticias: entidad, durabilidad y alcance

86. Sobre plazos perentorios y dilaciones injustificadas

87. Sobre el concepto de rentabilidad y los intermediarios

88. Sobre grandeur y sentiment d´inferiorité en la península francoibérica

89. Sobre los grados de libertad y su uso individual

90. ¿A favor de una República con D. Juan Carlos como Jefe de Estado?

91. So pretexto de semántica, aporías

92. En la escala 2,5 del índice de estupidez, y subiendo

93. Para los chinos, Zapatero tiene un pañuelo especial

94. En contra de la movilidad de la Semana Santa

95. Tras los cristales

96. Sobre los ciclos en la economía, ingeniería financiera y burbujas

97. Siniestras intenciones

98. ¿Desde el Orgullo ignóstico?

99. La generación vivetú lo queyono

100. De Pascuas a Ramos

101. ¿De veras sabe alguien lo que está sucediendo en el mundo árabe?

102. Sobre el poder de las religiones y de los clanes en los países árabes

103. Sobre el ambiente para políticos y profesionales

104. Con políticos en las ondas

105. Hacia una gestión sanitaria más responsable por un camino tortuoso

106. Sobre espectáculos, espectadores y reconocimientos

107. En memoria de otros primeros de mayo y de la madre muerta

108. En el día del terrorista muerto

109. Sobre el prestigio individual y la calidad universitaria

110. Sobre la incapacidad para generar empleo en España

111. Sobre los Prados Asfódelos

112. ¿Democracia a la carta y decisión judicial por porcentajes?

113. En las miradas

114. Sobre eficiencia, educación cívica y empleo

115. En estas elecciones

116. ¿Por culpa de los griegos?

117. Sobre preparación y competitividad española

118. Por colisión de las placas europea y africana, Lorca sufre un grave terremoto

119. Sobre los derechos fundamentales en internet

120.Sobre el lifting de los políticos

121. Sobre educación cívica y respeto ciudadano

122. Desde el voto al chápiro verde al mecachis en tal

123. Sobre el privilegio de ser norteamericano y la presunción de inocencia

124. En turno de réplica: así vemos los españoles a los suecos

125. Sobre lo que hay detrás de Democracia real, ya

126. Ante la Semana Verde europea, negros auspicios

127. Entre Indignados y Estamos disponibles

128. A DSK le han hecho una pirula

129. Desde Guatepeor a Guatemala, con vistas a Guatemejor

130. Sobre estrategias animales y humanas improvisaciones

131. Sobre el deterioro insostenible de nuestra convivencia

132. Sobre las inconveniencias ambientales

133. Sobre las inconveniencias ambientales (2)

134. Sobre las inconveniencias ambientales (y 3)

135. En favor de los ingenieros españoles

136 ¿Hasta cuándo?

137. Contra pepinos, pepinazos

138. En ayuda de Rajoy y Rubalcaba

139. Sobre el periodismo militante y el filtro de objetividad

140. En ayuda de Rajoy y Rubalcaba (2)

141. Sobre la pista de la Escherichia Coli

142. De ilusión también se vive

143. Entre dimes y diretes

144. Sobre el despilfarro de energías

145. Sobre tics, oportunidades de negocio y empleo

146. Contra vientos y mareas

147. Entre carbayones, magdalenas

148. De méritos a meritorios

149. Por si las moscas, palmetazos

150. Sobre tormentas y aerogeneradores

151. Sobre tormentas y aerogeneradores: rayos, dudas y certezas

152. En teoría de juegos, no siempre ganan los que manejan la banca

153. En teoría de juegos, no siempre ganan los que manejan la banca (y 2)

154. Con perdón por la insolencia: tengo una pregunta para Vd., Mr. Myerson

 

 

155. Para los españoles, se enfría el cambio climático

156. Sobre la conexión entre los mercados energéticos y los financieros

157. Sobre la conexión entre los mercados energéticos y los financieros (2)

158. Hacia la generación distribuída, ¿caiga quien caiga?

159. Sobre la conexión entre los mercados energéticos y los financieros (y 3)

160. Sobre la imaginación y el poder

161. Sobre el agotamiento de la noosfera

162. Sobre la perfección

163. Sobre proles y responsabilidades

164. Sobre las relaciones entre sujetos y el papel de los terceros (1)

165. Sobre las relaciones entre sujetos y el papel de los terceros (2)

166. Sobre las relaciones entre sujetos y el papel de los terceros (y 3)

167. Hacia la ignorosfera por la tecnosfera

168. Sobre exhibicionistas, pudorosos y perversos en la red

169. Sobre sociedad civil y liderazgo

170. Sobre homenajes póstumos

171. Sobre la forma de crear empleo del hijo del cristalero

172. Para entender el mundo algo mejor

173. Sobre antideslizantes, riesgos y espectáculo

174. Sobre la relación entre el Club de la Comedia y Telefónica

175. Por la cocina hacia la solución global

176. Con algo más que dos pelotas

177. En Sudán del Sur no saben qué hacer con el petróleo

178. Sobre el perfil de los emprendedores

179. Sobre el perfil de los emprendedores (y 2)

180. Ante la duda sobre si fue violación o sexo consentido

181. Sobre lo fácil que es ser un (mal) economista o periodista

182. Sobre lo que no hay que hacer

183. A los que el mercado les da, las agencias se lo bendicen

184. En el aniversario del comienzo de una guerra civil

185. Sobre el desprecio como argumento

186. Sobre imprescindibles y cretinos

187. Sobre la gestión comercial de las empresas de servicios

188. Sobre cómo rentabilizar la incertidumbre

189. En el verano, disminuye la inteligencia del ser humano

190. En relación con Cajastur, ¿cui proderit?

191. Sobre la destrucción de la arquitectura popular

192. En pleno declive: la huerta asturiana

193. Contra el futuro no se puede luchar

194. A mayor gloria

195. De todo un poco

196. Sobre agnósticos y fanáticos

197. Sobre las vacaciones y la felicidad

198. Desde Libia a Somalia, pasando por Siria

199. Sobre el tratamiento de la ancianidad

200. Sobre la Universidad y la formación espiritual

201. Sobre las redes sociales y el negocio de la prostitución

202. Sobre el pudor de las élites

203. In artículo mortis: la Constitución como garantía

204. Para evitar discrepancias, referendos

205. Sobre los pazguatos

206. Sobre perendengues e intríngulis

207. ¿A las barricadas?

208. Sobre socialdemocracia y partidos políticos

209. En la Sierra de Madrid, habitan devoradores de paisajes

210. A disfrutar de los ochenta

211. Sin pruebas

212. En serio: ¿Algo va bien?

213. Sobre regalos y otras dádivas

214. Entre ojos que no ven y corazones que no sienten

215. Sobre la verdad original, místicos, científicos y orden implicado

216. Sobre las consecuencias de la rebaja en la calificación crediticia internacional

217. Sobre fogones, religión y cocineros

218. Sobre la ficticia dramàtica claredat de dos visiones

219.  Al borde del abismo

220. En fiestas

221. En confianza, ¿creen los Brics en el futuro de los países desarrollados?

222. En torno al reto del cambio

223. Por todos los diablos, que alguien ponga coto

224. Por goleada

225. De qué hablar si no es de economía

226. Sobre el aburrimiento como terapia

227. Entre ser y estar

228. Por qué suena el río y doblan las campanas

229. Sobre la estructura de la clase media

230. Sobre la legitimidad para matar

231. Desde ir aviado a ir tirando

232. Sobre la reforma de la enseñanza universitaria

233. A los jóvenes que tienen lo que hay que tener

234. Sobre algunos dilemas de RSC en las empresas multinacionales

235. Sobre el papel de las empresas multinacionales en el desarrollo humano

236. Sobre posibles ministros del futuro gobierno de España

237. Para los que están convencidos de que la botella es demasiado grande

238. Contra arredrados, arrostrados

239. A un lado y a otro de las rejas, culpables

240. Sobre mujeres, programas e improvisación

241. Hacia la tercera vía, por los caminos de lo virtual

242. Sobre la curva de generación de empleo en el sector de energías renovables

243. Para qué sirven los ingenieros

244. Sobre mellizos, fertilidad y negocio

245. Sobre el uso de tropos y floripondios en política

246. Con el sexo como apaciguador

247. Conviviendo con sistemas de desequilibrio generalizado

248. Sobre gurullos, borras y pebusillas de la Fiesta Nacional

 

249. Por qué no es noticia que un hombre muerda un perro

250. En Chile, los españoles podemos poner más energía

251. Tras las privatizaciones, ¿qué?

252.Sobre la necesidad de encontrar un culpable cuanto antes

253. Entre tanto

254. Sobre lo que cobran ciertos ejecutivos y porqué

255. Sobre indignados, expectativas y opciones

256. Sobre la sociedad emprendedora, sus claves y sus hándicaps

257. Sobre la sociedad emprendedora, sus claves y sus hándicaps (y 2)

258. Sobre la instauración de la democracia en Libia

259. Sobre la ingeniería en la sociedad

260. Bajo la lupa: empresarios y sindicatos

261. Emprende, España: El Manifiesto

262. Ante el predominio de la mediocridad

263. Sobre lo que ven los Príncipes de Asturias

264. Sobre quienes ven los toros desde la barrera

265. Ante la percepción de la muerte

266. Sobre la amnistía de los que apoyaron (y apoyan) a los terroristas

267. Sobre los despilfarros colosales

268. Sobre la necesidad de renovar el banquillo

269. Sobre lo que se echa en falta en la Unión Europea

270. Sobre las formas de salir de un atolladero

271. Ante la necesidad imperiosa de crear empleo

272. Entre las cuentas de la lechera y las del tendero

273. Por razones distintas a las que expone Vargas Llosa

274. Hacia el pluripartidismo parlamentario

275. Por la cara

276. Entre crear empleo o subvencionar al parado

277. Desde lo que creemos saber hacia lo que no podemos ignorar

278. Según sea nuestro margen de albedrío en caso de que el diseño sea inteligente

279. Según sea nuestro margen de albedrío en caso de que el diseño sea inteligente (y 2)

280. Sobre la innovación para crecer: lo sustancial y las zarandajas.

281. Sobre la innovación para crecer: lo sustancial y las zarandajas (y 2)

282. Ante una imprescindible reforma educativa

283. Ante una imprescindible reforma educativa (2)

284. Ante una imprescindible reforma educativa (3)

285. En la jornada de reflexión

286. Sobre los límites a la autonomía universitaria

287. Sobre la victoria del Partido Popular y la paz social

288. Sobre los límites a la autonomía universitaria (y 2)

289. Sobre mercados, márgenes y opciones del Gobierno de Rajoy

290. Sobre personajes imaginarios que pueden venir a cuento

291. Sin culpables, de momento

292. Sobre lo que sabemos del futuro

293. En un universo multidimensional

294. Para ayudar a la comprensión general de los complejos temas políticos

295. En relación con el periodismo ciudadano

296. Entre cobrar por la bolsa o reciclar por la cara

297. Sobre la ordenación del territorio, una experiencia en constante revisión

298. Sobre la Europa de dos aceleraciones, parada y marcha atrás

299. Sobre la importancia de llamarse Ernesto

300. Entre pamemas

301. Sobre el desarrollo compatible contra la avidez de los que más tienen

302. Entre modas, vestidos y desnudos

303. Con algunas ideas para el discurso de Navidad de El Rey

304. Sobre el control de la natalidad

305. Sobre la originalidad

306. Para fieles a la cocina recreativa

307. En la hora de la revisión de los postulados

308. Sobre la responsabilidad penal de las Fundaciones, los Colegios Profesionales y los Partidos políticos

309. Sobre la responsabilidad penal de las Fundaciones, los Colegios Profesionales y los Partidos políticos (y 2)

310. ¿Hacia dónde han ido los optimistas?

311. Sobre los mini-jobs

312. Sobre desarrollo, ejército y ambiente en la Unión Europea

313. Sobre el significado de felicitar la Navidad

314. Por detrás del B20

315. Sin mucha chicha

316. De ahora en adelante: arranca despacio, no cambies bruscamente de marcha y arrímate a la derecha

317. Entre economistas y licenciados en derecho

318. Sobre sentimientos y talantes

319. Sobre lo mucho que necesitamos la poesía

320. Sobre las cosas de familia

321. A espaldas de Doña Manolita

322. Sobre las oportunidades de la vida

323. Sobre las oportunidades de la vida (y 2)

324. Entre inocentes

325. De recortes y sin medidas de estímulo

326. En el inicio del inicio del cambio de paradigma

FIN DE LAS ENTRADAS EN EL BLOG ALSOCAIRE DEL BLOG DE ANGEL ARIAS EN 2011

 

 

 

 

 

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